Partida Rol por web

_{"Nos esforzamos por un futuro mejor, pero hacemos lo que podemos en el momento. Siempre la prioridad la determina el presente"}

^{- Doctora Aeryn Kozhemyaina, filántropa y física reconocida en Terra.}

Son las palabras de tu madre las que dan inicio a este "viaje", el cual es en realidad la casi culminación de uno para seguir en otro que ya había empezado hace algo así como un tercio de día atrás para la perspectiva de los que vivían en Solaris, el sistema conquistador o al menos abarcado por los humanos que en algún tiempo antaño habrán vivido atascados en su frasco azul sin más. Ella siempre enseñaba eso en su filantropía hippy y su amor por todas las cosas a un nivel que a veces se sentía absurdo pero que siempre prosperaba, tanto que la llevó a su situación actual, allá lejos, muy lejos, en aquel mundo que todavía te parece en parte un sueño y aún así sabes que es perfectamente real. Estáis en una lanzadera arrojada en parte por propulsión "standard" de alta velociad y en parte por un generoso salto hiperespacial para llevaros a tí y tu mentor, que es a su vez tu amante y tu títere en esta infiltración, con todas sus letras, a ser nada menos que el doctor principal o encargado contigo como la inocente enfermera de multifunción para asistir a la tripulación completa de la Umbría I, léase, a sus oficiales varios, los otros doctores y enfermeras y a los 300 o tal pasajeros, entre otros militares y civiles varios de variadas importancias.

Entraréis por la "puerta trasera" sin hacer ruido e iréis al Medbay de inmediato, esos son los planes que os dieron en la Milicia Terrana. Vísteis los dos a la Umbría, una monstruosidad gigantesca que de lejos (O de cerca, o de cualquier parte) parecía más bien un edificio gigante y no una "nave", probablemente la cosa más grande que haya sido creada oficialmente por el Imperio en su totalidad, no solo Terrano de la Tierra sino de todo Solaris y los 8 planeta. Eso no es importante ahora sin embargo, sino que con Richard, tu subalterno y a la vez sirviente estáis teniendo un momento... Cálido.

Un modo de pasar el rato hasta que esta nave-lanzadera llegue directo a la Umbría.

Una de las posiciones favoritas de "Rick", Richard Nielsen o "Doctor Nielsen", como le conocías y tratabas en público al menos en un acto que se ha forjado a través de ya unos 5-10 años desde que entre lo conociste cuando había dejado de ser estudiante de tu madre con un obvio crush hacia ella (Algo que supiste después de Asimilarlo repetidamente y simplemente verlo y saberlo) hasta que te tomó bajo su ala una vez te calificaste como Enfermera Militar, es... Por atrás. ¿Forma de establecer dominancia? ¿Gusto por tu generoso trasero? ¿Vergüenza que no le miren la cara? No lo sabes, incluso tus propios dones especiales impiden ver la esencia más absoluta del alma, pero eso poco releva ante el sonido incesante.

- ¡Ah, ah! Uh... Qué rico... Nunca fallas en hacerme sentir bien, Darya... Vamos, mueve eso, que quiero sentirte antes del largo rato que pasaremos discutiendo con los demás.

No es que no tuviera ética profesional, al contrario, es que era un hombre muy pasional y sus embestidas reiteradas por la retaguardia (Si bien en el "agujero correcto" a pesar de la posición) daban a entender que era el caso. Te sujetaba desde los hombros con una precisión abundante en sus manos, cosa de que no quedaras simplemente posicionada contra la superficie, sino que prácticamente tomándote completa, algo que requiere fuerza física para coger así tal cual o una impecable aptitud para manejar el cuerpo a nivel de fineza motriz que pueda suplantar dicha necesidad de fuerza. Por coincidencia, podías ver el espacio distorsionándose a la absurda velocidad que iba esta cápsula mientras te estaba dando con todo en aquella semi-superficie y asiento. ¿Quizá era hora de, por mucho que consintieras a tu juguete, enseñarle quién mandaba aquí de verdad? Y claro, sin condón, que para ustedes la protección de alta tecnología era cosa poca, y quizá un privilegio para tenerle bien tomado del collar y reforzar el Asimilador casi permanente que tenías en él desde hace mucho tiempo.

- ¡Darya!

Pensó en besarte pero hasta él sabía que hacerlo sin permiso era riesgoso, si bien no falló en eso, en acercarse e intentarlo según.

