Partida Rol por web

Las palabra de Timmy zanjaron la discusión. Era cierto que el elfo no podía juzgar al joven explorador por su escasa experiencia, pues aunque era mucho más joven que él, también había conocido la muerte de primera mano y tenía una triste historia tras de si. Las discusiones entre ellos no les llevarían a ningún sitio. Al fin y al cabo, no es que tuvieran demasiado en común los unos con los otros salvo una cosa, Naz. Todos tenían una razón por la que vengarse de él y eso era lo que entre todos, pretendían hacer.

Por ello, finalmente sumaron esfuerzos y entre todos reunieron la suficiente leña seca, como para encender un fuego y mantener la hoguera encendida durante varias horas. Vádenar conjuró el espacio dimensional prometido, mediante el truco de cuerda y todos se introdujeron en el mismo para obtener el merecido descanso. Comieron y bebieron y decidieron descansar un rato. Por suerte el arcano había sido precavido y había orientado la ventana hacia un lugar donde la el humo de la hoguera y que además les permitía vigilar los alrededores.

No tardaron demasiado en volver a salir al exterior. Sólo el tiempo necesario como para secar sus ropas y reponerse un poco del cansancio. Hacía años que no tenían noticias de Naz y conociéndole, muy posiblemente no tuviera pensado quedarse demasiado tiempo en la zona. Era precisamente por ello, que era necesario perder el mínimo tiempo posible y recuperar la senda que les llevaría hasta él, en breve.

Una vez secos y listos para seguir con el rastreo, Timmy se puso de nuevo a la cabeza del grupo. No tardó no veinte minutos en percibir algo. Se trataba de olor a humo y no era precisamente el que desprendían ellos de sus ropajes, los cuales evidentemente se habían impregnado de dicho olor durante su estancia en el espacio dimensional. El joven explorador subió de nuevo a un árbol alto y oteó en rededor. 

Ya era noche cerrada, pero por suerte las nubes de tormenta habían despejado y Maahn brillaba con fuerza en lo alto del firmamento. Fue entonces cuando localizó a pocos kilómetros de distancia, lo que sin duda se trataba de la columna de humo de una hoguera. Sin duda, alguien había montado un campamento y aunque podía ser que no se tratara de Naz y de sus compinches, podía ser que si.

-Muy bien hecho mi joven amigo, me enorgullece ver lo buen explorador que te has convertido- Tras la discusión que tuvieron el día anterior, quise quitarle un poco de hierro al asunto felicitando al chaval, si bien esta como yo ansioso de dar con el bastardo de Naz, a él particularmente ese malnacido lo marcó mucho mas que al resto.

-Deberiamos primero comprobar que tipo de asentamiento es, si enemigo o amigo, antes de lanzarnos a dar muerte a todo lo que encontremos allí; además de comprobar cuantos son, y si podríamos vencerlos en caso de que los ataquemos.- Una buena estrategia de combate nos ha salvado ya innumerables veces de una muerte segura. -Eldon y yo podemos acercarnos al amparo de la noche y gracias a nuestra menuda estatura para investigar un poco, luego volveremos y pondremos en común la informacion para ver como actuamos, ¿que os parece?-

Está muy bien pensado, que los más sigilosos y pequeños se acerquen a buscar información, yo que también me muevo bien en el bosque quedaré cerca para daros apoyo con mi arco si es necesario, y el resto lejos de sus oídos por si pasa algo que en poco tiempo se unan. Que os parece? Dice opinando en voz alta por si les parecía bien al resto.

Jack, si son esos sucios asaltacaminos y puedes, haz con ellos lo mismo que hicistes con esa decena de grandes trasgos en el Templo del Mal Elemental hace casi un lustro. Dijo recordando la historia que Godofredo de Miramonte y la valiente Dwama de Rastor le contaron. Pero no dejéis a nadie que luego os siga jajajajaja.

El joven ya se encontraba más seguro de si mismo, la tristeza y desolación de antes de descansar habían desaparecido. Ahora sólo quedaba en él la firme determinación de acabar con Naz.

Tyra ni siquiera continuó con la discusión, no merecía la pena, más cuando Váldenar controló su lengua y fue... comedido en su petición. La sacerdotisa le dedicó una sonrisa cuyo significado solo podía conocer el elfo y comprendió lo que ella estaba pensando.

