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Entre los más grandes misterios del universo se encuentra el saber de dónde venimos o a dónde vamos. La única certeza que tenemos es saber quiénes somos. Esa creencia, ese axioma de la realidad, nos garantiza una faceta sólida. Es nuestra estaca clavada en el corazón del cosmos, nuestro refugio en mitad del sinsentido de la existencia, una torre que se mantiene firme y serena en mitad de la tempestad.
Nuestra identidad permite echar raíces, dar consistencia a nuestra alma, estabilidad a nuestras ideas. Existimos dentro de un marco que nos define. Nuestro yo se propaga, se nutre del entorno y el entorno de nosotros. Nuestro hogar, nuestra ciudad, trabajo, amistades. Extensiones. Latidos en la cadena del continuo espacio tiempo. El árbol de la vida creciendo hacia todas partes. Pero, ¿Qué sucedería si el pilar más básico de nuestro ser fuera desconocido? ¿Acaso no se desplomaría también todo lo que conocemos como realidad? Y entonces... ¿En que punto nos dejaría a nosotros?
En algún momento de 1957.
Tres desconocidos despiertan en mitad de la carretera. Ninguno reconoce el lugar donde se encuentra ni como ha llegado hasta allí. Tampoco se conocen entre ellos. Su memoria es un lienzo en blanco; nombre, ocupación, residencia. Nada. A partir de ahí, todo es posible.
Ambientación: 1957, Estados Unidos.
Palabras clave: Misterio / Investigación / Paranoia / Soledad / Blanco y negro / Clásico
Sistema: Narrativo.
Calificación: Apta para todos los públicos.
Reclutamiento: Leer el único apartado visible de la partida.
Donde explico el breve sistema, requerimientos para los jugadores, promesas, quizás vacías o no. Lugar para dudas, quejas y charlas.