Partida Rol por web

El bosque estaba helado. Había nevado y únicamente Brend y Grendalf estaban preparados para caminar sobre la nieve. Tanto el gordo vestido de rojo como el mediano portaban raquetas de nieve que les facilitaban el movimiento y que a la larga de tener que lleva a cabo una larga caminata, agradecerían. Por suerte, el taller no estaba demasiado lejos según les había contado Benfor.

De pronto y sin esperarlo, lo árboles comenzaron a lanzar manotazos hacia el grupo. El que salió peor parado fue quien iba en cabeza, el orondo y beodo Brend Benfor, que recibió dos durísimos golpetazos de dos enormes ramas. En retaguardia iba DelCojón y suerte tuvo de que el ramazo no llegó a golpearle, pero poco faltó realmente. Habían sido pillados de improvisto, no se lo habían visto venir, pero rápidamente reaccionaron al ataque. Eran un un grupo cohesionado, pues no era la primera vez que combatían juntos y sin duda podrían con aquello y con mucho más.

El mago cogió un par de objetos de la bolsa de su perro, donde guardaba lo más pesado y menos valioso, y tras acariciarle y darle algo de comer salió tras el grupo.

Sin duda su equipamiento era mejor que el de sus nuevos Compañeros, que clase de aventureros sensatos no iban preparados para la nieve en un lugar así en aquella época del año?

Cuando salieron de la aldea algo extraño pasaba, pero no acabó de entenderlo hasta que varias criaturas arbóreas les atacaron, ents! El viejo orondo fue el que más sufrió del ataque, si moría antes de llevarnos al almacén sería difícil cumplir la misión, y él quería barra libre en esa taberna!

Tras pensar durante una fracción de segundo, miró a su lado y vio a la enana con su impresionante hacha mágica en sus manos, si, eso era lo que necesitaban y tras ello empezó a recitar unas palabras mágicas en dirección a la fornida guerrera. Que la fuerza te acompañe! acabó diciendo en común.

Tras acabar sacó un vial de su chaqueta y se la ofreció a Delcojón para que lo lanzará a las criaturas cuando estuvieran cerca. Fuego de alquimista, úsalo sabiamente. al decírselo se arrepintió, que sabiduría albergaría un ser llamado DelCojón?.

Nada más salir de la aldea por la puerta secreta empezó el ataque de los trasgos. Avanzamos a buen ritmo, pero aún así era dificultoso por la capa de nieve que había. Estaba oscuro, pero el viejo nos guiaba sin dar muchas vueltas, sabía ir recto hacia su taller. De repente algo golpeó al gordo, que habría la marcha, y a mi me intentó dar. Gracias a mis reflejos felinos, lo esquivé fácilmente. Me quedé algo sorprendido de que fuera una rama. ¡Nos atacaban árboles!

Con mi ballesta ligera preparada, iba a apuntar al que me había atacado, pero el mediano me lanzó un pequeño frasco que vete tú a saber qué contenía. Dijo algo de fuego, así que nada más lo cogí entre mis entumecidas manos, se lo lancé al árbol de mi izquierda. Este se rompió al alcanzarle y produjo una pequeña deflagración. Me moví hacia atrás unos metros para pillar cobertura entre algún árbol y salir de la vista de los ents.

Tras dejar la defensa del pueblo en manos de la Elfa oscura y su gente, el grupo se encaminó bosque a través guiados por el orondo Brend hacía su taller, pero la marcha se detuvo súbitamente cuando unos ents atacaron sin mediar palabra.

- ¿ Por qué nos atacáis sin motivo?  Deponed el ataque si no queréis convertiros en leña para nuestra hoguera - Gritó la enana sorprendida por la actitud de aquellas criaturas normalmente pacíficas del bosque

El ataque pilló por sorpresa al grupo, tras recuperarse de la sorpresa, el Paladín, echando mano de su símbolo sagrado se lo acercó al rostro y  pronunció en voz baja un mantra que poco a poco lo hacia brillar, tras unos segundo lo alzó en el aire

-Que la bendición de Tempus nos ilumine, nos de Fuerza y Valor para derrotar a nuestros enemigos-

Del símbolo emanó un aura lumínica que envolvió a los miembros del grupo confiriéndoles Valor y mayor fuerza en sus ataques.

Uno de aquellos enormes árboles se acercó un paso hacia adelante y lanzó un golpetazo contra Brend que no pudo esquivarlo, el pobre quedó bastante mal parado. Si seguía así, acabaría hinchado de moratones y totalmente desfigurado por los ramazos.

Brend pareció enfurecer. Normal tras los golpetazos recibidos. Además, pareció adoptar una posición de combate que beneficiaría a todos los que luchasen a su lado. Justo entonces lanzó una serie de ataques rápidos con sus ganchos y afilados bastones rojos y blancos contra uno de los árboles y empezaron a saltar por los aires corteza, ramas y hojas.

