Partida Rol por web

Toraño miró levantando una ceja hacía Lázaro, dandoa  entender que le había pillado. No sabia que conocía su poder, al menos habia intentado esconderlo bien, pero claro, estaban hablando de seguridad secreta de un país, por lo que tendrían su manera de saber cosas. Levantando las manos comento en un tono muy amistoso

-De acuerdo jefe, nada estrambótico. Siempre intento llevar todo con buena discreción.

Toraño miró a los que hablaban ahora afirmando a lo que decian...a todos menos a la chulería de Chafakra

-Estoy de acuerdo con ella - su mano levantó un pulgar en señal de afirmacion hacia Enlace - quizás nos sea dificil debido a las diferentes personalidades que veo por aqui - mirando a Chafakra continuo hablando - pero ya que nos tocara trabajar en equipo sería bueno conocernos ... y que mejor manera que con la práctica. ¿Existe alguna sala o lugar en el que podamos probar nuestros poderes sin que nos vea nadie y sin peligro de descontrol?

Juan Pedro medita unos instantes la propuesta de Toraño, haciendo desaparecer la sonrisa satisfecha que nació con la oportuna intervención de Enlace.

Tenemos un gimnasio y una galería de tiro en este mismo edificio. No puedo garantizar que no haya algún agente practicando, pero tampoco es que haya necesidad de esconderos. Eso sí, no es una instalación super reforzada, por lo que un poder descontrolado podría causar daños injustificables. No forcéis la máquina.

Juan Pedro se pone en pie, afianzándose con su bastón. Pero antes de dirigirse a la salida se gira hacia Chafakra.

Hispania Inc. -Levanta la mirada y os observa a todos- Ese será vuestro nombre, Hispania Inc. El gobierno pretende que Iberia Inc cubra la mitad sur del país y vosotros la mitad norte, de forma que ambos grupos tengan jurisdicción en la capital, Madrid. Pero eso será "cuando" Iberia aparezca. Bueno ¿vamos al gimnasio?

Bastión sonrió, satisfecho. Los que iban a ser parte del grupo ya se iban soltando, incluso la pequeña y tímida muchacha. Y el cani se estaba suavizando un poco. Por lo menos lo justo para ser tratable. En el fondo sería un buen tipo y todo. El único que le escamaba era, precisamente, el único en el que creía que podría confiar una vez puestos en materia: Observado. Ago tenía que no le terminaba de gustar, aunque no sabía el qué.

- Me gusta. Hispania Inc. suena bastante bien. - Comentó con esa voz cavernosa tan suya. - A mi podéis llamarme Bastión y apostaría que soy mas duro que Chafraka. - Bromeó, aunque no quiso picarlo mas sobre la necesidad de alargar cualquier parte de su cuerpo midiendo como medía dos metros y pico - Mi perfil es bastante completo: Fuerza y durabilidad sobrehumanas, factor curativo y la capacidad de controlar varios tipos de energía.

- Si necesitáis una línea de defensa, soy vuestro hombre. - Asintió a la sugerencia de Juan Pedro - Vamos al gimnasio. Si es posible, señor, preferiría ir por los patios, si es posible. No me siento especialmente cómodo en pasillos cerrados, sobretodo si tengo que ir con cuidado de no romperlo todo.

- Apunta también que tiene un bonito mostacho de actor porno y un uniforme del desfile del día del orgullo gay- añado, para adornar su sosa descripción.- Ah, se me olvidaba. Supongo que también puedo hacer que os den menos golpes a los demás si estáis un poco cerca y controlo la movida esa... lo del sonido. Puedo hacer sonido, esta bien para ir a animar a la selección.

