Partida Rol por web

Die Glocke

El Putsch (Capítulo III)

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17/07/2017, 10:47
Damien Krieg

umm..creo que voy a pensar la probabilidad de un futuro proyecto, sabemos donde sera transportada la base de la antártida.. ¿ y si se me ocurriera algo con lo que evitar que se transportara a una zona?, quiero decir, una especie de artefacto, que cree un campo de energía y haga rebotar algo que quiera transportarse en esa zona a su punto de partida, debe de haber una manera de crear un campo de energía electromagnética, a modo de barrera, que repela un teletransporte, imposibilitando que algo vaya a esa zona, de repartir en varios puntos del planeta, les será imposible transportarse al planeta, eso si, hay varios factores negativos, como el que nosotros tampoco podremos salir ni teletransportarnos a ningún lado, no se si eso afectaría al campo gravitacional del planeta, tantas barreras electromagnéticas, alterarían el campo natural electromagnético del planeta y también, el factor de como afectaría a las personas y aparatos de energía o eléctricos... - dice serio, con cara de preocupación y algo enfadado de si mismo, por no saber que hacer en ese momento.

Pero Bernstein no sabe si llega a escuchar algo de lo que dice, se fue con su hambre y ganas de struddel...

Incorregible, presentuoso y enganchado a los dichosos struddeles del diablo.. - dice ya con Bernstein fuera del lugar, ya de vuelta a su habitual cara de poco amigos y enojado.

Notas de juego

No he quitado a Bernstein que quería que lo leyera xD

Por mi no hay pega de esa acción, master.

 

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17/07/2017, 11:01
Helmut Bernstein
Sólo para el director

Pues no sé cuan factible es, pero la idea es esa. Crear un documento, usando una máquina de escribir que no sea la mia, para generar un supuesto documento del general Kammler en el que se me pide poder usar la campana como una bomba para borrar la colonia y los enemigos del Reich para la llegada de los verdaderos colonos del IV Reich. Usando un sencillo código de substitución (una de esas que cambia las letras por otras en una posición establecida, rollo todas las letras por las que hay 4 después de la que debería ser, y así la A se convertiría en la E, la B en la F y así sucesivamente) para que sea posible descifrarlo por un posible espía.

Algo como esto sería la carta:

Tiene la sagrada misión de preparar la Campana para la Hora Final. Confiamos en sus palabras para convertirla en la bomba que asegura que puede ser. Es su misión hacerla estallar, llegado el momento, para limpiar la colonia de toda la escoria. Todos son enemigos, ya lo sabe. Usted ha de limpiar todo el terreno para la llegada de los Verdaderos Hijos del IV Reich. Póngase ya en su tarea. Recibirá la señal cuando llegue el momento. Sabrá identificarla cuando la vea. No olvide mantener su cohartada para engañarlos a todos. No nos falle.

K.

Ocultaré la carta dentro de un libro o algo similar. Algo que cueste encontrar pero que con un registro hecho por profesionales lo sacara a la luz. Miraría de conseguir el papel adecuado, si es posible. Papel de la comandancia o alguna cosa que le diera veracidad, pero manipulado como para querer ocultar que es verdadero. Algo como usar papel de la comandancia pero que se le ha quitado el membrete. Algo que si se ve a simple vista no parezca que es de los militares, pero que si se investiga puede creerse que sí lo es.

Y me pondré a trabajar, fuera de horario, en la posibilidad de excitar el xerum para generar una reacción de fisión. Algo así como muy sesudo y de científico loco.

 

Ese es mi plan como alguienc on un intelecto normalito. Mi pj tiene un intelecto de 9 por lo que si hay alguna cosa que se debiera cambiar, para bien o para mal, usted mismo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Máster: Vale, he tirado para ver como te saldría un documento así. No es muy difícil, has manejado los membretes y similar. La firma la puedes falsificar y el resto se escribe con el mismo tipo de máquinas que usan en el cuartel general las secretarias y los administrativos.

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17/07/2017, 11:17
Helmut Bernstein

El doctor, escucha, a vuelapluma, la idea del ingeniero. Es una idea interesante, aunque le parece costosa a nivel técnico y poco segura, pero investigar sobre los campos electromagnéticos ya es algo que tenía en mente para inhabilitar los vimanas en pleno vuelo, y la posibilidad de estudiar los efectos de esos campos sobre unos posibles viajeros del futuro/pasado le fascina.

Curioso que pusiera tantas pegas por un bacilo y en cambio no los ponga ante el hecho probable de convertir toda una colonia atlante en un amasijo de carne y entrañas por un desajuste magnético, como pasó en los primeros ensayos de la Campana...

Pero su mente viaja de aquí para allá, y mientras se aleja, escuchando las ideas del ingeniero, levanta una mano, como dando su bendición.

Una idea muy interesante, ingeniero jefe. Muy interesante. Por mí se puede poner a ello. Espero dar algo de ruido con mi idea de la fisión y a ver si así no se fijan en su proyecto. Aunque no me deje fuera... Es muy interesante su idea... mucho, mucho, mucho...

Y ya está pensando en prepararse un extracto de esencia teína para sobreexcitar sus neuronas. Mucho trabajo y tan poco tiempo...

Notas de juego

jajaja! Yeah!

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17/07/2017, 22:30
Adeline Grasser

Adeline escuchaba a ambos con gran interès pero de lo que se tenìa que ocupar era de una cosa primero.
-Señor Krieg, no se disculpe por nada que no haya hecho usted. Ya encontraremos la manera de que todo esto salga a adelante.

Pensativa hizo algunas anotaciones en su libreta mientras los iba escuchando y luego volviò a poner atenciòn en la conversaciòn que se daba entre ambos hombres y que le daba algunas directrices para hacer o no hacer segùn se diera el caso. Se mantuvo en silencio hasta que Bernstein se fue dejàndolos allì.

-Esto va a salir bien, creo que todos por aquì sabemos lo que hay que hacer y còmo hacerlo. Por mi parte no voy a fallar.

Le sonriò a Krieg y esta vez era una sonrisa de verdad, muy sincera y confiada.

Notas de juego

Cuando quieras, màster!!

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18/07/2017, 18:46
Hans Topf
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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19/07/2017, 03:17
Rudolph Fegelein

Las alarmas saltaron. Habitualmente, requería que un operario girara la manivela de la alarma, pero en otras ocasiones bastaba con presionar un botón y el sistema eléctrico hacía el resto. Quizá éste era uno de aquellos casos.

No solo no le había dicho que no si no que parecía tener "cierta prisa". Y aunque había tenido un repunte de valentía, aquello le descuadró. Le habían educado como a tantos otros, suponiendo que el hombre debía tomar la iniciativa y etc, etc. En realidad a él no le ofendía, pero si le sobrepasaba un poco. En resumen: se ponía nervioso. Pero ésto es como cuando no quieres tirarte al agua por que parece que está fría... lo mejor es hacerlo de cabeza y rápidamente. Ya te acostumbrarás a la temperatura una vez que estés nadando. Era un símil apropiado.

-¿Hoy? -preguntó más para si que para ella.

Parecía que a pesar de todo ella se mostraba prudente, o le dejaba márgen de maniobra. Pero la verdad es que le apetecía el plan. Desde que había llegado al planeta apenas había podido bañarse en el lago. Su lado más salvaje, o infantil, según se mirara, deseaba explorar un poco las maravillas subacuáticas de aquel mundo.

-¿Le gusta bucear? Tengo equipo de buceo. De hecho, me lo traje aquí por que se suponía que había ese lago, que se veía en las fotos "al otro lado". Y no he podido explorar mucho el lago, la verdad. Nadamos un rato, hacemos ese picnic, lo que quiera.

Sonrió, afable. La verdad es que le había tocado la fibra sensible. A pesar del uniforme, le gustaba tanto explorar como a ella. Lamentablemente, casi siempre sus exploraciones se hacían con un arma en la cartuchera y vigilando que un enemigo agazapado le pegara un tiro.

