Partida Rol por web

Falcon tiene su espada bien sujeta pero no inicia las hostilidades.

- ¿Quienes soys y que haceis aqui?

El dolor era terrible, no podía creer como él un mago, un ser arcano podía tener una falla como aquella y terminar sobre el cuerpo de otro aventurero que corrio la misma suerte, pero con peor destino. La elfa estaba muerta, debio caer en una mala posición y romperse el cuello, en cambio él, solo tenía herido el orgullo y tal vez alguna costilla.

- No estoy  tan mal Garra, al menos sigo vivo, no como la elfa Drainee, quien se encuentra aquí debajo mio. Lanza la soga y sigamos adelante.

El dolor era molesto, pero no quería abandonar, más adelante seguramente se encontrarían con el resto de los compañeros y entre ellos creía recordar un curador.

Aramil se adentra en la habitación tras Falcon y observa atentamente a las criaturas mientras se coloca a la derecha de éste, solo un par de pasos por detrás. Viendo el ademán amenazador de las criaturas, acerca su mano izquierda a la pequeña bolsa de componentes que cuelga de su cinto, preparándose para conjurar en cuanto muestren algo de agresividad, aunque deja al guerrero que ponga en práctica su intento de diplomacia.

-No creo que te entiendan.- Comenta Aramil con calma, reconociendo a las criaturas. Con una pronunciación pulcra, traduce el mensaje al dracónico. -Mi compañero pregunta quienes sois y qué hacéis en esta torre.

- Somos los defensores del fuego, marchaos y no os haremos daño, avanzad y vuestra vida correrá peligro.

Las criaturas comienzan a gruñir y a soltar sonidos más parecidos a ladridos de perro que a otra cosa. Aquellas criaturas no parecían estar en actitud de dialogar pero por lo menos eran las primeras que no os atacaban... todavía.

-Dicen que son los defensores del fuego.Si nos marchamos estamos a salvo, si avanzamos nos atacarán.- Aramil traduce el mensaje a Falcon a medida que las criaturas hablan, visiblemente orgulloso de sus conocimientos en lenguas.

-¿Qué es el fuego que defendéis? Investigamos la torre. ¿Qué poder oculta? ¿Quién la ha hecho aparecer?- El mago expone todas las dudas que le plantea la torre que investigan, esperando que los "defensores del fuego" sepan algo más.

Falcon deja que su compañero se encargue de negociar, pero se mantiene alerta.

Arther seguia vomitando hasta la primera papilla.

- Largaos o El Gran Fuego caerá sobre vosotros. Continuad hablando y vuestras lenguas arderán. Seguid aquí y el fuego de los abismos os tragará. 

¡Marchaos!

Dijo en dracónico impidiendo que Falcon se enterase de nada. 

Manteniendo la calma, como si estuviese traduciendo las palabras de las criaturas, Aramil habla con Falcon.

-No parecen dispuestas a dialogar. ¿Qué opinas? ¿Podríamos enfrentarnos a ellos o es mejor volver e intentar que reaccionen Arther y Dimple?

- Si no son enemgios no voy a luchar contra ellos.

-Define enemigo. Son sauriones, criaturas burdas, salvajes, y empecinadas en defender los dioses saben que estúpido fuego que crean sagrado. -Contesta Aramil sin levantar la vista de las criaturas reptilianas.- Han dejado clara su intención de atacarnos si no retrocedemos, así que si no quieres luchar habría que alejarse ya.

- ¿Tienen algo que ver con esta torre? ¿O son simplemente visitantes?

-Llegaron aquí con la torre, o eso es lo que parece. Aun en caso de querer enfrentarnos a ellos, sería mejor hacerlo con el resto, así que lo mejor será dar la vuelta. Aramil retrocede unos pasos de espaldas, sin dejar de observar a los sauriones en ningún momento, y se acerca a la puerta con la intención de salir.