Partida Rol por web

Ahórrate tus zalamerías, Lázaro. Puede que te hayan facilitado una carrera entre políticos y chupatintas, pero no te funcionarán conmigo.

El tipo, con una voz ni aguda ni grave, pero sí tan elegante como pedante, no disimula las miradas que lanza a los miembros del grupo. Comienza por Bastión, el más voluminoso de todos, para seguir con Toraño. Su gesto se endurece al mirar a Chafakra, a quien se detiene a mirar de arriba a bajo, aunque se vuelve más tenue al ver el rostro enmascarado de Observador. A las dos chicas las mira al final, con una expresión de desprecio nuevamente.

Solo quería ver a tu grupo de freaks. Ya sabes, el "ser humano" es el único que tropieza dos veces en la misma piedra, y yo voy a estar ahí para ver tu segundo tropezón. Y estaré ahí para recoger los pedazos, cuando tus fracasos te priven del apoyo de los volubles políticos. Escucha mis palabras, Lázaro, el futuro de la seguridad nacional pasa por Fuerza de Control, no por Iberia Inc ni sus... sustitutos.

Aunque me esforzara no podría nunca explicar el modo en que me cayó la respuesta de Juan Pedro. Esto era mil veces peor que ser despellejada viva, sentí un vacío enorme en el estómago, un frío sudor recorrió mi frente, la nuca me dolía mientras la cabeza me empezó a repiquetear con un latido enfermizo e insoportable. 

Me quedé mirándolo a los ojos, su respuesta había logrado afectarme. Apreté la mandíbula y traté de enfocarme en la oportunidad que representaba haber llegado hasta aquí.

Tranquila, hemos venido para esto.

Escuché atónita la revelación sobre el miembro secreto, Duna.

¿Que tal si algo la enloqueció y todos se hallan dentro?

El resto de la escena fue como ver a un tiburón tratando de explicarle a una foca que era su presa. Y luego a dos manatíes tratando de probar quien era el más pesado.

Me levanto de mi sitio tranquila, el hombre parecía importante y ahora mismo se interponía entre una de las cosas más preciada que tenía.

— Sr. Comandante. Esto sonará un poco rudo, pero no se como decírselo de un modo más delicado. En caso no lo notara, estamos ocupados con Juan Lázaro. —lo miré a los ojos sin sentirme intimidada. Posiblemente por lo novedoso que representaba casi todo para mi — Si ya termino de decir cosas que no nos importan, puede marcharse a planear la mejor forma que dirá "te lo dije" de quien creo es alguna especie de Nemésis suyo. No le veo el sentido, pero parece afectarlo al punto de tener la impaciencia de venir a decírselo en persona cuando se encuentra en medio de una reunión. 

Me llevé las manos a la cintura y miré al tal Juan Pedro Lázaro — ¿Podría pedirle al caballero que se retire o tiene algo de relevancia que decirnos aparte de querer intimidarnos encarandolo? -volví a mirar al hombre de cabello cano a los ojos- Porque yo quiero participar en esto y cuenta con todo cuanto este en mis manos hacer para ayudarlo. -sentí una gran motivación crecer dentro mío, pues ahora el e Iberia Inc. representaban la única forma que tenía de encontrar lo que buscaba y estaba muy segura de poder lograrlo.

Iba a haber muchos roces en ese grupo. Demasiados. Por lo poco que había visto hasta el momento estaba casi seguro de que en algún punto del futuro -quizá no muy lejano- el tal Chafakra y el Observador iban a llegar a las manos. Quizá también se diera de hostias con el rubio. Y casi seguro que una de las chicas lo pondría en su sitio como acaba de hacer la más mayor con el comandante. No puedo evitar una esbozar una amplia sonrisa bajo el mostacho. Aquella mujer los tenía muy bien puestos. Y eso le gustaba. Le gustaban las mujeres con carácter.

