Partida Rol por web

-ohdiosohdiosohdios....- los ojos de la muchacha se abrieron de golpe mientras sentia como los colores se le subian a las mejillas. El tipo de cabellos rubios le habia hablado..¡Y LE HABIA GUIÑADO UN OJO!. Acertó a encogerse en su asiento y a  ocultar su rostro con su gabardina.

- tranquila, tranquila...- intentó calmarse sin muy buenos resultados...
 

Permanezco tranquila observando la llegada de uno a uno de los que faltaban. Asiento y correspondo el saludo del rubio llamado Toraño. El otro sujeto gruñón parecía bastante inconforme con el lugar, yo por otro lado, no lo encontraba extraño. Saludé con una sonrisa a la chica menuda y tímida que me quedó mirando con si intentara definir algo sobre mí. No tuve tiempo de hablarle porque llegó el sujeto vestido como los policías especiales humanos, las fuerzas de la ley instruidas o algo así.

Traía peor actitud que el gruñón de antes y pronto ambos se concentraron en una discusión que encontré absurda. Para terminar reparé en la presencia de un gigante fortachón que era tan considerado que cuidaba de no dejar caer nada al suelo tras su paso.

Y de pronto, ahí estaba él. La oportunidad que estuve esperando desde la primera vez que decidí salir a buscarla. Empecé a sentir emoción y preocupación al mismo tiempo, me sentí incapaz de hablar pensando varias veces la pregunta correcta que quería hacer.

De pronto como caído del cielo, el gigante rubio toca un punto que me interesa bastante, mi cuerpo se inclina hacia adelante como si quisiera escuchar con mayor atención la respuesta que diera el hombre de cabello cano.

— Cuando aparezcan… —murmuro repitiendo las palabras del hombre mayor— ¿Dónde están? —no me había dado cuenta en el momento en que había dejado salir las palabras pero tampoco me retracté de ellas.

Miré al hombre a los ojos, necesitaba saber si es que había llegado alguna clase de noticia.

La pregunta de la sobrenaturalmente hermosa mujer parece caer a plomo sobre los hombros de Juan Pedro. Tendría que haberla esperado, pero aún así parece dolerle de veras. Su vista se vuelve cansada, y por momentos rehuye vuestros ojos expectantes.

No lo sabemos. Hicimos pública la desaparición del grupo hace como un mes, pero realmente perdimos contanto con ellos hace dos meses y medio. No hemos sabido nada de ningún miembro del grupo desde entonces. Ni una transmisión de Drac de Ferro, ni un mensaje de Trueno... nada. De hecho, la creación de este grupo responde a un doble propósito: Por un lado necesitamos cubrir el vacío que ha dejado el único grupo de superhéroes del gobierno español; por otro, queremos que os encarguéis de investigar la desaparición de Iberia Inc.

¡Sorpresa, sorpresa! Su enlace iba a ser nada más y nada menos que el casi mítico Juan Pedro Lázaro, precursor del primer grupo heroico de España, los desaparecidos Iberia Inc. Cualquiera con una edad había oído hablar de él o visto su foto en los periódicos. Aún no siendo tan famoso como los supers estaba claro que había sido una pieza fundamental en el desarrollo de la historia española mas reciente. Toda una figura. Y estaba ahí para dirigirlos.

- Resumiendo - Empezó con voz grave desde el fondo del aula, todavía de brazos cruzaods - Iberia Inc lleva desaparecida dos meses y medio en los que debemos suponer que se ha investigado por los canales oficiales sin encontrar rastro alguno del grupo. Este nuevo equipo va a ocupar sus cuarteles hasta que tengamos los nuestros propios construidos y una de nuestras principales tareas, a parte de la obvia de servir y proteger, será encontrar a Trueno y los suyos. Doy por hecho que se nos dará acceso a toda la información referente a esa desaparición así como a todo lo que se haya podido averiguar desde entonces para facilitar nuestra misión.

- Solo tengo un par de dudas al respecto, señor. ¿Mantendremos las mismas condiciones de trabajo que tenía Iberia Inc? Quiero decir, ¿Se respetara nuestra intimidad y anonimato? - La respuesta a esa pregunta le interesaba de forma especial, no por nada iba enmascarado - Supondría un grave problema para la seguridad de los míos que mi identidad se hiciera pública. Y al hilo de eso ¿Hay algún tipo de uniformidad especial que debamos respetar?

Vuestras identidades reales se consideran alto secreto, Bastión. El estado guarda esa información celosamente, y toda información pública sobre vosotros se referirá exclusivamente a vuestros nombres código. En ese sentido, vuestra privacidad está garantizada.

La respuesta es clara y directa, más incluso que el resto. Eso transmite cierta seguridad, sobre todo a aquellos que realmente necesitan salvaguardar su anonimato.

