Presente

Los siete conseguisteis tomar la línea Berlín-Hamburgo. Vuestros contenedores metálicos fueron introducidos durante el mediodía. Una incomodidad que evitaría sospechas.

Uno a uno fuisteis despertando en el vagón de carga y pasando por el vagón restaurante hacia vuestros asientos. Habíais conseguido escapar de Berlín antes de que estallara el caos en la ciudad, tras la reunión con Edward Hyde.

-¿Qué pasó en esa reunión?¿Qué acontecimientos desencadenó?-

Las experiencias vividas en esos días fue intensa. Pero en esa reunión empezó todo.

Gaia avanzó a paso rápido buscando, sin éxito, a su sire entre los contenedores metálicos. A su regreso, deparó en Nicholas que se encontraba mirándola en el vagón restaurante. Él tampoco había encontrado a Ibrahin. Ambos regresáis al vagón con el resto.

Todos compartisteis esa noche hace tres días que terminó con la muerte del antiguo Malkavian y la suma de vuestras experiencias recompone lo que ocurrió.

Gilbert d'Harfleur no tardará en regresar.

Tras ese día, las dos noches siguientes mantuviste un contacto periódico con Alexandra. La ventrue te hizo un par de encargos y siempre respondió a cuantas preguntas le hiciste con sinceridad aunque no siempre obtenías las respuestas que esperabas. Realmente los antiguos estaban desapareciendo, acudiendo a la llamada. Lo que daba oportunidades suculentas a vástagos más recientes así como a enemigos ambiciosos.

Aquellos antiguos que no acuden al misterioso reclamo, se recluyen en sus refugios abandonando la escena política. Te diste cuenta de lo necesario que era un plan como el que urdieron esa noche.

Tras ese día, las dos noches siguientes mantuviste un contacto periódico con Alexandra. La ventrue te hizo un par de encargos pero se mostró esquiva a cuantas preguntas le hiciste. A medida que pasaron las noches te diste cuenta de que vuestra relación no era de confianza. Cierta tensión crecía. Pero algo era cierto. Realmente los antiguos estaban desapareciendo, acudiendo a la llamada. Lo que daba oportunidades suculentas a vástagos más recientes así como a enemigos ambiciosos.

Aquellos antiguos que no acuden al misterioso reclamo, se recluyen en sus refugios abandonando la escena política. Hiciste tu parte, aunque con tiento. Preparando tu plan de huida y la forma de ganar el máximo beneficio con aquella empresa. Te fue bien. Los anarquistas resultaron ser lo suficientemente eficientes como para cumplir con su cometido y con la estupidez justa para darte libertad en tu margen de beneficios. Aquella empresa resultó ser realmente lucrativa... hasta que llegó el ataque.

De no ser porque mentías acerca de tu refugio, ahora estarías muerto y no ejecutando el plan de huida. -¿Quién te había traicionado?¿Era realmente una traición o estaba acordada tu muerte desde el principio?- En cualquier caso, Alexandra no ha vuelto a ponerse en contacto contigo.

Aguila os encontró y le complació ver que guardasteis los objetos. Jamás olvidaréis sus palabras de gratitud pero, sobre todo el, seréis recompensados. Aquello, viniendo de un Tremere, equivalía a pagaros con la moneda que estimáis más valiosa. Pero antes había que salir de Berlín.

Sois conscientes de que Alexandra, Aguilar e Ibrahin quedaron a solas con Hyde y ahora el primogénito estaba muerto. Uno de ellos lo hizo, sin duda.

Las dos noches siguientes estuvisteis juntos. Aguilar iba y venía pero Raider no dio señales de vida hasta la tercera noche en la que apareció malherido y ensangrentado y ordenó a Gaia que cogiera el tren y, dado que Aguilar pidió a Nicholas que fuera con él, el sangre débil no tenía motivos para quedarse en Berlín.

-Malditos nosferatu- Lograste despistar a los perros y, ahora sabes que el alarido que te dio la oportunidad de escapar, aquel que te estremeció el alma, fue el que emitió Hyde al morir.

No tuviste noticias de Ibrahin hasta la noche anterior a la partida en tren. Tu sire, con la ayuda del sangre débil recuperó los objetos robados de los Tremere. -Sí, estaban en poder de Hyde. Pero ya está hecho. Los dejé donde deben estar-. Haberlo hecho sin contar contigo te puso de muy mal humor. Tuvisteis una fuerte discusión y él salió del refugio. Había dejado un par de billetes sobre la mesa por lo que estaba claro el siguiente paso. Cogiste uno de los billetes y te marchaste del refugio.