Finalmente, pudieron secarse la ropa y Tyra agradeció quitarse durante un buen rato la pesada armadura. Mientras secaba su ropa habitual, se vistió con una túnica que la hacía parecer más delicada e inofensiva de lo que era en realidad y se sentó junto a Váldenar para disfrutar de la cercanía del mago.

-Gracias por ser tan paciente -le dijo después de darle un beso en la mejilla. Y luego uno en los labios, cogiéndolo por la cara con ambas manos.

No tenía nada que ocultar a los demás, llevaban semanas viajando juntos porque tenían el mismo objetivo, era más que evidente que había algo entre los dos. Reflexionó sobre las palabras de Timmy, cada persona afrontaba las tragedias de una forma o de otra; ella había tenido que hacer frente a varias sin más ayuda que la de Váldenar, que también traía su propia tragedia detrás. Los demás podían decir que habían visto la muerte de cerca, sus seres queridos y todas esas cosas. En el caso de Tyra y de Váldenar, en fin, no es que la hubiesen visto de cerca, es que se habían dado un paseo con ella. Ida y vuelta. Por eso a Tyra le enfadaba cuando alguien lloraba una muerte en lugar de afrontarlo como era debido. Se tocó la cicatriz del cuello y luego se tumbó a descansar junto al elfo.

Al cabo de unas horas, volvió a vestirse con la ropa seca y se puso la armadura con ayuda del mago. Recuperaron el rastro y divisaron un campamento. Los demás discutieron sobre planes y Tyra los escuchó con atención, pero dedicándole a Váldenar una mirada de escepticismo.

-Todo eso está muy bien, pero si llegas al campamento, no se te ocurra hacer eso que hicieras con diez grandes trasgos porque a lo mejor no vuelves con vida. Somos un equipo, debemos trabajar como tal, nosotros podemos ir detrás de los pequeños y sigilosos medianos, pues está claro que los elfos no saben caminar por los bosques sin ser vistos o escuchados... Y menos todavía, una humana con una armadura completa.

Tyra apretó los labios para no decir nada más.

Así lo hicieron, Jack y Eldon se adelantaron y por detrás les siguieron Timmy y el resto. Los dos pícaros avanzaron de forma cautelosa, al fin y al cabo, no tenían prisa. No es que estuvieran siguiendo a alguien a la desbandada, sino que buscaban muy posiblemente un campamento. Por lo tanto, el sigilo era necesario y de llegar hasta dicho lugar sin ser detectados, ganarían muchos enteros para salir airosos de lo que fuera que encontraran.

Avanzaron durante un buen rato fijándose en el terreno, casi palmo a palmo. No quería caer en alguna trampa. Sabía que era poco probable que hubieran colocado trampas, pero aún así no estaba de más asegurarse. La densidad de la arbolada era bastante grande. La luz de las estrellas y de Maahn, apenas se colaba entre las copas de los árboles. Eso hacia que parecieran cinco sombras caminando por el bosque, aunque también les dificultaba la labor de seguir avanzando sin resbalones o algún que otro tropiezo.

Fuera como fuera, los dos medianos se habían distanciado unos cuantos metros del grupo. La misma oscuridad que les daba cierto amparo, también les ocultaba la silueta de Jack y Eldon, pero cada pocos minutos, uno de los dos se retrasaba para decirles que todo estaba bien, por lo que al menos de momento, estaban tranquilos. Tras algo más de media hora de caminata, empezaron a captar olor a humo, se estaban acercando.

Fue entonces cuando comenzaron a escuchar ladridos. Primero fue un solo animal al que acto seguido se le sumó un segundo can. Los ladridos procedían de la misma dirección en la que se encontraba el fuego, por lo que era muy posible que quien hubiera encendido la hoguera, utilizara a aquellos animales como guardianes.

Así lo hicieron, Jack y Eldon se adelantaron y por detrás les siguieron Timmy y el resto. Los dos pícaros avanzaron de forma cautelosa, al fin y al cabo, no tenían prisa. No es que estuvieran siguiendo a alguien a la desbandada, sino que buscaban muy posiblemente un campamento. Por lo tanto, el sigilo era necesario y de llegar hasta dicho lugar sin ser detectados, ganarían muchos enteros para salir airosos de lo que fuera que encontraran.

