Partida Rol por web

Los Elegidos Tras 11 días en barco llegaron al Polo Sur, pero aún les quedaba varias horas hasta llegar al campamento.

Una avioneta les estaba esperando para llevarlos al lugar. Ahí conocieron a Lucero el  piloto.

Desde abajo pudierón sobrevolar el campamento coreano, luego verían el campamento Ruso y por fin verían el campamento de la ONU.

Recordaban las palabras de su jefa, Davasak  cuando estaban ya aterrizando:

" Teneís que ir al Polo sur, han descubierto unas bacterias desconocidas, las naciones unidas ya han mandado un grupo vosotros estareis para ayudarles, pues los rusos y coreanos estan nervosos, hay que ser rápidos, en descubrir que es y que pasa allí"

En el campamento os reciben el resto del grupo

x Fugitoga   de manternimiento  " Os da la bienvenida"

x  Yushina Biologa " Uf Hay mucho trabajo por hacer"

x Lucero el piloto. " Hemos tenido suerte pues se aproxima una gran tormenta y no podriamos despegar"

El campamento es sencillo esta la caseta Principal, al lado la de los perros, y la estrella esta la pista de aterrizaje y al lado donde se encontraron las primeras bacterias.

Nacido en Tokio fue criado en Perú, ahí perteneció a la policía de Lima en donde recibió entrenamiento profesional en seguridad. Luego de pedir la baja entró a trabajar en varias empresas privadas del ramo de la protección de personas, valores entre otras actividades relacionadas. Su buen desempeño cuidando a un embajador de las Naciones Unidas en un visita le permitió hacer contactos que lo llevaron a ser tenido en cuenta para una misión como acompañante de un grupo de especialistas científicos en el análisis de lo que al parecer son restos microbianos desconocidos. Hábil en el combate cuerpo a cuerpo y en el uso de armas es garantía de buena protección; además maneja bien la orientación y la lectura de mapas y señales del entorno

La primera parte del viaje la habían realizado en barco, si bien el final del trayecto hasta el Polo Sur lo efecutaron en una avioneta que sobrevolaría los distintos campamentos.

Max estrechó la mano de Lucero, el piloto, cuando se presentó al grupo, y fue a sentarse en uno de los asientos de la avioneta. La información que habían recibido de su jefa no era muy abundante, si bien ya sabían qué era lo que había sucedido: se habían descubierto unas nuevas bacterias. En el caso de Max, él no era científico, sino médico de combate, por lo que la naturaleza de aquellas bacterias no era relevante para él en esos momentos. Su deber era atender a sus compañeros, pues siempre convenía tener un médico a mano en caso de que se produjese una incidencia.

Max estrechó la mano de los otros miembros del grupo al llegar al campamento. Se trataba de un hombre educado, aunque serio y de pocas palabras. Hizo un gesto amargo al oír lo de la tormenta. Eso no eran buenas noticias.

-¿Qué sabemos de los rusos y coreanos? ¿Hay motivos para preocuparnos por ellos? -preguntó el médico militar, intrigado. Al fin y al cabo, las relaciones de los rusos y coreanos con la ONU no eran especialmente buenas, por lo que tenía que ponerse en lo peor. Quizá aquellos comunistas diesen problemas.

Peter estaba muy acostumbrado a viajar en todo tipo de medios y por todos los lugares imaginables. Sus habilidades como explorador le habían permitido formar parte de numerosas misiones, algunas científicas, como en la que ahora se encontraba.

No se extraño del lugar, ni de las bases o las gentes que allí trabajaban, era algo similar a lo que ya había visto en anteriores expediciones. Pero si que le intrigaba el objetivo de su misión, investigar unas extrañas bacterias, de que serían estas capaces y porque motivo estaban tan nerviosos rusos y coreanos. Tal vez había algo que no les habían contado, y que pronto descubrirían.

Se presento y saludo al resto de sus compañeros, así como al personal de la base.