Sin embargo, cuando llegaste a la capilla descubriste (para tu sorpresa) que Ibrahin no apareció por allí. No dejó nada en la capilla de Berlín. Algo que te dejó tremendamente turbado y esperas encontrarlo en el tren para preguntar... cuando supiste de la muerte del primogénito.

La desaparición del Tremere era un mal menor, nadie podría decir que no lo había intentado parar y había descubierto lo suficiente de él como para tenerlo pillado por los huevos; por no mencionar el truco del veneno. Lo que no había valorado el brujo era que para envenenar a través de su sangre primero debían rasgar su carne y eso jodía. Había azuzado a todos los perros tras él manteniéndose concentrado presionando a la manada para que le diera caza. Sabía que no lo matarían, pero cuanto menos lo dejarían bastante maltrecho. Krampus sabía por Ibrahim quien era su chiquillo por sus anteriores trabajos, pero Mikael no sabía que le había reconocido, eso le daba cierta ventaja.

En esas noches el Nosferatu se procuró una copia de la cámara de seguridad que había grabado la intrusión del Tremere en casa de Hyde. Siempre estaba bien tener las espaldas cubiertas.

La Llamada demostró ser la cortina de humo perfecta para las actuaciones de Raider, nadie sospechaba de las muertes todo el mundo las asociaba con las múltiples desapariciones de la llamada. Krampus no solo cumplió su parte sino que voluntariamente le cubrió las espaldas en alguna ocasión a la apisonadora Gangrel. Cuando la escena del crimen era tan evidente el Nosferatu recurría a su pequeña influencia en los barrios bajos, las miserias de la gente pobre hacia muy sencillo encontrar a algún voluntario que a cambio de un buen dinero tuviera un accidente en el que ardiera una casa ocasionalmente. En un refugio en ruinas nadie tendría los cojónes de intentar ver que había sucedido por miedo a sucumbir al rostrech.

En Alexandra encontró alguien en quien confiar hasta cierto punto, al menos ese aire de sinceridad resultaba tranquilizador hasta cierto punto. La promesa de liberarse de la deuda de Ellison y la reputación que obtendría con ambos bandos le ayudaría a estabilizar su posición dentro de la Camarilla. En cierto modo Alexandra podría ser un contacto dorado si toda esa historia acababa bien.

¡Menudas noches! Linn se recuperó bien. Mantuvisteis el contacto con Billy pero se fue enfriando poco a poco. Llegaron más miembros de vuestra banda y vivisteis las noches de Berlín al más puro estilo anarquista. Siempre igual. Fiesta, destrozos, policía y desaparecer. Debíais "armar ruído" y para eso usabais la carne de cañón recién llegada mientras Linn y tú os encargabais de obtener otro tipo de beneficios (información).

Así descubristeis que todo era una farsa. Alexandra y Raider son de la Camarilla. Aquí, los engañados fueron Billy Drago, Linn, tú y sobre todo Hyde. El plan era magistral.

Aprovechaban que varios antiguos "huían" de la escena política acudiendo a la llamada o se recluían en sus refugios. La Camarilla simulaba sus muertes evidenciando quiénes son los enemigos de la Estirpe y, luego, tras las revueltas que vosotros iniciáis tomáis el control de la ciudad en apariencia, cuando en realidad es la misma camarilla la que os ha puesto en esa situación.

Cuando Linn lo descubrió se enfadó mucho. Jamás habías visto a tu sire así. Cedió el control de la ciudad a aquellos que dejasteis allí y fuisteis a coger el tren que os lleva ahora, a nuevas oportunidades. El mismo tren en el que descubrís que la muerte del primogénito Malkavian fue muy real.

Silencio. Eso era lo que Gaia emitía tras regresar de la zona de carga hasta el vagón principal. No había encontrado a Raider y en sus ojos azules se podía determinar su estado de ánimo, aunque solo uno de los presentes la conocía bien como para intuirlo. Se sentía derrotada. El problema de ella era que vivía con mucha intensidad las emociones, si estaba alegre, era todo sonrisas, si se enfadaba le invadía la furia, y aquella tristeza le pesaba en el alma, si es que tenía de eso, como una losa de granito tirada al mar.

- Ese tipo volverá..., ¿vamos a hacer algo?... - pregunta la mujer con un tono de voz muy suave, tomando asiento en una butaca que daba al pasillo, así estaría cerca de los demás. Era buen momento para hablar.

No se sentía culpable por la muerte del Malkavian. Sí, era cierto que le había propinado uno o dos puñetazos bien ubicados en su gigantesca cabeza. A nivel judicial, sería como mínimo cómplice. Pero los vampiros no se regían por tales reglas. Sus puños habían sido legales, y, sobre todas las cosas, completamente inútiles.

