Partida Rol por web

El sargento se incorporó dolorido al mismo tiempo que los analgésicos sintéticos actuaron por su cuerpo ignorando parte del dolor que volvería en unas horas... se miró la herida y parecía que no le había alcanzado ningún punto vital y se podía mover. Así que con un gesto de dolor gritó:

-No nos vamos a retirar, matad al que está oculto. -señaló aproximadamente donde el auspex indicaba.

El cambio de las órdenes era por un motivo claro: la furia y las ansias de venganza...sólo necesitaba haber probado la sangre y haber sufrido el dolor para que un humano dejara de pensar racionalmente.

Pues parecía que la cosa iba bien. Laura cogió el auricular de la radio y lo abrió para ver qué tráfico había.

Grenda, siguiendo las órdenes de Curce se desplazó hacia el escondite del gretchin. Debía concluir el trabajo y ella era la mejor con la carabina. Optó por el sigilo y cuando lo tuvo a tiro disparó.

- ¡Muere escoria! - Gritó al apretar de gatillo. Y un bala impactó contra la roca y ahora ella estaba expuesta al fuego enemigo.

Te adentras en las profundidades de la caverna en busca de la señal de gretchin. Unas lámparas de aceite iluminan tenuemente la caverna a excepción de los haces láser de tu carabina. El gretchin, asustado, sale corriendo sin saber que hacer hasta que lo ve.

A tu derecha, unos postes de madera se entrcruzan a modo de jaula. Dentro se hallan más de esas criaturas que tanto teméis y tanto daño os han hecho.

-Gronk.- Escuchas mientras el gretchin se dirige hacia la verja para abrirla y liberar a las bestias restantes de su prisión.

Grenda vio como aquel pellejo verde corría en dirección a la jaula de los garrapatos. Abrir la puerta era ahora su única opción para salvar su triste vida. Si lo hacía, estaban predios, no conseguían sobrevivir a una oleada de xenos colmilludos.

- ¡No tan rápido hijo de perra! - Le ordenó con una sonrisa en los labios u entonces lo cosió a balazos.

El gretchin acabó en el suelo sangrando y hecho un amasijo. Entonces Grenda buscó a Nastya y le dejó el paso libre.

- Quemalos... - Le dijo en ese momento. - Purifica a esas aberraciones con el fuego del Emperador...

No deberías de moverte mucho, he hecho lo que gen podido en esta situación pero necesitas reposo- Conociendo al sargento estaba segura de que no le haría caso. La misión siempre era lo primero para cualquier mando del Imperio y Randall no era ninguna excepción.
Posando una mano sobre la hombro del sargento Yulia aconsejó -Muevase despacio y trate de Nico combatir. Dispare lo menos posible porque cualquier movimiento brusco puede reabrir las heridas- Trataba de que Randall no saliese corriendo en busca de enemigos ya que olí caía él, el pánico llegaría a las filas del resto de soldados.
Yulia continuaba preguntándose porque habían bajado del vehículo, porque había nacido atacados porque en ese maldito mundo

 Con los pieles verdes caídos, avanzó con mí lanzallamas en alto

Los chillidos de los garrapatos resuenan como música en vuestros oídos. Un orco y cuatro gretchin cuidando de más 60 garrapatos. Algo no os cuadra. El orco se dirigía hacia una pequeña cavidad oscura, justamente donde la tubería de agua se dirige. Encendéis las linternas para descubrir un agujero en el suelo, de metro y medio de diámetro, con una rudimentaria escala.

En el túnel de abajo no hay luz, no se oyen ruidos y tampoco se ve nada peligroso. A una orden del sargento descendéis. Primero las exploradoras, en silencio, descienden por la escalera de madera. Los crujidos de los peldaños resuenan en vuestras cabezas ante el silencio del lugar como un concierto de rock en medio de un estadio. Pero nadie acude.

El túnel ha sido excavado derisa, con travesaños y contrafuertes de madera reforzados en algunos puntos con chapa, burdo pero efectivo, muy al estilo de los orcos.
Un martilleo comienza a retumbar en el túnel a medida que avanzáis, en la oscuridad, retumbando más fuerte. Una claridad ilumina el túnel desde un recodo. Apagáis las linternas y os preparáis para cualquier cosa.