- ¿Qué es eso de Fuerza de Control? - Preguntó interrumpiendo. Sentía demasiada curiosidad como para perder la oportunidad de enterarse de qué iba ese "futuro de la seguridad nacional"

- Suena a marca de condones barata- respondo a la pregunta del grandullón, exhalando el humo.- ¿Sabes lo bonito de ser funcionario, Comandante Nazismo? Que no tenemos que caerle bien a nadie para conservar nuestro trabajo, ni siquiera a SuperFacha Junior, aquí presente. Si te molesta que tu sobrino no haya sacado plaza en las opos, haber amañado el tribunal.

Solchaga aguanta la mirada de Icantia con estoicismo, como una estatua sin sentimiento alguno. Casi pareciera que estaba esperando algo así, pues esboza una siniestra sonrisa cuando la atlante temina.

Hablas bien... para no ser de aquí.

Parece que quiere añadir algo más, que su intención es ahondar en la ofensa, pero la pregunta de Bastión hace que se gire y de la espalda a Icantia para encarar al grandullón. No hay un atisbo de temor en su rostro, a pesar de la diferencia de tamaño. Antes de que abra la boca tiene que escuchar la respuesta de Chafakra, algo que parece alterarle, encender un fuego en su orgullo.

Fuerza de Control es policía de verdad, hombres normales y corrientes, pero profesionales y equipados con el material necesario para hacer frente a los desafíos de la sociedad actual. No un puñado de bichos de circo, algunos de los cuales ni siquiera son ni humanos ni nacionales...

¡¡Racismo y xenofobia!! Jaja, creía que en un estado de derecho no estaba permitido a las autoridades verter declaraciones como esas...

Os giráis nuevamente hacia la puerta, donde se ha situado un sonriente tipo vestido con un traje elegante y claramente confeccionado a medida, de color blanco. Su cabello canoso evidencia haber sido rubio en otros tiempos, unos que parecen más cercanos de lo que son, puesto que sus ojos estirados y su piel excesivamente tersa son muestra de haberse hecho liftings u otros tratamientos faciales. Por lo que os parece, podría tener la misma edad o más que Juan Pedro, pero aparenta la mitad.

A su espalda se mantiene en un segundo plano otro hombre, mucho más joven, de larga cabellera morena y traje negro.

Algo llama vuestra atención con la llegada del desconocido. Lázaro ha mantenido una cordial compostura ante la agresiva actitud de Solchaga, y sin embargo ahora parece molesto y tenso con la aparición del hombre de blanco.

Supongo que este es un buen momento para que se aproveche del desconocimiento del joven, y recriminarle su error acerca de su condición laboral, porque es eso lo que pretende ¿verdad, comandante? Y sacar pecho exponiéndole personalmente a nuestro buen Lázaro el nombramiento del comandante Solchaga como presidente del comité de evaluación de este proyecto. -Juan Pedro avanza un par de pasos, con el rostro descompuesto en una mueca airada. Solchaga le regala, a regañadientes, una mirada de soberbia satisfacción- No obstante, comandante, creo que su intervención en esta reunión deberá terminar aquí, por su propio bien. Más declaraciones de ese estilo, delante de testigos irrefutables y bien relacionados como yo, podrían suponer su recusación en ese cargo ¿no es cierto?

Solchaga clava en el desconocido una mirada de lobo rabioso, con los ojos entrecerrados, como si pretendiera escrutar algo a través de la sonrisa cincelada de ese hombre.

No se a qué juegas, Dominguez, pero lo sabré tarde o temprano...

El comandante abandona la sala apresuradamente, teniendo que soportar una mueca divertida por parte del hombre de negro que acompaña a Dominguez.

Juan Pedro toma asiento sobre la mesa de escritorio, apoyando la pierna que padece su ostensible cojera. Con la marcha de Solchaga la tensión no decrece, solo se concentra en el recién llegado.

Caballeros, señoritas... os presento a Leonardo Dominguez, uno de los principales inversores privados de este proyecto.