Sobre la uniformidad gozáis de libertad para llevar el uniforme que os plazca. Mientras no llevéis simbología susceptible de herir o molestar susceptibilidades... Pero sobre las investigaciones hay algunos inconvenientes. Precisamente al hilo de lo que comentábamos, es muy difícil abrir y mantener una investigación convencional sin poner en riesgo la información clasificada de los agentes. Especialmente cuando hay tanta gente buscando dinamitar el proyecto. Por eso os necesitábamos, para que la investigación la lleve gente especialmente sensibilizada con la situación. De modo que, me temo, la investigación está muy verde. Y además tenemos otro problema: no hemos podido acceder al punto de inicio más lógico desde el que comenzar a investigar. La base de Iberia Inc, Duna, está sellada.

La respuesta convenció totalmente a Bastión, que se relajó a ojos vistas, descruzando los brazos y metiendo los pulgares en el cinturón, en una postura mucho mas desenfadada. Sin embargo, la noticia de Duna estaba sellada no le hizo tanta gracia. Aquella era la complicación de la que había hablado en un principio el señor Lázaro. Y no era poca cosa.

- Sellada... - Repitió, pensativo - ¿Por algún tipo de protocolo de seguridad habitual o es algo tan extraño como la desaparición de Iberia Inc? - Siendo como era la base de operaciones de un grupo de superhumanos esa instalación debía tener medidas de seguridad excepcionales para protegerla de gente como la que vivía en ella. Medidas diseñadas para tratar con gente con superpoderes ¿Y esperaban que la pudieran abrir ellos? - ¿No han podido hacer nada los analistas y técnicos del ministerio?

Hay algo que tenéis que comprender, algo que no es de dominio público. Duna no es una simple base de operaciones. Es un ser vivo.

La declaración os deja sin habla, y es seguida por un tenso silencio.

Se llamaba Celeste Ayala, científica, brillante. Pero en mil novecientos noventa sufrió un accidente durante un experimento y se convirtió en una mujer de arena. Un año después era incapaz de controlar y estabilizar su propio poder. En el noventa y dos se creó la base física, y mediante la tecnología proporcionada por Drac de Ferro y los ajustes realizados por Trueno, Celeste se unió a la base formando un uno compacto. Sus moléculas fragmentadas discurren por todos los mecanismos y sistemas, permitiéndole controlar la base al completo. Es un miembro más de Iberia Inc, el más secreto de todos.

Juan Pedro entrecruza sus manos sobre la mesa, suspira suavemente y continúa.

Cuando se perdió la comunicación con el grupo tratamos de contactar con Duna y solicitar información y teletransporte a sus instalaciones, pero no hubo respuesta. Un equipo de los GOES trató de acceder al complejo pero les fue imposible. Tuvieron que retirarse, sin bajas, eso sí.

El resto de palabras le interesaron bastante y se quedó satisfecho con su privacidad. Aquel hombre habria sido parte del elenco de superheroes de hace años y si seguia siendo de dominio privado, se podia confiar en el.

Toraño se quedó impresionado ante la siguiente afirmacion, el poder de aquella mujer y lo que habían hecho: simbiosis se llamaba en la naturaleza

-Es increible que una simbiosis tan complicada se haya llevado a cabo, aunque ahora parece que esta en peligro. Se ha podido cerrar por seguridad como hacen los armadillos en la naturaleza, cuando ven un peligro se enrollan en si mismos...quizas el sistema de seguridad del que hablais siga viendo peligro alrededor y por eso no se abre. Aunque pueden ser muchas teorias, quizas el mal siga dentro y ese sistema intente impedir que salga... porque imagino que cambiar el sistema y hacerlo malo es imposible verdad??

Especulaciones... me temo que hasta que no sepamos más solo podemos especular. No cuento con información suficiente para saber si se puede controlar a Duna contra su voluntad, anularla del sistema... no lo se. Espero que vosotros podáis arrojar luz a todo este asunto.

-Me parece bien Señor Lazaro. ¿Entonces ahora a donde vamos?

Bostecé sin el más mínimo atisbo de educación.

- A ver si lo he entendido- planteé.- Resulta que la peña que hacía nuestro curro desapareció así, sin más, y nadie tiene ni puta idea de lo que ha pasado. Así que contratamos a unos pringados de turno, nosotros, para que vayamos a hablar con la SuperChorba con poderes que resulta que se convirtió a si misma en cemento y que no quiere hablar con nadie. ¿Es eso?- pregunté.- Espero que no nos eligierais por nuestras capacidades detectivescas porque, macho, si esto lo mejor que hay...

Toraño empezaba a cansarse de tanta chuleria por parte de aquel hombre, su vida era sencilla y hombres como el no eran comunes en su  dia a dia, quizas la vida de campo fuera mas tranquila que todo esto, pero era lo que habia elegido

-Nadie te obliga a estar Chafakra, si hiciste el examen es porque querías entrar. Asi que a lo mejor tu lo haces mejor que los que estaban antes... me encantaria verlo de echo.

- Yo estoy aquí por la guita, rubia, y porque me obligan, sólo digo que no esperen de mi que sea el mejor detective del mundo, ¡Ni que me hubiera mordido un murciélago radioactivo!- Repondí al señor de pueblo.- No se porque me quieren aquí, pero al menos así mi madre no me da más la brasa. Ahora, comentó que estaríamos de guardia 24 horas, pero ¿Cuando no estemos de guardia estaremos tocandonos lo que vienen siendo los cojones a dos manos?

