Partida Rol por web

Mike que había llegado tranquilamente con su sonrisita y su nueva katana (a punto por supuesto) sobre los hombros observa extrañado los aparatos de visión nocturna.
¡Eh! Tengo que pillarme uno de estos chismes para mis escapadas nocturnas...jajaja-dice escandalosamente tras probarse uno de los aparatos

Gracias Mary

Cojo el visor mirandolo con curiosidad, para aprender como funciona y de paso ver que funciona despues del golpe

Hime presiona los botoncitos de los test de las gafas solo por si acaso

El aparato parece estar bien pese a la accidental caída. Mantiene bien estable su función principal.

Sigo mirando las gafas entretenidas

Hala, que chulada Mary, ¿las habeis hecho vosotros?, habia oido hablar de estas cosas pero nunca habia usado ningunas asi

Llego corriendo, a toda prisa, y muy ajetreado, a la zona de teletransporte. El aviso me pilló en medio de una lectura. Tuve que ir de la biblioteca a mi habitación, para coger todas las cosas. Y de la habitación a la zona de reuniones. Pero me olvidé de dejar el libro en su sitio, y el jodido viejo se hubiera puesto tonto. Ante la posibilidad de no poder pisar la biblioteca durante un mes, decidí regresar para dejarlo en orden, así que me retrasé más de la cuenta. Nada más llegar, jadeando, me doblo sobre mí mismo colocando ambas manos sobre las rodillas.
-Jo... joder... esto es una mierda... ¿Bueno, qué pasa? ¿A dónde vamos esta vez?

mmmm Pues vaya, un nuevo ambiente en el que luchar... - dijo sin mucho animo, le pasaba como a Ethan, le gustaba tener algo de movilidad y espacio por el que volar (en su caso) - gracias - le dijo a Mary colocandose el cacharro en la cabeza y guardando la linterna en un bolsillo después de haberse colocado la lanza a la espalda - ¿Que haces con ese boken? - le pregunto curioso, esa arma solía usarla para entrenar no para las misiones

Ethan coge el equipo que le tiende mary y lo mira con cierta desgana.
Va a ser una misión un tanto molesta... Gracias Mary, por lo menos tendremos algo con lo que trabajar...
Niega con la cabeza y bufa, cada vez mas molesto.
La verdad... No me apetece nada tener que bajar a una mina a matara sheenes. Pero nada de nada, tíos.

Estaba entrenando cuando avisaron y cuando me di cuenta de que me lo habia traido ya estaba a medio camino, lo dejo aqui y luego cuando volvamos ya lo llevo al gimnasio, no me voy a dedicar a zurrar a los sheenes con esto comento, volviendome a acordar de el y dejandolo en donde ha indicado Des
Seguro que se me rompia contra el primero

Trato de bromear un poco, pero posiblemente Diokles y Mary puedan darse cuenta perfectamente de que estoy bastante nerviosa

Me giro algo preocupada hacia Adrastos

Adri, ten mucho cuidado con las granadas ¿vale?

Pues ala nenes. Ya sabéis, al circulito. - Os dice con tono burlón y bromista a la vez que la pequeña esfera transparente que debe teleportaros hace su aparición en el centro. - Cuidado con no tropezaros con anda, jejeje.

Y con esto, os situáis en vuestras posiciones alrededor de la esfera y ésta os va engullendo uno a uno, y experimentáis la extraña sensación que os da al ser engullidos.

Una vez que la esfera os devora, no sentís, veis ni oís absolutamente nada. Nada absoluta, vacío inmenso y eterno, incluso, durante un instante, tenéis la duda de que habéis muerto.
Nada absoluta.

Después experimentáis lo siguiente.
Avanzáis sin moveros, ascendéis callendo, dais vueltas sin control mientras permanecéis estáticos, os sentís en todas partes y en ninguna, lo veis todo con los ojos cerrados. Gritáis en silencio, muertos de miedo sumidos en una profunda tranquilidad, sentís cómo vuestro cuerpo se despedaza de dolor en un placentero orgasmo. Arriba, abajo, derecha, izquierda, de frente, atrás, hacia los lados, y hacia ninguna parte.
Caos absoluto.

Tras el ``traqueteo´´ del viajecito, reapareces junto con Fenris, tu maestra y todos tus bártulos en una sala casi idéntica a la anterior.

Además, ves a alguien, una sola persona al mando del panel de control. Es un hombre de aspecto descuidado, pelo pelirrojo, lleva un cigarro en la boca el cual apaga en un cenicero al aparecer vosotros y una cara de socarronería innata. Aunque lo que más te llama la atención de él es que todo su brazo izquiero parece estar metalizado o cibernetizado.

Esa sensación de que el estómago iba a salir por la boca, pero entonces parece que la boca ha desaparecido de la cara y no puede salir, sino que rebota contra las paredes internas de tu cuerpo... la odiaba, me producía unas ganas de vomitar tremendas, y aunque no solía hacerlo siempre tentaba...

