Partida Rol por web

Donde los Valientes Temen Aventurarse

24. Engaña al Diablo y Llévate su Oro

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20/11/2013, 14:41
Céfiro

Ni hablar, ¡ni hablar!

En cuanto el estado de salud de Kayle mejoró, Céfiro recobró las energías en un paralelismo que parecía arte de magia (o quizá fuera precisamente eso) El elemental de aire brincó repentinamente del suelo y salió volando moviendo los bracitos brumosos en el aire como si fuesen dos pequeñas aspas de molino. Con aquella prisa, se arrojó a los brazos de la genasí que lo recogió y lo estrechó con un suspiro de alivio descomunal.

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20/11/2013, 14:58
Kayle

Lo que quiere decir... —Kayle sonrió y le dio un beso amistoso en la mejilla al elfo—. Es que muchas gracias, Rustal.

Céfiro aprovechó para refugiarse rápidamente en la seguridad de la capucha de la maga, asomando sólo dos chispeantes ojillos furtivos. Momento en el cual Kayle apoyó las manos en el suelo para poder ponerse en pie finalmente. En ese instante pareció retomar el hilo de lo que pasaba a su alrededor y se dirigió a Tabin.

Tranquila, apuesto a que está todo bajo control—le susurró, luego añadió eligiendo el simil a posta:—. Ya sabes, el... efecto teatral, el mundo del espectáculo es así.

Se puso a sacudirse el hollín de la gabardina mientras miraba de reojo a ambos lados, tan solo esperaba que la guardia ayudase a dispersar la nube de personas que estaba empezando a aglomerarse.

Aunque he de confesar que sería una suerte que el dueño del local se sintiera lo suficientemente agradecido de que hayamos evitado el robo como para concedernos esa audiencia... —murmuró entre dientes.

«¿He dicho una suerte?»

Kayle rio para si misma.

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20/11/2013, 15:35
Damira

El elfo siguió curando a la chiquilla, y en cuanto recuperó la salud, el familiar se elevó sobre las mesas y voló hasta colarse en la capucha de su zamarra. Y mientras todo eso ocurría, la muchedumbre que se había congregado ese día en el local había convergido alrededor del grupo, la curiosidad superando el temor a los atracadores y sus conjuros.

—¿Se han pensado que esto es un maldito espectáculo? —ladró a la multitud, recorriéndola con la mirada de una profesora que pillaba a su alumno haciendo trampas, de una madre que encontraba a su hijo adolescente durmiendo en un charco de su propio vómito, de una mujer que sorprendía a su mejor amiga revolcándose en el pajar con su novio. En definitiva, de alguien a quien no ibas a querer tocar las narices—. Ya se ha acabado el problema. ¡Sigan con lo que estaban haciendo y dejen de estorbar!

- Tiradas (1)
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21/11/2013, 20:22
Tabin

Tabin frunció el ceño y asintió, mirando a su alrededor intranquila.

-Eso espero... -Porque la otra opción era que Morgan estuviese conchabada con los fallidos ladrones, algo que no podía ser cierto y que sin embargo le picaba en la base de la nuca.

Se estremeció cuando Damira gritó a la multitud, abriendo los ojos con sorpresa. Vaya, cómo cambiaba su actitud de una mamá oso a la portera de taberna que no querrías toparte en una noche de borrachera.

-Tranquila, Damira, no pasa nada... O sea, es normal que miren, no... no grites, por favor.

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23/11/2013, 00:42
Damira

La voz de Tabin interrumpió la furibunda mirada que Damira estaba regalando a la multitud de curiosos. No estaba nerviosa, ni realmente enfadada, pero años de experiencia le habían enseñado que obedecer a una figura de aspecto intimidante, voz imperiosa y gesto iracundo era más fácil que obedecer a alguien amable.

—Estoy tranquila —sentenció, sin mirarla, levantando una mano a la altura del hombro.

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25/11/2013, 10:40
Iletian Mano de Madera

Morgan apareció entonces, con un impecable sentido dramático, acompañada del dueño de las Cinco Coronas. Este resultó ser un hombre feo y de gesto desagradable, flaco y nervudo como los raquíticos árboles que crecían en los pantanos. Tenía una prótesis de madera en el lugar en el que debería estar su mano izquierda: señal inequívoca de su pasado como ladrón.

