Partida Rol por web

Donde los Valientes Temen Aventurarse

24. Engaña al Diablo y Llévate su Oro

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13/11/2013, 21:04
Damira

Sin fogonazos ni estellos, pero tan repentinamente como se habían cerrado, el espso velo que había obstruido su visión se disipó, permitiéndole de nuevo ver lo que ocurría a su alrededor.

Los clientes y empleados del local empezaban a ponerse en pie, probablemente también libres del conjuro. Una manada de lobos merodeaba por la entrada, probablemente producto de la magia del druida, por lo que desaparecerían en cuestión de segundos. no era la primera vez que veía uno de esos conjuros. Se había enfrentado a invocadores lo bastante como para comprender la desesperación del hombre que gritaba desde el suelo. Lo hubiera compadecido si no fuera un atracador.

—Sois unos imbéciles —los reprendió antes de que pudieran responder a Aramil—. Os hemos dado la oportunidad de rendiros antes de acabar así. Algunos solo aprendéis a golpes, ¡maldita sea!.

Aunque ella no había dado ninguno.

—¿Estáis todos bien? —preguntó al aire, no solo para sus nuevos compañeros.

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13/11/2013, 21:49
Kayle
Sólo para el director

Kayle iba a decir algo peo se quedó con la boca abierta sin emitir sonido alguno. Dos segundos después, la cerró.

—....

Dicho de esa forma le resultaba un poco familiar. Qué demonios, le resultaba tremendamente familiar. ¿Era sólo una coincidencia? En principio pensó en Rustal pero entonces cayó en la cuenta de que bien podía aplicárselo a ella misma.

La genasí se lanzaba de cabeza a cualquier posible aventura pero sólo había una cosa en el mundo que le provocaba un miedo tan atroz que le quitaba el habla. Y esa cosa era volver a verlo a él, volver a encontrarse con Valishkan, con la persona que había convertido su vida en un infierno y le había arrebatado aquello que más quería en el mundo.

Desde que había escuchado que estaba en Nesmé, se había hecho la loca, había intentado evitarlo, no cruzárselo, el camino fácil. Odiaba a aquel hombre con toda su alma pero a la vez la aterraba la sola idea volver a verlo.

Quizá... sí—titubeó finalmente. Luego se quedó unos instantes callada hasta que añadió entre dientes:—. Yo.

Se peinó hacia atrás con ambas manos y miró a su alrededor con incomodidad. No se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba confesar eso aunque fuese al aire hasta que lo había hecho.

Y debería... —cogió mucho aire y frunció el ceño, enfadada consigo misma—. Debería... internarme en el problema para solucionarlo, no tratar de escapar de él. Eso no hará que deje de existir. Como este bosque: Si lo conociese ya no estaría perdida en él, ¿no? Incluso sabría por dónde se sale. Aunque el camino esté lleno de curvas.

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13/11/2013, 21:58
Aramil

-Kayle está herida, pero es cosa de poco.-Digo sin quitar ojo a los demás.-Harías bien en echarle un cable, Sacerdotisa, con maneras más delicadas que antes.-Añado refiriéndome a Payne y sus apropiados modos de hace unos instantes.-Si no ya me encargaré yo de ella en cuanto estos estén a buen recaudo.

-Si podemos con gorgonas no tenemos ni para almorzar con vosotros, par de dos.-Digo mirándolos fijamente y recalcando un poco la palabra almorzar.

 

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13/11/2013, 22:19
Nizirdrix

—Entonces... ¿eso significa que debemos explorar el bosque? —titubeó—. ¿Qué ocurre si luego no sabemos volver al camino? Este sitio parece más seguro. La espesura resulta... amenazadora.

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13/11/2013, 22:37
Kayle
Sólo para el director

Sí... —estuvo de acuerdo Kayle—. No siempre es fácil. Lo desconocido da miedo pero si te quedas aquí, nada va a cambiar. Para conseguir algo, hay que buscarlo.