-Peter Martínez, un placer conocerles y encantado de trabajar con ustedes.- No era aun momento de comenzar a preguntarles cosas, ya irían contándoles lo que necesitaban conocer y por donde podrían comenzar. Pero había algo que si que necesitaba saber, cuanto antes.-Podrían decirnos, quien encontró las bacterias y donde lo hizo. Tengo entendido que fue cerca de aquí.-

Me habían avisado hacía un par de días y tuve que dejar mi investigación en Groenlandia para viajar a la otra punta del globo, a la base que la ONU tenía en la Antártida. Al parecer, se habían descubierto unas bacterias desconocidas y había que investigarlas in situ y cuanto antes, dado que podría ser un grandioso hallazgo y las delegaciones de los rusos y los coreanos estaban muy cerca. También estaban al tanto del hallazgo, por lo que parecía y querían adueñarse de él, o eso podía imaginar.

Después de coger diferentes medios de transporte: moto de nieve, avionetas, barcos, helicópteros, nuevamente barcos... llegué a una pista de aterrizaje donde esperaba el avión que me llevaría a la base de la ONU. Allí, a pie de pista, había otras tres personas más, que como yo intuía, iban a ser mis compañeros en esta empresa. Una vez dentro del avión, me presenté:

-"Hola, soy MacReady, biólogo y médico. Encantado. Podéis llamarme Mac."

El jet lag me embotaba los sentidos y debía de dormir un poco si quería estar presentable cuando llegáramos a nuestro destino. Llevaba más de veinticuatro horas de viaje y eso molía a cualquiera. Aproveché el vuelo para dormitar un poco. Al llegar a la base, comprobé que una tormenta se aproximaba, por lo que seguramente estaríamos incomunicados mientras durase la tormenta. Aquí en la Antártida podía durar más de una semana y eran terribles.

-"Hola, MacReady, el biólogo." Les dije a las personas que salieron a recibirnos. "Me gustaría echar un vistazo inmediatamente a esas bacterias que han encontrado, antes de que la tormenta nos deje incomunicados." Les comenté.

Ya habría tiempo de acomodarse en la base...

La Doctora se acercó  para estrecharle la mano en cuanto salieron de la avioneta.

- Me alegra tener en el equipo Sr. MacReady he seguido algunos de sus trabajos con atención. - le digo mientras le conduzco al interior del edificio donde está el improvisado laboratorio.

Yo me acerco a Peter Martínez.

- Sr. Martínez me llamo Figitoga y soy el responsable de hacer funcionar los mecanismos de la estación. - Señaló a penas unos 12 metros de la pista.- estábamos taladrando la antigüedad del hielo cuando apareció - Trago saliva pues este detalle no sale en los informes oficiales y si en los extraoficiales.- atrapado en el hielo un trozo de masa orgánica pensábamos que era petróleo o algo así, paramos las escavaciones y al extraer un trozo de esa sustancia vio la doctora Yushima que pasaba algo raro.

De esto hace 20 días.

Tras poner en orden la avioneta atiendo a Max y Ken.

- Los Soviéticos y Coreanos aparecieron hace 15 y 10 días indestintame, no los hemos visto para nada, están a 20' en avioneta o 3h con los perros.

Miró a los presentes.

- En efecto,  tras taladrar encontramos una manchita oscura, no era petróleo, estaba llena de bacterias nunca vistas, y sobre los Soviéticos por suerte no han pasado por aquí, aún. Pero nunca se sabe toda precaución es poca con esa gente. - No hemos vuelto a taladrar, ¿ Sería conveniente seguir agujereado, estando los Comunistas tan cerca… ?, ¿ Estamos preparados para esto y lo que venga?.  Por eso están aquí, para ayudarnos con este asunto.

-Esperemos que esos soviéticos sigan estando a tres horas de distancia... -declaró Max, sabiendo que los comunistas podían ser un importante problema-. Soy el doctor Russell, por cierto -se presentó a los nuevos integrantes del grupo-. Aunque pueden llamarme Max.

Seguí a la doctora Yushima, que nos hacía de cicerone, mientras nos ponía al día con lo descubierto. Mis compañeros y el resto de la gente de la base conformábamos el pequeño grupo de expertos que se harían cargo de la situación.