Toraño se habia mantenido cayado durante el transcurso de los acontecimientos. No se sentia capaz de hablar de control y demas, cuando el no sabia como se trataban las cosas en la gran ciudad. Aunque cuando se presento a Leonardo, Toraño se acerco a él para estrecharle la mano

-Es un placer conocerle, gracias por la oportunidad que se nos da

Antes de la súbita aparición del comandante Solchaga, te concentras en tus capacidades mentales fijando tu mente y concentración en Juan Pedro Lázaro. Algo te dice que sabe más de lo que cuenta, y estás dispuesta a averiguar si es así aunque sea a las bravas.

Sin embargo, a pesar de tus esfuerzos no logras ver nada. Su mente se encuentra fuera de tu alcance, aparentemente. Por experiencia sabes que no eres capaz de acceder a la mente de todo el mundo. Las personas más inteligentes y de voluntad más férrea cuentan con cierta protección, así como otros psíquicos como tú, capaces de crear barreras en sus mentes.

La pregunta es ¿a cuál de los dos grupos pertenece Lázaro?

- Ah mira, oposiciones para plazas pagadas por el sector privado. ¿No quedaban sobrinos por colocar?- pregunté.

Asintió a la insultante respuesta del Coronel sin añadir nada, para eso estaba el tal Chafakra. Si era tan bueno con lo que fuera que sabía hacer como con la lengua, seguro que sería un buen activo en el grupo. Todos los chavales de su estilo que había conocido eran unos auténticos dolores de culo por fueras pero unas enormes personas por dentro. Si sabías como tratarles, claro. Y aunque Solchaga era un capullo integral, tenía razón en una cosa: Ellos no estaba preparados, no tenían entrenamiento de ningún tipo y no estaban acostumbrados al trabajo en equipo. A lo mejor el tal Observador si. Por lo menos daba el perfil.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la intrusión de un nuevo personaje. Uno que había hecho recular al coronel, que había acabado con el rabo entre las piernas y el orgullo por los suelos. Lo peor es que también estaba afectando a Lázaro. Y lo peor de lo peor es que Bastión conocía a ese tipo. No eran grandes amigos, ni siquiera coincidían a menudo, pero bajo su identidad secreta se habían visto en varias ocasiones, sobretodo en fiestas de recaudación y similares

Pasar desapercibido midiendo mas de dos metros y llevando una armadura era realmente complicado, así que simplemente se quedó ahí parado como una estatua esperando que Dominguez no reparara en él mas que lo suficiente.

Jajaja, efectivamente, la inversión privada se caracteriza por contratar a la gente por amiguismos más que por sus méritos.

El que habla no es otro que el hombre vestido de negro que se ha mantenido tras Leonardo Dominguez hasta ahora. Un hombre corpulento, extraordinariamente atractivo, y que posee una voz bastante carismática. Pero sobre todo, exuda una seguridad en sí mismo que resulta tan atrayente como molesta.

El chaval dice lo que piensa, me cae bien. Aunque me caen mejor otras... -Dice echando un vistazo con descaro a las dos féminas, muy especialmente a Icantia, a quien recorre de arriba a abajo con una pícara sonrisa.

Oh, me había olvidado de las presentaciones. -Dice el señor Dominguez fingiendo contrariedad- Este es Víctor Roma, mi guardaespaldas y hombre de confianza.

El tal Víctor hace una reverencia, como un actor despidiendo la obra del teatro entre aplausos.

Bueno, no deseamos importunaros más tiempo del imprescindible. Tan solo quería venir a conocer a nuestros nuevos héroes y desearles suerte. Si alguna vez necesitáis algo, cualquier cosa, no dudéis en acudir a mí. Tenemos muchas esperanzas puestas en vosotros, muchachos, no nos defraudéis.

Leonardo Dominguez se gira despidiéndose con la mano, mientras Víctor espera un instante, dedicándole una amplia sonrisa a Icantia y un guiño a Enlace, antes de depositar un pequeño taco de tarjetas de visita sobre una de las mesas y seguir a su jefe.

