Partida Rol por web

La cena va trancurriendo de forma normal, algunas miradas de tension se cruzan por la mesa, la señora Rogers apenas come con los nervios, y su marido intenta hacerla comer un poco mas diciendole que no puede comer tan poco.

La tormenta cada vez es mas fuerte y la luz parpadea avisando de que en cualquier momento se puede ir, las persionas ya cerradas golpean de vez en cuando.

Con el brazo aun mejor luego de aplicarme un poco de hielo para disminuir la inflamacion y de haberme tomado una aspirina, me siento en una silla un poco alejado de la mesa donde todos cenan mientras sigo pensando convencido de que la Señora Rogers tiene algo que ver en todo esto.

Con unos frijoles enlatados que he encontrado en la bondadosa alacena me saboreo los dedos pensando en el botulismo y de vez en tanto lanzando miradas al vaquero y a los demas, por momentos se me cruza que la proxima victima se encuentra sentado en esa mesa

Olvidado ya el pequeño rifirafe con "Doc" me siento a la mesa, sonriente y hambriente, sobre todo muy hambriento... Vaya, las peleas siempre me abren el apetito... Mmmm, tengo un hambre que me muero, digo sarcasticamente recalcando la ultima parte de la frase... upsss puede que no haya sido el comentario mas acertado... digo en voz baja, y comienzo a comer como si no me hubieran dado de comer en varios dias... Señora Rogers, de nuevo tengo que felicitarla, delicioso...ñam, ñam!

Silenciosa, me concentro en el sabor de la comida. La tomo rapidamente, y no dejo de preguntarme quien pudiera ser el siguiente, y quien pudiera estar detrás de todo esto.

Mmmm, tengo un hambre que me muero...upsss puede que no haya sido el comentario mas acertado...

Levanto la vista con ligero sobresalto, y luego vuelvo a mi comida. No, definitivamente esa no fue una buena elección de palabras.

Al terminar, le digo a la Señora Rogers: Señora Rogers, como siempre su habilidad en la cocina ilumina el día. Muchas gracias.

El juez come en silencio la cena preparada por la señora Rogers, pero sin perder de vista los movimientos de todos los comensales. Llegado a este punto, la experiencia de Wargrave le hacía pensar que, en el caso de que fuese cierto que había un asesino sentado en su misma mesa, sería capaz de reconocerlo por su forma de moverse, mirar o relacionarse con los demás.

Me siento cómodamente a la mesa y empiezo a comer con ganas. sí, he de coincidir con los demás, ésto está realmente bueno. Digo tras el comentario desafortunado de Blore. Después parece que el silencio se adueña de la sala por un momento. Echo un vistazo a mi alrededor. Y pensar que probablemente el asesino no ande lejos de esta sala... Qué complicado está resultando sacar nada en claro sobre su identidad. peor que encontrar una aguja en un pajar, vamos.

 El día, el tiempo que lleva aquí se le está haciendo demasiado largo. 

 No me apetece comer demasiado. Dice el señor Rogers levantándose de la mesa, acercándose al bar y echándose un buen copazo.

Como con desgana, sin hablar. -Dos muertos en esta casa y los comensales alegremente felicitando a la cocinera. En fin. Pobre hombre, como si no hubiese en la casa gente más merecedora de ese castigo. La voluntad del señor es así.-

Los observo mientras comen, haciendo mis apuestas propias sobre cual de ellos es el asesino, y quien será la siguiente víctima.

   Agradezco con pequeños gestos los halagos de los invitados. Mi desgana me hace más apática si cabe, me siento triste y vacía por todo lo acontecido....siento miradas acusadoras, pero estoy demasiado cansada para discutir o defenderme. Casi no toco mi plato. Me quedo sentada con las manos en la falda, la mirada perdida y un montón de preguntas sin respuesta....