Intentó sonreír aunque no le quedó muy claro a cual de los dos quería animar.

—Además, siempre es mejor afrontar algo en compañía. Cinco dedos, un puño.

Tendió la palma hacia arriba como quien le ofrece la mano a alguien para que lo acompañe, luego cayó en la cuenta de que las patitas del dragón feérico eran bastante más pequeñas que su mano así que rió entre dientes y cambió por el índice.

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13/11/2013, 22:51
Payne, La Señora del Látigo

—Parece que no eres tan obtusa como yo pensaba. Me alegra de que te des cuenta de que el dolor tiene un gran poder educativo. Tu hijito debe estar muy orgulloso de su madre —le contestó Payne a Damira—. Aunque creo que a veces te confundirá con su padre.

La sacerdotisa de Loviatar le dio la espalda para acuclillarse junto a Kayle.

—Esto no es cosa de poco, mastuerzo. Se está muriendo, y yo no puedo hacer nada.

Bel lanzó una maldición y recorrió la estancia para ver como estaba. Payne alzó la voz.

—¿Hay algún clérigo en la sala?

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13/11/2013, 22:59
Rustal Faulkron

Dolgan echó una mirada furibunda al elfo con el que Kayle y él habían estado hablando antes de todo el follón. Viendo que no decía nada, le pegó un empujón. El elfo se acercó a la escena, tambaleándose por los efectos del alcohol.

—No puedo hacer nada —dijo, con voz pastosa—. Tymora me abandonó hace mucho. Ya no responde a mis plegarias.

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13/11/2013, 23:01
Dolgan

—¿Y por qué no lo intentas? —espetó Dolgan, furioso—. ¡Ella estaba intentando ayudarte!

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13/11/2013, 23:02
Rustal Faulkron

Rustal se llevó una mano a la cara.

—No, no puedo hacerlo... —dijo, con tono plañidero.

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13/11/2013, 23:08
Nizirdrix

Nizirdrix se contempló la mano, y te diste cuenta de que tenía no cinco, sino cuatro dedos. Y desde luego, siendo un dragón feérico, tampoco tenía la costumbre de ir de la mano de nadie. Pero pareció entender el concepto.

—Está bien. Supongo que no pierdo nada por probar.

El dragoncito se te encaramó al hombro, y os internasteis en la espesura, y te topaste con una repentina y abrumadora resistencia. Cada paso que dabas era más difícil que el anterior, y llegó un momento en que cada nuevo paso era un suplicio. Nizirdrix no parecía estar pasándolo mejor, y de tanto en cuanto, miraba con expresión anhelante la seguridad del camino. Sólo vuestra presencia mutua, vuestra fe en que el uno podía ayudar al otro si ambos os lo proponíais, os permitía seguir adelante.

Y justo cuando habías llegado al límite de tus fuerzas, justo cuando sentías que ya habías hecho todo lo que podías hacer, la resistencia desapareció. Nizirdrix lanzó un suspiro aliviado, como si hubiera estado conteniendo el aire todo el tiempo.

—¿Lo has notado, verdad? Hemos pasado la prueba. Un momento...

El dragoncito abrió mucho la boca. Frente a vosotros, se había abierto un claro en el bosque. En él, dormitaba un inmenso dragón rojo. Calculaste que le sacaba medio cuerpo a Mirmulnir, y ya era una bestia inmensa. Pero en vez del providencial tesoro, la sierpe estaba enroscada en torno a algo mucho más humilde: una solitaria flor de loto negro.

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13/11/2013, 23:56
Kayle
Sólo para el director

—Ya lo creo que lo he notado... —jadeó Kayle apoyando un instante las manos en las rodillas para recuperar el resuello. Luego miró a Nizirdrix con una sonrisa cansada—. ¿Ves? Ya hemos conseguido algo.

