Si, sigamos... - dijo poniéndose de pie dispuesto a montar el caballo y proseguir la marcha. Berger tenía cuatro ojos sobre el camino, no quería más sustos... solo descansar y sanar sus heridas en el próximo pueblo.
pues eso, sigamos con precaución
- Bufff... resopló Surga. - ¿Y ahora que? ¿Andando hasta el siguiente pueblo? Lo que nos faltaba con las heridas sin cerrar que tenemos... Se cruzó de brazos claramente contrariado por la situación. - Y tu Berguer, ya que vamos a tener que verte subido ahí tan cómodo todo el camino, podrías al menos llevar nuestro exceso de equipo...
Haz lo que quieras joder - le espetó malhumorado - hay sitio en las alforjas, yo no tengo la culpa de que estemos hechos una mierda - se defendió
El grupo se puso en marcha con unos humos que ardían. Lo que en principio había parecido una aventura fácil para unos mercenarios como ellos, había demostrado ser más complicado de lo que parecía. A parte, la pérdida de uno de los miembros del grupo tampoco había ayudado mucho a mejorar la situación del grupo. Caminaron mientras se agarraban sus miembros heridos y entumecidos y tras mucho caminar, gracias a Sigmar sin más incidentes, llegaron a la ciudad. Al principio no la vieron, pero cuando se asomaron a lo que era un gigantesco cráter en la tierra vieron como todo su interior estaba plagado de construcciones y edificios. ¿Cómo lograban que cuando llovía al final eso no se inundara? Misterio.
¡Eh!¡Eh! - Berger iba llamando al primero que se encontraba, la boca le sangraba y la tenía hinchada, una posible infección parecía estar a la vuelta de la esquina y cada segundo que pasaba, Magnus se ponía más nervioso - ¡Por Sigmar! ¿¡Alguien podría indicarme donde esta ¡AU! donde esta el boticario, el médico o quien sea!?
Surga estaba agotado de andar y muy cabreado por los acontecimientos recientes. Tendrían que encontrar no solo un galeno, sino también caballos nuevos. Veía como el oro te tenían volaba sin remisión mientras ellos no obtenían apenas resultados. Tal parecían un grupo de auténticos novatos...
Mientras Berguer preguntaba a los parroquianos, él se fijó en los alrededores y en la gente que los transitaba.
- No, no, no, nada de aficionados, sanadores o iletrados con objetos punzantes. El mejor galeno de la ciudad. Nuestras vidas depende de ello y quiero que estén en las mejores manos.-
dijo el mago. En esas cuestiones Volker era muy puntilloso, quería lo mejor de lo mejor porque sabía lo poco desarrollada que estaba la ciencia médica en el Viejo Mundo. No quería que le metiera mano a sus heridas cualquier impresentable y que él se quedara en la mesa de operaciones.
El lugar, pese a encontrarse en un cráter de muerte, estaba lleno de vida. Era por extraño que pareciera un sitio lleno de tiendas y tenderetes, vendedores y compradores. Los mercenarios, aun sangrando por sus heridas, caminaron entre las gentes del lugar preguntando a los presentes por un buen sanador, un galeno, alguien que realizara, otra vez más, los remiendos de sus dañados cuerpos. ¿Hasta cuándo podrían seguir así los mercenarios? ¿Cuándo llegaría el día en que un acero impregnado con mala suerte llegara hasta su corazón? Lo cierto es que ni sus protecciones ni su piel habían evitado hasta el momento que les cosieran a cortes y puñaladas. Por todos lados se veían armaduras de distintos tipos, por piezas, enteras... Armas nuevas tintineaban mientras los mercaderes las ensalzaban y alababan sus mil virtudes.
Por ahora todo aquello les parecía bastante ajeno a los protagonistas que acababan de llegar a aquel lugar, y solo buscaban una cosa. Asistencia especializada. Pero ese tipo de servicios no eran baratos, y por lo que se veía los mercenarios preguntaban por "los mejores servicios" que en aquel lugar se pudieran ofertar. ¿Serían capaces de pagarlos con la liquidez que tenían en sus manos?. Un hombres los miró mientras se frotaba las manos. !Buenos señores! !¿Un galeno?! Si claro, en esta ciudad hay uno de los mejores. Pero díganme... Dijo señalando sus estantes del puestecito con un gesto amplio. ¿No necesitarían vuestras mercedes unas cuantas de estas pociones especializadas? Seguro que les harían bien. En el estante se mostraban pociones de curación bien ordenadas y de un tono rojizo muy alentador. Vida en frascas, decía el rotulo de su local.