Avanzaron durante un buen rato fijándose en el terreno, casi palmo a palmo. No quería caer en alguna trampa. Sabía que era poco probable que hubieran colocado trampas, pero aún así no estaba de más asegurarse. La densidad de la arbolada era bastante grande. La luz de las estrellas y de Maahn, apenas se colaba entre las copas de los árboles. Eso hacia que parecieran cinco sombras caminando por el bosque, aunque también les dificultaba la labor de seguir avanzando sin resbalones o algún que otro tropiezo.

Jack y Eldon se distanciaron un poco del grupo. La misma oscuridad que les daba cierto amparo, también les ocultaba la silueta de Jack y Eldon, pero cada pocos minutos, uno de los dos se retrasaba para decirles que todo estaba bien, por lo que al menos de momento, estaban tranquilos. Tras algo más de media hora de caminata, empezaron a captar olor a humo y a unos quinientos metros de distancia, fueron testigos de la luz de la hoguera, que iluminaba lo que parecía ser un claro. Aunque lo cierto era que poco podían ver desde aquella distancia.

Fue entonces cuando decidieron dar media vuelta para ir a avisar al grupo. Ya estaban encima muy cerca del campamento. En pocos minutos estarían en el mismo. Jack y Eldon se miraron, bastaba con eso para saber que uno de los dos tenía que regresar tras sus pasos para dar aviso al resto. En ese preciso instante comenzaron a escuchar ladridos. Primero fue un solo animal al que acto seguido se le sumó un segundo can. Los ladridos procedían de la misma dirección en la que se encontraba el campamento, por lo que era muy probable que quien hubiera encendido el fuego tuviera perros guardianes.

-Maldita sea, no podemos acercarnos más- Dijo para sus adentros el picaro, tras lo cual se acercó a Eldon y le dijo en voz baja -Deberiamos regresar, nos detectan por el olor y si alertan a los del campamento quien sabe cuantos enemigos se nos tiraran encima, debemos confirmar un plan de ataque- Mas le habría gustado al picaro acercarse y observar el campamento con detenimiento y tranquilidad, pero con los canes ladrando, seguro que todo el campamento ya estará despierto y en alerta.

Me niego, esos cerdos no se van a escapar por cobardía JAck! Quedaos aquí, si en media hora no he vuelto es que me han cogido, proceded como creáis!! Dijo el joven mientras se adentraba en el bosque con su fiel compañero animal.

Timmy era un explorador, encontraría una forma de rodear el campamento y recabar información. Y si veía a Naz le lanzaría un flechazo directo al corazón.

«Pequeños y sigilosos —repitió Váldenar en su fuero interno—. Sí... ojalá tuviéramos a nuestra disposición un puñado de niños pequeños y sigilosos para mandarlos a espiar a los bandidos.»

El elfo se mordió la lengua y no dijo nada. Cualquier otra persona se hubiera envenenado, pero él era inmune a su propia ponzoña.

Devolvió el beso de Tyra con pasión. Según pasaba el tiempo, Váldenar tenía más claro que Tyra debía de ser de un linaje superior. Debía ser una criatura excepcional, cuyo potencial genético le había encumbrado muy por encima de las carencias naturales de su especie. 

Los ladridos rompieron el momento como una burbuja que explotara en el aire y pusieron su cuerpo en tensión. Mas, empero, después del fiasco anterior, no se atrevía a lanzar sus conjuros de protección. Se encontró, de nuevo, con un error por parte de sus compañeros humanos.

Váldenar suspiró.

El pequeño Timmy se largó, dispuesto a matar él solo a todo el campamento repleto de enemigos, justo después de que Tyra les recordase que ahora eran un equipo y debían actuar como tal.

Váldenar volvió a suspirar, más hondamente que antes, pero sin hacer el más mínimo gesto por salir corriendo detrás de Timmy como un pollo sin cabeza. 

—Asunto de la alarma del campamento arreglado, supongo. Pensarán que el ladrido de los perros se debía a él y podemos atacar más tarde —comentó con acidez.

Váldenar aguardó las opiniones de las cabezas pensantes que quedaban allí mientras lanzaba un conjuro de protección.