Al darse cuenta de que el dragoncito se quedaba boquiabierto siguió la trayectoria de lo que estaba mirando y la que se quedó boquiabierta fue ella.

Es... er... Vale. ESO sí que no me lo esperaba—carraspeó—. No diré nada porque creo que ambos estamos pensando lo mismo.

Que aquello era espantosamente terrorífico y peligroso, básicamente.

—No es que le encuentre sentido pero parece que el detalle de este "problema" está en esa flor, ¿no crees?—Kayle se rascó la melena—. Creo que para superar este... lo que sea, hay que cogerla.

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14/11/2013, 00:18
Nizirdrix

El dragoncito te devolvió la mirada.

—Sí —admitió, y miró en dirección a la gigantesca sierpe—. Y por extraño que parezca, no tengo miedo.

Te miró.

—Ahora sé que tenías razón. Juntos podemos conseguirlo. Tengo fe en que lo conseguirás —abrió las alas—. Tengo fe en que lo conseguiremos. ¿Qué debemos hacer, Kayle?

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14/11/2013, 00:35
Kayle
Sólo para el director

Si me acerco me va a oír. Puedo... intentar cogerla con magia—Kayle carraspeó y se agazapó suavemente tras un árbol, concentrándose en la flor—. Si por lo que sea se llega a despertar pues... escóndete e intenta cogerla tú que eres pequeño y silencioso. Yo lo distraigo.

Se quedó un instante suspensa en esa postura y volvió a mirar al dragoncito con una sonrisilla entre forzada y nerviosa.

Sí, no preguntes cómo porque ni yo misma lo tengo muy claro. Estoy improvisando.

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14/11/2013, 00:52
Dragón Interplanar

El resultado no se hizo esperar. El dragón inspiró profundamente por las fosas nasales un latido de corazón después de que dieras forma a tu voluntad para canalizar tu magia. Como si hubiera olido tu magia se puso inmediatamente en pie, giró sobre sus cuartos traseros levantando una tremenda polvareda y se encaró a ti. Cogió aire profundamente y lanzó un atronador rugido que hizo que te temblaran hasta los huesos.

Nizirdrix se escabulló, lejos de ti, al parecer moviéndose de acuerdo a vuestro alocado plan.

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14/11/2013, 00:53
Aramil

-Quizás yo si pueda.-Digo acercándome y apartando al elfo con algo de prisa.-Mi poder curativo no es muy grande ahora mismo, pero algo se de sanar... Bastaría con eso al menos para que aguantase hasta que la llevemos a un templo o venga un clérigo.

Una vez he dicho esto, me dejo caer junto a ella e intento usar lo que tenga más a mano para cerrar las heridas y evitar que muera. 

-Vamos, bruja, aguanta un poco.-Susurro mientras la trato.

-Los demas, vigilad a esa panda de rateros y si alguien puede ir a por un clérigo sería de agradecer. 

- Tiradas (1)
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14/11/2013, 15:38
Kayle
Sólo para el director

Kayle abrió los ojos como platos y se quedó congelada en la postura en la que estaba, luego simplemente levantó ligeramente un extremo del labio superior con los dientes apretados.

Euh... —titubeó arqueando una ceja—. ¿Ups?

El dragón rugió.

—¡Waaaaah!

La genasí salió disparada como una centella entre troncos y arbustos. Vale, era un dragón grande y seguramente ni la vería bien entre el follaje ni le sería fácil avanzar por un bosque. Pero claro, también podía ir directamente comiéndose los árboles, cosa que no le extrañaría con semejante tamaño.

—¡P-Perdón, no quería despertarte! ¡Enseguida me marcho!

No tenía ninguna gracia enterarse de que aquel monstruo podía... ¿oler los conjuros? justo después de haber usado uno. De lo contrario sería tan sencillo como crear una imagen múltiple o un sonido fantasmal en alguna parte. Pero claro, nunca había nada sencillo.