Cuando el sujeto de apodo o nombre Chafakra recito las palabras *podéis pegarme un tiro ahora mismo.*, quizás el instinto o simplemente ya el cansancio de tanta mierda salida de su boca hizo que Observador tomara su arma y apuntara – Pensé que nunca lo pedirías – respondió a ella comenzando apretar el gatillo del arma pero algo le detuvo, bufo con molestia por dicho titubeo mientras guardaba la pistola. Las palabras del grandote de bigote parecieron llamar su atención, tanto así que olvido por un instante volarle la cabeza al bocazas y terminar de juntar la información que necesitaba incluso al *super nombre* que les habían asignado, cada quien exponía sus poderes; se cruzo de brazos.

Solo se limito a decir – Este es mi poder – palmeo su arma que se encontraba sujeta a la pierna, si un humano entre tantos poderes, al parecer estaba en el ojo de la tormenta.

No me gustó la respuesta y considerando lo mucho que me había costado llegar a este punto de mi búsqueda, no me quedaba más que mantenerme callada y aceptar las condiciones que me pusieran delante. Me mordí el labio inconscientemente de la preocupación mientras fruncí el ceño pensando en una sola idea

¿Que pasaba si sucedía lo mismo con nosotros?

Aparté la idea de mi mente y me crucé de brazos escuchando al resto de los que pronto serian mis compañeros de equipo. La bonita muchacha menuda murmura algo que vale la pena oír, tiene sentido aunque me incomoda. Nunca he tenido que explicar lo que soy capaz de hacer, no sabría como decirlo, después de andar con tanto cuidado por el mundo.

Bueno, lo seguro es que no puedo volar. Me quedó claro en aquel intento...

No pensé que el bocazas me haría reír, lo cierto es que logró hacerlo en cuanto termino de hablar de sus poderes y le hizo gesto a la muchacha menuda.

- Quieto con la chica Galán -le digo a Chafraka, si no había hablado hasta ahora era porque su timidez o su incomodidad no se lo permitían. Y no la culpo. ¡Menudo grupo!

El rubio habla de nuevo, pero si ya me encontraba dudando su propuesta me atrae menos que antes. Sin embargo, no digo nada mi atención se centra en el nombre: Hispania Inc.

Bonito.

- Es bueno saber que podemos contar contigo en eso Bastión -respondo refiriéndome a su aptitud para convertirse en la línea de defensa del grupo. - Me conocen como la Comodora Icantia, me dedico al comercio. Marina mercante, ya saben. Igual me pueden llamar solo Icantia -lo cierto era que hacía relativamente poco yo misma había aprendido de esos tejemanes. No intervengo en los comentarios desatinados de Chafraka, parece que es simplemente su forma de ser. Y es hasta algo graciosa.

Dejo escapar una exhalación cuando Observador apunta a Chafraka. Seguro que ahora el otro respondía. Camino y me coloco entre los dos, mientras me cruzo de brazos.

- Si los vuelvo a ver discutiendo, peleando o apuntándose poniendonos en ridiculo a todos. Les daré una tunda que ya querrán haberse quedado en casa. Y si les parecen cosquillas, le pediré a Bastión que se las de, seguro así escarmientan -me llevo las manos a la cintura y miro al hombre de bigote seria- ¡Sinceramente! No son críos. Compórtense como adultos. -bufé fastidiada mientras les echaba una última miradita de advertencia.

Apenas miré de reojo a Lázaro, me quede callada y me acerqué a Enlace, me agaché un poco susurrando muy cerca de ella.
- ¿Qué rayos es un actor porno?

-¿Me han echo caso? ¿a mi? Ooooh...ahora si que  la he cagado.- pensó la joven mientras las cosas se sucedián extrañamente favorable a su intervención. Juan Pedro Lázaro ,o mas bien el gobierno; ya se habían apresurado a "bautizarlos", antes de que pudieran decir algo al respecto. -Como si  fueran a hacernos caso..- pensó.

Respiró algo aliviada al oir como Bastión  comenzaba su breve introducción de sus capacidades y poders. Le resulto agradable, como si viese en el al abuelo que nunca tuvo. A un abuelo tremendamente fuerte y enorme, añadiría. Luego sus oidos volvieron a "sufrir" las bravuconerias del  "chafacraneos". Palideció al ver la reacción del llamado Observador. - A ese tio no le iban las bromas...- tragó saliva,intentando aclarar su voz para de cir algo al respeto..Por suerte o desgracia, la belleza atlante intervinó.

