—¡Vámonos! ¡Tengo el cofre! —dijo la voz femenina ignorando la advertencia de Damira, que de improviso venía de una dirección distinta a donde había sonado la primera vez.
Le toca a Aramil y a Kayle.
-Agh.-Digo al recibir el impacto.-¿En serio crees que esa mierda de flecha puede conmigo? Bueno, es una manera de verlo.
Acto seguido, saco mi escudo con relativa calma y lo sostengo con mi mano izquierda. El siguiente pincho le costará un poco más clavármelo. En ese momento, agarro mi medallón y me concentro para convocar su poder mágico. Un par de segundos después aparece un inmenso lobo terrible junto a la hechicera y me mira durante un instante antes de lanzarse contra la elfa.
-Ahora acaba con ella.-Le digo tanto en palabras como por gestos.-Y llama al lobo que está fuera.
-Vosotros dos acabad con ese.-Digo volviéndome a los lobos que convoqué en el asalto anterior y señalando al arquero.
Motivo: Ataque lobo terrible
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+11)=18
Motivo: Derribo lobo terrible
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+11)=23
Motivo: Daño lobo terrible
Tirada: 1d8
Resultado: 7(+10)=17
Motivo: Ataque lobo 1 y 2
Tirada: 2d20
Resultado: 8(+3)=11, 2(+3)=5
Accion de movimiento->ponerme el escudo.
Accion estándar->Usar mi amuleto.
Mis dos lobitos son un poco lamentables...
Agh.-----.-¿En serio crees que esa mierda de flecha puede conmigo? Bueno, es una manera de verlo.
Un aullido se oye en un lugar alejado, junto a la puerta.
-Ahora acaba con ella.----------.-Y llama al lobo que está fuera.
-Vosotros dos acabad con ese.-
A Kayle estuvo a punto de darle un infarto cuando vio que lo que aparecía entre las fauces de los lobos era un cliente aleatorio. Por suerte, Aramil los redireccionó deprisa.
Pero ahora tenía otro problema, o mejor dicho, dos problemas: El primero que aquella zorra estaba en la maldita puerta, y el segundo que no tenía ángulo para disparar ni magia ni flechas con semejante mastodonte de lobo de por medio so pena de atinar donde no quería.
«Y si no hubieses sido tan estúpida de "no querer molestar" y hubieses pedido un momento para terminar de pasar a limpio tus conjuros de hoy, no tendrías problema alguno» se reprendió en su fuero interno.
No era su mejor baza, ni era lo ideal, pero era lo único que podía hacer en aquella situación. Y prefería dejar el asunto en manos de Tymora que quedarse de brazos cruzados de modo que corrió en dirección a la puerta mientras mascullaba por el camino:
—¡Ast menciptakan lemak!
Kayle se mueve a M11.
Gasto 1 punto de conjuro para usar Grasa a los pies de la ladrona.
Escuchasteis un sonido de botas corriendo por la afombra y la voz de Kayle que masculló algo de nuevo en aquel idioma que sonaba como el crujir de la madera en llamas.
—¡Ast menciptakan lemak!
La hechicera resbaló sobre la grasa de Kayle durante unos latidos de corazón. Pero a base de agitar los brazos los brazos como las aspas de un molino logró conservar el equilibrio y no caerse. Lanzó una mirada de odio a Kayle.
—¡Se acabó, zorra! —gritó, como desquiciada—. ¡Ya puedes correr, o te voy a enseñar lo que es magia de verdad!
Motivo: TS Ref
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 10(+6)=16 (Exito)
—¡Se acabó, zorra! —gritó aquella voz femenina chillona y desquiciada—. ¡Ya puedes correr, o te voy a enseñar lo que es magia de verdad!
—Mierda, ¡no puedo lanzar mis conjuros sin ver nada! —maldijo Bel.