Tyra se enfureció con Timmy y corrió tras él antes de que se alejara demasiado. Lo agarró de la capucha y con fuerza, lo levantó del suelo para que no pudiera avanzar. Tyra era más alta, más fornida y más poderosa que el pequeño explorador.

-Nos vas a llevar a la ruina -amonestó-. ¿Qué acabo de decir? Somos un equipo, si uno solo de nosotros no desempeña su labor cómo es debido, nos pone en riesgo a los demás. Estúpido crío, ¿qué vas a hacer tú solo? Así solo conseguirás que te maten, ¿qué hay de tu venganza entonces?

Lo dejó en el suelo otra vez. Si se lanzaba hacia el suicidio, no pensaba seguirle, y sabía que Váldenar tampoco lo haría. El elfo era el más listo de todos ellos, aunque todos pensaran que era un racista, en realidad era un hombre maravilloso que, sencillamente, no soportaba las estupideces y no tenía ningún reparo en decirlo.

Mientras unos y otros discutían, los ladridos no cesaron, sino todo lo contrario. Cada vez sonaban más cerca. Los primeros en percatarse de ello fueron el.valiente Timmy y Tyra, pero instantes después también fue el resto los que dedujeron que alguien se esgaba aproximando a ellos al mando de los perros. Si no se alejaban de allí rápidamente pronto los tendrían encima. 

Jack, Eldon y Váldenar se encontraban a pocos metros de Timmy y Tyra y a la expectativa de saber lo que iba a hacer el explorador del grupo. Realmente todo dependía del joven Thimmoty y de la decisión que tomase, pues el resto ya lo tenía decidio.

Joder, suéltame! Aún nos van a pillar! Dijo el explorador haciendo fuerza para soltarse de la presa a la que le tenía sometido su compañera. Por suerte su compañero animal había entendido que no pretendía hacerle daño y no se había lanzado sobre ella.

Ahora vámonos si no queremos que caigan sobre nosotros sea quien sea, a no ser que el Señor Elfo tenga algún conjuro que nos oculte de esta. Dijo sinceramente, no sabía de qué era capaz ese ser de orejas picudas ya que no había soltado prenda sobre su magia en esas semanas juntos... Si, se le veía haciendo cosas raras, a veces brillaba levemente como si se lanzará algo de protección por el miedo a estar en el bosque, pero no sabía cuán poderoso era en verdad.

Os dais cuenta que soy un explorador y que me muevo por el bosque como un lobo? Nadie me iba a coger! Ni sabrían que estaba allí. dijo frustrado por la falta de confianza en su persona... La próxima vez debía elegir mejor a sus aliados...

Para cuando Tyra soltó a Timmy, los gritos de ambos ya debían de haber llegado a oídos de quien fuera que les había salido al encuentro. Los ladridos no habían cesado, pero se estaban alejando de nuevo en dirección al campamento. Si el resto de miembros de aquella acampada no les habían oído, pronto sabrían de su existencia, pues el amo de los perros se lo haría saber.

Timmy miró enfadado al elfo y también a Tyra. Bajo su criterio, eran los culpables de que ahora el campamento estuviera al tanto de su presencia en las inmediaciones. Todo ataque por sorpresa ahora estaba perdido. El explorador miró a Jack y éste asintió con la cabeza. Ambos salieron a la carrera en persecución del amo de los perros y Eldon fue detrás de ellos sin pensárselo dos veces.

Finalmente, Tyra y Váldenar se miraron el uno al otro y pese a que su idea inicial era la de esperar a trazar una mejor estrategia, finalmente y debido a que los acontecimientos se habían precipitado, salieron tras los pasos de sus tres pequeños compañeros. Al fin y al cabo, si querían dar con Naz y acabar con esa ruin rata, debían permanecer juntos y colaborar.

A medida que corrían hacia el campamento Timmy y sus dos compañeros medianos, pudieron vislumbrar la silueta del amo de los perros. Era una figura humanoide, pero su silueta no era humana, sino que parecía una bestia. Posiblemente fuera un trasgo o puede que otro deforme y antiguo ser medio bestia medio humano. Fuera como fuera, aquel personaje sabía que le estaban siguiendo y apresuró la marcha dejándoles atrás, aunque no lo suficiente como para perderles.

