Motivo: TS Voluntad
Tirada: 1d20
Dificultad: 17+
Resultado: 18(+9)=27 (Exito) [18]
Que sorpresa. Quitar maldiciones no era suficiente para quitarse esa corona. Tendría que jugarsela... ¿Qué era eso? ¿Una llave? Parecía taaaaaan bonita...
Motivo: TS WIS
Tirada: 1d20
Dificultad: 17+
Resultado: 1(+2)=3 (Fracaso) [1]
Como era de esperar, adivinad quien no pasa la TS XD
- Hey chicos, mirad ahí. Parece otra trampa. - Dijo señalando con su dedo índice hacía la llave que descaradamente se encontraba en uno de los peldaños de la escalera del pasadizo.
- Por cierto, Abe. Si sigues sin conseguir quitarte la corona podemos probar a que te ayude yo. - Dijo zarandeando su hacha y mostrando sus fuertes músculos.
Motivo: TS WIS
Tirada: 1d20
Dificultad: 17+
Resultado: 18(+1)=19 (Exito) [18]
Abe de repente sintió una repulsión enorme ante la visión de aquella llave apoyada en uno de los peldaños: era la cosa mas horrorosa que había visto nunca, el origen de todos los males, la cosa mas fea y aborrecible que nunca jamas te habrías podido imaginar.
¡Por Mystra, no querías saber nada de aquello!
Diste media vuelta y saliste del pasillo asqueado ante aquella visión.
El resto podéis seguir.
- ¡Alberto, Alberto! ¡Digo, Abe! ¡¿Dónde vas?! ¡Qué era una broma! ¡No pensaba pegarte con el hacha en la cabeza! ¡Vamos hombre, no te lo tomes a pecho! - Gritaba al nuevo integrante del grupo que ponía pies en polvorosa con la corona en la cabeza.
Tras eso, Kha Freh se giró con cara de extrañado hacía el clérigo y la bruja del grupo, no dando crédito a lo que estaba ocurriendo en el lugar.
- ¿Por qué se ha puesto así, Allen? Solo era una broma. ¿Has visto, Garmeiana? Este tío es un poco raro. Espero que no se haya ofendido por llamarle Alberto en lugar de usar su diminutivo. En fin... - Suspiró el bárbaro. - Bueno, y ahora seguimos o vamos por él, una de dos. - Preguntó con una frase al resto.
¿Quién coge la llave?
La bruja se acercó sólo lo necesario para recoger la llave con mano de mago, sin tocar ningún escalón, y lanzó detectar magia para ver qué podría tener aquella llave y también cuál de los escalones si no todos estaba hechizado.
¿Por qué no has dicho el color del onice y la malaquita? Podrían ser verdes o de otro color. ¿O sólo con la corona podemos averiguar de qué color son?
Todos veis los colores: el ónice es negro / gris y la malaquita es verde. Para coger la llave deberías subir algunos escalones.
De la respuesta se entiende que no tienen magia, al menos hasta donde alcanza mi habilidad de detectar. ¿Si?
Eso parece si.
La llave si desprende un Aura de encantamiento
—"Evita el verde", "El negro es para los valientes". Supongo que los escalones de otros colores serán seguros. Pero a qué arriesgar.
La bruja se puso a levitar y fue arrastrandose por el techo hasta quedar suficientemente cerca de la llave para cogerla con mano de mago y llevarla al pie de la escalera donde poder revisarla con más detenimiento y removerle cualquier maldición que tenga.
—Vale Kha, ve a pedirle perdón. Que necesitamos que venga a revisar si hay trampas en la escalera.
—Allen, la llave está encantada. ¿Le quitas la magia tú o lo hago yo? O crees que podemos vivir con ello y dejarla como está.
- ¡Dejad esa asquerosa llave! ¡Es el MAL! - oisteis el grito de Abe desde la sala de las columnas, las cuales estaba inspeccionando con detenimiento.
Investigo las columnas a ver si tienen algo interesante como grabados o agujeritos.
El semiorco volvió sobre sus pasos, no sin antes indicarle con un gesto a Garmeiana y Allen para que ocultasen la llave de los ojos de Abe.
- Tssshhh, guardarla, voy a ver que le pasa. - Dijo volviendo sobre sus pasos hacía su camarada.
Una vez cerca del mismo y sin tocar las columnas, habló para que Abe le prestase atención.
