Partida Rol por web

Donde los Valientes Temen Aventurarse

7. No sin mi Hija.

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02/02/2012, 10:41
Sargento Hakkon

Os despedisteis de Fasber y os dispusisteis a recoger al que sería el último integrante de vuestro grupo de rescate.

Nanthleene me dijo que aguardaría vuestra llegada en el Templo Caído —os informó Hakkon.

Todos los que habíais vivido en Nesmé conocíais el Templo Caído. Antaño había sido un lugar de culto de la desaparecida Waukeen y el centro de poder del gobierno de la ciudad. Hoy era un bullicioso lugar de encuentro para los mercaderes que venían por la ciudad.

Por favor, sed pacientes con ella —insistió el sargento—. Su hija ha sido una de las desaparecidas y está muy afectada. No le tengáis en cuenta lo que pueda decir.

Hakkon os condujo al interior del Templo Caído y os instó a que ascendierais por las escaleras. En los pisos superiores, según teníais entendido, habían pequeñas capillas que se alquilaban para los rezos de cualquier religión faerûnia que no fuera considerada peligrosa. Tabin lo sabía bien: su madre solía celebrar allí pequeñas misas en honor de Sune en los días importante para la fe.

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02/02/2012, 10:57
Nanthleene

En una de esas pequeñas capillas había arrodillada, de espaldas a vosotros, una elfa solar. Más que rezar, parecía canturrear algo que reverberaba en los muros del edificio. Era una canción solemne y hermosa, pero lenta y mezclada con un dolor sin medida que era la fuente principal de su belleza. Nanthleene detuvo el cántico en cuanto escuchó el sonido de vuestras botas sobre las losas del suelo. Miró un momento por encima del hombro, recogió su símbolo sagrado y se levantó.

Era una elfa alta y delgada como un junco. Iba ataviada con una esplendorosa túnica verde de terciopelo sobre la hermosa cota de mallas dorada cubierta por completo de versos religiosos en el estilizado alfabeto elfo. Los que sabíais leer élfico los indentificásteis como alabanzas a Corellon Larethian y al Seldarine. Nanthelee era una mujer bella y triste como la canción que habíais escuchado. Debajo de las ojeras, los ojos enrojecidos y las arrugas de preocupación había resabios de un rostro joven, armónico y atractivo.

Oh Seldarine —se espantó Nanthleene—, ¿es esto todo lo que habéis podido reunir, sargento?

Hundió los hombros.

¡Mi hija está condenada! —sollozó.

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02/02/2012, 11:35
Tabin

Tabin amaba el templo. En aquel lugar había pasado muchos buenos ratos en comunión con el resto de fieles, con Sune y de con su madre. Siendo niña había espiado a los otros cultos y había hecho travesuras como atar los cordones de las botas de los que oraban. Al crecer, fue más respetuosa con las otras fes y aprendió que algunos dioses podían ser benevolentes con ella en algunas ocasiones. La difunta Waukin, por ejemplo, le hizo un guiño al conseguir su trabajo y al impulsar Perdición de Trolls. Tymora le había dado suerte en sus días de ladrona en prácticas y había protegido a Morgan de ser capturada cuando había rezado para ello.

Por eso sintió una especial reverencia al contemplar el rezo de la elfa solar. Aquellos elfos de los que Tabin descendía eran los más hermosos, según Arane, y también los más orgullosos. Había que tener cuidado al hablar con ellos pues casi cualquier cosa podía molestarlos. Y muchos creían impuro mezclar su sangre con la de los humanos... quizá incluso su propio padre. A veces Tabin tenía la certeza de que se había marchado por su nacimiento.

La pícara extendió una mano que bajó de inmediato. La elfa soltó un improperio y Tabin se tornó seria, pero intentando ser cálida al mismo tiempo.

-Nanthleene -dijo cuidadosamente-, aunque podamos parecer poca cosa, somos algunas de las personas más habilidosas de la ciudad. Mi nombre es Tabin, ellos son Ánder, Kayle y... Glimgmar. Y él -miró a Ulfe sin poder evitar la sonrisa-, es Ulfe, un extraordinario rastreador y batidor que conoce estas tierras como la palma de su mano. Todavía hay esperanza.

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02/02/2012, 15:39
Kayle

Kayle no dejó de cotillear con la mirada el camino de ascenso por las escaleras. El único templo que visitaba era el de Lathander y no precisamente por ser una devota empedernida así que no era de extrañar que aquél le llamase la atención.

