Partida Rol por web

Tu largo camino te lleva hacia la ciudad de Rhapsie. En la cual has oído existe gran actividad de fuerzas infernales.
De camino a la misma, llegas a un pueblo cercano mientras cae la noche. No es seguro seguir avanzando hacia Rhapsie con el manto de la oscuridad de compañero, será mejor pasar la noche en el pueblo y seguir mañana...

El pesado andar de la armadura, llego al linde del pueblucho observando el lugar. Articulo las manos con parsimonia y recomenzo la marcha buscando un pozo o un riachuelo donde poder lavarse la cara.

El pueblo no es muy grande, las casas son bajas y las calles no muy anchas. Sucio por algunos lados y más presentable por otros, es el típico pueblo de las afueras a una gran ciudad.
Mientras andas buscando un pozo o riachuelo, la gente te mira extrañada, los más jóvenes asombrados, y los más viejos enfurruñados.

Al final consigues encontrar un pequeño riachuelo que pasa junto al pueblo. Al otro lado del mismo no se divisa más que un espeso bosque.

Primero oteo los alrededores fijandose en cada lugar y posible escondinte... Cielo, laterales, por su espalda, en frente y en el propio riachuelo.

Luego activo el radar y espero a que sondeara el espacio a su alrededor en su maximo alcance efecitvo, 25 Km a la redonda...

En tu radar sólo se capta la gran masa de movimiento y calor de las gentes del pueblo, así como algún que otro cuerpo por el bosque y afueras. Seguramente animales o gente de las afueras del pueblo.

Seguro de que podria estar relativamente seguro, Azrael se llevo las manos a las conexiones de oxigeno que llevaba la mascara dejandolas caer sorbre su cuello metalizado, el gas salio a presion hasta que detecto la desconexion de los cables y paro en seco. Llevo las manos a la parte frontal de la mascara y la levanto en un angulo de 120º.

Abrio los ojos cansado y se acuclillo frente al riachuelo llevando las manos para lavarse un poco la cara y espabilarse. Respiro aire puro y se volvio a colocar la mascara reconectando los tubos de alimentacion...

Mientras te recolocabas los sistemas de la armadura, sientes una presencia a tu lado, el ruido de unos pasos, ligeros y lentos, que se detienen a unos metos de ti.
Al mirar, ves a una niña, con un vestido verde, castaña, de pelo corto y ojos del mismo color de su pelo. Junto a ella, un niño de menor estatura, se protege tras ella, tímido y asustado ante la visión de un tecnificado como tú.

Sin saber bien qué decir o hacer, se te quedan mirando, ambos, con curiosidad, y temor por parte del niño.

No temais - resono la voz metalica y fria por los altavoces de la cabeza - soy bueno - prosiguio agachandose delante de ellos sin haberse acercado demasiado - ¿Que haceis aqui de noche los dos solitos?

Los dos niños, aún algo desconfiados, no pueden evitar dar un ligero pasito hacia atrás sin querer cuando te mueves.
- ¿Qui... quién eres...? - Consigue articular la niña, en un hilo de voz.

Se me conoce como Venator Nefarius - contesta con cierto deje de orgullo al pronunciar su apodo de guerra - ¿Y vosotros? Es muy tarde como para estar aqui solos

Los niños quedan en silencio unos instantes ante la metálica e imponente voz del hombre de metal.
Entonces, la niña, con un gesto tímido, vuelve las manos hasta ahora escondidas detrás de su espalda, y deja ver que porta entre ambas un pequeño ratoncillo.
- E... estaba en casa... no quería que papa lo matara... - Consigue decir en su hilillo de voz, mientras deja al ratoncillo en el suelo para dejarlo marchar. Cosa que el pequeño animal hace enseguida hacia los arbustos cerca del riachuelo.

Bueno, no os preocupeis pequeños, el ratoncillo vivira feliz y alegre en el bosque... y seguro que os visitara de vez en cuando - dijo nuevamente incorporandose y mirando en la direccion en la que se fue el pequeño mamifero - ahora, creo que deberiais ir a vuestra casa, vuestro padre estara preocupado

El niño más pequeño, seguramente su hermano menor, tira de la falda de su hermana tímidamente para hacer justo lo que el gran hombre de metal ha dicho. Mas su hermana se queda unos instantes más mirándote con asombro y curiosidad.
- Gra... gracias... señor. - Dice con una levísima reverencia femenina, asiéndose el extremo de la falda con las dos manos. Entonces se va junto con su hermano hacia las casas del pueblo.

Los siguio con la mirada hasta que estuvieron en lugar seguro, sorprendido y agradecido por la inocencia de unos niños.

Suspiro dentro de su armadura y miro atento el pueblo, la noche lo deja algo intranquilo, es el tiempo favorito de esos seres aberrantes

Duermes apaciblemente, mas algo te despierta, algo inminente te saca de sopetón de tus sueños.
Son gritos, gritos de personas.
Al fijarte mejor, ves una espesa columna de humo ascendente al cielo nocturno, y una luz anaranjada del fuego devastando algunas casas en el pueblo.

Activo el sistema de ventilacion interno para despejarse rapidamente, se santiguo y salio a la carrera sacando una de las armas colocandola en su mano derecha. Los enganches del mano se asieron al arma dejandola fija, tambien desplego la garra de la otra mano y se preparo para lo peor

Mientras te diriges camino al incendio, no ves gente que vaya a apagarlo, ni bomberos ni nada. Mas sí ves gente huyendo despavorida de las llamas, aunque, resulta raro, pues el incendio aún está unas casas más lejos.
Entonces es cuando oyes a algunos aldeanos gritar:
¡Socorrroooo...!
¡Ayudaaaaaaa, por dios...!
¡¿Qué es eso?!
¡¡¡Demonios, DEMONIOS!!!
¡¡¡Aaaaaagh...!!!

¡Demonios, en el pueblo! era cierto el rumor de que las fuerzas infernales estaban cerca.

Mientras corres, ves a alguien de los que corre huyendo del incendio que trastavillea y se cae.
Entonces ves cómo detrás de él, se le avecina a la carrera este monstruo babeando por incarle el diente al pobre hombre.