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20/07/2017, 02:32
Hagall Wirth
Sólo para el director

¿Equipo de buceo? ¡Andanda! Arqueó las cejas espontánea, gratamente sorprendida –Wunderbar!* Suelo hacerlo a pulmón pero si no le importa compartir el equipo... El lago es profundo y estando sola no me atreví a descender demasiado por miedo a la hipoxia- la kimlar emitió un sonido de queja como si quisiera decir “Eh! Que estoy yo!” –le gustará, tiene rincones muy bonitos-
-…lo que quiera- tenía la impresión de que aunque le propusiera caminar sobre ascuas ardiendo le diría que sí.
-Bien pues… no le molesto más- Hagall tenía una expresión muy graciosa, pizpiretilla, aunque intentaba mantenerse seria –le dejo almorzar tranquilo. Vamos rundlich*- Nidhogg correteó hasta trepar al hombro de su madre. Ella titubeó un poco a la hora de irse –Nos vemos esta tarde… ¡Que aproveche!-  parpadeó, se despidió con la mano, balanceó las piernas y se giró encaminándose a la salida.
Cuando cruzó la puerta exhaló e inspiró profundo, dejando salir los nervios que se había estado aguantando en el comedor, le temblaban las rodillas. Escuchó entonces una pequeña ovación y golpeteo de puños en la mesa*, seguro que eran los amigotes felicitando a Fegelein "Hombres...". Se apoyó en la pared y miró a Nidhogg –A lo hecho pecho ¿Crees que hago bien?- la kimlar le acarició la mejilla y ella le rascó la coronilla –venga vamos a comer. Hoy las tutorías se me van a hacer muy largas…-

 

Notas de juego

*Maravilloso
*gordita, regordeta, rechoncha. Adjetivo coloquial alemán. 
*En alemania es habitual hacer eso en lugar de aplaudir

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20/07/2017, 04:08
Director

La verdad era que no podía esperar el momento de terminar con sus obligaciones. De repente, tenía mucha prisa por quitarse las tutorías de encima y llevar a cabo la escapada planeada. Pero allí estaban. Hasta tuvo que quitarse a Ara de encima, que quiso apuntarse a la excursión con bastante insistencia. Ella tuvo que poner excusas por que, aunque la apreciaba mucho, no quería terminar convirtiendo una cita en la vigilancia de una niña traviesa.

Finalmente, alguien picó a la puerta y por una vez desde hace días, no era un pesado que quería hablar con ella, si no precisamente a quien estaba esperando. Afortunadamente, no iba vestido con el uniforme, si no con una ropa informal consistente en una camisa color caqui, pantalones marrones, botas y lo que parecía ser una genuina chupa de cuero. ¡Así que era de esos jovenzuelos descocados que imitaban a los actores norteamericanos! Seguro que el Reich no aprobaba aquello... oficialmente. Ella había estado en Berchtesgaden con Eva Braun y la perra Blondi, y sabía que entre los jerarcas las cosas eran más laxas. Traía un macuto en la espalda, lleno de cosas diversas que parecían pesar un quintal... Menos mal que tenía el sidecar.

Estuvieron cargando todo como mejor pudieron, dándose cuenta de que o se montaba él o utilizaban todo el espacio del sidecar para el equipaje. ¡El equipo de buceo era bastante voluminoso! Medio en serio medio en broma le dijo: "lamentablemente tendrá que ir como paquete, agarrada a mi". Él se excusó pero, en realidad, no parecía que la idea le molestara en lo más mínimo...

La pequeña nidhogg se metió en el macuto y se acurrucó dentro de las gafas de buceo. Ella sabía que le gustaba mordisquear las gomas. Quizá cuando fuera más mayor se comiera los neumáticos como aperitivo o algo así, pero de momento solo daba tirones muy graciosos. Le divertía la viscosidad del material y el regusto que dejaba. Emprendieron la marcha con ilusión casi infantil, aunque no exenta de cierto azoramiento algo cómico. Pasaron las granjas y la zona más transitada de la ribera del lago, conduciendo durante casi una hora para llegar a un punto alejado de la colonia que ella no había explorado. Era curioso... el planeta estaba lleno de gente pero aquel lago era tierra de nadie, un lugar desierto, casi virgen. Se respiraba tranquilidad.

Estaba comenzando el larguísimo atardecer cuando terminaron de montar su improvisado "campamento": unas banquetas de tela al estilo árabe que rellenaron con hojarasca y otras cosas, una cesta donde ella llevaba la comida, que serviría como mesa, una lámpara para cuando oscureciera y unas toallas para secarse.

Rudolf comenzó a ponerse el traje de buceo mientras le explicaba un poco como funcionaba el tema de la botella de oxígeno. Cuando estuvieron allí, lejos de todos, él comenzó inconscientemente a tutearla. A pesar de que era "una chica curtida" y, muy a su pesar, había visto a muchos hombres en paños menores, no pudo evitar mirarlo un par de veces de forma poco honesta. Lo gracioso vino cuando le tocó ponerse ella el traje. Al parecer, había sido el traje de su hermano pequeño, que era más enjuto que él. Sin embargo, a ella le quedaba un poco justo, y para los estándares de los años 40 no dejaba mucho a la imaginación. Le dio por reírse, por que parecía la viva imagen de una dominatriz sadomasoquista, papel que alguna vez había tenido que representar (muy a su pesar las más veces, otras veces con gusto al poder humillar a ciertas personas).

Comprobaron el manómetro de la muñeca, el oxígeno, los pesos del cinturón y las aletas. También cogieron las grandes linternas, por que a medida que descendieran la luz iba a escasear. Antes de meterse en el agua él dijo una tontería y ella, no supo muy bien por qué, se rió por la ocurrencia. ¿Que le pasaba? Se ponía un poco tonta con ese hombre.

-Parecemos dos morcillas.

Se metieron en el agua y comenzaron a bucear por la orilla. El típico paisaje, aunque con menos estromatolitos por aquella zona. Se había acostumbrado a la "fauna de ribera" que podía verse cerca de la colonia. Nidhogg se sumergió con ellos y gracias a ella pudo apreciar muchos detalles que podían escaparse desde su perspectiva. Descubrió una especie nueva de anfibio que habitaba en aquella parte del lago, junto al bosque. La verdad es que la fauna lacustre era bastante exuberante, tropical en muchos sentidos, aunque a falta de corales había formaciones de carbonato cálcico de colores o algas rojas. Se cruzaron con una scylla, como la llamaban los científicos, o pez bigotes, como ella los llamaba. A pesar de lo remoto, vieron trazas de actividad humana, como el esqueleto de una barca hundida cerca del fondo con un cargamento de cerámica y unas monedas de plata que brillaron a la luz de la linterna. En general, parecía que la fauna del lago carecía de depredadores de entidad o tamaño capaces de suponerles un problema, ya que el scylla, el pez más grande, estaba especializado en comer criaturas de cáscara dura (estilo trilobites) que solían merodear por las riberas junto a los estromatolitos.

Finalmente, salieron del agua con menos gracilidad que la mostrada durante el buceo. Con la elevada temperatura del verano en el planeta, el frío de las profundidades del lago casi se agradecía. Enseguida el traje de buceo comenzó a dar calor, en cuanto se fueron acostumbrando de nuevo a la temperatura en la superficie.

La verdad es que quería hablar con él cosas importantes, de carácter privado. Pero por alguna razón todavía no quería sacar el tema. Era como si pensara que él podía enfadarse, sentirse algo "utilizado", si convertía la cita en una mera excusa para hablar de problemas, política o el futuro de la colonia. El futuro de la colonia... La verdad es que mirando a aquel bonito atardecer uno tenía ganas de quedarse en aquel planeta para siempre. ¿La Tierra? Bueno, no está mal. Tiene sus cosas buenas, y sus muchas cosas malas. Aquel planeta tampoco era perfecto pero era "nuevo" y, al parecer, podían moldear el futuro un poco a su conveniencia... algo casi imposible para personas como ellos del sitio de donde procedían.

Sacaron la comida. El chico se había hecho con medio queso de cabra (cabras venusianas), algunos frutos secos (en el planeta había algo parecido al anacardo que estaba de vicio) y una botella de licor. Con el comercio que venía de Jat, ahora tenían acceso a licores más sofisticados que el té de flores, en éste caso una especie de vino dulce que a ella le recordaba a la kina.