Tal como dijo, un modo de pasar el tiempo. Lo que importa es el momento, como dijo tu señora madre.

_{"No hay duda en lo que hacemos ni certeza tampoco, operar es una batalla y no hay quién nos trate a nosotros, sencillo"}

^{- Sebastian Thomson, oficial médico de campo y primera línea multiplanetario.}

Ya ha pasado un cierto rato. ¿Cuanto? No parece importar mucho, dado que te has acostumbrado a los viajes por transporte interorbital en tus múltiples viajes a través de planetas en el Sistema Solar, entre plataformas y estaciones espaciales e incluso fuera de este en contadas ocasiones, le has tomado el sentimiento y hecho dicho como parte de tí misma. Ahora mismo te han enviado en una lanzadera-nave con un salto hiperespacial instantáneo y una propulsión por lo demás suficiente para llegar a tu destino con alta, absoluta seguridad, es cosa de... Un rato más, seguramente. Te sientes algo cansada por todo el trabajo que hay que hacer y los preparativos hasta antes de hoy, si bien la nave Umbría partió hace menos de medio día, de todos modos estabas preparada y eso no quita el cansancio. Tal como dicen las palabras del ya fallecido hace múltiples décadas pionero y oficial médico de campo, posiblemente un siglo incluso, no hay quién trate a los que tratan a otros, y es el caso, temes, eso no ha cambiado con toda la tecnología posible y el modo en que esta ha cambiado en varios siglos. Sea como sea, tienes una buena vista de la nada absoluta alrededor distorsionándose a altísimas velocidades.

Por lo que te han explicado, ya que aún sin ser militar eres considerada una de las mejoras en todo el Sistema Solar, no, en todo el Imperio y sus alcances externos a los bordes de Solaris, en lo que haces, el plan es el de llegar por la parte de Cargo/Transportes y con eso no resaltar en demasía. Tus pertenencias de mayor carga están en esta lanzadera guardadas con cuidado y tienes algunas de las que vienen contigo cerca, directamente. No es un espacio demasiado chico como para ser incómodo ni demasiado grande más allá de lo necesario. No solo esta es una forma genial de alejarte de tus viejos o el motivo que sea que hayas tenido aparte de, claro, lo más importante, que es ayudar a tantas personas y seres como fuese posible y necesario y mejorarte aún más, siempre más, siempre mejor, una quest por tu propia cuenta y por otros. Al llegar a la nave propiamente tal vas a juntarte en la Bahía Médica o Medbay con los otros doctoras, en donde entiendes serás la doctora principal adjunta solo aparte de otro doctor, en donde habrá además un personal capacitado y abundante para la tripulación de casi 300 personas en el navío espacial, compuesto por más oficiales y militares imperiales y civiles de todo tipo.

Supones que puedes repasar tus informes o algo más, o reposar un poco tomando en cuenta que este viaje para entrar a otro viaje está por terminar en lo que pudiese literalmente durar un parpadéo o dos. ¿Que si sientes algo de presión y nervios? Seguro, es una misión única entre las suyas, comparable con la expansión de la humanidad hacia los demás planetas hace tres siglos, más o menos, pero últimamente estás preparada, sin certezas pero tampoco dudas.

Tocaba mostrar de qué estabas hecha, Doctora.

Aquellos días habías sido un poco locura. Preparar un viaje, por pocas cosas que tuvieras que preparar, siempre lo convertían en algo agotador, pues realmente quieres llevar tantas cosas por "si te hacen falta" que terminas volviéndote un poco loco con ello. Además, aquella misión sería más larga de lo que estaba acostumbrada, pero oye...¿Quién dijo miedo? Lo peor de todo había sido aguantar a mi madre cuando se lo dije, pero ahora ya estaba todo hecho, simplemente, estaba en aquella nave esperando por llegar. 

A alguien se le había metido en la cabeza que yo era uno de los mejores médicos y a mí eso me hacía sentir un poco incómoda pues imaginaba que todos los médicos eran capaces de hacer lo que yo hacía, aunque lo bueno que tenía aquello era que me abría muchas puertas, la verdad. De todas formas, yo iba a tratar igual a la gente que no pudiera costearse un médico, al rico que acabara en mis manos o a las personas, como en este caso, de una misión por el bien de la humanidad. 

No podía decir que no estaba algo ansiosa por llegar, pues era de las que prefería tener algo que hacer que simplemente quedarme como estaba ahora, esperando, así que no pasó demasiado tiempo hasta que saqué la tableta y me puso a mirar los datos de los tripulantes y bueno, todos sus antecedentes médicos para saber cuáles podían tener más problemas, iría tomando notas. 

