Partida Rol por web

Por fin llegan a liberarnos, creía que el hechizo que había utilizado para abisarle finalmente no había funcionado, pero por lo visto estaba errado, algo de satisfacción recorrió el cuerpo de Kahan al escuchar la voz de Hugh.

  - Alguna de las elecciones que elegios no fueron... Digamos que no fueron las correctas, has tardado algo mas de lo esperado no crees?? Por cierto donde están los demás? solo he escuchado tus pasos.

 - shekaroth, te encuentras bien? Podrás apañártelas?

 Tras buscar las llaves en el escriptorio y en el guardia al final da con ellas. Eureca!

 - Espero que sea una de estas.

 Sin más espera el humano intenta de encontrar la llave que abre la jaula de los compañeros.

 - Yukk ha sido convertida en polvo, Ishladar, si no encontramos algún remedio pasará a formar parte de los ancestos. Y el otro par de salvajes sanguinarios han ido a por más acción...- Comenta Hugh mientras está buscando la llave que de abrirlos.

Hugh prueba con algunas de las llaves hasta que da con la buena. Con un sonoro ruido metálico, consigue abrir la jaula de Kahan y Shekaroth, por fin vuelven a estar los tres juntos. Aunque el pobre clérigo está en las últimas, Kahan y Hugh están en plena forma.

El lugar en el que estais, el lóbrego y polvoriento sótano de la mansión, parece que se usa como almacén secreto.

 Hugh ayuda a Shekaroth a moverse.

 - Hablasteís con el ricacho o directamente os zurraron y os metieron aquí? Arriba hay una carnicería, hay seis caídos, eso ha salido de puta pena.

-Nos metieron aquí intentando llegar a un acuerdo, como puedes comprobar no salió nada bien. - Con un gesto de la cabeza señala esl estado del clérigo, mientras ayuda a Hugh con el para poder salir de esa prisión...

Al escuchar el destino de algunos de sus compañeros de compadece por ellos, aún así Kahan no demuestra signos de debilidad...

 Hugh le entrega a Kahan un pergamino con algo escrito.

 - He encontrado esto, tal vez te sea de utilidad. Cuando subamos arribo propongo sacar a los heridos y vayamos en pos de nuestros rudos compañeros. Ya ha habido suficiente sangre.

Ahora que ya has salido de la jaula antimagia y tras haber descansado, puedes volver a hacer hechizos.

El pergamino que te da Hugh tiene escrito.

EXTERNO VOMICA

Tras descifrarlo como sólo los magos sabeis, descubres que son unas palabras mágicas que al leerlas se eliminará todas las maldiciones y energías del mal de una persona o objeto.

-Está bien chicos, ya me encuentro un poco mejor.  Digo mientras me levanto ayudado por Kahan y Hugh.  Al ver que no tengo armas, cojo la espada del tipo que mató Hugh ahora mismo. Luego intento curarme con magia.

Mientras Kahan examina atenatmente el pergamino y va asintiendo a medida que va leyendo su compañero Shekaroth aprobecha para curarse al poder utilizar algo de magia, al isntante a acabado de leer kahan se dirige a Hugh.

 - Bien, indicanos el camino, que te seguimos de cerca....

 Hugh guía a sus compañeros hasta el recibidor de la bibienda, donde hay las escaleras por donde subieron los demás compañeros.

Los tres personajes abandonan el sótano por la polvorienta trampilla. Aparecen en una pequeña despensa de la cocina.

Guiados por Hugh llegais al hall principal donde se encuentran varios cuerpos sin vida, entre ellos el de Ishladar y el de Yukk (ahora reducido a cenizas de arena). Shakeroth les observa pero desgraciadamente es demasiado tarde, no se puede hacer nada por ellos.

Subís unas enmoquetadas escaleras y allí encontrais a los otros dos compañeros.

Llegais hasta un descansillo preciosamente decorado, un una mesita, sillas, jarrones con flores. Parece una antesala a los aposentos del señor de la casa. Ante vosotros hay dos armaduras completas montadas una a cada lado de una gran puerta de madera.

Ur Khan y Krash están hurgando en la puerta para intentar abrirla.

Tras un buen rato intentando forzar la cerradura, escuchais unas pisadas en el piso inferior y subiendo las escaleras, es Hugh y viene con Kahan y Shekaroth (este último herido)

Al cabo de un rato, Krash logra forzar la cerradura de la gran puerta. Entonces escuchais gritos desde dentro:

-Os lo advierto!! No entreis! Largaros de aquí!!

La puerta está cerrada asi que no veis de quien es la voz.

Reconoceis la voz, es la de Sandro, el gordo.

 Mientras sus compañeros están jugando con la puerta, intentando abrirla, Hugh mira las armaduras, comparandolas y mrando si pueden ser de utilidad o tan solo son de ornamentación.