Una suave pero potente voz pusó orden entre los nuevos integrantes de "Hispania", dando aentender quién iba a llevar los "pantalones".  Le hizo sonrreir la frase usada por Icantia de "No son crios". Casi estuvo a punto de  levantar su mano y  descubrir la edad que ella tenía...Pero quizás era demasiada información.

-¡eh? que hace? -pensó cuando Icantia se le acercó: -¿ que quiere?¿ no será que...le va..er..."el rollo bollo"?-

- Claro, caracuero, aquí mismo- sonrio, señalandome la frente con el dedo cuanto ese capullo me apunta.- Veamos si tener pelotas forma parte de tu poder ¿eh?- pero entonces la jamona se interpone entre nosotros y nos da un sermón.

- Por supuesto cariño, podemos hacer todas las cosas de adultos que tu quieras, cosquillas incluidas. No hace falta que te pongas celosona con la chica, hay Chafakra para todas- añado, guiñándole un ojo a Enlace,- pero dime, ¿Tu poder es ser marina mercante? Viendo tu traje yo esperaba algo más... no se, tipo vivo en el fondo del mar y los peces son mis amigos o algo así.

Esperé la respuesta de Enlace pero parecía que esa pequeña palabra iba a escapar a mis conocimientos ahora.

Y me responderá la pequeña lo que es un actor porno o no -me pregunté.

Me distraigo de la respuesta de Enlace y miro a Chafraka.

- No sabia que nadabas en vaqueros - sonrío mirando mi pantalón, ni idea de que traje especial habla- La marina mercante es un poder, si sabes que transportar -le respondo tranquila guiñandole un ojo por la confidencia. Y era cierto, si sabias que transportar eso te daba cierto poder. La palabra significaba mucho más de lo que normalmente el comun denominador de los humanos se ponía a pensar- Poderes, si... exacto. Vivo en el fondo del mar y ando buscando a Nemo.-esa era la primera broma que le oí decir a aquel hombre Gydeon. -Sólo déjame a mi el mundo acuático... Chaf -me crucé de brazos tranquila mirándolo a ver si tenía que propinarle un topetazo o solo reirme de alguna de sus bromas. Asi y todo bocazas, el tipo me caía bien. Claro siempre que no estuviera peleando con Observador.

¿Habéis terminado, niños? -Interrumpe Juan Pedro con aire severo. Sus palabras parecen cargadas de un aroma que os impregna de culpa y remordimiento, que empapa vuestras almas calando en vuestros corazones- Sinceramente, esperaba más de vosotros en el primer día. No os confundáis, habéis superado esta selección porque he visto algo en vosotros, porque he visto grandeza, posibilidades. Yo personalmente os he escogido, espero no descubrir para desgracia de todos que me he equivocado en mi elección. Sobre todo porque el reto que os espera no será sencillo. Sin ánimo de ofender, no sois Iberia Inc. Iberia estaba liderada por una de las mentes más privilegiadas del mundo, Trueno; manejaba la tecnología más avanzada gracias a Drac de Ferro; tenía entre sus filas todo el poder de un dios, Melkart... Y aún así no están aquí ahora. Si esto se debe a que han sido derrotados por una fuerza desconocida, esta debe ser necesariamente, o extraordinariamente poderosa, o extraordinariamente inteligente. Mi apuesta personal es que se trata de lo segundo, y de que la derrota y desaparición de Iberia Inc se debe a un plan largamente elaborado y basado en explotar las debilidades de cada miembro del supergrupo. Eso significaría que vuestra única ventaja es la sorpresa, lo que implica que debéis lograr máxima efectividad en el menor tiempo posible. No tenemos tiempo para niñerías. Ahora acompañadme.