La verdad es que así al menos el tiempo se me pasaría más rápido, aunque después del ajetreo de aquellos días, seguro que haciendo aquello en algún momento me dormiría 

.      - Sin lugar a dudas todo esto es muy rico mi querido doctor Nielsen!   Tanto para usted cómo para mí, su apasionada asistente y aliada! -.     Susurra jadeando de placer aparentemente Darya para alimentar el ego de apasionado amante mientras que en apariencia se deja caer un poco contra la superficie por la fuerza de la pasión del hombre, solo para alejarse tan solo un poquito de su inminente penetración por detrás que le esperaba, no porque no la deseara realmente, cómo seguramente se habría dejado llevar su ... liberal, apasionada y hippie madre, muy distinta a ella; sino porque no podía darse el lujo de perder el objetivo de su misión como le había enseñado su padre.

         Ya que mientras logrará la joven Koshemyakina controlar el deseo de ese hombre tendría una posición más ventajosa en la nave para poder conseguir la información necesaria para recuperar a sus padres y no podía solo depender del mero control del asimilador, sino del deseo carnal que ese hombre tenía por ella y su trasero, de manera que debía darle placer sin duda, pero con sus términos, dominando le sexualmente, pero negandole por un tiempo más el dulce que más deseaba y que hasta este momento le había negado sutilmente, así que con gracia, un poco de fetichista inocencia y sonrojo y al mismo tiempo con sutil dominación la joven y bella enfermera tomo con firmeza el miembro ya un poco hinchado del doctor con una mano para al mismo tiempo hacerle una placentera paja y con sutileza ponerle un freno mientras se contorciona para serpentear a su alrededor acariciando, arañando, besando lamiendo diversas partes del cuerpo del hombre para mantener e incrementar paulatinamente su nivel de excitación, entonces jadea de placer dejando que el hombre la manosee a placer , mientras descubre su pecho, que acaricia y araña sin desnudarme para besarlo tras sus oídos, pero antes de su abdomen para buscar con su angelical rostro  descender hasta su miembro viril para comenzar a darle un muy buen sexo oral después de susurrarle al oído:

.      - Por supuesto que voy a mover lo que tú quieras papi, pero primero va a darle tu reina una saludadita a tu hermoso cetro mi rey!

- ¡Ah! ¡Darya, maldición!

Soltaba el equivalente a gruñidos de placer por cómo sabías tomarlo literalmente del mando o la manilla como si le estuvieses "pilotando" cual nave y él hasta salivaba por tí, obviamente reflejando su deseo por la única mujer que llena todo su ser, la cáscara vacía que tenía por cuerpo humano y en la que se había hecho un experto tratando en honor a esa misma mujer como doctor y médico, físico y demás. Te imaginas lo gracioso que sería mostrar al verdadero Richard "Rick" Nielsen, quién será el encargado de la Bahía Médica de la Umbría como lo que es, una bestia deseosa, pero por muy poco sabes que no, que no conviene.

Tu forma de tomarlo y de luego retorcerte, besarlo y quedar ahora de frente, lamiendo su pecho, dándole de lamer tus propios generosos pechos y dándole a mirar el rostro que hereda las cualidades, la genética del rostro que le hubiese gustado tener cuando era un alumno es un golpe potente. Lo tienes en tus manos (Y más, claro), logrando ver el gesto de shock en su cara, sin embargo no todo está perdido. Poco o nada os queda para que la lanzadera en la que estáis se acople (Simbólico, quizá... ¿No que todo es simbólico? Eso dijo tu padre alguna vez en sus eternamente misteriosas y literalmente alienígenas formas de explicar el mundo, no, el cosmos) a la Umbría, así que tenéis que hacerlo rápido, a pesar de que le has entrenado y adiestrado tanto por fuera como desde dentro literalmente (x3 uso de esa palabra) para que aguante mucho, muchísimo, y él siendo medio masoquista de antes que le empezaras a domar, tocaba apurar la cosa y comenzar esta aventura con dejar en claro quién era la soberana aquí, la titiritera.

- ¡Ah, espera un poco, oooooouuuh~!