Si se había sentido como un ratón en las fauces de un enorme felino africano al luchar contra Hyde, aquello era nada en comparación al sentimiento de impotencia que sobrevino al enterarse del plan maestro de la Camarilla en la ciudad. La Torre de Marfil se alzaba enclenque en aquellas inestables noches, pero comenzaba a despertar y a contraatacar. Utilizando nada menos que tácticas típicamente anarquistas. No sabía precisar quién había estado más furioso, si él o su sire.

Su sire era lo único positivo del viaje. Seguía en pie, pese a las brutales heridas causadas por Hyde. Hyde... era la única parte de aquel eslabón que no tenía sentido. ¿Había estado al tanto del plan, y a último momento los advenedizos de la Camarilla le habían traicionado? ¿O era tan sólo un trastornado incorregible al que Øystein había molestado? Si la última respuesta era afirmativa, entonces muy probablemente él mismo había colaborado con el plan maestro de los Camarilla. Sentía la rabia brotar en su interior.

Escuchó las palabras de Gaia, pero no estaba seguro sobre quién se refería. Podía tratarse de aquel misterioso Tremere, o de Hyde. Ella sólo obedecía órdenes, probablemente no estuviera al tanto de las maquinaciones de su sire y asociados. Había sido, como el mismo, otro peón en el tablero de las intrigas. Adelantándose por detras de la caínita, le miro con una seriedad extraña en su rostro.

—¿Quién? ¿Hyde? Ese no vuelve más.— aunque había escuchado hablar de la red de locura Malkavian. Con los de esa estirpe era imposible estar seguro.

No, se refiere al tipo que ha venido antes diciendo que uno de nosotros había matado a Hyde. ¿Gilbert era su nombre?- Le aclaré a Holtet. Estaba claro que su respuesta exhumaba un sentimiento de nerviosismo con un toque de satisfacción.- Mira, yo no se que pasó, pero está claro que aquí quieren que rueden cabezas por lo de Hyde y no cero qye se conformen con el que acabo con el Malkavian, estoy seguro que quieren hacerlo con todos los que estuvimos allí esa noche.Así que cro que lo mejor es que colavoremos para que todos terminemos este viaje sin ser cenizas y  aclarar bien todo lo que ocurrió y poder sacar las cosas en claro de esa noche.- Dije mirando al tipo que placó a Gaia en la pasarela y a Mikael. Observé a los otros dos cainitas para ver cómo reaccionaban a mi propuesta. 

 - Coincido... - Respondí ante la petición de Dawson. - ... Bueno, lo primero es lo primero. ¿Alguien sabe que paso exactamente con Hyde aquella noche?. No es hora de ser tímidos y si el asesino o algún testigo ocular de lo ocurrido se encuentra aquí, ahora sería un excelente momento para darlo a conocer.

 No esperaba demasiado que mi petición diera frutos, pero nunca estaba de más preguntar. A veces las reacciones de las caras de la gente dicen más que las palabras.

Las palabras de Nicholas le habían devuelto a la realidad. La noche fatídica había quedado atrás, y ahora compartían el tren con un maldito Arconte que probablemente sospechaba de cada uno de ellos.

Era momento de ser precavidos. Ante la pregunta de Mikael, observó instintivamente a Billy y luego negó con la cabeza. Sólo había un ser en aquel grupo de vampiros con quien sentía ganas de entrar en confidencias, y no se trataba de Billy. Después de todo, Billy casi sabía tanto como el.

Tenía una o dos preguntas urgentes, pero las respuestas podían ser peligrosas. Discretamente apoyó una mano en la espalda de Gaia, haciéndole señas de que le siguiera a una fila de asientos alejada del resto.

Nicholas había comprendido lo que la gangrel deseaba transmitir, asintiendo ella a Nicholas -... Sí, ese tipo... - había estado atenta al hombre y no recordaba que se hubiera presentado, tampoco hacía falta, sabía por lo que venía y desde luego no iba a ponérselo fácil -... Yo estuve contigo, Ovillito..., no sé qué ocurrió y para ser sincera, tampoco es que me importe mucho..., quiero hacer el viaje sin que me molesten los extraños y estoy de acuerdo es que a todos vosotros os conozco aunque sea de vista... En cualquier caso, tengo la firme convicción de ver la noche de mañana, así que por mi parte, todos somos en este viaje de la misma manada y si alguien no está de acuerdo, que hable ahora y dé la cara... - fue tajante en palabras y mirada. Se jugaban mucho, tanto como su no-vida.