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20/07/2017, 04:54
Rudolph Fegelein

Había que quitarse "el pellejo de morcilla" todavía, pero ahora a causa del pudor lo estaba demorando. Se sentía bien con ella, por que a veces hablaban el mismo tipo de tonterías y parecían congeniar. ¡Vivir para ver! Cualquiera diría que aquellas dos personas no tenían demasiado en común, pero en realidad había sentimientos que estaban allanando el camino, tendiendo puentes.

Nidhogg se lo había pasado muy bien y ahora revoloteaba buscando si podía comer algo que habían traído los humanos. Sin embargo, cuando él se desabrochó la parte de arriba del traje la criatura se lo quedó mirando con una sonrisa boba, que delataba un poco los pensamientos de su dueña.

-Éste es un lugar magnífico, de una belleza impresionante. Espero que sepamos vivir sin destruir todo ésto... sería muy triste.

Sonrió brevemente, mirándola un momento.

-Nos conocemos de hace un tiempo. Bueno, no demasiado, pero... han pasado muchas cosas en poco tiempo. Permíteme que te tutee un poco...

El corazón le latía un poco deprisa, así que se sentó sobre la hierba para evitar molestos mareos, pero también para quitarse las aletas.

-Hay una cosa que quería... decirte. Bueno, es sobre el otro día. Sobre el... accidente con flores -la miró un momento- Creo que mientras estaba en ese lamentable estado dije cosas que no debía. Pero no recuerdo exactamente cuales.

Ella estuvo a punto de sonreír. La imagen de Fegelein sobre el montón de turba y de Daman lavándole con la manguera de agua, a presión, era de las que no se olvidaban.

-No quiero que estés... incómoda conmigo, por eso que te dije. Me siento muy contigo, la verdad. Eres un soplo de aire fresco. Contigo siempre hago... cosas muy interesantes, bonitas, productivas. Le da un poco más de sentido a todo ésto, a éstar en el planeta, al futuro que se supone que...

Parpadeó. Quizá estaba hablando demasiado. Pero la verdad es que sentía que debía tener algún tipo de "progreso" con ella, o bien obtener definitivamente una señal inequívoca de rechazo por su parte, y dejarlo en una bonita pero algo dolorosa amistad.

-La verdad es que llevo tiempo pensando y... supongo que te dije... en fin. Te dije que me gustas. Y la verdad es que me gustas, por muchas razones.

El corazón se le iba a salir por la boca, y tenía un miedo atroz. Miedo al rechazo. Una chica así no se encuentra en cualquier planeta habitado. Aunque sabía que podía rechazarle fácilmente, por que seguramente ella no quisiera nada con nadie, especialmente con un hombre. Eso es lo que se rumoreaba y eso es lo que él creía. A veces tenía comentarios o gestos muy misándricos, y eso le preocupaba. Había procurado demostrarle que él no era "como los demás". Pero imaginaba que lo tenía muy cuesta arriba.

-La verdad es que antes de conocerte me había fijado en ti. Pero era un tonto, la verdad. No te conocía, para nada. Tenía una imagen tuya que... bueno, no era cierta. Te pido disculpas por eso.

Parpadeó, revolviéndose el pelo, todavía algo mojado pero en proceso de secarse.

-No quería decir nada pero, ya lo dije. E imagino que no fue muy... apropiado, o algo así. No se, tampoco quiero mortificarme conociendo todos los detalles. Solo... explicarme.

Suspiró, mirando a la pequeña criatura que le miraba a él con curiosidad.

-No se si crees en éstas cosas, o te han hecho demasiado daño y... piensas que es una mera excusa o algo así. Pero la verdad es que debo decirte que... -carraspeó- Demonios... Que estoy enamorado de tí, Hagall, que me he enamorado de ti, de cómo eres, de tus luces y tus sombras. Y... -resopló- No se como explicarte pero... mis sentimientos son... puros.

Alzó una mano como reclamando algo de tiempo.

-Se que tienes tus cosas. Bueno, bastantes. Yo también tengo las mías, aunque parezca más... modosito. No me gusta hablar de ellas y creo que a ti tampoco de las tuyas. Está bien. La verdad es que todo eso queda un poco atrás, o debemos dejarlo un poco atrás. Éste lugar nos brinda la oportunidad de comenzar de nuevo.

Se levantó y extendió los brazos.

-Estamos trabajando incluso para que el futuro sea mejor. Para no repetir nuestros errores, y yo... no quiero repetir mis errores. Una vez, conocí a una chica, una que era... bueno, me gustaba mucho. Era un quinceañero y la verdad es que cometí un error. Su familia, tenían sangre judía, eran mixtos... no se que grado, y su padre tenía una exención al haber ganado la cruz de hierro en la Gran Guerra. Cometí un error, hablando con un superior, y ellos tuvieron que marcharse para siempre. Se fueron... bueno, no se donde, muy lejos, antes de que la guerra comenzara. Yo fui a despedirla al tren, y tuve un impulso. Quise huir con ella, escapar de todo, incluso de mi educación en las juventudes. Pero no lo hice. Hice lo que se suponía que estaba bien, y perdí aquel tren. Aquella oportunidad de ser feliz, sin importar lo que los demás dijeran.

Se acercó un poco a ella, pero dejándole margen para apartarse si era lo que deseaba.

-Y ahora el Universo, los dioses, quien sea... creo que me han puesto en otra encrucijada. Debo decidir entre confesarte mi amor incondicional o callarme, por el qué dirán en la Colonia, por miedo a que me mandes al cuerno. Pues no... aquí estoy. Mándame al cuerno si quieres pero...

Respiró fuerte una vez, llenándose el pecho.

-Pero te quiero, y no lo puedo negar.

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27/07/2017, 11:50
Hagall Wirth
Sólo para el director

No pudo comer, tenía tal cosquilleo en la tripa que se le quitó el hambre, por no hablar de que se pasó más rato con la mirada perdida en la ventana, suspirando, que otra cosa. Reconstruyó mil veces lo que quería decir, de hecho imaginó mil formas distintas en las que podía desarrollarse el picnic e introducía su discurso. Adolescencia tardía, una tortura…
Curiosamente nadie se acercó esa tarde a su mesa, sospechoso más bien… solo apareció Ara (solían merendar juntas).
Finalmente, después de una tarde larga como la eternidad, las agujas del reloj se aproximaban a marcar la hora de salida cuando Fegelein apareció ¡En ropa civil! Gracias a los dioses! Se alegró de verlo tanto como se le apretó el nudo del estómago. “Vaya, vaya, vaya… así que tenemos a un aspirante a Swingjugend*… interesante…” pensó al observar la indumentaria del capitán, cada vez entendía mejor porque se lo habían querido quitar de en medio, era un contracultural como ella. –Me gusta- le dijo de camino a su casa, él parpadeó –la chupa- especificó –tendré que cambiarme para ir acorde- y así lo hizo, cambió su pseudouniforme por unos overoles vaqueros* ¡Menuda pareja de degenerados modernillos! ¿Qué sería lo siguiente? ¿Escuchar esa música de negros? Hagall estuvo tentada de llevarse el tocadiscos (ya que era portátil) pero al ver lo voluminoso del equipo de buceo desistió. La niña traviesa, contestona y rebelde que habitaba en su interior disfrutaba pensando en como Himmler se estaría revolviendo en su tumba viéndola actuar así ¡Su Nimué*! ¡Su Draupadi*! Por mucho menos había mandado a cientos a los campos de concentración “Stinkstiefel!”*.
Al arrancar Rudolf la asió fuerte por la cintura, la potencia del nuevo motor era muy superior. Aquel largo abrazo fue al principio incómodo, luego desconcertante y finalmente revelador, tenía el corazón revolucionado pero no tuvo prisa en encontrar un lugar donde parar. Baches, acelerones y curvas, dieron lugar para roces furtivos, cosquillas y risillas tontas y el paisaje hizo el resto para convertir el trayecto en una experiencia inolvidable.
Al final se decidieron por un abrigo boscoso muy acogedor, junto a uno de los saltos que surtían el lago, porque allí apreciaron que había una poza en la que podrían sumergirse. Primero dejaron todo listo para hacer el lugar completamente confortable y luego procedieron a enfundarse los trajes de buceo, así cuando emergieran solo tendrían que tumbarse a descansar.
No era la primera vez que Hagall se enfundaba una prenda gomosa y ajustada (no terminaba de gustarle la sensación ¿Cómo iba a gustarle siendo nudista?) pero le costó bastante ponérselo en condiciones, ella era más espigada que su anterior dueño, el tristemente finado Markus*. Apenas habían pasado 3 años del bombardeo de Lübeck (donde murió toda la familia de Fegelein) y se le notaba afectado al hablar de ello, fue entonces cuando hizo la broma de las morcillas y el nerviosismo de Hagall (que no sabía cómo reaccionar ante esas situaciónes)se descargó en una risa infantil. Cambiaba por completo cuando estaba con Fegelein, afloraba su faceta juvenil (que nunca antes había podido manifestar), un poco pava y traviesa, a juego con su cara cuando no llevaba maquillaje (como era el caso) y es que al fin y al cabo no dejaba de ser una veinteañera.