Juan Pedro sale del aula tratando de acelerar su cojo caminar. Os guía por el pasillo hasta lo que parece una salida a los patios, pero en lugar de salir toma unas escaleras y comienza a descender. Bajáis tres plantas antes de llegar al final de la escalinata, y cruzáis una puerta doble de metal.

Os encontráis en un inmenso gimnasio, con el suelo de parquet marcado con las líneas de una cancha de baloncesto, en amarillo, y de futbol sala, en blanco. Hay porterías y canastas, pero también potros y camas elásticas, colchonetas, varios conjuntos de pesas, sacos de boxeo, e incluso muñecos de entrenamiento a tamaño real. Al fondo se ve una puerta que da acceso a una clásica galería de tiro.

Bueno ¿quién va a ser el primero?

Toraño subió los ojos al cielo y pidió fuerzas, fuerzas a aquella entidad que había confiado en él para sobrellevar aquellas actitudes. Aunque quizás entre todos pudieran aportar algo de inteligencia al asunto y salieran con vida.

Lázaro se volvió a hacer con la situación y les guió hacia una sala bastante apta para hacer demostraciones. Toraño miró expectante al resto de compañeros, normalmente no mostraría sus poderes con gente extraña, pero la situación parecía que era para bien y tarde o temprano todos los alli presentes llegarían a ser como minimo compañeros de grupo y con algunos incluso amigos, por lo que Toraño se dirigió hacia la bolsa de deporte grande en la que había traido sus enseres. De alli sacó una lanza bastante laboriosa, hecha de madera y con intricados dibujos a todo lo largo. Cuando la cogio un pequeño chispazo recorrió toda el arma.

-Bien, ya que vamos a ser compañeros empezare demostrando de lo que soy capaz.

Toraño cerro los ojos y el aire de la sala se empezó a mover. Empezó siendo pequeñas corrientes de aire, pero pasados unos segundos el aire empezaba a arremolinarse alrededor de Toraño, formando un pequeño vórtice en cada uno de sus brazos. Levantando los brazos esos dos torbenillos se juntaron encima de su cabeza donde se empezó a formar un pequeño nubarron, la humedad ambiente empezo a aumentar de forma ostensible hasta que aquel pequeño nubarron empezó a descargar un pequeño aguacero. 

-Bien, eso por un lado. Ahora veamos que tal ando de puntería.

Toraño levitando y moviendose con armonía se dirigio hacia el campo de tiro donde encauadro su objetivo, una diana a una distancia de 25m, levantó la lanza y de ella salió un rayo de electricidad que fue directo a la diana y la destruyó en mil pedazos al impactar. Movio la cabeza de lado viendo que el impacto habia sido bastante bueno. Dio por finalizada su actuacion dejando de volar y poniendo la lanza en posicion horizontal con su brazo bajado.

-Y eso es todo, verdad Lazaro?

Toraño lo miró expactante a ver si decía lo que faltaba

Asco de pavo el caracuero este, que me hace quedar mal el primer día de curro. ¡Conchi me va a curtir el lomo como no espabile! Sigo al resto del grupo hasta un gimnasio viejuno y me muerdo la lengua para no comentar que, de saberlo, me habría traído las cosas de educación física. Aunque, de hecho, ya voy en chandal.

Parece que los poderes del tal Toraño son soltar chispas y hacer que se le encrespe el pelo a la gente, es bueno saberlo si tenemos que abrir una peluquería.

- Tío, si yo pudiera controlar el clima estaría mucho más moreno- comento.

Toraño se quedo mirando ante la ocurrencia de Chafakra, incluso pensandoselo en serio

-Podria haberlo echo la verdad, pero hubiera llamado demasiado la atencion y me gusta ser mas cuidadoso, manias mias quizas.

Doy un paso adelante y alargo mis brazos con intención de agarrarme a la viga del techo para hacer mi demostración, pero a mitad de camino el peso de la palanca hace que estos se me caigan al suelo. Enfadado, trepo por la pared hasta el punto que quería y me dejo caer, absorbiendo el impacto con mi estructura gomosa. Siento las vibraciones burbujear en mi interior y enfoco la energía hacía uno de los muñecos de madera soltando un potente grito, pero fallo estrepitosamente y sólo consigo hacer añicos una ventana.