La cena trascurre en un ambiente bastante enrarecido. Se nota que las sospechas o las dudas al menos están en la mente de todos. Finalmente me limpio la boca con la servilleta, bebo un poco de vino y me decido a hablar.
Bien, señoras y señores, creo que es un momento tan bueno como otro cualquiera para afrontar una cuestión. La noche se va aproximando y no me gustaría irme a dormir pensando que en cualquier momento alguien puede entrar en mi cuarto con intenciones de matarme, o, aunque no fuera eso, tambpoco me gustaría levantarme por la mañana y descubrir que alguien más ha fallecido en la casa. Hemos hecho algún amago de tratar este tema pero pienso que hay que tomar una decisión.
¿estarían dispuestos a pasar todos juntos la noche? estoy pensando en acomodar algún lugar, como el salón de juegos, y que mientras unos intentan dormir en los sofás o donde les parezca más cómodo, otros, al menos tres, vigilen.
Esta es mi propuesta. ¿Qué les parece?
y dicho ésto sigo cenando mientras observo a los comensales.

Mientras sigo cenando, con la boca algo llena, contesto a William...

- Pues, ñam, ñam yo estoy con usted, señor Blore, me uno a su propuesta!

Muy bien, ¿alguien más? digo entre bocado y bocado.

 Que así sea, digo levantando mi copa con un tono un tanto ebrio.

   Lo que decida la mayoría me parece bien. Cuando hayan acabado de deliberar, si se decide dormir en el salon les prepararé sus sofás y podemos bajar algun colchon....no estaran tan comodos, pero si más seguros... comienzo a recojer la mesa y a dar viajes a la cocina para limpiar.

Escucho y miro a cada uno de los presentes que hablan mostrando sus mejores caras pero se que por dentro no son mas que temerosos muertos potenciales. Termino de masticar a regañadientes los frijoles enlatados que he sacado de la despensa pensando en que no son nada comparados con la comida que prepara la señora Rogers

Pero es mejor comer mal que una ultima comida Y levanto los hombros pensando para mi mismo cuando escucho la propuesta del hombre ese

Creo que apruebo su propuesta siempre y cuando los Rogers no sean los que vigilen ellos solos, ademas espero que ninguno tenga alguna enfermedad infectocontagiosa como la popular gripe o algun hongo contagioso, ya saben, caras vemos... Recuerdo aquel brote epidemico del sur de Etiopia que se inicio por un grupo de lujuriosos negritos y que termino con su servidor identificando el ente etiologico...

Wargrave levanta la mirada hacia Blore tras su propuesta.

- La perspectiva de pasar la noche junto a ustedes en unos incómodos sillones no me resulta nada agradable, pero he de reconocer que, visto lo visto, es una idea más que prudente. Espero que no les importe que tenga una pequeña lámpara para alumbrar mi lectura, pues no creo que pueda conciliar el sueño en esas condiciones... cosas de la edad, como diría nuestro querido doctor.

Al terminar de cenar os encaminais al salon que es el lugar mas amplio y con varios comodos sofas, en el no hay calefactores asi pero podeis encender la chimenea para generara calor en la fria y amplia habiatacion y no helados, el señor Roger os dice que hay leña de sobra para traer y que permanezca encendida toda la noche, la señora Roger pide ayuda a las damas para trael unas mantas mientras su marido pide que algun o algunos caballeros le ayuden a traer leña, cuantos mas sean menos viajes tendran que hacer.

De acuerdo, pues iremos a por leña. ¿Quién más se viene con nosotros? ir dos personas solas me parece demasiado poco. digo mientras examino un momento la chimenea y después miro a los presentes.

- Yo le acompaño, señor Blore... creo que si me acomodo ahora en un sillon, con lo que he comido, voy a caer dormido en cuestion de minutos... y no queremos dar facilidades... no cree? Algo de ejercicio me despertará un poco... digo levantadome de la mesa, habiendo cenado como un rey!

- Sí, yo también voy con ustedes. Intentaré no pensar demasiado en lo que me costó el traje que llevo y traeré toda la leña que pueda, dice el juez quien, en realidad, está pensando más en no quedarse solo en el salón que en ensuciarse su traje.