1. Aelieyeeva (2 puntos de daño)
2. Aramil (11 puntos de daño, resistencia de oso)
3. Kayle (armadura de mago)
4. Bel (cegado 2 asaltos, armadura de mago)
5. Damira (cegada 2 asaltos)
6. Engarl
7. Tabin (cegada 2 asaltos)
8. Payne
—¡No será la primera vez que lo hago! —gritó en respuesta al enano. Lo recordaba perfectamente, a pesar de los años transcurridos. Bastaba con dejarle acercarse, y si no lo hacía, con tener una idea del lugar en el que se encontraba, y avanzar como la justicia inexorable. Cubrir los puntos vitales, confiar en el favor de la Santa y dar un paso tras otro. En esta ocasión ni siquiera le estaban disparando flechas ni tirando piedras. Si el atracador la atacaba, solo tenía que devolverle el golpe.
Si no me ignora y me paso de largo.
En otro lugar del salón, la mujer aullaba desquiciada, enfrascada aparentemente con Kayle. Espero que no esté realmente loca y prenda fuego al salón de verdad.
Avanzo en defensa total en la misma dirección.
Activo la postura Iron's Guard Glare.
—¡No puedo, estoy rodeado! ¡Ayúdame! —gritó el hombre.
Retrocedió un paso para hacerse un hueco entre él y los lobos, y disparó dos flechas en rápida sucesión. Una de ellas alcanzó a uno de los lobos, hiriéndolo de muerte.
1. Aelieyeeva (2 puntos de daño)
2. Aramil (11 puntos de daño, resistencia de oso)
3. Kayle (armadura de mago)
4. Bel (cegado 2 asaltos, armadura de mago)
5. Damira (cegada 2 asaltos)
6. Engarl
7. Tabin (cegada 2 asaltos)
8. Payne
Motivo: Disparo Rapido 1
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 3(+6)=9 (Fracaso)
Motivo: Disparo Rapido 2
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 8(+6)=14 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+3)=12
—¡No puedo, estoy rodeado! ¡Ayúdame! —gritó el hombre.
Se escuchó el silbido de una flecha y el aullido de dolor de un lobo, seguido de un gorgoteo.
Te toca, Salma.
1. Aelieyeeva (2 puntos de daño)
2. Aramil (11 puntos de daño, resistencia de oso)
3. Kayle (armadura de mago)
4. Bel (cegado 2 asaltos, armadura de mago)
5. Damira (cegada 2 asaltos)
6. Engarl
7. Tabin (cegada 2 asaltos)
8. Payne
-¡No veo! ¡No puedo... no puedo hacer nada!
Le parecía que el combate arreciaba a su alrededor como una tormenta y que ella no era más que un árbol ignorante, meciéndose a su compás por no poder ponerse a buen recaudo. No podía menear la espada sin más; no tenía ni idea de dónde estaban sus compañeros ni los enemigos, ni en qué condición estaba cada uno.
Payne se arremangó las mangas del vestido y cruzó la estancia con total indiferencia. Cuando llegó frente a la elfa, masculló algo y le lanzó un manozato que la maga esquivó a duras penas.
Motivo: Atq de Toque
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 7(+2)=9 (Fracaso)
La hechicera cumplió su amenaza. Dio unos pases mágicos en el aire, esquivando las dentelladas del lobo de Aramil mientras mantenía el equilibrio en la grasa. La habilidad de la elfa era asombrosa, pues logró finalizar el conjuro y un rayo de fuego brotó de las puntas de sus dedos. El brillante haz de llamas se precipitó sobre Kayle y la inundaron de un fuego verdoso. La genasí soltó un solo alarido y cayó al suelo como una polilla que se había acercado demasiado a la luz.
—¡Muérete!
La tirada contra la CA de Kayle está mal. Su CA de toque no es 11 sino 13, y tiene un +4 a la CA por cobertura. Pero aún así el golpe es un éxito, y recibe 19 puntos de daño. Queda inconsciente a -3 pg. Tira para estabilizarte, Esti.
1. Aelieyeeva (2 puntos de daño)
2. Aramil (11 puntos de daño, resistencia de oso)
3. Kayle (19 puntos de daño, armadura de mago)
4. Bel (cegado 1 asalto, armadura de mago)
5. Damira (cegada 1 asalto)
6. Engarl
7. Tabin (cegada 1 asalto)
8. Payne
Motivo: Conjurar a la Defensiva
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 15(+9)=24 (Exito)
Motivo: Atq Toque a Distancia
Tirada: 1d20
Dificultad: 11+
Resultado: 13(+5)=18 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 4d6
Resultado: 15(+4)=19
Motivo: TS ref
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 10(+6)=16 (Exito)
Volvisteis a escuchar aquel cántico, entrecortado ahora, antes de que la cacofonía de una oleada mágica recorriera la estancia. Kayle lanzó un corto pero agudo chillido, y después la voz desquiciada dijo:
—¡Muérete!