Llegaron finalmente a encontrar a la elfa que, sin duda, le dio la bienvenida más extraña que recordaba en su vida. Bueno, eso si podía catalogarse de "bienvenida". La genasí en un principio arqueó las cejas, luego pareció reconocer algo en la mirada de Nanthleene, algo dolorosamente familiar que la hizo no responder con indignación. Simplemente no dijo nada.

Se acercó a Tabin que se había adelantado un poco y le agarró el antebrazo de la mano que acababa de bajar para volver a levantárselo como quien "saluda". Luego se asomó por encima de su hombro derecho y sonrió, solo que esta vez no era la sonrisa traviesa de siempre sino una que expresaba simplemente lo que era.

Pues claro que hay—dijo—. Mejor pocos y habilidosos que muchos y del montón. Lo primero tiene éxito más rápido.

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03/02/2012, 16:42
Glimgmar "Tumba-birras"

 Glimgmar apoyó su escudo en el suelo y asomó sus gruesos dedos por el borde superior apoyandose en él. El templo estaba lejos y sin su medio de transporte ocasional, había sido algo cansado. Tenía que dejar de comer delicioso puerco curado...claro que, entonces ¿Qué calidad de vida llevaría? Prefería comer bien y luego combatir contra algunos "sincerebrados", ya fuesen trolls, gnolls, o lo bandidos. Seguía siendo joven a pesar de todo, debería dejar de quejarse...igual que aquella estirrada elfa.

 Miró hacia arriba para ver de soslayo el rostro de Hakkon. Era un tipo listo aquel humano, asique harían bien en hacerle caso. Lo malo de Glimgmar esque tenía mala memoria para esa clase de advertencias, o más bien, que su tozudez las anulaba con facilidad, su naturaleza enana le llevaba a hablar cuando deseaba a hacerlo y con normalidad, a decir exactamente lo que pensaba.

 - Ujeeum....uejum.....

 Se aclaró la garganta, aunque no salió de detrás del escudo, su rostro se veía a la perfección, parte de su barba. Estaba en una posición marcial para un enano.

 - Con el debido rrespeto. - Aún no había olvidado la pérdida de aquella elfa, ni del ahínco que estaban poniendo sus compañeros de cuadrilla - No hemos venido aquí a discurrrirr lo buenos que somos.

 Espetó más como un comentario hiriente a la mujer con aquel extraño "bicho" fruto de la brujerría y de melenas ondeantes ¡aunque no hubiese ninguna clase de corriente allí!

 La joven Tabin también podía verse aludida, pero no miró a ninguna de las dos.

 Dio un paso al frente con el escudo, emitiendo un sonido metálico sólido, inexpugnable.

 - Su hija serrá rescatada.

 Perro no es momento parra lamentarrse.

 Mi tío Thoreg siemprre decía: no hay que crruzar el puente antes de llegar al rrío de lava. - contó anecdótico de forma amable, aunque había orgullo en el enano lo que trataba de transmitir es un ánimo solemne pero esperanzado.

 - Ella necesita que usted se levante y deje de llorrar como una cría elfa - dijo tratando de no ser despectivo, en realidad no lo era, la elfa demostraba todo lo que el enano pensaba de los elfos, que eran cobardes y a la mínima brrisa se dejaban llevar, no erran como los enanos, como montañas, ningún viento les hacía estremecerse...nisiquierra el que mantenía a flote aquellas malditas melenas blancas.

 - Gustosos hemos venido a entrregar nuestrras vidas por ella y por usted, aproveche la ayuda que le brindamos por pobrre que sea, y luche por lo que aún no está perrdido.

 O lo estarrá, pero porque no supo ver una oportunidad como esta de salir a buscarrla.

 Le dijo, exponiendo exactamente lo que pensaba y como lo pensaba.

 Luego sus ojos quedaron parcialmente en blanco cuando sus pupilas se orientaron hacia el rostro de Hakkon esperando que le confirmase si había iniciado alguna guerra o todo seguía tranquilo.

 

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03/02/2012, 16:59
Ánder

Ánder dejó hablar a todos sus compañeros, los tres dijeron cosas justas y apropiadas, por su parte solo tenía que añadir una cosa más.

Desenvainó su espadón y lo puso con la punta hacia abajo, reposando en el suelo, se arrodilló, levantó la cara, miró a Nanthleene y habló.