Nidhogg encabezó la inmersión por razones obvias. Verla moverse en el agua era alucinante, ágil, veloz y preciosa, su piel tomaba un tono iridiscente brillante bajo el agua. Profundizar en el lago era como adentrarse en la cueva de Alí Baba, de hecho encontraron monedas! Se guardaron un puñado en el cinturón y preguntarían cuan antiguas eran. Perdió la noción del tiempo. A intervalos se metía en la cabeza de la kimlar para experimentar el buceo sin goma pegada al cuerpo ¡Que sensación! De por si la experiencia ya era curiosa a causa de la levemente menor gravedad del planeta, era casi como volar. Al ascender el capitán la cogió de una mano y se pusieron a hacer el tonto como si bailaran bajo el agua, inmediatamente le vino a la mente el sueño que había tenido en el que bailaban en el lago* ¿Había sido premonitorio? ¿Era signo de que estaba siguiendo la senda correcta? Sintió un poco de vértigo, tenían que hablar, para eso estaban allí.
Se sentó en un pedrusco y empezó a quitarse cachivaches: las gafas, el respirador, la botella, las pesas, las aletas… el siguiente baño se lo daban sin tanta parafernalia sí o sí. Hundió los pies en la tierra mojada de la orilla, abrió el traje hasta la cintura y observó los colores del atardecer incendiando la superficie del agua con sus colores. Soplaba una brisa muy agradable que traía perfume a flores. Joder…
-Éste es un lugar magnífico, de una belleza impresionante. Espero que sepamos vivir sin destruir todo esto... sería muy triste-
Eso esperaba ella también, había jurado dar la vida si era necesario por defender Venus, su hogar. Asintió con la cabeza preocupada por la cuestión, era un planeta tan bello, virgen a pesar de la presencia humana… El aire le causó un pequeño escalofrío, eso la sacó del ensimismamiento y terminó de quitarse el mono. Estaba en bañador así que fue a por una de las toallas y regresó a la roca en la que se había sentado, sonrió porque le gustaba la sensación de la piel de gallina tras el baño. Nidhogg la miró fijamente “Venga” quería decir pero se le adelantó Rudolf ¡Ups! El momento había llegado y ella guardó silencio, de espaldas a él, escuchando atentamente mientras frotaba un pulgar compulsivamente sobre la palma de la otra mano.
-…soplo de aire fresco… cosas muy interesantes, bonitas… más sentido a todo… futuro… me gustas, por muchas razones… tenía una imagen tuya que no era cierta… te pido disculpas… estoy enamorado de ti…-
Se autoabrazó, el suelo desaparecía bajo sus pies.
-Se que tienes tus cosas- bonita manera de decirlo -…debemos dejarlo atrás… Este lugar nos brinda la oportunidad de comenzar de nuevo…- ¿Y como se hace eso? ¿Cómo se suelta el lastre que ellos cargaban? Los hechos son los que son, demasiado terribles como para ser olvidados, un pasado no tan pasado que aun podía alcanzarles.
Entonces vino aquella confesión de su amor por una judía, sí que tenía secretillos escabrosos el chaval… ahora quedaban claras muuuuchas cosas. Él no pudo ver que torcía el gesto en un repunte de… celos? No debía tener mucha experiencia amorosa si pretendía cortejarla hablándole de otra pero, lo mismo que le escoció, también le gustó y le entendió un poco mejor. Seguramente le salvó la vida a esa familia… dicen que el amor tiene esas cosas, contradicciones, elecciones, sacrificio, lo que llaman “renglones torcidos de Dios”… ella era pagana, pero la inescrutabilidad del plan divino era tan antiguo como la consciencia humana ¿Era por amor que estaba dispuesta a sincerarse con él aun a riesgo de perderle?
-…confesarte mi amor incondicional…- eso estaba por ver  -…por el que dirán en la Colonia…- ahí estaba el quid de la cuestión... Arrugó la frente apesadumbrada, todo eso de que el amor todo lo puede es muy bonito pero… ¿Hasta que punto el amor puede sobreponerse al orgullo masculino? ¿Cuan alto estaría el tope de lo que Fegelein podría tragar? ¿Cuánto podría soportar las habladurías, las dudas? El pasado de Hagall era un enorme elefante imposible de ignorar
-Pero te quiero, y no lo puedo negar-
Se hizo el silencio. Largo como un minuto o dos o una eternidad… se levantó el relente que anunciaba el lento comienzo del anochecer y ella se frotó los brazos, pero no por frío. Estaba paralizada. Respiró hondo, alzó la vista y encontró a Urd* enorme en el cielo.

-Cuando viajamos a Rajpur, me pasé preocupada todo el viaje, pensando en el ataque a Umad, en lo que podía pasar y en que no nos habíamos despedido antes de irme. No entendía por que pero ese pensamiento estaba ahí , todo el tiempo…- Hagall hablaba observando el paisaje moviendo las manos como si quisiera ser concreta y analítica. Hacía pausas en busca de las palabras adecuadas –fíjese que al principio creía que era usted… tú, que eras un espía de Kammler. Se lo pregunté al coronel y se rió en mi cara. El muy cabrón…- rechinó esto último entre dientes –Así de frío y crudo es el mundo del que vengo. No se reconocer el afecto…- dijo esto más para sí que para Rudolf. Carraspeó centrándose en lo que quería decir –Al saber que el ataque había salido mal…- apretó una mano sobre el pecho –se me encogió el corazón, no veía el momento de regresar. Por eso mandé buscarte nada más llegar, no te vi y me asusté, temí que te hubiera pasado algo... Cuando al día siguiente abrí la puerta y estabas allí con las flores…- no pudo disimular una sonrisa –No sabía si llorar, dar saltos de alegría, abofetearte o besarte o todo a la vez…- se llevó una mano a la frente –Estaba enfadada la verdad… había pasado mucho miedo- Soltó aire, no estaba siendo fácil. Se pinzó la nariz porque estaba mocosilla, hubo otro silencio prolongado (no tanto como el primero) –No te sientas mal por lo que pasó en el desayuno, lo creas o no me dijiste las cosas más bonitas que me ha dicho nadie nunca –“sin que suene asquerosamente pervertido” omitió esa apostilla ¿Qué necesidad había de torturarle con esos detalles? Inevitablemente le vino el recuerdo del reichführer y su amor enfermo. De los días en Wewelsborg, donde Himmler había habilitado toda una torre solo para ella, “para mi reina” le decía, y fantaseaba sobre su “unión cósmica” y sus “hijos espirituales” (repugnante). Apretó los ojos para apartarlo del pensamiento.
Miró de reojo al capitán –tengo el ramo guardado en papel de periódico, quiero… quiero enmarcarlo…- se sonrojó y volvió a girar la cara intentando ocultar el nerviosismo. No conseguía dar con un hilo conductor y divagaba, tragó saliva debía ser valiente e ir al grano  –Rudolf yo… - respiró -no soy ninguna de esas heroínas de novela con las que me comparaste….- se le quebró la voz –Ojalá lo fuera…- tembló reprimiendo las lágrimas –Soy muchas de esas cosas que se dicen sobre mí, incluso peor- mucho peor -En mi vida solo han existido el odio, la maquinación y el desapego más absoluto. Cualquier cosa que se te ocurra como característico de humanidad a mí me era extraño… mi único afán era vivir lo suficiente para cobrarme mi venganza, e hice cuanto fue necesario sin importar el qué… pero Venus… lo ha cambiado todo- acarició la cabecita de Nidhogg que se encaramaba a sus rodillas preocupada –Síiii tú también- susurró a la kimlar –siento vergüenza de mi misma… me encuentro perdida, no entiendo lo que siento, no entiendo a los demás… y… tengo miedo de que me veas como soy… y ya no me quieras- se giró compungida, con las mejillas cubiertas de lágrimas y la mirada tímida como la de una niña. Parecía la Sirenita de Andersen, encaramada como estaba sobre la roca. Bajó las piernas para ponerse de pie, se enjugó los ojos cabizbaja y se acercó al capitán–Me gusta estar contigo- decía en tono quedo –me gusta lo que hacemos juntos, contigo… soy feliz. O creo que eso es ser feliz no lo se… me gustaría que me lo enseñaras. Pero…- bajó la vista, el corazón le golpeaba fuerte el pecho, ahora venía lo realmente duro –no puedo darte hijos… ni se si… podemos tener intimidad… normal- las lágrimas volvieron –estoy… muy rota por dentro y no puedo pedirte que lidies con una carga tan pesada…- sin darse cuenta había posado las manos sobre el pecho de Fegelein, las deslizó acariciando la piel de sus hombros, los pectorales, los brazos… parecía fascinada por la sensación. Le gustaba mucho, sonrió nerviosa –Es la primera vez que toco a un hombre porque quiero…- tan cerca de él sintió una especie de obnubilación, un sofoco, algo que le nublaba la mente, respiraba profundo –por todos los dioses Rudolf-  ronroneó –Te quiero- tomó su mano derecha y se la puso sobre el pecho para que notara su corazón palpitante -Bésame o mátame, pero acabemos con esta incertidumbre de una vez por todas- las "luciernagas" y otras criaturas luminiscentes de la noche venusiana empezaban a despertar.