Katarina va en cabeza. Se desliza en silencio hasta el recodo y asoma la cabeza. Luego avanza y desaparece de vuestra vista. Grenda la sigue y durante unos segundos la tensión se refleja en vuestros rostros.

-Todo despejado.- Dice la voz de Katarina en vuestro comunicadores. -Sargento... no se lo va a creer.-

Con cuidado avanzáis por el túnel, ahora iluminado de la luz natural hasta lo que parece una salida excavada en la propia roca. Allí, agazapadas se encuentran Katarina y Grenda, ocultas en las sombras.

El martilleo que oíais cambia por el rugido de una sierra eléctrica cortando metal. El tintineo de la chapa y el golpear de metal contra metal. Chispas y ruido, hachas y madera, Gretchins y orkos a cientos construyendo, soldando, cortando y martillando lo que parecen ser vehículos de guerra, dentro del cráter de un volcán inactivo.

Os fijáis que solamente constryen vehículos móviles, por lo que no es una invasión, sino una fuerza de saqueo. Diez Motos se alinean a vuestros pies mientras unos diez gretchins se afanan en sujetar una plancha de hierro sacada de un cartel de refrescos, para soldarla como lateral de un caminón de transporte....Y entonces lo veis. La pavorosa visión de un vehículo blindado de batalla. Su torreta mira fijamente hacia vosotros que os hace agazaparos por si acaso. Ni el cañón principal ni las ametralladoras laterales están colocadas aún, pero si la pesada ametralladora que escupe proyectiles del tamaño de una lata de refrescos. El rodillo os hace estremecer con solo pensar que esos pinchos pueden atravesaros como si fuérais de papel.

Pero, ¿Porqué no se les ha detectado?. Una pantalla holográfica cubre el cráter en una ingeniosa visión táctica. Desde el cielo no se vería nada. Tan solo el cráter vacío. Si consiguíerais contactar con el mando para un ataque aérreo, necesitaríais desactivar la pantalla holográfica. Y tendríais que hacerlo en el momento justo.

Lo que habían descubierto hasta el momento no era ni la punta del iceberg. En lo más profundo de aquellas cavernas hallaron por contra, algo realmente preocupante. Se trataba de un grupo de pieles verdes bien organizados y con un pequeño arsenal para sembrar el caos entre las población cercanas.

No obstante, hasta allí habían llegado ellas. Cualquier acción bélica que emprendieran en ese momento podía acaba siendo un completo desastre. Entendido desastre, como matanza. Y eso con suerte, pues eran mujeres y de ser capturadas, la muerte habría sido el mal menor.

- Sargento, creo que hay que pedir apoyo aéreo y bombardear el cráter. - Le dijo a Curce. - Esto se escapa de nuestras posibilidades...

El sargento evaluó la situación...los Starhawks no encontrarían el sitio correcto si no desactivaban las antenas. No obstante, lo primero era avisar a la base sobre las situación:

-Base 13, aquí escuadra 7... la infestación xeno es muy grave. Parecen un grupo de saqueo, serán unos cientos..parecen que han estado usando un viejo Cutter imperial reciclado para eludir las patrullas estelares y bajar material y soldados poco a poco a la superficie. Tienen forjas pesadas, vehículos pesados y serán entre 100 - 200... no nos vemos porque simplemente han tapado el cráter donde están con una ilusión holográfica- el sargento tosió por el dolor de su herida del pecho- vamos a inten...-se corrigió, nada de intentar- vamos a destruir el primitivo generador que alimenta el holograma...señor, si me permite la sugerencia, lo más aconsejable es tener en el aire starhawks a gran altura observando la zona, en cuanto detecten algún cambio en esta montañas sobre las coordenadas que informé previamente deberían arrasar la zona por el bien de este humilde planeta siervo del Emperador.

