Partida Rol por web

Destinos Inciertos (+18)

Primera Parte: Las Jaulas Rojas

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23/02/2018, 11:20
Hermana Isolda

Isolda entró en el lugar y no puedo evitar arrugar la nariz y mostrar los dientes al ver la decoración de la sala en la que habían entrado. No le gustaba nada eso que se había desarrollado a su alrededor y solo quería tener fuego para purificar todo ese lugar; pero no estaba preparada para lo que había en su interior.

En su época como sororita había visto cosas atroces creadas por cultos y por psíquicos descontrolados, pero eso no hacía que fuera fácil hacer frente a los rituales que hacían esos malditos herejes, y mucho menos que aún pudiera hablar. Musitó una plegaria al Emperador e inclinó la cabeza, como si estuviera pidiendo al mismo Emperador una protección ante todos los que estaban delante. Siempre había herejes, siempre había traidores, pero herejes capaces de realizar ritos de este tipo eran pocos.

-Rojo, esto es tuyo -se acercó al tecnosacerdote y le ofreció su rifle infernal con el único cargador que había conseguido- no es una de tus mecadendritas; pero espero que te haga sentir mejor -ella seguía esperando encontrarse con su bolter, su querido bolter.

-El hombre de la máscara de garza estaba sobre la jaula cuando soltaron a esos malditos perros -recordó la sororita mientras intentaba hacerse a la idea- y un tipo parece que lo puso en fuga, puede que sea su guardia personal.

Fue la última frase que dijo la inquisidora la que hizo que Isolda esbozara una sonrisa, una sonrisa natural y que alcanzó sus ojos de una forma que era siniestra en ese lugar.

-Al fin. Sin mentiras, sin engaños, sin politiqueos. Una purga como debe ser, empezaba a echarlas de menos -se inclinó e hizo una reverencia a la Inquisidora- mataré y purgaré a todos los herejes con los que me tope hasta llegar a ese hombre. Solía ser el instrumento de la Ira del Emperador, ahora seré el instrumento de vuestra venganza.

Sacó la pistola laser que había cogido y se la ofreció a Gianna junto con sus dos cargadores para que tuviera algo con lo que poder disparar.

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23/02/2018, 22:09
Hieronymus Homron

El arbites entró en el edificio que desde luego no podía recibir el nombre de hospital si no el de macabra sala de disección. Hieronymus sintió como un sudor frío le bajaba por la nuca y dejó que Gianna e Isolda pasaran delante de él. La sororitas parecía moverse con sorprendente familiaridad en aquel lugar. Los pelos de los brazos se le erizaron a medida que progresaba la sucesión de horrores y no pudo reprimir un escalofrío.

Cuando llegaron ante aquel cuerpo, aquella mujer que de forma inexplicable seguía viva, el arbites sintió que empezaba a marearse, el sudor le bajó por la frente hasta los ojos y se tambaleó visiblemente y trastabilló a punto de perder pie. Se dejó caer al suelo de rodillas y permaneció así, en la entrada de la habitación, con las manos a ambos lados de la cabeza.

Le costó encontrar las palabras correctas que decir en aquel momento.

Notas de juego

Narración acorde a la notoria pérdida de cordura.

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24/02/2018, 00:54
Arcturus

La inquisidora Karkalla salió del estupor y la somnolencia provocada por las drogas, y de qué manera. Arcturus volvió a estremecerse. Agradeció que el resto de sus compañeros hubieran llegado en el momento justo; así no tendría que rememorar la escena para contársela. Miró a Gianna, como alegrándose de verla sana y salva.

-El Omnissiah te bendiga, Hermana Isolda -agradeció, palpando y comprobando con fervor el rifle. Le gustaría bendecirlo para purificarlo del contacto con esos herejes, pero no era el momento. Le impresionó la devoción de la sororita, a la que había llamado por su nombre real, dejando de lado la nomenclatura operativa habitual. Le regocijó oír sus palabras, saber que había tomado la misma decisión que el tecnoscerdote instantes antes.

Le impresionó otro tanto ver tambalearse y casi caer desplomado al veterano arbites. Reparó en que estaba herido. Tuvo que contener un ademán para acudir a sostenerlo; Homron podía cuidar muy bien de sí mismo.