La elfa le hizo una señal al hombre en vuestra dirección. Este os echó una ojeada antes de dirigirse a la masa de clientes.

—Buenos hombres, buenas mujeres. No se preocupen, los Jinetes Grises ya están en camino para arrestar a estos malhechores. Aunque lamento comunicarles que el torneo será cancelado.

Surgió una oleada de protestas entre la multitud.

—¡No se preocupen! Les devolveremos el dinero de sus fichas a un 110 por ciento —explicó. Brotaron murmullos confundidos—, esto es, por más dinero de lo que lo que ustedes las compraron. 

Esto pareció calmar a la gente, que lenta y reluctantemente se dirigieron a los empleados para cambiar sus fichas. Morgan y el dueño de las Cinco Coronas cruzaron la estancia para acercarse a vosotros.

—¡Saludos! Mi nombre es Iletian, y soy el propietario de la sala de juegos. Morgan me ha dicho que vosotros habéis sido los responsables de abortar el robo. Incluso anteponiendo vuestra propia seguridad. Estoy en deuda con vosotros —esbozó una sonrisa de dientes amarillentos y empezó a repartir apretones de mano—. ¿Podría invitaros a un trago? Puedo ver el aura del triunfo con sólo echaros una ojeada. Me gustaría hablar de negocios.

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25/11/2013, 16:49
Kayle

«Y apuesto a que se lo ha dicho invadida por la congoja y el terror... » ironizó Kayle pensando para si misma «O eso, o era "el empujoncito que necesitábamos" para hablar con usted.»

Encant-t-t-t-tada... —el enérgico apretón de manos la sacó de sus pensamientos cogiéndola de sorpresa así que no pudo evitar que las sacudidas la hiciesen tartamudear de forma un tanto cómica— ... señor Iletian. Un placer haber podido ayudar. «Aunque podría haber pasado sin que estuviesen a punto de incinerarme viva.»

Carraspeó diplomáticamente.

—Claro, hablar no le hace daño a nadie—miró en derredor de reojo, suponía que los demás estarían de acuerdo ya que a fin de cuentas habían venido a hablar con él pero quería forzar que dicha conversación fuese en privado de modo que añadió con una sonrisa de oreja a oreja:—. ¿Quizá en otra parte?

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25/11/2013, 21:17
Aramil

-Saludos.-Respondo al efusivo apretón de manos del recién llegado.-Por mi parte podemos charlar un rato sin tantos oidos alrededor... Puede que algun amigo de estos ande cerca y no me gusta arreglar asuntos de esos donde se me vea.

 

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26/11/2013, 17:32
Damira

Así que esa es Morgan. La ladrona de la que tanto habían hablado en tan poco tiempo sus compañeros había aparecido por fin, trayendo consigo al dueño de Las Cinco Coronas. Un hombre enteco y macilento, con gesto avinagrado, que chocaba con su actitud diplomática y amable. Era el tipo de persona que hacía quedamira se pusiera en guardia. No era una costumbre bonita, pero le había servido para salvar la vida en un par de ocasiones, mucho tiempo atrás.

Una vez se presentó, estrechó con su mano derecha la de cada uno e los miembros del grupo. Damira le devolvió el apretón quizás con demasiada fuerza, desviando durante un instante la mirada hacia la prótesis de madera que asomaba por la manga izquierda de su levita. ¿Accidente, enfermedad, o, consideró, mirando de reojo a Morgan, castigo?

—Es lo apropiado —asintió, cuando Kayle y Aramil propusieron alejar la conversación de oídos ajenos al asunto.

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27/11/2013, 20:57
Tabin

-Eeeencantada, señor.

Tabin apenas se fijó en el dueño del local, pues su vista se hallaba fija en Morgan. Maldita Morgan, siempre desapareciendo y haciendo temer lo peor. Pese a todo, le dedicó una sonrisa de oreja a oreja. Al fin parecía que iban a tener una charla calmada y como los dioses mandaban... y esperaba que no se le escapase de entre los dedos de nuevo.

-Yo también creo que es lo más apropiado.