Partida Rol por web

Arther permanecio en silencio mientras Aramil respondia a las preguntas de Uswe y tambien siguio en silencio cuando este inspecciono el camafeo. Si os separasteis, ¿por donde fueron tus compañeros y como asi te dejaron seguir a ti solo? Este ha demostrado ser un lugar peligroso, debemos apollarnos los unos a los otros.

El cuervo se adelanta a Aramil en responder. Es un manazas, ¡un manazas!, esa es la razón.

El elfo asiente con gravedad a las palabras de su familiar.

Que cayésemos a este piso fue culpa mía, sentí que el grupo no deseaba mi presencia y decidí seguir por mi cuenta. Aunque la torre me ha hecho aprender que ir solo se paga caro, especialmente para un mago. He estado a punto de morir en varias ocasiones.

Parece valioso, unas 200 piezas de oro, aunque no veo nada que me haga pensar que es mágico.

Mientras habla, debilitado por la sangre perdida, llega un momento en el que Aramil debe apoyarse en la pared para evitar caerse al suelo. Cierra los ojos unos momentos antes de tender el colgante de vuelta a Uswe.

Creo que... necesito descansar, este tiempo solo he agotado demasiado mis conjuros, sin hablar de mis heridas físicas. Si quiero ser de utilidad al grupo necesito recuperarme, me daba miedo hacerlo solo, por si alguna criatura me encontraba.

El cuervo se posa en el suelo, lejos de su dueño y responde al elfo:

Bahh, llorica. Además, podría haber vigilado yo, pero siempre igual, nadie confía en el cuervo.

Si este humano fallece ahora la fuerza del destino nos aniquilara conforme nos adentremos a los peligros que aqui aguardan -

Pienso al ver al debilitado Aramil. Comienzo a urgar mi morral revolviendo todo su contenido y saco un frasco con un contenido extraño, lo destapo y se lo entrego a Aramil -Toma, bebe es... esto, te... te necesitamos si queremos salir de aquí con vida.- Dice el Githzerai haciendo algunos gestos con sus ojos lo que demostraba lo poco comun que era para los suyos prestar ayuda a alguien poco conocido.

Aramil se da cuenta de lo complicado que es para el githzerai ofrecerle la poción, por lo que inclina la cabeza levemente en señal de respeto.

Te lo agradezco, pero no es tanto curación como reposo lo que necesito. He diezmado mis conjuros en este tiempo, os agradecería que me permitieseis descansar unas horas para recuperarme. Si no me temo que mi presencia será inutil. En todo caso usaré una de mis pociones, aunque sea menos poderosa, para no abusar de tu confianza.

Al no ser recibida mi poción la tapo y la guardo -La magia es una herramienta dificil de controlar. Los maestros Githzerai le tienen mucho respeto. Dicen que es una de las sendas a la iluminación.- Digo para luego buscar un buen lugar para sentarme y tomar un descanso -Creo que es buen momento de tomar una siesta reponedora.-

Aramil estaba herido y agotado por su paseo en solitario por la torre, asi que decidieron que era mejor descansar. Bueno, este no parece un mal lugar para dormir, no veo que puede salir mal. -dijo Arther bromenando mientras se acomodaba apollando la cabeza en su mochila. ¿Estas seguro de que podras vigilar pajarito? dijo con una sonrisa mientras cerrabas los ojos.

Al igual que sus compañeros, el mago busca un rincón en el que dejarse caer. Cierra los ojos y descansa unas cuantas horas, tratando de recuperar la vitalidad perdida.

Cuando se nota despejado, rebusca en su bolsa y saca el libro de conjuros. Lo abre con cuidado sobre sus piernas y busca entre sus hojas los conjuros adecuados, que repasa detalladamente mientras masculla en voz baja la sucesión de gestos y palabras que desencadenan la magia.

Durante todo el proceso, el cuervo pasea aburrido por la habitación. Trata de ponerse a entonar una cancioncilla, hasta que una mirada furibunda de Aramil le hace callarse. Así que opta por picotear y curiosear entre los objetos de la habitación, intentando abrir todos los cofres, barriles o cajones que encuentre.