Te encontrabas en un bosque, pero era el bosque más extraño que habías visto jamás. Desde luego, la vegetación no se correspondía con nada que hubieras visto en el Norte. Parecía la flora de un lugar más cálido, y aunque que lo pensabas, no sentías ni frío ni calor.
En momento después de tener ese pensamiento, notaste un calor húmedo que hacía que tus vestiduras se pegaran a la piel.
Una criatura alada, como un dragón con alas de libélula, te observaba desde las ramas.
—Hola —dijo con una voz que se antojaba simpática.
Kayle quiso gritar, o quizá gritó, no tenía ni idea. Un destello cegador, un calor abrasador por todas partes la obligó a cubrirse con los brazos más por acto reflejo que por ser verdaderamente efectivo.
Cerró los ojos y por ende todo se quedó muy oscuro, cogió mucho aire como un náufrago que se estuviese ahogando aunque no supo por qué, notó el corazón latiéndole muy deprisa, acompañado del retumbar de la sangre en las sienes y... parpadeó, volvió a coger aire. Abrió los ojos.
Y no tubo ni idea ni de qué había pasado exactamente ni de dónde estaba.
—.....
Respiró hondo por la boca durante unos desconcertados y asustados instantes, tratando de calmarse, de encontrar alguna lógica en aquello. Hasta que escuchó a alguien hablarle que fue cuando miró en la dirección de la voz.
—H-Hola—titubeó. Luego tragó saliva—. ¿Qué... es este lugar? ¿Dónde estoy?
Motivo: Ay
Tirada: 1d100
Resultado: 30
El dragoncito bajó por las ramas y se descolgó, quedando bocabajo pendiendo de su cola prensil, a tres o cuatro metros del suelo.
—Esa es una buena pregunta —admitió el dragón feérico—, pero el hecho de que yo estuviera aquí antes de que tú aparecieras no garantiza que conozca la respuesta. Y si la conociera no implicaría necesariamente que quiera compartirla contigo.
La criatura adquirió una pose pensativa.
—De modo que has asumido que puedo y quiero ayudarte, basándote en dos cosas: mi aspecto y mi saludo. Si tuviera el aspecto de un baloth y hubiera dicho "bloooaaargh", probablemente hubieras puesto pies en polvorosa. Pero aaaah... me estoy yendo por las ramas —dijo, e hizo lo propio, moviéndose por el árbol—. Responderé a tu pregunta: esto es un bosque. ¿Satisfecha?
Kayle se presionó las sienes con las palmas: demasiada verbosidad en muy poco tiempo para que su cerebro la asimilase teniendo en cuenta lo agitada que estaba.
—No he dicho eso... —atinó a contestar torpemente—. Es decir... no pretendía... yo...
Suspiró y se masajeó las sienes. Ya no sabía ni lo que estaba diciendo, tenía que calmarse. Pero era más fácil decirlo que hacerlo.
—Ya veo que es un bosque. Lo que no sé es... cómo he llegado a él, ni su nombre o en qué sitio está este bosque. Estoy totalmente perdida—por una vez, a la maga le costaba horrores expresarse con claridad, se pellizcó el puente de la nariz—. Mystra bendita... ya no sé ni si estoy soñando, no... no entiendo nada.
Se peinó hacia atrás con las dos manos y luego miró a su alrededor. Definitivamente era a primera vez que veía un lugar tan extraño y, sobre todo, que aparecía en él como por invocación. Lo último que recordaba era que aquella zorra de orejas picudas le había lanzado encima un conjuro abrasador así que, sí, o la había dejado fuera de combate y estaba soñando, o le había hecho algo más raro...
—Por favor, te agradecería mucho si pudieras decirme si tú sabes algo de eso.