La marcha de Leonardo Dominguez parece relajar el ambiente, al menos en lo que a Juan Pedro se refiere. Cuando el empresario sale, vuestro enlace con el gobierno se quita las gafas y comienza a limpiar las lentes con un pequeño paño, lanzando en el proceso un cansado suspiro. Cuando vuelve a ponerse las lentes, os dedica una sonrisa sincera.

Bien ¿por donde íbamos?

- Menudo capullo- mascullo, una vez se han ido los dos tipejos.- Estabamos hablando de la superchorba que se convirtió en cemento, ¿Estaba buena?

No estoy todavía muy familiarizada con esta sociedad, pero al menos el mundo naviero era más claro que lo que estaba viendo. Un hombre tras otro entrando e interrumpiendo al anterior, mientras sacaban a relucir las condecoraciones, los puestazos o alguna otra pavada que los hiciera mejores que sus rivales.

Es increíble que alguien que tilda bichos de circo ilegales tenga que estar a cargo. Ese hombre era un peligro y se estaba interponiendo en mi camino. 

Extiendo la mano del Sr. Dominguez — Un placer conocerlo a Ud. y su civilidad.-sonrío como cuando me tomaron la foto cuando rescaté a aquellas ballenas de ser masacradas en Japón. 

Aunque no creo que este en donde esta tan solo por ser correcto. - ¿Que querrá? -pienso.

Cuando el atractivo hombre habla, capta mi atención al instante. Su voz es firme y de un tono agradable, mantiene una postura fresca aún cuando lo he pillado observándome al milímetro sin ninguna clase de reparo. 

Lo miro a los ojos, frunzo un poco el ceño por desconcierto, fijo la mirada intensamente en él intentando descubrir con una expresión curiosa que rayos se propone con ese comportamiento. Concluyo que no tiene sentido y hago exactamente lo mismo que él me hizo a mi, lo examino de pies a cabeza.

A lo mejor es un nuevo estilo de comportamiento humano. Bueno está bien, ha sido para fastidiarlo.

Me acerqué a la mesa y tomé una de las tarjetas ¿Quién era Dominguez? ¿Quien era su guardaespaldas? ¿Porque Solchaga había retrocedido? A lo mejor podía servir luego para algo, así que guardé una de las tarjetas entre mis ropas y me crucé de brazos para retomar la conversación con Juan Pedro.

- Hablaba de Duna cerrando la central a voluntad ¿Quizás algo logró trastocarla a nivel emocional o neuronal? ¿O ella cree que protege algo?-dejé la línea al aire y vi al hombre del traje especial oscuro- Observador, preguntó el motivo por el cual habia sido formado el equipo, las herramientas y las restricciones que involucran- me cruzo de brazos- Y ante la escena de antes, quisiera saber cuan seguido vamos a tener que ver al Comandante. 

Juan Pedro se incorpora pesadamente, con las dificultades que le provoca la pierna lisiada, y retrocede hasta la silla para sentarse de nuevo en ella, en una postura que le resulta más cómoda.

Sobre los motivos por los que Duna ha cerrado la base, vuelvo a repetir que solo podemos especular. Hasta que no logremos acceder a su interior y a su sistema, no podemos saber nada a ciencia cierta. -Lázaro baja la mirada hacia la mesa unos instantes, antes de ajustarse mejor las gafas al rostro y proseguir mirando a Observador- ¿Por qué formar este grupo? Bueno, principalmente por los mismos motivos que llevaron a formar Iberia Inc. La delincuencia metahumana es un problema real y constante, y las fuerzas del orden convencionales tienen herramientas limitadas para combatirlo. Sí, hay grupos oficiales a nivel europeo a los que recurrir, pero no están siempre disponibles. ¿Y si hay una crisis y los Euromen están en la frontera con Rusia en una misión? Además, a nadie le gusta que vengan de fuera a limpiar su mierda ¿verdad? Por otra parte, se puede subcontratar ayuda a organizaciones como Superhéroes Inc, pero suele inspirar más confianza poder contar con tu propia gente. De modo que, en ausencia del grupo original, tenía sentido que decidieran formar un segundo equipo. -Juan Pedro sonríe, someramente.