Pone un gesto más que cómico algo aterrador, al menos así sería si no lo supiseses ya, este no es su rostro de bestia, sino de monstruo, descolocado y afectado por la soberana chupada que le das, tu boquita maliciosa haciendo que tirite de guto con sus manos en tu cabeza, tu pelo suave. Este suele ser el golpe final contra cualquier especimen masculino, situación y parámetros independientes, pero justamente sus cualidades humanas, disposiciones personales y tu "entrenamiento" le dan una chance.

Empieza a acariciar tu cabeza, a consentir tu rostro, tus mejillas y tu quijada, guiando tu mamada para que antes de lograr ir a lo bestia (O incluso si te tiras a chuparlo cual estrella porno) él haga que se sienta... Romántica. Es raro pero sabe cómo y no es fácil que logre conectar algo así pero ha salido, le has dado la ventana de oportuniad como se dice en ciencia técnica. Sin embargo ante eso decides actuar primero, tomándole del trasero directamente con tus suaves dedos, sorprendiéndolo y tragándolo hasta las pelotas, si bien depilado puedes sentir el picor de sus púbicos cabellos apenas presentes en tus labios y mejillas. Atrás, adelante, rápido. Sientes el Asimilador en él desde dentro y como te hace saber lo obvio: Que podría explotar pero se niega, no puede, no debe. Su rostro denota perdición y paraíso a la vez. Te toma la cabeza y te hace tragarla casi hasta que sus testículos entren, lo cual no alcanza a pasar, claro.

Y dura, dura y sigue durando, cinco, diez, veinte minutos completos de una mamada que podría hacer a un hombre desear tirarse a un planeta directamente sin traje, sin transposicionador ni nada por tí únicamente para hacerte feliz o divertirse, a ese punto. Este tipo claramente es tu juguete y el alumno de tu madre. Al final suelta chorros y chorros, si bien logra contenerlo como para venirse dándote tiempo para elegir donde hacerlo.

- Aaaaahhhfffh... Perdón, mi ama. Es hora.

Te habló ahora con la influencia del Asimilador, posiblemente no el primero que le pusiste hace años pero el más viejo de todos que se ha ido rehaciendo a través al ir renovándolo, algo como el hermano mayor o el ancestro de todos los otros Asimiladores que has creado hasta la fecha y que seguro pondrás por todos lados en esa nave, tu caldo de cultivo.

Sentías cómo estaban a punto de acoplar. Tocaba retomar posiciones y pretensiones. Nielsen ya estaba listo tras limpiarse y recuperar su actitud negando toda sospecha, tenía algunos truquillos y dispositivos para ello consigo. Te sonrió y esperó que salieran, era hora de hacer una entrada triunfal en unos minutos. ¿Cómo te prepararías?

Tus memorias consistentes exclusivamente en molestar a tu madre siempre sacan un buen ánimo aunque sea leve, un flujo de dopamina breve, ínfimo y descartable pero no ignorado por los décimos de segundos o hasta segundos completos que duran dichos trazos entre tus cortezas neurales. Tu cabello, largo y bonito que ya llega más o menos a lo que coloquialmente se le dice "la mitad de la espalda" es una prueba tanto de esos actos de incordiar a la señora como de tu trayectoria personal, ya hace 5 años que cortaste, no, rapaste completamente el mismo en aquellas planicies Venusianas cuando los parasitos chiquitos pretendían comer del mismo sin siquiera ponerlo en duda. Una de tus muchas aventuras, logros, misiones... Acciones, para tí no son algo que tenga un título en absoluto y lo tienes claro, en donde esos que piensan que eres digna por tu personalidad y talentos son, bueno, el mismo Imperio Terrano, Solaris en su totalidad, la humanidad incluso si lo expandes o exageras tal vez. Para tí esto es un acto más de bien en campo, el más extenso, externo y lejano posible en el que ya no podrás saber de tu familia ni de nadie, ya que en este punto ya se alejaron las comunicaciones con Terra completamente y con todo el Sistema Solar. No falta mucho para que llegues. Una siesta no haría mal, pero primero revisas.