Gaia miró a Mikael y le sonrió con cierto encanto felino -...Ni idea de lo que pasó, estuve en la puerta con Holtet un tiempo más bien breve y luego se nos unió Ovillito.. - señaló a Dawson -...Solo vimos ratas de almacén y poco más.... Quizás los demás podáis comentarnos qué hicisteis y con quién anduvisteis...

En ese instante sintió la mano masculina en su espalda y la gangrel giró el cuello con curiosidad hacia el discípulo de Linn, asintiendo levemente ante su gesto, le comprendía a la perfección.

- Vaya... ¿quieres ultimar los detalles de nuestro viaje a... Oslo?... Me gustaría conocer a la comunidad gangrel de allí... - dijo la mujer levantándose del asiento y retirándose a cierta distancia para hablar con el brujah en intimidad.

El Nosferatu salió del baño al cabo de un buen rato, los de oído más fino pudieron escuchar de fondo el sonido del agua correr¿viajas costumbres?¿habría tirado algo por el inodoro?Los nervios estaban a flor de piel y cualquiera podía pensar lo que quisiera, sin embargo el Nosferatu parecía más calmado. Su memoriam había sido harto productivo.

Se acercó a escuchar al resto, sin meterse en la conversación al principio para poder evaluar la situación de la manera más objetiva posible.-Nos puedes explicar eso de Ese no vuelve más, parece que sabes algo que el resto desconocemos.- le pregunto Krampus a Øystein, parecía que le Brujah estaba firmemente decidido a condenarse por su propia bocaza. Obviamente la intención de alejarse junto a Gaia le hizo sospechar enseguida, ocultaba algo y se olía a la legua. Uno que iba ha caer por su propio peso.

-¿Ovillito?-preguntó luego algo desconcertado, ciertamente la Gangrel parecía que había estado con el Brujah, pero había un tercero ¿o ya eran tan íntimos que se llamaban cariñosamente? Luego con la intermediación del Tremere todo quedo claro. Si entre los tres llegaban a sumar media neurona ya tendrían suerte.-Yo salí por los túneles intentando dar caza a un espía, pero no recuerdo mucho más. A lo lejos escuché el estruendo de la nave al venirse abajo.

No se a que te refieres con ser de la misma manada, pero solo por habernos visto o que nos conozcamos de vista no creo que haya ese tipo de vínculos¿qué implica eso para ti?No querría malentendidos.-aquello le sonaba muy, muy turbio, tan turbio como el Sabbat mismo y su estructura por manadas. Madre mía, aquella chica necesitaba al mejor de todos los terapeutas, aunque no le extrañaba en absoluto visto el sire que se gastaba.

Mantengamos la calma.Ninguno mato a nadie. Y si ese hombre no nos ha interrogado o nos ha culpado es que no tiene nada. Holtet, podemos ir a hablar de negocios tu y yo solos?

El Brujah desconfiaba. No era posible que todos fueran peones en aquella maniobra. El Nosferatu, nuevamente, pretendía tomar las riendas de la situación, y comenzaba con las acusaciones. Era el único del grupo, junto con Mikael, con quien apenas había coincidido. Del resto estaba relativamente seguro de su inocencia, o, al menos, premeditación en sus actos.

—Dime algo, Krampus. Desde el primer momento que has abierto la boca, has estado extraordinariamente dispuesto a buscar un chivo expiatorio. Me resulta difícil creer que has estado buscando a un espía y que ahora no recuerdas nada. Muy conveniente, ¿no? ¿Quién era el espía? ¿Le capturaste acaso?— se detuvo unos instantes procurando recuperar la calma, pero la verdadera razón por la cual guardaba rencor hacia el Nosferatu salió a la luz a continuación —Yo si recuerdo lo que sucedió. Tú eras quien escondía una jauría de perros en el depósito de Hyde, y por tu culpa el Malkavian comenzó a perder el control aquella noche cuando por poco nos hace pelear entre nostoros, como gallos. Sin contar con que el Arconte, al abordar este tren, fue directo hacia ti con amenazas veladas.

Luego miró a Gaia detenidamente y desistió de hablar a solas con ella, negando con la cabeza a su pregunta. De igual forma ignoró el pedido de Billy. Al final se decidió por elaborar su teoría de los sucesos de aquella noche, al menos en parte.