Sobre restricciones... bueno, representáis al estado español, y debéis respetar las leyes escrupulosamente. Se espera que capturéis y pongáis a disposición de la Justicia a los delincuentes causándoles el daño indispensable para su captura, y que solo matéis si es estrictamente necesario como medio de defensa. Para asegurar eso, se creará una comisión de investigación que realizará informes vinculantes acerca de todas vuestras acciones. Y por lo visto, el comandante Solchaga la presidirá, de modo que os recomiendo ir con cuidado. También se espera que realicéis vuestra labora causando el menor daño personal y material posible. La destrucción indiscriminada de material, los daños civiles colaterales y demás asuntos no están bien vistos por la opinión pública y afectan a las elecciones, como comprenderéis. Eso incluye las alteraciones drásticas del clima, por cierto, a nadie le gusta que aparezca una tormenta tropical en su ciudad cuando anunciaban nubes y claros. -Añade mirando a Toraño, con cierto humor pero mirada severa- Herramientas supongo que habréis traído vosotros, como parte de vuestro equipo personal. Si necesitáis algo más, no se... munición, protecciones, armas de repuesto... podéis rellenar un formulario de petición. No os voy a engañar, la burocracia es lenta y las partidas presupuestarias dejan pocos flecos a los gastos inesperados, de modo que algunas peticiones pueden tardar o incluso ser denegadas, pero las cosas más sencillas se os facilitarán sin problema.

Un silencio sepulcral hizo acto de presencia tras las palabras de Juan Pedro Lázaro. La joven de cabellos oscuros  lanzaba discretas miradas a cada uno de los presentes, intentando superar la sensación de asco que le habian producido las inesperadas visitas de sus "controladores". Aunque habia oido hablar de ese tal Leonardo Dominguez, del que se rumoreaba mil y una bizarra historia, habia algo en el que no le gustaba.

Aunque ahora, lo que  le preocupaba era lo expuesto por su coordinador ,Juan Pedro. -¿Un grupo? ¿nosotros?.- pensó mientras dejaba que sus ojos  volviesen a escrutar a cada uno de los presentes. Cuando su mirada pasó por la exuberante  mujer llamada Icantia, suspiró fastidiada.-¿que voy hacer yo aqui?  traer los cafés?-

Un escalofrio le recorrió la espalda cuando  laimagen del Observador pasó ante ella. Ese extraño personaje le aba algo de miedo ya que se habia quedado todo el tiempo n la misma posición y no parecía que se hubiese movido. Luego estaba el tipo del cigarro , al que prefería que estuviese entre rejas antes que con ella. -¿qué? ni loca..!-

El llamado Toraño le habia llenado el ojo y, aunque  fuese un traidor o un villano encubierto,o un agente doble o ...bueno cualquier cosa; ella no se veía capaz de hacerle daño. Y, por ultimo, Aquel enorme tipo llamado bastión, mucho musculo pero buen corazón.

Con timidez, levantó una vez mas su mano derecha y preguntó:

- Si vamos a ser un grupo, ¿no deberiamos conocernos?. Es decir, nuestros nombres en codigo; si los hubiese, saber que poderes tenemos o con que podemos contar; aparte de lo que podamos pedir al ministerio...- miró hacia Lázaro;- ..debidamente cuplimentado,claro.-

Sintió como las miradas volvían a clavarse sobre ella. Un cierto rubor encendió sus mejillas mientras tragó saliva.Tomó aire y continuó: - A lo mejor deberiamos "practicar" el trabajo en equipo,¿no?-

La chica modosita del fondo se pone a parlotear acerca del trabajo de equipo. Je.

- Claro monada, no hay problema- respondo.- Apunta, mis poderes son: duro como una piedra y poder estriar cualquier parte de mi cuerpo- expongo, con un significativo gesto de cejas.- Sí, has oído bien, cualquier parte, nena.

- En cuanto al grupo, ¿Tenemos acaso un nombre o algo? Porque si vamos a llamarnos los Superchavales o un nombre así de cursi podéis pegarme un tiro ahora mismo.