Ahora venía el plan. Miró a todos y pidió que reunieran las granadas explosivas que tenían:

-Grenda, confío en tu capacidad de sigilo ...te llevarás todas las granadas, las agruparás cerca de los que sean esas cosas que parecen generadores y tiraras de la anilla de varias..y... todo hará bum.. y las starhawks podrán arrasar a esos xenos. -con un gesto de dolor siguió hablando- iría yo mismo, pero no me encuentro en plenitude de facultades ...además... has de saber que en esta misión sagrada no estarás sola, el Emperador protege

Que no hagas esfuerzos!!- Yulia regañaba a su sargento mientras rebuscaba para sacar su única granadas y dársela a Grenda siguiendo las instrucciones -Señor, sino me hace caso no saldrá de aquí. Los Xenos no son el problema, su herida si-
El plan no le gustaba, si debían de salir corriendo, algo mucho más que probable, Randall lo iba a tener complicado y no estaba segura de poder cargar con el.

Cuando Grenda escuchó aquello se el vino el mundo a los pies. Lo que acababan de pedirle era toda una temeridad. Si era descubierta estaba muerta y la misión fracasaría de forma estrepitosa. La responsabilidad era grande y un sudor frío recorrió su espalda y su frente.

¿Podía negarse? No, eso se llamaba insubordinación. Sería juzgada por un tribunal de militar y fusilada al alba. Ese no podía ser su final. Morir de esa forma era deshonroso y su familia además, no recibiría ni una sola compensaciones económica por su fallecimiento y en vez de una medalla, llevarían un estigma de por vida.

Grenda tomó aire y cerró los ojos. Iba a intentarlo. No solo iba a intentarlo, sino que iba a conseguirlo. Se autoconvenció de que iba a lograrlo y entonces abrió los ojos y asintió con la cabeza.

- Está bien, lo haré. - Dijo mientras recogía todas las granadas. - Id saliendo de la cueva. Si me pillan, que sea sólo a mi. No tenemos porque morir todos.

Dicho aquello se marchó camino del generador. Trató de ser sigilosa a la par que rápida. Tenía que hacer su mejor actuación. De ellos dependía del éxito de su misión. A punto estuvo de resbalar a mitad de camino, pero finalmente logró llegar al destino.

Miró en todas direcciones. Parecía que no la habían descubierto. Amontonen entonces las granadas al lado del objetivo. Volvió a tomar aire y quitó una de las anillas. Acto seguido salió a toda prisa camino de la salida. Correr y salvar la vida era la único que le quedaba por hacer...

-Aquí base13. Tenéis mi bendición para volar el maldito crñater con tal de que los bombarderos acaben con esos malditos xenos. Escuadra 7, cambio y que el emperador os proteja.-

Los refuerzos estaban de camino, los bombarderos estaban avisados, solo había que hacen explotar el maldito generador. Grenda estaba en ello...

Los orkos estaban más ocupados en patear y fustigar a los gretchins que en vigilar y los gretchins estaban más preocupados de escaquearse que de vigilar. Entre el ruido, el ir y venir y los montones de chatarra desperdigados, la furtiva Grenda avanza con todas las granadas disponibles en la escuadra. Cinco granadas podían no ser suficientes para acabar con el generador, pero ese era el plan y ya estaba a medio camino como para darse la veulta.

Con cuidado, la soldado puso las granadas atadas entre un hierro que le hacía de apoyo. Se dió la vuelta dispuesta a salir corriendo, introdujo el dedo en la anilla y...tiró con todas sus fuerzas mientras comenzaba a correr.

Ya no era silenciosa, ni utilizaba la chatarra para ocultarse. Los gritos de los gretchins acabaron llamando la atención de los orkos, los cuales emitieron un grito-rugido que le hizo erizar el pelo a la soldado. Entonces comenzaron los disparos....y las granadas explotaron. El cráter se conviertió en un caos.

Laura palideció al nivel de la camisa cuando conectó al sargento con el mando y oyó el informe y el plan. Creía que estaban despejando una madriguera y era una jodida colmena. 

Una vez transmitido, dio la vuelta al tanque y a la torreta para que las chicas tuvieran más facil entrar directamente al vehículo y salir por piernas a informar.

El sargento se di cuenta que tal vez el generador no estallaría completamente y le comunicó por radio un plan modificado a Grenda:

-Ponlas en la salida de los cables,¡YA!- sabía que romper el silencio de radio descubriría a Grenda, pero la explosión posterior también... tal vez la propia deflagración causara cierta confusión que permitieran a la especialista esconderse...o no...