- Menuda mierda- comento.

- Bueno... supongo que me toca a mi - Se adelantó un par de pasos e hizo crujir el cuello para estirar un poco los músculos. La verdad es que después de la impresionante demostración de Toraño sus capacidades iban a parecer poco llamativas. Aunque la penosa actuación de Chafakra seguro que le haría quedar en mucho mejor lugar. El tipo había reventado una ventana...

Buscó lo más pesado que pudo encontrar en la sala, una percha repleta de pesas que los policías utilizaban para entrenarse. Se acercó a ella y utilizando únicamente el dedo meñique de la mano izquierda la levantó un metro sin esfuerzo ninguno.

- Puedo levantar varias toneladas de peso sobre la cabeza - Explicó dejando de nuevo la percha en su sitio con cuidado. - Y también puedo hacer esto. - Se apartó unos metros y se concentró en Chafraka, extendiendo una mano hacia él y entrecerrando los ojos. De repente el peso del muchacho se volvió mucho mas ligero, más liviano, como si la gravedad a su alrededor hubiera disminuido un par de gs. Los pliegues de la ropa empezaron a elevarse y a cimbrear con cualquier movimiento como a cámara lenta. El aire a su alrededor, sin embargo, parecía mucho más pesado. Las motas de polvo que normalmente flotarían en el ambiente caían a peso hacia el suelo del gimnasio como arena - Puedo redirigir la fuerza de la gravedad de un punto específico a otro de forma que puedo hacer que los objetos sean mas ligeros. También puedo hacerlo con el calor.

- Y a parte de eso, soy a prueba de balas. - Finalizó - Observador, si eres tan amable, ¿podrías tratar de volarme la mano con tu pistola?. - Se acercó a la galería de tiro y cruzó hasta colocarse a medio camino entre el lugar del tirador y las dianas - Aquí, si no te importa, por si acaso algo saliera mal.

Observador hace honor a su nombre, observando y analizando todo cuanto ve. No pierde detalle de las actuaciones de los que habrán de ser sus compañeros, y toma nota mental de cuanto son capaces de hacer... y de sus posibles debilidades.

Cuando Bastión se sitúa en medio de la galería de tiro, sin embargo, el justiciero niega con la cabeza. Por un instante incluso está tentado de hacer caso a las inconscientes palabras del grandullón, pero no es el momento ni el lugar.

No creo que sea buena idea -Dice, escuetamente, mientras da un par de palmadas al arma que descansa en su funda a un costado. Se trata de una pistola automática, pero de un diseño extraño y futurista. Aquellos de los presentes que sepan de armas serán capaces de darse cuenta de que es un modelo único, y de que probablemente tenga una gran potencia de tiro para ser un arma corta.

De repente, Observador desenfunda su arma y apunta a una silueta de cartón que hay a unos veinte metros, con una diana en el pecho, en el centro de la cual aparece un pequeño punto de color rojo. Dispara una vez, y el sonido de la detonación resuena con fuerza en la galería. Cuando miráis a la silueta, encontráis un gran agujero en el centro de la diana, por el que pasarían fácilmente dos dedos, o uno de Bastión. Observador enfunda nuevamente su arma.

Juan Pedro contempla el espectáculo con cierta calma, como alguien habituado a este tipo de espectáculos que podrían llegar a hacer huir a las masas. Cuando el eco del disparo de Observador va menguando, gira la cabeza y ve a la bella Icantia de pie, cerca de él, esperando. Recuerda entonces algo, y señala con su bastón una puerta al fondo del gimnasio, mientras llama la atención de la Atlante.

Tras esa puerta hay una piscina, si te interesa...