Aunque se había quitado los auriculares, deseaba volver a hundirse en su música. Aquella conversación se le escapaba por momentos, sobre todo cuando se nombraban las posibilidades de acceder a la super base de Iberia INC. Tanto el enorme y mostachudo  llamado Bastión  como aquel tipo que le habia llenado el ojo y habia conseguido que se sonrojase; habian echo  acertadas preguntas que habían sido respondidas de igual manera.

El tipo  del cigarro, había vuelto a  "ofrecer" una demostración de sus palabras. A Felicia no le gustaba par anada la actitud de ese individuo y,por lo que parecía tampoco al resto del grupo. Tragó saliba y , levantando su mano para pedir  turno de palabra, habló:

-Disculpe, señor Lázaro. Si hemos sido seleccionados,¿Porque no  hay una respuesta mediatica? Algo como cuando la Selección ganó el mundial o algo asi...- aclaró su garganta:- Además, si sus mejores expertos no han podido hacer nada para abrir la base de Iberia...¿ Que podemos hacerle nosotros?.- De un respingo, se dió cuenta de que todos volvían su mirada hacia ella. Sintió como el sudor frío resbalaba por sus mejillas y, como un resorte, volvió a encogerse en su pupitre...

Aunque un brillo extraño se pudo percibir en la mirada de la joven. Sus ojos no se apartaban de los del Señor Lázaro. -Algo huele a chamusquina- pensó y dejó trabajar a sus "habilidades".

Así que no eran los únicos que habían sido convocados, el primer grupo había desaparecido sin dejar rastro alguno y ahora cubriendo sus zapatos estaban ellos; la figura de Observador no se había movido en lo absoluto pero sus ojos cuando cada quien hablaba o hacia una pregunta. Ingresar en el complejo sería complicado pero quizás tendrían más suerte que los demás y allí encontrarían las primeras pistas. Se separo de la pared y camino hasta el escritorio que ocupaba Lázaro – Tiene acceso a los planos de la base? Si es así debería entregárnoslo para poder comenzar a trabajar en una ruta de acceso; ningún lugar es impenetrable – agrego mientras nuevas palabras salían desde detrás de la máscara girándose hacia el tío de los cigarrillos – Obligan?, si es verdad lo que dices por que estas aquí? Sigues quejándote de cada palabra que se dice… allí tienes la puerta la misma por la que seguramente entraste para irte de aquí y dejar de estorbar – No creía que a un sujeto así  *le obligaran* a estar allí, al parecer no era alguien que siguiera las reglas al pie de la letra.

Volvió a mirar a Lázaro, pasándole un papel y luego se giro a la Joven que antes tenía los auriculares – Quizás los expertos se queden ciegos con tanta *hipótesis* y no logran poner un rumbo fijo para lograr sus propósitos – negó con la cabeza – Pero hay algo que quiero saber, por que la nueva formación de un grupo? Y que restricciones tenemos y con qué elementos contaremos para este trabajo -

Sonreí divertido al tiempo que me encendía el segundo pitillo. Este ya era sólo para molestar.

- ¿Te molesto, amante del cuero?- le pregunté, de forma retórica.- Pues te vas a tener que aguantar, machote, ajo y agua, que se dice. Todos estamos aquí por nuestros motivos. En cuanto a los planos... si de verdad esa base es una chorba, en vez de abrirle las piernas a la fuerza y entrar, sería mucho mejor que nos la camelaramos- comenté, con un ostensible gesto con las manos, como resiguiendo el cuerpo de una mujer invisible,- ¿Sabes como te digo?- añadí, mirando sin ningun disimulo en dirección a la maciza con poca ropa.

- Puede que para ti no exista ninguna piva "impenetrable"- remarqué las comillas con los dedos,- pero se supone que nos pagan por hacer bien las cosas, macho.

Si esto es lo mejor que hay...

Las palabras surgen desde la puerta, sorprendentemente ahora abierta y con un desconocido bajo su quicio. Impoluto traje negro, elegante, caro, con camisa blanca inmaculada y corbata regia. Un rostro alargado, de perilla perfilada y mirada de ave de presa, bajo un pelo negro como la noche y brillante como la humedad que lo mantiene repeinado hacia la media melena que cuelga hacia la espalda. La cita, entonada como tal, corresponde a hace unos instantes, a palabras soltadas por Chafakra con descaro, lo que indica que lleva un tiempo escuchando.

...estamos jodidos. Era eso lo que pensabas, ¿verdad? Lo mismo pienso yo.

La tensión aumenta en cuanto el tipo aparece, aunque no se evidencia en Juan Pedro, que mantiene una actitud jovial en contraste. Se pone en pie con dificultad, apoyándose nuevamente en su bastón, y saluda al recién llegado.

Comandante Solchaga, que inesperado placer... ¿A qué debemos el honor de su visita?