Finalmente cuando logro estabilizarme y compruebo que todo está en su sitio, doy un vistazo a las instalaciones... son bastante parecidas a las del viejo Silfarion, aunque parece que estas las controla un solo tipo, debe ser bueno... aunque no creo que tenga el mismo tráfico que el Cronos. Giro un poco la cabeza haciendo sin llegar a crujir el cuello, simplemente por relax... Bueno, parece que ya hemos llegado... Odio estos transportes... Me hago con mis maletas y las que puedo coger de Gianna.

Maestra digo cediendo el camino para que ella y el Capitán pasen los primeros, y de paso indiquen el camino, del cual no tengo ni idea...

Hooombre, aquí está el nuevo pajarillo, jejeje. - Dice en tono bajo con voz joven y algo ronca el tipo pelirrojo, mientras se despereza y se levanta de su sitio. - Buenaaas... - Parece saludar, aunque corrigiendo bien su postura al recibir una mirada del capitán Dragasta.

Jeje... Disculpen, nuestro ingeniero tiene un activo sentido del humor. - Explica Fenris sonriente. - Les presento a Roy Grante, alias Destroyer, ingeniero y mecánico de nuestras instalaciones.
A lo que el tipo responde con otro saludo, esta vez más corial, y un leve gesto de mano.
Ahora síganme, por favor. Les presentaré a las gentes del Lunaestrella y les indicaré sus aposentos. Y si lo desean puedo proporcionarles una visita guada por el Silfarion. Aunque algo me dice que sus vivaces gentes se ofrecerán por mi. - Dice con una sonrisa acentuada, mirándote a ti en especial.

Sonrío al tipo del brazo metálico, aunque durante unos segundos miro el mismo algo extrañado... Vaya, un brazo entero recubierto de metal... me pregunto si solo estará recubierto o será entero... Entonces saluda, y cuando voy a contestar, el capitán se adelanta. Parece que el "protocolo" no deja de estar ahí.

Sin más llevo dos dedos a la frente y saludo al hombre sin decir nada con una sonrisa... Amalben Absalon digo entonces para que el otro Destroyer lo sepa, mientras seguidamente sigo al Capitán por donde quiera llevarnos. Bueno, un primer paso que es que no lo miren raro ya esta pasado... Veamos como es el resto.

Entráis con Fenris atravesando unas puertas correderas metálicas a una red de complicados pasillos, pero en particular es por unos con este aspecto por donde os guía.

Por el camino te pide que dejes la moto en un pequeño almacén, donde la tendrás segura y a fácil disposición, pues sería muy molesto pasearla por los pasillos de arriba.

Aham, y que lo diga, señorita Himeko. - Te responde, entrando ya en los tecnificados pasillos del subterráneo. - Cuando él tenía más o menos vuestra edad y vuestro rango era un habilidísimo espadachín, casi no hubo nadie que pudiera igualarle. Él y Altair eran los dos mejores cuerpo a cuerpo del grupo, jeje. - Dice con cierto tono de credulidad y nostalgia, aunque se supone que maese Fenris tiene más o menos la misma edad que vuestros maestros. - Sí, vuestros maestros fueron de los mejores Hazes que hubieron, y me alegra ver que vosotros también seguís sus pasos. - Dice guiñándote un ojo en un gesto amigo.

Una vez llegáis os detenéis en una puerta metalizada que Fenris abre introduciendo un código de seguridad en un panel a su lado. Código que no llegas a ver.
Una vez dentro, encuentras una sala no muy grande pero con gran variedad de armas blancas sencillas y no tanto: Espadas, katanas, floretes, guadañas, kamas, e incluso herramientas de ninja.
Aun quedando con las ganas de explorar y ver qué puedes encontrar, Fenris se adelanta a ti y rebusca un poco entre las armas para sacar, no con tanta facilidad, una buena espada enfundada.

Creo que esto... le vendrá mejor que una katana... - Te dice Fenris, con ciertos resentimientos al sacar la pesada espada. - No se si podrá con ella, pero desde luego le costará más romperla. - Siempre sonriente.

Sigo a Fenris por los pasillos, escuchandole con atencion e interes, aunque ante su ultimo comentario no puedo evitar sonrojarme un poco

Despues llegando a la sala con todas las armas no puedo evitar algo de sorpresa, mirando la cantidad de armas que hay alli que ni siquiera tengo claro como se llaman, pero Fenris tenia algo pensado y saca con dificultad una espada bastante grande y que parece bastante pesada por que le cuesta

en cuanto ha hecho el comentario y cuando da pie a ello trato de coger la espada, pesa bastante mas que un boken o una katana, pero es manejable dentro de su peso

Pesa... pero seguro que entrenando con ella, y mas seguro con las clases del maestro Akira me podre acostumbrar a ella en muy poco tiempo

Se denota en Fenris que queda abrumado ante la poca costosidad con la que coges la tremenda arma. Y él es como si se quitase un buen peso.
Me asombra su fuerza señorita Himeko. - Te dice, en forma de alago, con una sonrisa algo apurada. - Incluso con su apariencia menuda y delicada es capaz de tener toda esa fuerza interior. Sí, no tengo la menor duda de que usted y sus compañeros serán unos Hazes extraordinarios. - Añade sonriendo ampliamente.