Las patas más largas de la sacerdotisa y el mago acabaron por dar caza a sus compañeros y los cinco se aproximaron juntos los últimos metros hacia el campamento, el cual encararon desde el suroeste. La hoguera había sido apagada, posiblemente para evitar ser detectados, aunque fuera demasiado tarde. Pronto observaron que el campamento estaba compuesto por cuatro tiendas de campaña y dos colchones pulgosos, que debían pertenecer a los perros.

Una vez en el campamento, pudieron observar la naturaleza del amor de los perros. Se trataba de un gnoll a tenor de su cara de hiena. Además, en dicho campamento había un enano y un elfo oscuro, junto a un humano melenudo y greñudo. No parecía que les hubieran visto, pues estaban muy ocupados acabando de colocar los últimos cierres de sus respectivas armaduras.

Alguien puede detectar el mal antes de liarla? No me gustaría ejecutar al único Gnoll y elfo oscuro bueno del plano. Dijo Timmy viendo como el tiempo se les echaba encima.

Cargó su arco y preparo la flecha para ejecutar al hombreperro en cuanto le confirmaran el alineamiento del grupo.

- ¿Estás de coña?, le dijo Eldon a Timmy en susurro, - ¿cuando un gnoll es bueno?, ¡Claro que son malos! Le comentó. - Hay que cargarse a los perros son los que nos rastrean. Dijo Eldon fastidiado de no haberse podido acercar más por culpa de los olfatos de las bestias. 

A continuación sacó su ballesta ligera y la cargó apuntando a uno de los perros. - Cuando digáis lo tengo a tiro. Dijo entre susurro dando a entender que podía herir o matar a uno de ellos al instante, ahora que estaban desprevenidos.

Tyra miró a Váldenar, ya sabía lo que tenía que hacer. Se adelantó al resto de sus compañeros, ella era la guerrera y la protectora. Empuñando el mandoble con ambas manos, corrió hacia el tipo que manejaba los perros.

-Sentid el poder de Onone, ¡enardecéos para el combate! -gritó.

Una ola de magia divina se extendió desde la sacerdotisa, imbuyendo a sus compañeros con su poder.

Eldon cuando vió y escuchó a Tira avanzar disparó para no perder su tiro como ladrón hacia uno de los perros, el más cercano a su posición para así poder hacerle el máximo daño.

Váldenar había utilizado uno de sus pergaminos para lanzarse otro conjuro protector en previsión de lo que estaba por venir. Cuando llegaron al claro preguntó a sus compañeros:

—¿Es Naz alguno de estos?

Su mirada se trabó con la de Tyra cuando el combate parecía inevitable. Asintió con gravedad. Habían peleado antes y se compenetraban bien, y volverían a hacerlo. Al fin y al cabo, esos rufianes desharrapados no eran rival para una inteligencia superior como la suya. 

El virote que Eldon lanzó contra uno de los perros, impactó de lleno en su lomo. Aquel animal, cargado de ira, se giró hacia los intrusos y se abalanzó babeante hacia ellos mostrando los dientes. Entones lanzó una dentellada contra Jack, que el mediano pudo esquivar sin demasiada dificultad.

No solo aprovecharon el tiempo los asaltantes de aquel campamento, para lanzar conjuros, sino que los enemigos que se encontraban en el campamento también utilizaron la magia para prepararse para el combate que tenían en ciernes. El enano y el elfo oscuros casi doblaron su tamaño de forma mágica e iban a ser enemigos temibles en el cuerpo a cuerpo

Jack, tras esquivar el ataque del can observó que ninguno de aquellos individuos parecía ser Naz, quizá fueran algunos asaltadores de caminos corrientes, o algún pequeño grupo de avanzada a las ordenes de Naz, podía ser cualquier cosa; lo unico que tenia claro es que por las pintas que tenían no parecían ser muy amigos.

Con un movimiento rápido de giro sobre sí mismo y atacando con ambas armas a la vez el mediano se coloca en "W12", liberando el paso a los que van tras él por si quieren hacer una carga contra el Gnoll y dañando al can que ha intentado morderle. (Veasé Bombum del Hobbit cuando esta dentro del barril)