El negocio… era el negocio.
A que precio las vendes y cuantas tienes - comentó apartando una mosca de la herida del a cara, la cual podría empezar a oler a podrido de un momento a otro.. el nerviosismo de Magnis era más que patente
Oh buen señor, las tenemos a 6 tronos el frasco. Hay muchas. !Tantas como quiera! Justamente me acaba de llegar una remesa. Los estantes estaban llenos de unos tarros de vidrio que contenían una sustancia roja, muy similar a la que se vendía en otras ciudades. Era común encontrar aquellas pócimas de buena salud por todo el imperio. Una vieja receta que tenía tanto de mágica como de pura. Hierbas y otros ingredientes naturales la formaban, pero había que saber bien como mezclarlas.
- Creo que primero sería mejor ir a que nos atendiera un galeno, probablemente, si son pócimas curativas, su efecto sea mayor si estamos algo más sanados.-
les dijo Volker a sus compañeros por lo bajo. Luego se dirigió al vendedor
- ¿Qué efectos tienen estas pócimas?.También me gustaría conocer sus componentes.-
le inquirió
son pócimas curativas de toda la vida o suben más heridas????
¿Qué efectos? Pues le recupera la salud señor. Dice el tendero claramente asombrado ante la pregunta. Por ello... se llaman "Pociones de Vida", porque... "Dan vida" Acompaña sus palabras con los dedos haciendo el gesto de las comillas en cada termino que emplea. La mera mención de la formula de sus pociones le hace entrecerrar los ojos y mirar al mago del grupo con clara suspicacia. Por supuesto que no le voy a dar mi formula, este es mi negocio, y vivo de él. Seguro que lo entiende.
A la mierda. Deme una - dijo a la vez que le iba a pagar el precio de una poción, no soportaba el dolor ni el malestar que le generaba
Surga observó con expectación a Magnus mientras compraba la poción. La verdad es que no se fiaba demasiado de aquellos mejunjes y estaría bien ver el efecto antes en otra persona.
Oh, encantado, aquí tiene buen señor. Dijo con una amplia sonrisa mientras recibía los seis tronos que le pasó el patrulla de caminos a cambio de la pócima.
Te los resto y anoto tu vida. +2 heridas (pese a estar en critico que de normal no te dejan ni que hagan efecto por debajo de 4 heridas, pero dije que así iba a dejar hacelor). Estás a 1. Restada tambien la pasta.
Dame dos mas por sigmar - pidió nervioso deseando berbese otra y guardar la tercera - os sugiera que compréis
- De hecho mejor denos las que le quedan. Dijo Surga mirando el estante del buhonero donde descansaban 6 pociones mas. Sacó la bolsa donde estaban los fondos del grupo y completó el total con unas monedas de su propia bolsa. - Me debeis 6 coronas de nuestra próxima ganancia, por cierto... dijo mirando a sus compañeros y dejando el dinero sobre el mostrador. Después se quedó 3 de ellas y entregó las otras 3 a Volker. - Se que es mucho dinero, pero en nuestro estado no llegaríamos mucho mas lejos.
3 pociones cada uno es lo justo para subir todos lo mismo. Ahora conviene hacer dinero de el botín para ver el resto de compras.
- Tranquilo, te pagaré a su debido tiempo. Puedes fiarte de mí, soy una buena inversión.-
le dijo a su compañero nórdico. Ahora tenían las pociones que les restablecerían un poco, pero tenían que deshacerse de los dos objetos encontrados a los orcos, necesitaban liquidez, oro contante y sonante para viajar y moverse con tranquilidad hasta su destino.
- Y ahora busquemos un perista o un joyero. Será mucho más fácil encontrar un joyero que nos compre el anillo y el brazalete, pero quizá recele del origen de los mismos. No me gustaría que nos acusaran de robo.-
les sugirió Volker a sus camaradas.
Bueno y.... ¿Como buscais? Vamos que yo ando ojo avizor a que alguien me diga si pregunta, si busca alguna tienda en concreto, si... lo que sea. XD. Ya sabeis, no hace falta que os lo diga, si quereis preguntar, tirada de cotilleo o carisma con su respectivo roleo.