Notas de juego

*Swingjugend: https://en.wikipedia.org/wiki/Swingjugend
*El modelito de Hagall

*Nimue: Nombre de la Dama del Lago del mito artúrico y tb de la alumna y amante de Merlín
https://es.wikipedia.org/wiki/Dama_del_Lago
*Draupadi: Himmler llevaba siempre consigo una copia del “Bagavad-gita”, un texto sagrado hindú en el que, entre otras historias, se relataba el matrimonio del héroe Arjuna con Drupadi (la cual compartía con sus 4 hermanos, a la vez que él tenía otras esposas)
https://es.wikipedia.org/wiki/Bhagavad-g%C4%ABt%C4%81
https://es.wikipedia.org/wiki/Draupadi
*Stinkstiefel: Un amargado, alguien que no se alegra por la felicidad de los demás http://www.upsocl.com/estilo-de-vida/17-insultos-en-aleman-que-son-tan-increibles-que-deberian-existir-en-espanol/
*Bombardeo de Lübeck: http://www5.wikipedes.eu/03692104/BombardeoDeLubeckEnLaSegundaGuerraMundial
* Lo mencionaba en el post del 01/07/2017, 01:32 : “Después de aquello soñó que bailaban en el lago, una escena romántica entre lo novelesco y lo onírico, que para su desconcierto le gustó… ”
*Urd, como ella llama a la luna de Venus
 

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28/07/2017, 00:15
Director

La vida y el trabajo en la colonia prosiguieron con su ritmo habitual. A pesar de la turbación de los elementos más nacionalistas, los científicos se concentraban en los hechos concretos y las tareas asignadas. A simple vista, todo seguía igual en los laboratorios y los talleres de maquinaria. De hecho, los ojos indiscretos encargados de vigilarles no encontraron "nada raro" en que Krieg y Bernstein se enfrascaran en proyectos nuevos de dudosa aplicación práctica a corto plazo. Tan solo recibieron un par de "avisos" por parte de los militares a ese respecto, recordándoles las prioridades de investigación.

El enemigo, si es que existía, estaba muy relajado, se sentía en su salsa... o los menospreciaba enormemente. A pesar de que la investigación nuclear de Bernstein generó algunos comentarios, parecía gente de costumbres. Adeline se dio cuenta de ello. Contaban con los horarios de aquellos "sujetos de dudosa lealtad" para llevar a cabo lo que parecían aumentos de actividad en la campana. Cuando eso sucedía, normalmente a altas horas de la noche, o primera hora de la mañana (cuando Bernstein caía rendido y decidía irse a la cama) un grupo pequeño se encerraba con un guardia en la puerta de la sala de control del reactor. En una de esas ocasiones, el mayor Zimmerman entró en la sala también.

Era difícil entrar allí durante esas reuniones, pero no le costó a Krieg fabricar micrófonos y camuflar cámaras en objetos que ya estaban presentes en el lugar. ¡Fue tan fácil! Para formar una especie de sociedad secreta dentro de la colonia, aquellas personas tenían tanta seguridad en lo que hacían que ni siquiera repararon en que ellos pudieran darse cuenta. Quizá creían que... bueno, que eran algo estúpidos, detrás de sus máscaras de científicos punteros y mentes preclaras.

Se reunieron con la mayor discreción al día siguiente para ver las imágenes en un monitor y escuchar las grabaciones, con cuidado de utilizar auriculares y no resultar demasiado evidentes ante el posible espía. Era un juego emocionante, y la verdad es que la falta de cautela de sus enemigos quizá tenía una sencilla explicación: ningún miembro de la gestapo o policía entrenado, exceptuando tres soldados de la policía militar, habían llegado a la colonia. No se enfrentaban a ningún experto del contraespionaje ni nada similar.


Normalmente, Olsen se reunía con dos operarios de su misma oficina y escenificaban lo que parecía un contacto silencioso. La campana se situaba en modo "emisión de datos" en una frecuencia que Krieg calculó exactamente mirando las consolas (que luego recalibraban), efectivamente para la Tierra, con variantes de vibración que imaginaba que serían fechas diferentes del calendario o posiciones geográficas distintas.

La dinámica parecía ser la misma todas las semanas: un informe condensado que se reproducía mediante radio. Estaban utilizando, al parecer, el sistema de las máquinas enigma, aunque con la precaución de transmitir antes lo que parecían las secuencias de alineamiento de los rodillos.

Era difícil saber lo que se estaba escribiendo en la máquina, pero una de las cámaras del techo podía dar una pista. Usando un diagrama del teclado de una máquina enigma y debido a la baja velocidad del tecleo, podían hacerse una idea del contenido de los mensajes. Se trataba de un informe de progreso de la colonia y algunas noticias "preocupantes". Luego recibían contestación desde el otro lado y el papel decodificado lo leía Olsen justo antes de destruirlo. Al parecer era él el que luego daba el parte a Zimmerman y a un grupo de militares afines, casi todos oficiales de las SS, que eran los que "decidían" sobre aquellos asuntos.

Sin embargo, fruto de sus últimas cuitas fue necesario un contacto "de mayor calado" a la tercera semana. Fue entonces cuando el mayor hizo acto de presencia y, de hecho, se enviaron lo que parecían imágenes de video, algo que ya habían hecho las sondas de radiocontrol que se enviaron en avanzada al establecimiento de la colonia. Lo que les mandaban parecía una colección de diapositivas de documentos y planos, entre los que se encontraban copias de algunos de sus trabajos (los planos con los que trabajaban los científicos para las diferentes fases del desarrollo) y con especial incidencia de todo el material militar y desarrollos "punteros".

Fue en ésta ocasión cuando se produjo una conversación de radio entre Zimmerman y el que parecía ser Kammler, al otro lado.