-Yo soy Ánder de Torm, y juro en éste lugar sagrado, por el Deber que profeso a mi Dios, por la Deuda que nos engloba a todos, que no cejaré en mi empeño hasta encontrar a las niñas desaparecidas. A todas. Que lucharé, que investigaré y encontraré al miserable que las secuestró y le daré su merecido. Así lo juro ante todos los dioses del Bien y ante mis compañeros.-

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04/02/2012, 10:10
Nanthleene

¿Esperanza? —Nanthleene miró a Tabin con incredulidad—. ¿Pretendes que cifre mis esperanzas en ese... bárbaro greñudo?

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04/02/2012, 10:14
Ulfe

Ulfe resopló, pero no hizo ningún comentario. Sí que apostilló lo que dijo el enano.

Eso es lo que trae las comodidades y el refinamiento de la civilización: debilidad y lloriqueos ante la adversidad.



 Glimgmar: has iniciado una nueva relación con Ulfe: Amistad — Asociado (1)

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04/02/2012, 10:18
Nanthleene

La elfa solar alzó la nariz como si le hubieran dicho el insulto definitivo.

¿Qué sabréis vosotros del amor de una madre a una hija, N'Tel'Quess? ¿Acaso tenéis hijos? bufó—. Lo único que os importa es golpearos las cabezas con vuestros garrotes de madera, beber cerveza... ¡y aparearos como sucios primates!

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04/02/2012, 10:25
Sargento Hakkon

Haya paz —terció Hakkon, pero el sargento parecía tener muy claro quién estaba provocando el enfrentamiento:—. Por favor, mi señora, estos buenos hombres y mujeres sólo quieren ayudaros. Sabemos lo mucho que podéis estar sufriendo, pero emprenderla con los amigos no es la mejor alternativa.

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04/02/2012, 10:27
Nanthleene

Nanthleene alzó aún más la nariz si cabe, pero no contestó a Hakkon. En lugar de ello se adelantó unos pasos hasta quedar frente al paladín arrodillado. Lo miró unos momentos con el semblante ceñudo.

En ese caso aceptaré vuestro juramento. Levantaos, Ánder de Torm —dijo con el ademán imperativo de una emperatriz en su corte—. Aunque nuestra gesta sea en vano, vuestros servicios serán bienvenidos.



 Ánder: tu relación con Nanthleene ha aumentado en 1 punto: Amistad — Asociado (3)

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04/02/2012, 12:10
Tabin

Tabin intentó ser paciente. Incluso dejó pasar el insulto a Ulfe aunque cada vez estuviese más harta de tener que escucharlos. Pero es una madre en peligro, se dijo. Y elfa solar. Es de esperar que suelte un par de insultos gratuitos cada cierto tiempo. Con su mejor tono y su mayor paciencia, Tabin intentó suavizar la cosa una vez más:

-Mi señora, no tengo hijos, pero sé algo de amor. Si me arrebatasen a alguno de mis seres queridos, yo también me sentiría como vos. Pero si me diesen una oportunidad de recuperarlos, no la rechazaría por muy dolida que estuviera.

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04/02/2012, 12:29
Glimgmar "Tumba-birras"

 Gruñó como réplica el enano.

 Claro que parra él una de las metas más altas dentro de su larga vida erra ser reconocido de aquella forma, porque habría hecho grandes cosas parra el pueblo enano y habría llevado su glorria a otros, como aquellas gentes. No importaba el propio Glimgmar, sino el legado, y no era, ¡ni mucho menos! golpes en la cabeza con un madero...claro que, toda buena historia, tiene golpes con palos de madera, o con sillas, o con jarras de cerveza...¡y desde luego tenían ¡¡¡cerveza!!!!

 - ¡JAJAJA! - Espetó mirando con cierta complicidad a Ulfe, ese chico le entendía...aunque por otra parte Ánder mostraba el talante que pueden llegar a tener los enanos, si alguien es digno de él, y la elfa, por el momento, no lo era.

 El enano parecía demasiado pequeño como para contener más de una emoción al mismo tiempo, asique al saber que se uniría a la causa se encontraba pletórico, algo extraño siendo el nuevo miembro del grupo un elfo, pero por otra parte...

 - Prrecisamente por eso, señorrita, por haber estado ocupados dandonos golpes en la cabeza - se compadeció del humano ya que consideraba que el insulto había sido sólo para él, los enanos no eran grandes fornicadores, ni usaban garrotes jamás, aunque si que bebían cerveza, por eso lo entendía perfectamente. - aguantarremos lo que se nos venga encima.

 Aunque sea una montaña.

 Asintió y tomando el escudo lo blandió con maestría.

 Aquel escudo les protegerría.