—Creo que deberíamos desconfiar de los presentes hace tres noches que no se encuentran hoy aquí con nosotros. Creo que alguien aquella noche nos ha jugado una mala pasada y ha plantado los acontecimientos de tal forma que nos veamos como culpables a ojos de la Camarilla. No quiero subestimar a nadie aquí, pero dudo que todos nosotros, ni siquiera en conjunto, pudiéramos acabar con Hyde. Tal vez ser manada es nuestra mejor opción...

La insinuación podía ser tomada como un agravio por la Gangrel, por lo que sugirió la idea de la manada para suavizar sus palabras. Sin embargo, no podía quitarse la sensación de que alguno de los allí presentes ocultaba algo.

Gaia escuchó las palabras del Nosferatu con un deje de aburrimiento en el rostro, siendo respondido a continuación por Holtet, mostrando una clara confrontación verbal -... Los animales cuando se ven acorralados se muestran inseguros, agresivos y buscan contra quién verter sus miedos.... Tienes una actitud muy animal Krampus, que confirma lo que Oystein dice..., buscas continuamente a quien culpar y eso puede significar que tú mismo tienes mucha culpa de lo que haya pasado... Dices que buscabas un espía..., ¿quién era?..., ¡qué casualidad que no recuerdes nada!..., fíjate, voy yo y me lo creo..., hueles a mierda... ¿te estás cagando Nosferatu? ¿o es que te has impregnado de ella hasta los ojos?.... - agravó la voz la mujer, mirándole como si una pantera observara un tierno cervatillo -...Yo corroboro lo de la jauría que dice Oystein..., estuve allí, los olí y escuché..., ¿alguien de paz llevaría esos seres a una conversación civilizada?... Hasta yo sé la respuesta Krampus...

Gaia escuchó que el Nosferatu rechazaba unirse en manada y ella hizo su determinación -... Para mi mejor, quedas fuera de mi protección en caso de que te acusen de hacer algo malo... Y luego dicen que los tipos como tú son inteligentes..., hasta los borregos tienen el intelecto de unirse cuando les ronda el lobo.... - obvió a Krampus y se fijó en Holtet -...Obviamente lo que aquí sucede es una jugada, aunque es muy probable que los que no están aquí puedan estar involucrados en algo, aquí hay uno que desde luego, no es de fiar... - y estaba claro que señalaba a Krampus.

Regresé al vagón. El silencio que se produjo con mi presencia me hizo alzar la mirada de mis notas que sostenía con la mano izquierda. Daba pequeños golpes en mi labio inferior con el boli bic que sostenía en la mano derecha. No fui consciente de que la cisterna del baño cargaba agua hasta que el sonido que emitía se cortó.

-El primogénito Malkavian, Ozzy. Vampiro macho, delgado que aparenta unos ventitantos, con el pelo a la altura de los hombros y unos rasgos afilados, aguileños. Suele sonreír amablemente, y por lo general lleva ropa que ha podido encontrar en los cubos de basura. Sobre éstas, viste un capote de gala y un sombrero de copa, además de un antiguo bastón con una enorme cabeza de plata y un sólido núcleo de plomo. Es alto y enjuto, y normalmente puede encontrársele en cualquier parte sucia de la ciudad.

Ozzy era el cabecilla no oficial de la comunidad Malkavian de Berlín. Aunque no tenía ninguna influencia real sobre el clan, disfrutaba del derecho a voto en la Primogenitura de la sección occidental. Solía secundar el voto de los Toreador en la toma de decisiones, lo que le granjeó la simpatía de todo el clan.- Toreador, influyentes, tanto como para querer aclarar la muerte y, sobre todo, los hechos que la rodean.

-Cuando Hyde es la personalidad dominante, la Ofuscación de Ozzy aumenta su tamaño en más de veinticinco kilos de puro músculo, resultando brutales tanto su apariencia como sus acciones. Cuando la personalidad deminante es la de Jekyll, su misma sangre hace que Ozzy parezca ligeramente mayor y mejor vestido.- Narre la descripción del primogénito y lancé la primera de las preguntas -¿Cuál de las tres personalidades estuvo con vosotros en el almacén?-

-Gustav fue príncipe de Berlín Oriental hasta que desapareció. Tras él, las cenizas del primogénito Malkavian fueron halladas en un almacén abandonado. Actualmente el primogénito Nosferatu, Ellison; el primogénito Ventrue, Thomas de Lutrius y la primogénita Toreador, Katarina Kornfeld se hayan en paradero desconocido. Así que, empecemos por el principio. Quiero saber qué ocurrió en el almacén.- Bajó la mirada de nuevo a mi libreta, pensativo.

La puerta que da al vagón restaurante se cierra para daros intimidad mientras os reunís con el Arconte. La mirada del antiguo se desliza por vuestros rostros con sorprendente calma.