De repente, también él se encontraba cansado, muy cansado. Ajustó de nuevo los fluídos que llegaban al cuerpo de la inquisidora Karkalla, pero no se atrevió a salir a buscar el medikit que había en la sala principal; la mano de Hyeronimus tendría que esperar. Saber que un miembro de la guardia de Karkalla había salido de allí abría nuevas posibilidades. La Casa de la Bestia. Garza.

-¿Un superviviente? ¿Cómo lo encontraremos y reconoceremos? ¿Cuál es su nombre? ¿Qué hay en... la superficie?

Notas de juego

Qué habilidad se puede aplicar para ver si Arcty ha oído hablar de la Casa de la Bestia antes? Saber popular Imperio?

Ahora vemos esa mano, señor arbites.

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24/02/2018, 23:32
Gianna Anzerani

Con paso rápido me encamino hacia la sala del hospital, durante mi estancia en la Guardia Imperial había visto y vivido en primera persona como mis compañeros morían a mi alrededor, destrozados bajo el fuego enemigo, pero lo que me encontré dentro del hospital fue superior a lo que en ese momento podía soportar, el ver a esa mujer de esa manera izo que todo mi cuerpo protestara y una gran bocanada me hizo vomitar lo poco que tenia en el estomago, haciendo que apartara la mirada de tan siniestro espectáculo..., tras unos segundos y ya un poco recuperada estiro el brazo para recoger el arma que me acerca Isolda, observándola y comprobando que todo esta en orden y operativa para llegado el caso hacerla trabajar.

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25/02/2018, 16:23
Artemius Plex

Disformidad... Caos... sectas...

-Lo que es un día en el Ordo Malleus- pensó Plex para sí mientras hablaba su inquisidora.

Cogió aire antes de hablar, le costaba concentrarse ya no solo por las drogas que le habían inyectado, si no que también por lo traumático de la situación.

-¿Cree que un demonio está detrás de todo esto? ¿O solo es un humano que está haciendo pactos oscuros con las fuerzas del caos?- Pregunto el psíquico en busqueda de un poco de luz. De repente pensó en una de las expresiones que había usado su señora- ¿Sangre antigua? Mi señora, ¿a que se refiere con sangre antigua?- 

Artemius estaba desconcertado ante esa expresión, e intentó buscar en su propia mente si alguna vez hubiera oído algo así en su vida. También miró su espadón y de repente se dio cuenta de lo mal equipado que iba. Mas ese pequeño detalle no le detendría en su misión de servir al Emperador de la Humanidad.

- Tiradas (1)
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26/02/2018, 11:11
Hieronymus Homron

Hieronymus continuó de rodillas en la semioscuridad de la sala, una bendición que evitaba que observaran la totalidad de aquellos horrores.

- Divino Emperador, protégenos - musitaba una y otra vez. Parecía que desde la captura o quizás desde la pérdida de la pierna o tras la muerte de Urtzi ante sus ojos, los nervios de Hieronymus estaban a flor de piel y su estabilidad parecía peligrar cada vez más. El servicio a la Inquisición superaba todo lo que había vivido en el servicio en el Arbites, la capacidad de corrupción y maldad eran inconcebibles.

La garza... la garza era un enemigo... El arbites había pensado que contaban con un aliado, alguien que les había sacado de la jaula de los perros descarnados. Pero sus intenciones eran viles.

Aquella mujer, viva de forma inexplicable consideraba a éste su mayor enemigo, por encima de aquellos que le habían infligido tal tortura. La sangre... sangre antigua. Una profecía. Con un escalofrío el arbites recordó a la chirriante y corrupta estatua de la Viuda Dorada. La sangre de Haarlock. ¿Estaría Nonesuch detrás de su captura? ¿Los monjes de la casa de la ceniza?

En cualquier caso, el poder del responsable era considerable en lo económico y lo político. El arbites empezó a razonar, intentando ver piezas del rompecabezas. Exprimiendo su mente deductiva. El regreso a mecanismos desconocidos hizo que empezara a recuperar el control y apagar poco a poco el pánico.

Artemius hablaba con la Inquisidora, su postura y su tono rebelaban respeto, pero también familiaridad. Quizás aquel psíquico mordaz si que fuera en realidad un acólito inquisitorial.

- Servimos a Vorn... y a Marr - murmuró el arbites. Quisó preguntar por otros acólitos inquisitoriales, por Lady Dekanta y por Heinrich, pero apenas pudo alzar la voz y la lengua, seca, se le adhería al paladar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

La casa de las bestias... Me uno a Arcturus en la tirada de Saber ¿Imperio? o quizás Saber Arbites si se trata de una organización criminal o mafiosa conocida.