Abres el panel doble de dos sencillos (Para la tecnología actual al menos) extremos que se abren formando un panel de energía holográfico-interactivo mostrando datos varios. La gran mayoría está saludable aunque con factores pasivos o latentes, tendencias y propensiones como todo ser vivo en posiblemente el universo, ya que la "salud absoluta" no existe, y de hacerlo, no logras imaginarla o es equivalente con... Mejor no pensar en cosas innecesarias. Aquí hay un sujeto muy interesante en particular. Un tal Mukaido, un señor de unos 40 y pocos que no solo tuvo cáncer por un buen tiempo sino que lo superó y logró secretar o producir un compuesto que ayudó a otras personas con condiciones varias, incluída la peculiar condición que tiene la gente de Mercurio y que se vuelve eventualmente su propiedad particular de propagar y absorber la energía solar como hacen. O incluso la condición única de algunas personas como el mismo Emperador Mercuriano o el de Júpiter. Este señor que observas en tu tableta al parecer es un oficial interino del Imperio, posiblemente Asuntos Internos o algo así actuando de civil en la nave actualmente.

Tu siesta entonces te lleva a otro momento, relacionado.

Uno de los planetas más peculiares en su haber es Júpiter. No hay forma de encontrarle habitabilidad porque no la tiene, ni forma de adaptarlo como la gran mayoría de otros han logrado, al ser el más grande de todos y gaseoso en lo absoluto. En las superficies de sus tormentas existen abundantes plataformas espaciales donde se vive así como en sus satéltes mayores en los que sí hay solidez apropiada, sin embargo solo en el interior más profundo posible existen complejos enteros diseñados para albergar a la población que reside ahí o más bien decide hacerlo.

En estas super-ubicaciones rodeadas por la eterna tempestad se siente más como si fuesen templos y estancias, con un sentimiento casi lejano, apartado que es el que da el planeta hacia sus otros congéneres. En particular el planeta a nivel social y político es el único generador de un peculiar compuesto llamado Jovio, el cual tiene tantas utilidades como valor único. Tú misma recuerdas entrar en una de estas grandes ubicaciones bajo invitación como persona de alto interés en pos de tratar con un único paciente.

Ni más ni menos que el Emperador Joviano, un hombre que a pesar de su título no se sentía entonces como un ricachón más de todos los que tus padres atendían por propia complacencia y beneficio social y personal. Se trataba de un ser humano afligido por una condición inexplicable, más que la de Mercurio mismo, casi completamente postrado en su trono y sintiéndose como si se reverenciara él ante tí, con su guardia a un lado y otros altos mandos o quienes fuesen. Ante quién decide la vida, no hay corona que valga.

Recuerdas su actitud de agradecimiento hacia tí y tus repetidos intentos de solventar su condición inimitable, el sentimiento casi lastimoso que generaba y últimamente siendo uno de tus muy pocos fracasos de resolver, en donde tenías todo para estar y trabajar a necesidad. Últimamente aliviar su condición y obtener resultados fue lo mejor que se logró en ese entonces por tu mano a medida que volvía a agradecerte y decirte que "no te preocuparas", quisiese decir lo que fuese con eso a medida que se organizaba tu partida eventualmente.

Tus ojos se abren, ese recuerdo aún vive en tu memoria años después. ¿Qué era lo que había en su rostro? Apenas si cerraste la tableta con la información del individuo de la nave que ya estás por abordar. Toca, supones, tomar tus cosas porque el resto será manejada por el Área de Transporte, Suministros, Almacenamiento y Carga o "Cargo" como se le resume habitualmente. ¿Ya estás lista? 

No, esa no es una pregunta correcta. Siempre estás lista... La pregunta más bien es cómo.

La verdad era que pensar en incordiar a mi madre era algo que me divertía bastante. Realmente no solía echarla demasiado de menos en mis viajes, ya que no teníamos demasiada buena relación, pero no podía evitar que formara parte de mi familia y en el fondo, muy en el fondo, creía que algo la querría. 

Me dediqué a cotillear, bueno, más bien echar un vistazo a los informes médicos, a fin de cuentas, ahora toda aquella gente sería mi responsabilidad, al menos, su bienestar. 

Todo estaba dentro de lo normal, al menos, lo que pude ir revisando, aunque hubo una persona en cuestión que me llamó la atención. Quedaba claro que la persona en cuestión era una rareza ya que no todo el mundo podía decir que había superado un cáncer de esa manera. 

- Asombroso... - Murmuré mientras dejaba su expediente y pasaba así al siguiente. 

Al final, después de un buen rato, comenzó a entrarme el sueño así que pensé que que era mejor dormir un poco y luego seguir con lo que estaba haciendo, ya que llegaba un momento en el que por mucho que siguieras leyendo, el cerebro no retenía más información. 

A veces los sueños nos llevan por algunos caminos incomprensibles y bueno, en mi caso, me llevaron a recuerdos que tenía almacenados en alguna parte de mi cabeza. Posiblemente aquello fuera algo en lo que no había pensado durante mucho tiempo, pero... 