 Los ojos del enano se volvían pequeños y se arrugaban embotados por sus grandes pómulos, miró a Ulfe y a Tabin con aparente felicidad y no tardó en darse media vuelta y comenzar a avanzar.

 - ¿Y bien? ¿A que esperramos?

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04/02/2012, 17:48
Kayle

Kayle decidió no añadir más leña al fuego, no le veía sentido a que ahora se pusieran a discutir. Cuando algo no puede demostrarse con palabras, debe demostrarse con hechos y aquél parecía uno de esos casos.

Los ojos de la genasí, que normalmente tenían el color azul del cielo, adquirieron un tono más gris, como ese mismo cielo cuando se vuelve plomizo. No tenía la menor intención de que "la gesta" fuera en vano porque no hacía falta ser madre para sufrir por alguien, sólo tener lazos, y ella estaba preocupada por Elthina. Además, albergaba una duda cada vez más inquietante, ¿y si...?

Yo no podría haberlo dicho mejor—se escuchó decir a si misma, secundando la última pregunta del enano, mientras su efervescencia natural apartaba a un lado aquellos pensamientos pesarosos y los sustituía por una sonrisa desenfadada—. Cuanto antes salgamos, antes las encontraremos. Lo que tengamos que hablar, hagámoslo por el camino.

Kayle giró sobre sus talones para seguir a Glimgmar y, al hacerlo, Céfiro se quedó un momento flotando en el aire. Miró a la elfa, miró a los demás, miró a la elfa otra vez y luego extendió dos pequeños bracitos brumosos para encogerse de hombros antes de salir disparado como un colibrí en pleno vuelo a ocupar de nuevo su sitio en el hombro de Kayle.

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04/02/2012, 19:03
Ánder

Ánder se levantó a petición de Nanthleene, y asintió a su reconocimiento con una profunda reverencia, si la elfa no fuera tan desagradable con sus compañeros, aquello hasta parecería una saga heroica, o un cuento. Esperaba que no se convirtiera en una tragedia. Envainó su arma e hizo ademán de seguir al resto.

Continuó con el pensamiento expresado en voz alta de Kayle.-Sí, a mi me gustaría saber si tenéis algún enemigo o alguien que quiera haceros daño, aparte de los enemigos naturales de los seres de bien. Y cuando ocurrió el rapto.-

Con aquellos datos quizás podrían empezar a hacerse una idea de lo que había pasado.

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05/02/2012, 11:24
Nanthleene

¿Qué sabrás tú del amor, mestiza? —le espetó la elfa solar a Tabin, como si hubiese sido contrariada mortalmente—. ¡No oses comparar ese patético vínculo que forjáis los N'Tel'Quess con el amor que sentimos los Tel'Quessir!

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05/02/2012, 11:32
Sargento Hakkon

Hakkon carraspeó.

Glimgmar y Kayle tienen razón. Cuánto antes os pongáis en marcha, más posibilidades existirán de encontrar a las niñas con vida.

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05/02/2012, 11:33
Nanthleene

Nanthleene se puso, por fin, a andar. No parecía que fuese a contestar nada a Ánder, como si considerare inútil dar más detalles. Pero cuando empezasteis a bajar las escaleras, la elfa solar le respondió:

No conozco a nadie en la ciudad. Sólo estábamos de paso, de camino a Siempreunidos —contestó la elfa, aunque no parecía muy proclive a contestar a la segunda pregunta del paladín.

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05/02/2012, 12:51
Tabin

Tabin recibió la contestación como un jarro de agua fría. Sus contactos con los elfos solares habían sido muy escasos, y la mayor parte de su información acerca de ellos provenía de la versión edulcorada de su madre mezclada con la áspera y lacónica versión de Morgan.

La semielfa tuvo que recordarse en qué condiciones estaba la mujer para no responder a su improperio. Intentó ponerse en su lugar y... ¿pero cómo demonios su madre y su padre podrían haber llegado a quererse? ¿Quién, fuera de Siempreunidos, querría a un maldito elfo solar?

Le temblaban las manos, así que se cruzó de brazos y evitó la mirada de la mujer. ¡Ah, por la cuenca vacía de Tyr, cómo querría...!

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05/02/2012, 22:39
Narrador


 Ánder: tu relación con Hakkon ha aumentado en 1 punto: Amistad — Asociado (5)
 Kayle: tu relación con Hakkon ha aumentado en 1 punto: Amistad — Asociado (4)


 Ánder y Kayle: +90 px
 Glimgmar: +150 px
 Tabin: +250 px