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27/02/2018, 00:09
Karkalla

La inquisidora asintió satisfecha a las palabras de la adepta sororitas. Aquello era lo que necesitaba en ese momento, armas humanas que cumplieran su voluntad en pos de la defensa del imperio del hombre.

Isolda: - parece que un tipo lo puso en fuga, puede que fuera su guardia personal. -

- De ser cierto no podría albergar mayor orgullo, pero lo dudo. Quien escapó era un agente de confianza y un erudito, pero carecía de la fuerza y entereza para superar en batalla a ese animal. -

Artemius: - ¿Cree que un demonio está detrás de todo esto? ¿y a que se refiere con sangre antigua? -

- No tengo pruebas, pero demonio o no Garza intenta obtener el control de alguna fuerza poderosa. Son los Haarlock, todo gira alrededor de esos antiguos monstruos; sabían demasiado, y en este mundo aún reside la viva voluntad de su influencia, ahora y para siempre. No lo olvidéis, sean cuales sean las historias y mentiras que escuchéis ahí fuera. -

¿Cómo lo encontraremos y reconoceremos? ¿Cuál es su nombre? ¿Qué hay en... la superficie?

- Ahhh, ya lo veréis; este mundo es un paraíso. Un falso paraíso, un jardín de juegos para los nobles, oculto a simple vista y con gran astucia de la burocracia del Imperio, y durante el ya cercano festival del destino incierto será inundado por el pecado y la demencia.

Escuchad atentamente, pues se nos acaba el tiempo y solo lo diré una vez. Cuando lleguéis a la ciudad buscad al académico blanco, cuando os reunáis con él debéis preguntarle qué puede encontrarse en la novena luna de Prol. Su respuesta será "vacío".

Antes de iros debéis cumplir mi última orden. Quemad mi cuerpo, hay secretos que aún debo proteger con ello. Después encomendaos al emperador y volveos recipientes de su ira. ¡Ahora partid! Mientras permanezcáis en las profundidades estáis a su merced, ya sabéis lo que tenéis que hacer. -

Notas de juego

Hieronymus: La garza... la garza era un enemigo... El arbites había pensado que contaban con un aliado, alguien que les había sacado de la jaula de los perros descarnados. Pero sus intenciones eran viles.

Es posible que estés confundiendo los roles de la Garza y el Chacal

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27/02/2018, 00:42
Director
- Tiradas (1)

Notas de juego

La casa de la bestia: Ya habíais oído hablar de ella antes, por parte de Magyar Marshrek cuando os encontrabais atrapados en las jaulas de los sabuesos. Son una organización con cierta fama, ya que organizan combates de bestias realmente apasionantes, y caros. A pesar de las apariencias, siempre han circulado rumores de que organizaban actividades más "censurables", como pozos de lucha de gladiadores humanos contra bestias y xenos, pero ninguna historia que hubierais podido escuchar alcanzaba los actos que habíais presenciado en estas jaulas rojas.

Ocultismo de Artemius: La sangre es un ingrediente común de las ceremonias para contactar o invocar los poderes de un demonio, pero que se trate concretamente de los Haarlock no encaja en ese cuadro. El único modo de averiguar cual es esa "fuerza antigua y poderosa" es aprendiendo más sobre los Haarlock.

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27/02/2018, 11:59
Hermana Isolda

-Esos malditos Haarlock -gruñó Isolda al escuchar ese nombre de nuevo. El que puso en huida a Garza no era el ayudante, pero era un erudito y podría serles de mucha utilidad.

-Espera -detuvo de nuevo su hilo de pensamientos al darse cuenta de algo de nuevo- es la segunda vez que nos hemos topado con el cazador, el de las jaulas, en un lugar que tiene que ver con los Haarlok. Juraría que la primera vez que le vi llevaba un sello de dicha familia que sacó de una habitación con muchos tesoros, y ahora está aquí -negó con la cabeza- algo me dice que tiene que ver con ellos. Tal vez sea descendiente o la sangre antigua, no lo sé, pero la Viuda también mencionó algo así y él también estaba en ese lugar.

Suspiró ante la petición de la Inquisidora, era algo que ella misma haría; pero había que tener mucho valor para tomar esa decisión.

-Es un ejemplo de su puesto, Inquisidora -contestó Isolda- la incluiré en mis oraciones y rezaré por que esté a la derecha del Emperador.