Esperaba que Nizirdrix se diese prisa en coger el maldito loto. Y que aquello hiciera que ocurriese algo porque lo iba a necesitar. Que desapareciese aquella cosa no estaría mal. O que la convirtiese en una lagartija ya puestos...

«Mystra, protégeme... ¡¿estoy jugando al pilla-pilla con un DRAGÓN?!»

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14/11/2013, 19:06
Tabin

Poco a poco la visión de Tabin dejó de encontrarse oscurecida y logró vislumbrar a través de la cortina. Lo que hasta el momento había sido una escena de amigable taberna se había convertido en una carnicería. Menos mal que no se había metido a intentar pinchar a alguien a ciegas.

La pícara asintió a las palabras de Aramil y apretó las espadas cortas por si debía usarlas ahora. Sin embargo, la ausencia de alguien no le pasó desapercibida. ¿Dónde estaba? ¿Por qué había desaparecido? Un gran sentimiento de desazón se apoderó de ella.

La desazón desapareció cuando se dio cuenta de que Kayle estaba en el suelo, malherida. Se le pusieron los pelos de punta. Por supuesto que Payne no podía hacer nada. Payne era una desgracia.

-¡Voy a buscar ayuda!

Notas de juego

Si mi madre tiene algún hechizo curativo, voy a buscarla a ella. Si no, tiro pal templo más cercano.

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15/11/2013, 11:52
Tymora

Giraste la cabeza a tiempo de ver como el dragón embestía a un árbol y lo arrancaba de raíz para hacerlo caer al suelo con estrépito. El bramido de la sierpe resonó en el bosque una vez más. Entonces tropezaste con una rama saliente y caíste de bruces en el suelo. Mientras recuperabas el resuello, el dragón avanzó a cuatro patas con velocidad. Inspiró aire y atisbaste a ver el fuego brillar en lo profundo de sus fauces.

Entonces Nizirdrix cogió la flor de loto y todo se acabó. Hubo un cegador resplandor dorado, y el dragón se deshizo en un montón de hojas secas que flotaron en el aire. Donde debía estar el dragoncito sonreía una mujer.

Era una mujer de cabellos dorados, cuya belleza cortaba la respiración. Poseía un largo y fino cabello rubio y unos ojos un color azul zafiro inusualmente profundo. Llevaba un vestido a juego con sus ojos, cortado para mostrar el dibujo de un dragón creado con diminutos brillantes. Pero lo más impresionante era su sonrisa: te inundaba arrolladoramente con la sensación de que podías hacer cualquier cosa si ella te sonreía así. Cualquier cosa.

—No es suficiente con querer o desear, debemos preguntarnos qué es lo que vamos a hacer para obtener lo que deseamos. Y entonces hacerlo —la voz de la mujer era gentil y musical, y aunque no la levantaba se la oía perfectamente.

Aspiró el olor del loto y caminó hacia ti.

—Se puede hacer muy poco con tan solo tener fe. Pero no podemos hacer nada que merezca la pena sin ella —te tendió la flor de loto—. Toma.

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15/11/2013, 12:38
Kayle
Sólo para el director

Tras recular unos cuantos pasos de espaldas en el suelo, Kayle se había quedado ahora sentada mirando a "Nizirdrix" con la boca abierta.

Te... erh... —titubeó— ... noto un pelín distint...

Sacudió la cabeza.

Cuando le ofreció el loto, lo miró sólo un instante antes de ir a cogerlo pero también fijó la vista en la mujer.

—¿Quién eres exactamente?

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15/11/2013, 12:59
Tymora

—La Dama Sonriente. La Dama de la Fortuna. La Señora de la Suerte. Me llamo Tymora, y Tymora soy yo —dijo la mujer—. Ahora ve, y muestra este pequeño milagro a mi oveja descarriada para que recupere la fe y te devuelva a donde deberías estar. Aún no es tu momento.

Sonrió.

—Recuerda las palabras que has dicho aquí. Adiós, Kayle.