- ¡Luchad a mi lado! - Les gritó a sus compañeros de combate.

Otro de aquellos enormes árboles actuó de igual forma que el primero, se acercó un paso hacia Grendalf y Dwama y lanzó un golpetazo contra cada uno. Dwama pudo esquivarlo, pero el pequeño arcano se llevó un buen porrazo.

De lo que parecía no haberse dado cuenta aquel enorme ser, era de que tras el lanzamiento del frasco de fuego del alquimista por parte de uno de los humanos a los que estaban atacando, había empezado a arder. No fue hasta después de los golpetazos que efectuó, cuando se dio cuenta de tal extremo.

-¡Recojones! ¡Aqueste bosque está embrujado!-clamó alarmado el conde de Miramonte ante el sorpresivo ataque.

-¡Montjouar!¡Saint Denise! ¡Por Dios, que me muera si flaqueo!- gritó con furia a la vez que cargaba con ímpetu contra el arbol que más al sur se encontraba

En cuanto Godofredo cargó contra el ent que les estaba machacando a él y a Brend, recibió un severo correctivo por su parte. Un nuevo ramazo le pegó en todos los morros. Quizás por eso su ataque, aunque golpeó contra el tronco del ent, no pareció causarle demasiado daño. Y es que su arma contundente resonó de forma sorda. No pareció ser un arma muy eficaz contra aquel tipo de enemigos.

- ¡Jou jou jou! - Gritó el enorme ent cuando inició una carga hacia el grueso del grupo. 

Aquel ente estaba extrañamente engalanado, de sus ramas colgaban brillantes bolas de colores, espumillón y una estrella dorada en su copa, pero todos aquellos detalles pasaron bastante desapercibidos para aquellos que se encontraban en la trayectoria del ent. Suficiente tenían tratando de evitar ser aplastados por sus poderosas raíces, pues aquel ent... ¡Pretendía aplastarlos a pisotones!

Brend no se lo pensó mucho, descargó un fuerte golpetazo contra el ent cuando éste pasó por encima suyo. Sin embargo, sus poderosas raíces le aplastaron con saña dejándole al borde de la muerte.

- ¡Por todos los dioses, como duele! - Gritó terriblemente dolorido.

La cosa se estaba poniendo jodida para el grupo. Mientras que los dos árboles nos abofeteaban con sus largas ramas, un tercero cargó contra nosotros. Este, adornado estrafalariamente, pisoteó a varios de mis compañeros. Yo, medio oculto entre unos árboles, saqué mis armas afiladas para darle cortes al maldito tronco. No creía que con unas saetas pudiera hacerle algo de daño. Avancé hacia él e intenté clavarle mis armas.

El hobbit sufrió varios ataques que le dejaron bastante herido, sin duda estaban en una situación crítica, debía salvar la vida y huir o arriesgarse a morir en aquel bosque maldito. Porque no se había escondido cuando estaba a tiempo?

Cuando se encontraba en sus pensamientos a punto de decidir que hacer, uno de los ents les arrolló causándole un severo daño, no se lo pensó y trató de esquivarlo.

Su pequeño tamaño y su destreza le permitieron huir reduciendo el daño, pero estaba en una situación límite, al alcance de ese enemigo, que podía hacer?

Apenas en unos segundos los árboles vivientes habían decantado el combate a su favor. Dwama no supo reaccionar hasta que uno de los ents le pasó por encima, momento que aprovechó la enana para asestarle un golpe con su hacha, pero la criatura se le echó encima antes de que pudiera hacer nada y solo acertó a hacer un torpe movimiento que cortó la estela de su enemigo.

Pero Dwama no se daba por vencida fácilmente y tras eso se acercó al poderoso Ent y empezó a golpearle a diestro y siniestro haciendo trizas corteza, ramas y tronco, como si quisiera reducirlo a serrín.

- VOSOTROS LO HABÉIS QUERIDO!!! VAMOS A TENER  LEÑA PARA PASAR TODO EL INVIERNO!!!

Dwama le quitó las ganas de reír al ent que acababa de pisotearles. Cómo si se tratase de un jardinero con mucha mala leche, los golpes del filo de su arma, comenzaron a hacer saltar ramas y corteza a pasos agigantados. 

El pequeño aporte de DelCojon también ayudó, aunque no demasiado. No obstante, el que parecía un combate totalmente decantado, empezaba a vislumbrar un final menos amargo y sangriento, aunque todavía estaba muy lejos. 

Afiladas! Usad cosas afiladas, no mazas o picos!!! Es un tronco!!! gritó frustrado el mediano al ver como su en teoría "experimentado" grupo de aventureros no eran más que individuos que luchaban de manera aleatoria.

El hobbit, presa del pánico trató de conjurar un hechizo, pero las ramas y la sangre le hizo apresurarse y perder su magia...

- Mierda - alcanzó a añadir.