-"¿Unos restos orgánicos en el hielo? Creía que habían encontrado bacterias en el agua o algo así. Y dígame, esos restos no serán de alguna persona que se quedó atrapada en el hielo, ¿no? Haber si hemos venido para hacer la autopsia a algún ballenero o marinero del siglo dieciocho, jajajaja." Reí fuertemente.

Miré a mis compañeros y les guiñé un ojo, para indicarles que estaba de broma y quería rebajar un poco la tensión, por lo de los rusos. Parecía que tanto los coreanos como ellos ya sabían de la existencia del hallazgo.

-"Perdone mi pregunta, pero... ¿Cómo se han enterado los rusos y coreanos del hallazgo? Supongo que las líneas de comunicación aquí son seguras, ¿no?" Le pregunté a la doctora. "Sí, yo también espero que sigan lejos de esta base, Max." Comenté al colega médico.

Mucha información en poco tiempo, era lo normal en estos casos. Pero había una cosa importante, el motivo por el que habían ido allí, y del que de momento, nada sabían. Probablemente por tratarse de un tema muy delicado, para comenzar una conversación con unos extraños, pero que necesitaban saber. El no era biólogo, y no entendería mucho del tema si se metían con cuestiones muy técnicas, pero necesitaba conocer algo más de aquellas bacterias. Espero a que se presentase el momento oportuno, y pregunto:-Y que es lo que han descubierto hasta el momento de esas bacterias. ¿Podrían resultar peligrosas? Porque supongo que es muy posible que haya más donde las han encontrado, y es posible que algunas se hayan dispersado. Así que tal vez deberían decirnos, cuando lo consideren apropiado, lo que saben de esas bacterias. Para saber que es lo que aquí han encontrado y del tipo de peligros a los que podremos tener que enfrentarnos.-

Muy directo, tal vez, pero su participación en varias misiones parecidas, le habían enseñado que es mejor no perder el tiempo, ya que los problemas pueden surgir en el momento menos esperado. Y si estaban allí, es que iban a tener que afrontar grandes peligros. Así que mejor saber cuanto antes a lo que tendrían que enfrentarse. 

Luego de las presentaciones y de agradecer el buen trabajo del piloto escucho atento lo que todos nos dicen de los rusos y coreanos. Las cuestiones científicas se las dejo a los expertos, yo revisaré la comunicaciones y los puntos débiles de la seguridad en las instalaciones. Pido mapas y demás información relevante, además de los nombres y cargos de quienes trabajan en la base y si de posibles contactos en el exterior. 

—Yo revisaré las comunicaciones y su grado de vulnerabilidad, al igual que necesitaré los planos de la base —miro al señor Figitoga pues era él quien seguro me daría la información que necesito—, aunque no hayan tenido incidentes la seguridad nunca está garantizada al cien por cien.

—¿Podría ayudarme con eso señor Figitoga? —pregunto finalmente.

(Tras las presentaciones y los primeros cambios de impresión, Yushima los conduce dentro del edificio)

Este consta de habitaciones, comedor, cocina. Baños, cuarto de calderas, cuarto de almacén. Habitación que hace de sala de disecciones y laboratorio, un  despacho está pegado al garaje, donde hay un taller y dos motos para la nieve.

Pasais al laboratorio y os enseña una muestra por el microscopio. Al rato os dice.

- Es sangre, pero la diferencia es que carece de hemoglobina. Y sus plaquetas sin embargo son más de insectoides que mamíferos, deduzco que es sangre de algo no conocido, algo que tiene más de 200 años. - Hago una pausa - Además tras derretir el hielo donde iba la sustancia que podría ser sangre vimos fragmentos  rotos de cristales, de un material flexible y muy resistente al calor así que tenemos la sustancia que podría ser sangre y los cristales.

( Enseñe a Ken el recinto y el taller donde había una emisora.)

- Aquí es donde nos comunicamos con el exterior, además de nuestros Walkie.

El recinto es todo lo que ve. Pista de aterrizaje, el pabellón principal y la caseta de perros. No hay más.

- La taladradora hizo un extraño ruido antes y al subirla y coger las muestras de hielo apareció entre el hielo la sustancia y luego nos dimos cuentas de los cristales. - trague saliva y añadí-  ,- tras anunciarlo por la emisora,  aparecieron los coreanos y luego los Soviéticos.