-Aquí Mirlo Rojo a zorro amarillo.
-Zorro amarillo al aparato.
-Mi general, el desarrollo de la colonia parece estabilizarse. Se alcanzó un pacto con la reina nativa, Madhuvanti. Al parecer está en guerra contra su hijo rebelde, aconsejada por Margot Krieg, que se ha vuelto su mano derecha y general.
-Quien lo hubiera dicho... cosas muy extrañas han estado sucediendo. Hableme de Rommel.
-Ha perdido completamente la cabeza, mi general. Es un amante de los nativos. Está formando un ejército con soldados venusianos y creo que sabe de nuestra existencia.
-No lo dude, es un hombre astuto. Capturó a uno de nuestros agentes avanzados, hace un tiempo. Imagino que obtendría de él información crítica. Pero no se preocupe, los planes han sido reajustados en consonancia.
-¿Y las tropas nativas?
-De momento pueden servir a nuestro propósito. Eso si, cuando lo juzgue necesario provoque un casus belii con los nativos y dejemos que se enzarze con esas tropas en una campaña militar. Con algo de suerte, nos allanará el camino.
-¿Y que hacemos con los nativos?
-Trate de atraerse a la reina. El príncipe parece que escora a favor de los planes de Rommel y su secuaz, la señorita Wirth. Ella es peligrosa, puede atraerse la simpatía de los nativos. Tanto o más peligrosa que el mariscal.
-Hemos iniciado contactos indirectos a través de agentes de campo, pero será difícil convencerla de que somos el bando adecuado.
-No se preocupe, no tengo intención de que esa alianza sea más que una pantomina que nos de el tiempo suficiente para controlar Sigfrido y sus recursos. Una vez hecho ésto, desde ambas bases iniciaremos la campaña de conquista del planeta.
-¿Contamos con suficientes efectivos desde la Tierra, mi general?
-Estamos reclutando todavía entre adeptos a la causa y nostálgicos del régimen, pero el Mossad nos sigue la pista y los norteamericanos también. Sabemos que los rusos están desarrollando misiles balísticos para llevar la guerra nuclear al espacio... quizá piensen que se encuentran en su mismo tiempo histórico.
-Será una sorpresa mayúscula cuando se den cuenta de su error.
-Con un poco de suerte, volveremos para cambiar la historia. Ese error llamado Unión Soviética siquiera existirá.
-Mi general, hemos encontrado en el cuarto del profesor Bernstein una nota escrita por usted, ordenándole que fabricara un dispositivo nuclear como último recurso...
-Eso es falso, mayor. Yo jamás he mandado redactar nada semejante.
-¿Nos está sondeando?
-Todos esos elementos se están volviendo molestos. Expriman su sapiencia al máximo, pues la necesitamos para conquistar un mundo. Cuando estemos en vísperas de la invasión... tiene mi permiso para matarlos.
-¿A Rommel también?
-Déjelo para el final. Pero Bernstein, Krieg, Wirth, el señor Fegelein y otros elementos de dudosa lealtad al Reich... que parezca una ejecución. Debemos mandar un mensaje al resto.
-¿Y si la colonia decide unirse a su bando de traidores?
-Entonces aceleraremos nuestros planes, mayor. Y ahora, si no le importa, tenemos trabajo que hacer.
-¡Heil Bormann!

- Tiradas (3)

Notas de juego

Pnjotizo tiradas y demás de Adeline, que se fue de vacaciones del 25 de julio al 19 de agosto.

No hace falta que Krieg tire para crear/modificar los aparatos de audio/video, por que para él eso es como un paseo por el parque.

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28/07/2017, 01:01
Director

Notas de juego

Dos cosillas xD

1- Descríbeme un poco lo que enseñas, Topf.
2- ¿Sigues por aquí, Oldenkamp?

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28/07/2017, 01:05
Rudolph Fegelein

Ella se mostraba cauta, y eso él se lo esperaba. Sabía que era una chica con muchos problemas, y no todos eran problemas externos. La vida la había golpeado muy fuerte y hay heridas que nunca curan del todo. Sin embargo, el amor es un analgésico muy bueno y él era paciente como una montaña. No obstante, había algo que le impacientaba desde hacía largas semanas y ese algo era el tacto de su piel, el calor de su abrazo y la suavidad de sus labios.

Se le iba a salir el corazón por el pecho cuando comenzó a hablarle. Cuando dijo que le quería, casi se le escaparon lágrimas de alegría. Luego, se dio cuenta de que no era el único que estaba nervioso. La miró a los ojos, sonriendo brevemente, y subió esa mano que ella le sujetaba para acariciarle el rostro.

-Somos muy de hablar... -dijo- Ya hemos hablado suficiente.

Dicho ésto, se acercó poco a poco a ella, dándole tiempo para que lo asimilara, para que se tranquilizara (en el caso de que comenzara a sentirse violenta si le asaltaba algún recuerdo). No viendo que le rechazaba, finalmente la besó. Los primeros besos siempre eran algo torpes, faltos de confianza. Luego se iban volviendo algo más... despertaban en el corazón sentimientos apasionados, cariñosos, de dicha infinita. Parecía que si era posible cerrar algunas heridas...

-Ven...

La cogió de la mano, llevándola hasta una de las mantas que habían dejado en el suelo. Todavía no habían cenado, pero la verdad es que ahora mismo lo último que pensaba era en la comida. Tampoco quería que fuera todo demasiado deprisa, que se asustara. Se sentó allí y la atrajo para que hiciera lo mismo. Compartieron caricias, cosquillas, besos y algunos comentarios tontos. Oscurecía mientras ellos seguían "tonteando". De alguna forma, él quería demostrarle que las cosas podían hacerse de otra manera, que no tenía ninguna prisa pero que la amaba, y que estaba allí para compartir con ella todo lo que ella deseara, hasta donde quisiera atreverse. La luz de la luna se hacía más intensa ya que la del sol, y comenzaron a sonar los cantos de los animales nocturnos y alienígenas que poblaban el bosque.

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28/07/2017, 17:25
Damien Krieg

Krieg se queda pensativo ante lo que veía y escuchaba, en cuando estuviesen a solas hablaría sobre sus preocupaciones y manera de actuar.

Una vez a solas habla con Bernstein y Adeline, debían de informar a Hagall y demás que compartirían su misma suerte, como no reaccionaran.

Esta mas que claro, que esa última emisión, nos asegura una ejecución, como no espabilemos, menos mal que tuvimos cuidado con esos planos*... - dice Krieg a sus compañeros.

Debemos de seguir con normalidad pero a la misma vez acelerar las cosas, como temía , mi mano derecha esta con ellos, posiblemente su sobrina también, si no tomamos medidas rápidas, en cuando terminen con lo que quieren hacer, no dudaran de tildarnos de traidores y ejecutarnos sin mas... , tenemos que avisar a los demás. - dice Krieg entre enfadado y nervioso.

 

Notas de juego

Por si en el tema de los planos , puse el sistema Margot que te comenté Master, sino , pues nada.

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30/07/2017, 21:43
Hagall Wirth
Sólo para el director

Y así llegó el primer beso de amor.
En un primer momento, en el instante inmediatamente anterior, creyó que iba a explotarle el corazón de lo nerviosa que estaba pero entonces sintió sus labios y la invadió un ansia, una sed febril como la cayena y se preguntó cómo había podido vivir sin eso toda su vida. Quería beberse a besos a aquel hombre de poster.
Él dijo –ven- y como pececillos que se persiguen fluyeron hasta acomodarse el uno en el regazo del otro. Sus ojos brillaban sus mejillas sonreían, los labios se hinchaban y enrojecían y la piel chisporroteaba al contacto con las yemas. Resplandecían como faros en mitad del parsimonioso despertar de la naturaleza nocturna. Hagall descubrió lo mucho que le gustaba la caricia caliente de su respiración, la aspereza de su barba y la lúbrica blandura de su lengua y empezó a comprender muchas de las cosas que había leído sobre la magia del sexo. Podía sentir la energía corriendo a raudales por sus venas.
Poco a poco las miradas se volvieron oscuras, la respiración pesada y las caricias empezaron a mezclarse con roces indiscretos.
Hubo un momento tenso que requirió de una pausa. La sensación de la mano de Fegelein en su cuello (por muy delicado que procurara ser) la crispó y él se dio cuenta enseguida de que algo no iba bien. Arrugó la cara –No, eso no…- musitó –no me cojas del cuello, por favor…- el elefante… inspiró atropellada por una repentinas ganas de llorar. Él le dejó espacio para respirar, no preguntó, no hacía falta porque la angustia de Hagall lo decía todo. La dejó llorar sin saber muy bien cómo confortarla solo se le ocurrió hablar –Hagall… Hagall mírame- le acarició el pelo –Soy yo… Rudolf, mírame… abre los ojos… por favor…- la implacable machetera temblaba. Al cabo de un momento le hizo caso y le miró –Lo ves, soy yo, estas aquí, conmigo, en Venus…- parpadeó e inspiró hondo como recobrando la noción del presente. Su rostro se transfiguró, liberó las manos del ovillo y dibujó las facciones del capitán con las yemas de los dedos. Su cuerpo era robusto y a la vez proporcionado como el de una escultura clásica pero tenía un poco cara de bruto. Eso a ella le hacía gracia. El arco prominente de las cejas, las líneas de expresión en los ojos, la extraña forma de la boca y las paletas separadas… Bajo el efecto de las flores, al entrar en fase de ira, le quedó claro que tenía un innegable y temible punto cavernario, cosa que no le desagradaba …  la parte primitiva de su cerebro despertaba… Además, también tenía un modo de mirar, de sonreir y algunos gestos desenfadados que a ella la derretían por dentro –Te pareces al San Miguel del Völkerschlachtdenkmal*- Sonrió entre las lágrimas –Tienes razón, eres tú, aquí y ahora- Apoyaron frente con frente. El partido había determinado sus vidas, a ella le habían robado todo, su alma, sus sueños, su cuerpo… y seguían haciéndolo impidiéndole disfrutar el presente. No. Hasta ahí había llegado su poder, nunca tendrían un futuro si no conquistaban el presente. Hizo  acopio de fuerzas, contuvo la respiración y bajó lentamente los tirantes del bañador ante la mirada dulce y prudente de Rudolf  –Quiero romper la maldición y quiero que sea contigo- le acarició la cara, se acercó a él rozándole con sus pechos desnudos, escurrió los dedos bajo la cinturilla del bañador para atraerle hacia sí y le besó agarrándole el trasero como hacía mucho tiempo que tenía ganas.