Una vez en  aquella especie de gimnasio, la joven de cabellos oscuros observó  con cierto asombro las cualidades de algunos de los integrantes del grupo "Hispania". El fornido salvaje de cabellos rubios demostró un control abrumador del clima, consiguiendo que  Felicia exclamase un  ahogado " wow!". La demostración del rapado prepotente fue mas o menos decente,por decirlo de alguna forma. Tuvo que taparse la boca con la mano para evitar reirse a carcajadas de la estrepitosa caida y del fallo que habia conseguido en el "alarde" de Chafakra.

La bigotuda mole adelantó sus pasos y  presentó sus poderes. Felicia estaba convencida que tal personaje debía poseer algo de fuerza sobrehumana. Asintió cuando sus dudas  fueron aclaradas por aquel que se hacia llamar Bastión. Cuando levantó al niñato en una demostración de poder, Felicia dibujó una sonrisa, pero aguantó la risotada.

La oscura figura el observador, consiguió que un escalofrio le recorriese la espalda. Aquel tipo, tan silencioso, frio y sin emociones,le daba miedo. Tuvo que tragar saliva cuando observó como, de un disparo, destrozó una de las dianas de la zona de tiro.

-supongo que no tengo otra opción.- pensó, moviendose timidamente hacia delante para que el resto pudiese ver sus habilidades.  - Y..yo pu..puedo hacer esto.- Acto seguido la joven se fundió en las sombras que creaban los enseres del gimnasio, desapareciendo de la vista de los presentes. durante unos minutos ,ninguno  notó la presencia de la muchacha, hasta que una leve jaqueca se adueño de cada uno de ellos, que observaban la demostración de poderes.

- * Tambien puedo  conectaros mentalmente ,asi como leer mentes y adquirir ciertos conocimientos..pero no lo hare si no quereis...deberia haber pedido permiso...*- inmediatamente la jaqueca desapareció así como la voz mental de la muchacha. Al tiempo, Felicia reapareció de entre las sombras por detrás  de Juan Pedro Lázaro.

-Os pido perdón por la intrusión mental.- susurró avergonzada, mientras se acercaba al Observador y deslizaba su mano para adquirir uno de los cuchillos que el fantasmagórico ser portaba. Por desgracia, el enigmático personaje le respondió en silencio ,negando con la cabeza.

-Ta..tambien soy buena con esto.- habló señalando al cuchillo que portaba el Observador. Echó un vistazo al gimnasio y aclaró:- Tambien soy   rapida y agil, algunos dicen que tengo poderes al respecto, pero yo no lo creo.-

Cuando se dió cuenta de que todos estaban mirando para ella, los colores emergieron de sus mejillas. Mirando al suelo, concluyó:- Me gus..taría  que me llamaséis por el nombre clave de Enlace. Ya que puedo conectaros y establecer comunicaciones que las radios no pueden captar.-

- Claro cariño- aseguré, con tono lascivo- podemos enlazar todo lo que tu quieras, no hay problema- afirmé mientras me sentaba en un viejo potro de salto.- ¿Y tu que?- pregunté a Icantia.- ¿No nos enseñas lo tuyo, bombón?

- Y ya que estamos... ¿Hay algun tipo de cadena de mando o algo? Lo digo porque si hace falta, yo tengo mazo de horas en operaciones militares y como jefe de clan, los Kalaveras nunca fallan. Aunque si tenemos que liquidar a alguien necesitaré un arma. Algo como una Striker 12 sería lo ideal... pero si tubiera una POW, eso ya sería lo más. En el Call of Battlefield le dan un 9/10 y, tío, esa cosa convierte el buey en steak tartar.

Toraño miró a Chafakra intrigado, tanto nombre de armamento para que? Esa era su cara, incredulidad total ante aquellos nombres, quizas nunca le hubieran echo falta o quizas al estar tan apartado de la sociedad actual se habia perdido informacion.

-A mi por el momento creo que no me hace falta nada, tengo mi lanza y un arco, aunque si hubiera puntas de flechas especiales* quizas viniera bien