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28/02/2018, 00:10
Gianna Anzerani

Solo el olor de la habitación me producía nauseas, no tenia fuerzas para mirar hacia la inquisidora, por momentos hasta la cabeza me daba vueltas, tenia que salir de aquí y coger aire, no quería ni podía seguir allí dentro, retrocedo hacia la habitación adyacente y allí a solas sin nadie que me pudiera ver me dejo caer sobre un lateral de la habitación, por unos segundos dejo que los sentimientos de los últimos días salgan a flote, permitiendo que amargas lagrimas broten de mis ojos, son solo unos segundos de debilidad que dan paso a una determinación por acabar con quien nos había metido en esta jaula y por quien había torturado a la inquisidora...

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01/03/2018, 18:56
Hieronymus Homron

Isolda pasó al lado del arbites y si éste no se hubiera encontrado en tan mal estado se habría dado cuenta de que ésta huía, casi tan desencajada como él mismo.

El arbites se puso en pie con dificultad, una vez más con la pierna protésica reacia a moverse, por el maltrato reiterado recibido y el nulo mantenimiento, desde que fueran capturados.

 

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02/03/2018, 10:08
Artemius Plex

Plex permaneció impasible ante las que fueron de las últimas palabras de su inquisidora. Escuchó con atención e intentó asimilar toda aquella situación lo mejor que pudo.

-Una historia acaba, otras comienzan...- pensó para sí

Apretando el símbolo inquisitorial que acababa de recibir volvió a hablar.

-Como ordenéis, cumpliré sus ordenes. La herejía no quedará sin castigo. 

Acto seguido buscó elementos inflamables, como formol, empezar a rociar la sala.

-¿Alguien tiene un mechero?- dijo parcamente a sus compañeros mientras buscaba por sí mismo algo que iniciase el fuego- Vayan saliendo de la sala, las temperaturas empezarán a ser incompatibles con la vida. Si desean dejar sus raciones al punto éste es su momento.

Miró a Karkalla y la habló sabiendo que sería la última vez que lo hiciese.

-Señora, ¿algo que decir?- En el fondo esperaba algún último consejo, incluso alguna palabra más familiar, pero dudaba que ocurriese. Una inquisidora siempre mantiene el tipo hasta el final... incluso en situaciones como aquellas.

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04/03/2018, 21:47
Arcturus

Gianna salió, y al poco tiempo se oyeron unos sollozos apagados llegando de fuera. Arcturus miró de reojo a Hyeronimus y a Artemius, y suspiró profundamente ante la negra perspectiva que planteaba la inquisidora. Asintió a Plex y salió de la sala.

Notas de juego

Perdón, llevo unos días totalmente out, siento no haber avisado y la mierda de post, pero me cuesta recuperarme cuando se me borra uno.

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05/03/2018, 22:44
Hieronymus Homron

Hieronymus aceptó la ayuda del tecnoadepto para ponerse en pie y dejó que éste le guiara hasta la salida. Le habría gustado decir algo a la Inquisidora, le habría gustado llevarse el sello inquisitorial con el que la habían agredido y ofendido a un tiempo. Habría ofrecido venganza, reparación... Pero la pierna metálica y un enorme vacío en el pecho le impedían hacer nada que no fuera fijar la vista en el suelo y dejarse guiar.

Si Arcturus hubiera sido más humana, habría visto una profunda e irreparable desesperación en los ojos del arbites.

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05/03/2018, 23:15
Karkalla

-Señora, ¿algo que decir?-

- Debéis tener éxito. Armáos debidamente, no dudéis y no flaqueéis, por muy desesperada que pueda parecer vuestra posición. - respondió la inquisidora a la última pregunta de su siervo.

Los múltiples productos químicos del recinto médico fueron el material perfecto para iniciar el fuego que terminase con los restos de aquél depravado lugar. En pocos momentos las llamas se alzaron devorándolo todo a su alrededor, pero los acñolitos no se quedaron mucho tiempo para contemplarlo, como les había dicho la inquisidora, tenían que salir de allí.

La plataforma elevadora estaba aún en su lugar, era la salida perfecta, aunque totalmente incapaz de cargar con el pesado bípode de carga; no obstante, aquella herramienta ya había cumplido con su función. Mientras Arcturus preparaba la plataforma, el resto de acólitos reunieron el resto de armas y objetos útiles que habían sido capaces de encontrar, antes de elevarse con ellos hacia las alturas de donde venía una luz cegadora.