- Oye, Abe. No te enfades conmigo, era una broma. Anda, vuelve con nosotros, te necesitamos para que busques trampas y esas cosas. Te prometo que no verás la llave. Los chicos ya la deben haber mandado al cuerno o algo. Además, no puedes ir por ahí corriendo con esa corona pegada al cráneo. En cuanto sepamos como funciona esa cosa te la sacaremos de la cabeza. Anda, vuelve con nosotros. - Le dijo a Abe.
Ante la explicación de Garmeiana y la reacción de Abe, Allen se podía hacer una idea de lo que estaba ocurriendo. Así que ante la idea de desencantar la llave Allen negó con la cabeza.
- No gastemos recursos en algo tan simple que podemos ocultar. La guardaré con la otra, eso sí ya que estás levitando y tal dime si al final de las escaleras ves algo que te llame la atención.- una vez tengo la segunda llave compruebo si se parece a la que conseguimos con anterioridad y la guardo mientras el semiorco va a buscar al pícaro maldito.
- Por cierto Kha, sería una broma pero visto lo visto o usamos el cetro o no veo otra forma de quitarle la maldición...
Siguiendo la recomendación de Allen Garmeiana volvió a arrastrarse por el techo y descendió por la pared del fondo, sin tocar el escalón de más arriba. Buscó señales de puertas secretas o trampas primero con la vista y luego golpeando con el báculo.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+1)=18 [17]
Los golpes serán suavecitos, para no impulsarme hacia el centro de la sala.
- Por cierto Kha, sería una broma pero visto lo visto o usamos el cetro o no veo otra forma de quitarle la maldición...
- Tenemos el disolvente que usamos para las telarañas, seguro que eso ayudaría. Y si no, siempre tenemos el hacha como último recurso. - Dijo con una mueca siniestra.
Garmeiana se acerca a coger la llave sin problema.
Ahora que se encuentra cerca se fija en las grandes puertas al final de la escalera. Parecen echas de mithril compactado, 14 pies de ancho y 28 de alto. Las puertas emanan una variedad de colores de diferentes escuelas mágicas que hace difícil distinguir pues parece un arcoíris mirándolo desde ese espectro visual mágico.
En medio de las puertas hay un hueco hemisférico, completamente cóncavo. Parece que esta segunda llave podría llegar a encajar en la ranura que hay en el fondo.
Con la llave ya guardada y la explicación dada por la bruja, Allen suspira.
- Ciertamente es una broma de mal gusto, poner la llave justo delante de la puerta pero encantarla para que la gente le tenga asco o miedo y no pueda avanzar.- negó con la cabeza.- Sin embargo eso no quita que la puerta pueda tener una trampa para quién la abra...
Se giró hacia el pícaro.
- Puedes seguir con las columnas si quieres pero necesitaríamos a...- como diablos se llamaba éste, ¿Tomasino? No...- Tu sirviente para que haga una prueba con la puerta, ¿puedes pedirle que recoja lo que le voy a dar y lo use para abrir la puerta del fondo?
...En medio de las puertas hay un hueco hemisférico, completamente cóncavo. Parece que esta segunda llave podría llegar a encajar en la ranura que hay en el fondo.
El bárbaro comenzó a poner cara de pensar. Miraba hacía arriba con gesto serio mientras se mesaba la barba que tenía en la barbilla, lo que le daba un cierto aire de intelectual, dentro de lo que a un semiorco se trataba, claro está. Pensó seriamente en el hueco hemisférico, completamente cóncavo de la puerta, mientras trataba de llegar a algo.
- Creo que Allen tiene razón. Esa llave tirada en frente de la puerta gritaba "trampa" en todas direcciones. Pero ya que tenemos caballos y sirvientes mágicos varios, podríamos probar con ambas llaves pero, me mosquea ese hueco hemisférico, completamente cóncavo. ¿Recordáis eso de "es llave y cerrojo"? Pues me da que el cetro encaja ahí, así que si no abren las llaves probaría con el mismo. - Dijo el mestizo al resto tras concluir sus pesquisas.
Según los dos dibujos (color y blanco y negro) el cetro tiene los extremos esféricos, otra cosa es que sea solo en los dibujos y realmente sea de otra forma. Yo ahí lo dejo :P
Abe estaba examinando los pilares con la nueva corona, incluso al tocarlos no parecía hacer ningún efecto. Aún así todos eran iguales o muy parecidos y no pareció encontrar ranuras ni mecanismos de ningún tipo.
El sirviente etéreo cogió la llave encontrada en los peldaños y trató de insertar la llave en la ranura. La llave encajaba..., pero un chispazo salió de dentro deshaciendo el conjuro y haciendo que la llave volviese a caer por las escaleras.