Notas de juego

* Völkerschlachtdenkmal: https://en.wikipedia.org/wiki/Monument_to_the_Battle_of_the_Nations

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30/07/2017, 22:23
Rudolph Fegelein

Sabía que ella tendría que tirar las barreras abajo. La verdad es que su fuero interno estaba preparado para ser paciente y dejar que todo se desarrollara lo más naturalmente posible. Pero también era cierto que en aquel momento se estaba apasionando, y por eso quizá su reacción le había dejado algo preocupado. ¿Como contener aquel impulso tan primigenio, especialmente con alguien a quien amas desesperadamente?

Por eso, cuando ella pronunció aquellas palabras y sintió su desnudez contra él, tuvo que hacer acopio de toda su contención para no asaltarla de un modo bastante indecoroso y que no habría supuesto mucha diferencia con algunos de aquellos hombres "que habían ido a lo que habían ido". Así que la abrazó, la besó del cuello hacia abajo y acarició su espalda dándose un respiro, y dándole a ella lo creía que necesitaba. Demasiados tipos iban solo al coito... estaba seguro que ella no había experimentado "ciertas cosas" que, gracias a Dios, él conocía a través de otras mujeres y anteriores relaciones. No es que fuera un experto, pero sabía que si tocas ciertas teclas, tienes muchas posibilidades de que ella lo disfrute especialmente. Por eso pensó "ella primero". Y a esa tarea se entregó en cuerpo y alma. No hubo pezón, zona herógena o centímetro de su piel que no visitara antes de zambullirse de lleno en "el plato fuerte". Y ciertamente era cosa de ver como Hagall ponía aquellas caras, entre el espanto y la curiosidad, cuando vio que tenía la cara entre sus piernas. Pero el espanto duró poco, y al calor de la lengua vinieron otras sensaciones que procuró que fueran lo más agradables posibles. ¿Cuanto tiempo dedicó a aquello? No tenía prisa, pero el resultado le sorprendió. ¡No tardó demasiado!

Ella todavía se revolvía en espasmos cuando él surgió de allí abajo con una sonrisa no exenta de cierto toque triunfal. Acarició sin perder el aire de jovialidad, pero la anatomía quiso que en aquella postura su masculinidad descansara sobre sus labios (no precisamente los de hablar) que en ese momento despedían lo más parecido al fuego de un agradable hogar. Llegaba el momento de la verdad. Tuvo un pensamiento fugaz, acerca de "ponerse algo", pero luego recordó lo que le dijo, lo de la infertilidad. Tampoco estaba en aquel momento para pararse a tener ese tipo de consideraciones. Demasiado que aguantó las ganas de hollar en ella lo más rápido posible, frotándose con el exterior hasta que ambos, no solo él, no pudieron aguantar más. Y sucedió lo inevitable. ¿Como reaccionaría? Esperaba, por Dios, que bien, por que no había llegado hasta allí para quedarse a medias.

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31/07/2017, 09:14
Helmut Bernstein

Helmut estaba muy preocupado. Nunca había sido un valiente, pero escuchar como hablaban de su futura ejecución era demasiado. Se removia en su asiento y lo estudiaba todo con mucha ansiedad.

El tema de la carta se le antojaba ahora una tontería que le había dejado al descubierto.

Aunque también les hará hecho creer que andamos muy desencaminados... Un error se puede convertir en un acierto.

Estamos reclutando todavía entre adeptos a la causa y nostálgicos del régimen, pero el Mossad nos sigue la pista y los norteamericanos también. Sabemos que los rusos están desarrollando misiles balísticos para llevar la guerra nuclear al espacio... quizá piensen que se encuentran en su mismo tiempo histórico.

Repite la frase de la grabación, palabra por palabra. El tema de los misiles balísticos le fascina. Ya había fantaseado con la idea de usar los V1 y V2 para viajar a las estrellas, pero los militares, más prosaicos, preferían enviarlos para reventar Inglaterra. Con cada ataque se podía perfeccionar su sistema de propulsión y en un futuro... El futuro había llegado, al parecer. 

La guerra se ha perdido... Murmura. Nostálgicos al régimen. Norteamericanos... El Mossad les sigue la pista...

¿Sabe qué o quien es el Mossad, señor Krieg?

Krieg comenta entonces lo de avisar a los demás.

¿Se refiere a avisar a la srta. Wirth? Es la única a la que nombran directamente. Y a Fegelein. ¿Y qué harán ellos? Es lo más sensato? Correr a decir lo que acabamos de descubrir? O jugar con lo que sabemos y que no saben que sabemos? ¿Qué podemos hacer? 

Las preguntas empezaban a emanar, tanto para los demás como para él mismo.

¿Podemos interceptar la señal? generar una especie de duplicado? Generar mensajes falsos a la campana? Podemos reproducir esos mensajes codificados mediante enigma? Si fuéramos capaces de hacer eso podríamos colocar a esa panda de fanáticos donde quisiéramos... Sí, quizás sí que sería bueno hablar con Rommel, como mínimo, sobre esto. Es muy importante.

También tenían los nombres de los principales conspiradores. No sería especialmente complicado envenenarlos. Tenían los productos necesarios, y posibilidades para hacerlo no les podían faltar. Pero él era demasiado cobarde como para hacerlo él mismo y temía escuchar otra vez las reticencias habituales.

 

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31/07/2017, 12:05
Hans Topf

Sectores de tiro. Teórica del tiro, sectores asignados, tiro instintivo, teórica del tiro nocturno, zonas de impacto y neutralización objetivos.

Tácticas de patrullas (zonas de tiro [sectores asignados a cada uno], utilidad de las patrullas, emboscadas tácticas, repliegues, avances combinados en unidad [fuegos alternos y avances por turnos] movimientos de salto, puestos de observación, técnicas de camuflaje y ocultación, ocultación del fuego, avance de francotirador [cubierto y oculto] lento, reconocimiento de combate, evasión de las zonas de fuego enemigas, combate y asalto urbano.

Tácticas de ingenieros (minas, disposición y activado, ocultación de estas, descubrirlas, desactivarlas de manera improvisada, teórica de desactivación por ingenieros, formas de señalizar minas, campos minados, y como neutralizarlos o esquivarlos) Construcciones improvisadas defensivas (trincheras, sacos terreros, camuflaje, troneras [improvisadas en edificios por sus materiales de construcción y en los que construyan ellos] canales de orientación de vehículos [ligeros y pesados]. Demoliciones.