Notas de juego

Si creéis que hay algo que os falte por hacer en esta escena aún podéis indicarlo, pero este capítulo queda cerrado.

Recuperáis los puntos de destino gastados.


Pequeño reparto de XP (si, a partir de ahora voy a intentar conceder algo de experiencia tras cada capítulo):

Hieronymus: 150xp
Isolda: 150xp
Gianna: 200xp
Artemius: 150xp
Arcturus: 100xp

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06/03/2018, 19:10
Hieronymus Homron

El arbites pareció recomponerse al abandonar el edificio. Tenía los ojos enrojecidos y le escocían por el humo químico y si no los tuvieran secos por la cirugía, las lágrimas chorrearían por sus mejillas.

Apretó los puños y sin decir nada a los demás, pues temía con la garganta tan seca como los ojos que le fallara la voz, se dirigió al montón de cadáveres que los disparos y el bípode habían dejado. Quería recuperar algo más, algo que no hubiera visto o recogido Isolda que se había centrado en cara de cerdo en su prisa por llegar al hospital.

Cuando terminó desenfundó el cuchillo y acudió a Arcturus. Sabotearía el bípode de carga. Lo que fuera que hacían allí aquellos enmascarados sin duda conducía a unos fines heréticos y al daño del Divino Emperador. Cualquier daño que hicieran a su malvada función sería en beneficio del Imperio por lejano o sutil que pudiera acabar siendo tal efecto.

El tecnoadepto le indicaría que cables de alimentación cortar, que depósito de combustible agujerear. Si el sacerdote de Marte no quería herir a aquella máquina, el arbites no haría por él, tan sólo necesitaba que le señalara con el dedo donde hacerlo.

Enfrascado mecánicamente en esas tareas evitó las palabras de los demás y rumió su vergüenza, su miedo y su dolor y rumió su venganza mientras oraba al Emperador por fortaleza.

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07/03/2018, 01:06
Arcturus

-Me hubiera gustado poder ayudarla. Siento tu pérdida.

Las palabras de condolencia que Arcturus dirigió a Artemius cuando este salió del hospital, acompañado de un gesto amigable (posó brevemente la mano en el hombro del psíquico) no dejaban de ser protocolarias, pero eran inauditas en el tecnosacerdote, y desentonaban fuertemente con el aire metálico de su voz.

Recogió tanto el medikit como la combiherramienta para usarlos en cuanto hubiera un momento de calma, lo que no sería de inmediato; los acólitos se apresuraban a abandonar la bóveda, y Arcturus estuvo ocupado comprendiendo e interpretando el espíritu máquina del montacargas. Cuando Hyeronimus le pidió que le guiase en la mutilación del bípode lo miró con disgusto y reprensión, y sólo le libró de algo más duro que una mirada el respeto que el tecnosacerdote tenía hacia el viejo arbites. Sin embargo, parecía pensarlo dos veces.

-Lo que me pide es... es difícil, Homron. Pero puede que volvamos aquí, y no quisiera ver ese bípode en manos heréticas accionado contra nosotros. Veremos qué se puede hacer.
 

Notas de juego

Alguna posibilidad de "capar" el bípode para que sólo funcione para nuestros chicos? No sé, llevarnos una pieza única o difíicl de remplazar, y pequeña? Como una bujía, pero en WH40K. Una tecnobujía...? La tapa del tecnodelco?

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08/03/2018, 13:23
Artemius Plex

Artemius encendió el fuego al salir y todo ardió rápidamente debido a los líquidos inflamables que había derramado. Mirando las llamas pensó, pensó mucho, quizá más de lo que nunca lo hubiera hecho, pero no mostró nada al exterior. Agradeció la mano del tecnosacerdote, a pesar de no conocerle mucho era agradable que alguien mostrase empatía en esos momentos tan duros, aunque nunca imaginó que fuese un servidor de Marte el que lo haría.

Cuando todo terminó se acercó al viejo que tan descreído se había mostrado y lanzando y recogiendo el símbolo inquisitorial de su señora delante de él le habló.

-Pues parece que no mentía.- dijo en un tono pausado- ¿Qué hay de vosotros?- en realidad no buscaba una espuesta. Simplemente se guardó el símbolo en su chaqueta y echó a andar hacia su nuevo desafío.

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08/03/2018, 23:25
Director

Notas de juego

Tenéis éxito en desmantelar el bípode, continuad la narración en el siguiente capítulo.