Tan solo pasan unas horas cuando os despertáis como nuevos, el descanso de los elfos es menor al del resto de razas, pero el resto os encontrábais con ánimos suficientes como para poder continuar. Por suerte durante ese descanso no había habido ningún tipo de incidencia y todo estaba en orden.

Era buen momento para continuar vuestra aventura por la torre. 

Teníais tres opciones para tomar, dos puertas al norte, una que era de la que veníais y una perta el este, por la que había venido Aramil. La otra puerta del norte estaba sin investigar. 

Pero allá de donde veníais todos, habíais dejado lugares sin investigar, así que cualquier opción sería igual de buena.

Cuando se nota recuperado, Aramil cierra el libro de conjuros y lo guarda de nuevo en su bolsa. 

-Bueno, creo que estoy listo. ¿Cómo habéis acabado vosotros en este piso?

Aramil limpia su estoque de los restos ya resecos que quedan sobre él y lo envaina, comprobando que entra y sale con fluidez.

-He tenido tiempo de pensar durante estas horas. Dado que ya hay bastante gente explorando los pisos superiores tal vez sería buena idea limpiar este piso, buscar información que nos ayude a entender que sucede. Al llegar aquí había asumido que la clave se encontraría en la parte superior, pero el hecho de que exista un subterráneo me hace replantearme la idea. ¿Qué opináis? En mi exploración dejé sin investigar una puerta de madera negra cerrada, detrás de la que se oían unos ruidos parecidos a los de un cerdo.

El cuervo deja sus ocupaciones cuando Aramil se levanta y empieza a revolotear periódicamente sobre Uswe y Arther.

Cuervo:Aleluya, ¿Ya ha descansado el señorito? Venga, ¡veeenga! levantaos de una vez.

El descanso habia sido reparador y no habia ocurrido ninguna incidencia. Cuando se levantaron el elfo pregunto por donde habian llegado ahi. Veras, nosotros no caimos por el agujero la primera vez asi que seguimos explorando el piso superior hasta llegar a una habitacion sin salida, asi que decidimos que la mejor opcion era dejarnos caer hasta este piso y seguir por aqui. Me parece bien que revisemos esta planta primero si Uswe no tiene inconveniente avanzaremos hasta la puerta negra. - dijo Arther animado tras el descanso . En aquel momento el cuervo empezo a graznar haciendo un ruido que se oiria en toda la torre. ¿Podrias tratar de cerrar el pico? El factor sorpresa es un gran aliado. - Dijo Arther al pequeño cuervo

Luego de despertar me mantengo en silencio mientras Aramil comparte sus teorias y Arther cuenta como llegamos. Asintiendo con la cabeza las palabras de Arther me mantengo ejercitando y estirando los musculos. -Yo los seguire, mi misión principal es acabar con la amenaza que resulta esta torre, no me importa el como.- digo de forma desinteresada mientras hago un par de sentadillas.

De acuerdo entonces, os guiaré hasta la puerta de la que hablo. Aramil se pone en camino, por la puerta por la que había entrado a la habitación. Desenvaina el estoque y avanza por el pasillo, despacio y comprobando que ninguna nueva criatura aguarde por las inmediaciones.

Salís por la puerta por la que llegó Aramil y tomás un largo pasillo. Este tras girar un par de veces hacia la izquierda, parece estar dando la vuelta a la habitación en la que os encontrábais finalmente se divide en dos.

Tomáis el camino que lleva a la derecha y tras girar de nuevo os topáis con la puerta oscura. Efectivamente, tras ella se escucha unos sonidos porcinos.

Fueron caminando detras de Aramil, hasta que se detuvo delante de la puerta negra de la que les habia hablado. Dejadme echar un vistazo antes de entrar, puede que tenga alguna trampa.

Arther se acerco silencioso a la puerta y estubo observando detenidamente por si encontraba alguna trampa.

No parece  que haya trampas, podemos avanzar. ¿Estais preparados? - dijo Arther mirando a sus compañeros.