Tácticas de tropas de montaña. Escalada, asaltos improvisados por zonas de acceso difícil, evasión bosque y montaña, marcha y despliegue alpino/boscoso

Armas de apoyo (uso táctico de morteros, granadas de mano y lanzagranadas, ametralladoras de posición y ligeras, armas contra carro/antibunquer, lanzallamas, gases tácticos [lacrimógenos y asfixiantes]) teórica del uso de la artillería de campaña, teórica del uso de blindados y carros de combate, formas de combatir carros de combate y blindados, teórica del uso de la aviación y paracaidistas, formas terrestres de combatir la aviación y asaltos paracaidistas. Teórica de los lanzacohetes y su uso. Combate desde vehículos (asalto y despliegue) combate con vehículos (uso de la velocidad y sorpresa).

combate nocturno (en patrullas, camuflaje, técnicas de tiro en la oscuridad, visión nocturna natural y periférica ocular, movimiento en la oscuridad.

Teórica del combate acuático y desde el agua (buceadores y buceadores de combate) infantería de marina (combate desde embarcaciones, asalto a embarcaciones, guerra desde el mar/agua, combate embarcado y teórica del combate naval y aeronaval)

 

 

 

 

 

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03/08/2017, 08:22
Hagall Wirth
Sólo para el director

Reconocía el deseo en su respiración, en sus músculos… abrasador y fiero, acechandola… pero al contrario de lo que solía pasar (el consumo bárbaro de su carne) él la arruyó en su regazo ¡Oh! ese abrazo… ese abrazo fue la autentica declaración de amor. Fegelein tenía razón, era tiempo de dejar las palabras a un lado y que hablaran los cuerpos y el del capitán lo hizo con una oratoria digna de Cátulo*. Al paso de sus labios y sus dedos los sellos tatuados de su piel parecían desatar todo el poder que suponían contener ¿Los libros tenían razón o la excitación le hacía desvariar? Que más daba, no estaba para pensar en cosas tan sesudas, estaba embriagada de amor y entregada por completo a la fascinante tarea del descubrimiento de la pasión. Por primera vez no tenía que abordar el sexo como si fuera la blitzkrieg solo… disfrutar! Disfrutar… el concepto le era tan nuevo como refrescante y abrasadora la boca de Rudolf que le hizo perder la noción misma del norte y el sur. No sabía que era pezón, ombligo, dedo o muslo, solo sabía que sentía placer, calor y cosquillas y que con gusto se pondría ese vestido de saliva todos los días. Quería responderle de igual manera, comérselo, cuando vio como descendía por su pubis. Tras el primer arrobo nervioso vino aquel jugoso lametón, beso, chupón, lo que fuera… ese tentáculo sinuoso que caracoleó en su clítoris hasta desatar una tormenta. Tuvo que asirla fuerte para controlar esas caderas embravecidas. Su primer orgasmo, arrollador y fuera de control, llegó entre sonoros gemidos y sonrisas.
Cuando él emergió, con los labios aun mojados, sonreía satisfecho (y no le molestó ese apunte de ego masculino). En general todo estaba mojado, la manta, la piel, la entrepierna… parecían una máquina de vapor. Más que la sensación de sus genitales escurriéndose, prolongando el placer, lo que la hizo estremecer fue sentir su respiración y los latidos de su corazón, cómo a pesar del deseo él se contenía ¡Oh, dioses! Estaban enamorados hasta las cachas.
Consciente de que había una última frontera que superar, hizo un movimiento de caderas y la biología hizo el resto. Los hombres no saben lo que supone la penetración para una mujer, aun cuando esta no ha sido víctima de un pasado cruel como el de Hagall, es una intromisión en lo más íntimo de su ser, físico y mental. Por eso en un primer momento se quedó rígida. Esperaba de sí misma una mala reacción, incomodidad, algo parecido o peor a lo que había pasado momentos antes. Pero no. Respiraron el aliento el uno del otro en ese impás de sorpresa e incertidumbre. Ella le tomó suavemente de la barbilla -Sigue... Te lo suplico...- y le besó tórridamente. Lo que vino después fue un festín de pasión, la naturaleza siguió su curso y se abandonaron a la más pura y animal satisfacción de un hambre pospuesto por demasiado tiempo. Empezó a sentir un hormigueo similar al del mareo en la nariz, a veces frío, a veces calor… no es que el capitán gastara un gran calibre, es que era el adecuado y la tocaba donde y como le tenía que tocar. Los recuerdos estaban ahí (como siempre), frases, gestos, escenas… pero ésta vez se quedaron relegados a un segundo plano, pálidos y aplastados.
Al cabo de un rato decidió que quería tomar el relevo, así que liberó al capitán de la presa entre sus piernas y le hizo sentarse apoyando la espalda en uno de los pufs. Quería comprobar eso que decían de que a horcajadas es mejor, ella sabía que a los hombres les pirraba así que, ya que había roto la maldición de la frigidez, estaba dispuesta a “sacrificarse” y de paso sacarle a Rudolf hasta la última gota. Quería darle placer, quería ver su cara al correrse, quería sentirle dentro, cimbreando y clavándole los dedos en la carne, que disfrutara con ella más que ningún otro antes. Se zafó de los brazos ansiosos de su amante con un beso –espera…- ronroneó (quería fuegos artificiales pero no los quería demasiado rápido) –Kinder, kommt und ratet, was im Ofen bratet! ... den Zipfel, den Zapfel, den Kipfel, den Kapfel, den knusprigen Apfel*- recitó  juguetona, lamiendo y rechupeteando de camino a la entrepierna, y cuando terminó la rima se comió aquel bratäpfel como si realmente estuviera cubierto de caramelo. Él se había divertido con sus caras durante el cunnilingus y ahora le tocaba a ella. Nunca antes se había recreado tanto en una felación, nunca antes le había gustado. Era un pene perfecto, perfecto porque era suyo y lo amaba. Le tuvo a punto de nieve un par de veces, le hizo sufrir un poquito pero no demasiado. Hirguió la espalda limpiandose la comisura de los labios, se chupó los dedos y sonrió al verle resoplando, ansioso. Juntó el cuerpo al suyo buscando su abrazo, le acarició la cara con la nariz y se besaron -Te quiero...- que bien sentaba decirlo. Entonces se sentó a horcajadas sobre él y ya que le gustaba imaginarla como una amazona,le montó como tal, inmisericorde y salvaje.

Notas de juego

*"Dame mil besos, luego cien, después otros mil, 
  y por segunda vez ciento, luego hasta otros mil, 
  y otros cientos después. Y cuando sumemos ya muchos miles,
  los borraremos para olvidarnos de su numero 
  o para que ningún maligno puede echarnos mal de ojo
  cuando sepa que fueron tantos nuestros besos."

http://latinygriegoperiana.blogspot.com.es/2010/09/dame-mil-besos-y-luego-cien-despues.html

*Rima bábara que hace referencia a un postre llamado "Bratäpfel" (manzana asada con miel, frutos secos, especias y salsa de vainilla) "Children, come and guess what is baking in the oven ... A zipfel, a zapfel, the kipfel, the kapfel, the crispy baked apple."
http://www.germanfoodguide.com/sweetdetail.cfm?sweet_nr=55

 

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04/08/2017, 01:46
Adeline Grasser

Allí se estaban haciendo muchas preguntas y muy importantes. Sin embargo, ella tenía otras prioridades. Al tratar con traidores y golpes de estado, había que acabar con los cabecillas, eso estaba claro. Lo segundo más importante era saber hasta que punto se debía "purgar" al resto de los allegados... pues la lista solía ser larga. Había siempre muchos indecisos o simples peones que con un poco de esfuerzo o presión podían cambiar rápidamente de bando cuando vieran su vida peligrar.

-Creo que lo más sensato sería informar a Rommel. Luego tenemos que decidir qué hacer con ellos, y como hacerlo. Ellos planean controlar la colonia con un golpe de estado... quizá deberíamos adelantarnos.

Parpadeó.

-Lo que tengo claro es que no soy yo quien debe hablar con el mariscal. Eso sería... demasiado sospechoso. Mi tapadera se iría al traste. Debería ser uno de ustedes dos... es lo lógico.

Notas de juego

Pnjotizada

¿Seguís o sigo yo?