- Quizás algún día escriba mis vivencias... - Pensé divertida despertando de bastante buen humor para ser yo, pues lo normal era que gruñera hasta que tomaba café. 

Era el momento de recoger lo poco que había sacado y prepararme para bajar. La verdad es que había venido vestida de lo más normal. Llevaba puesto unos pantalones, un jersey y unas botas, todo de color negro, que solía ser mi color habitual. Además de llevar una pequeña mochila al hombro. 

Era el momento de conocer mi nuevo hogar durante una buena temporada. 

.        - Hoy te voy a dar gusto guapo!    Solo porque soy una ama magnánima! -     Responde Darya al doctor Richar Nielsen mientras que retira su miembro a punto de venirse de su boca para girarse y darle oportunidad de cogerla precipitadamente por detrás tomándola por el culo solo para hacerle creer por un momento que el puede tener la sartén por el mango.

            De paso le permitirle la enfermera darle un placer que ella misma quería, pero cuando y como ella misma se lo indicara y no al revés, así que permitió que primero la humedeciera por el clítoris con su misma ayuda antes de dejarjarse que le penetrara con su miembro bien erecto por ese conducto y por dónde el ansiaba penetrarla ya que si no se vendría antes de poder penetrar la ... Para el placer de ambos ...

             Tras lo anterior Darya se dió un baño y arreglo correctamente mientras el médico que tardó más en reponerse hacia lo mismo ... Siguiéndola para preparase para la nave

- Ah, ah, maldición. ¡Mi señora...! ¡Uhhh~!

No sabes si al decir "señora" está inconscientemente llamando a tu propia señora madre a través de su proyección emocional. ¿Hasta qué punto podía completamente modificar a un ser tu Asimilador? Suponías que no completamente, e incluso veías algo en sus ojos, ningún color raro ni indicador (Eso sería contraproducente para tu intención) pero quizá sea algo que solo tú ves, un claro indicio de ser tu mayor proyecto, tu Paciente Cero, en donde el mismo Asimilador Mayor o Ancestro palpita y lo sientes a "distancia" y a la vez pegado a él, como si dejara claro que será el guía para sus muchos hermanos pequeños y futuros descendientes, quizá. Es solo una idea de todos modos. Le paras la mamada y lo dejas clavarte el culo bien rico a lo que hace un gesto tan glorioso que se muerde el labio ligeramente dañándose un poco por el gusto de tener a su ama. Tras eos, lo dominas y usas para algo de placer clitórico apropiado, en donde te coge hasta que ya estáis listos, esto último más dándote gustito a tí que a él... A quién engañas, él siempre goza contigo aunque sepa que no puede tenerte, en cierto modo es una existencia lamentable pero necesario, es por su mérito que pudiste meterte aquí y ahora, en la oportunidad dorada.

Sientes como la lanzadera-nave está llegando a la Umbría. Sientes el sonido de la tecnología de acoplamiento, realmente esto es algo impresionante. Te hace pensar un poco en el qué sucedería si hubiese una guerra entre la civilización de tu padre y los Terran como estamos ahora y quién saldría campante o no, si bien eso no es el objetivo pero... Bueno. Nielsen se arregla y queda impecable siguiéndote.

- Sigue mi guía, ten cuidado. Es posible que nos sospechen. Escuché que han enviado refuerzos desde la Tierra, además de nosotros... Ama.

Pronunció con velo antes de que se empezara a abrir la compuerta. Ya era hora.

Al abordaje.

Mukaido ciertamente destacaba como mínimo. Hace unos 7 años que se detectó el cáncer en él y aún con la tecnología moderna es un suceso que ha persistido la singulariad tecnológica, y su lucha contra el mismo duró alrededor de 4 años hasta que logró vencer y producir aquella sustancia en su cuerpo que no tuvo problema en ofrecer en pro de otros. Se trata de un hombre de edad pero no excesiva, esposo y padre de dos hijas que le esperan en la tierra, no es el único en condiciones semejantes en esta nave aunque no son la mayoría.

Por lo demás, descansas sin más.

Algo que destaca a medida que regresas del plano onírico, algo que también sigue siendo un suceso misterioso para los humanos con todo su avance son las últimas palabras o una de las últimas palabras que te dejó el Emperador Joviano después de tu visita hacia su persona en aquel mundo envuelto en caos de nubes, metal y más.

- ¿No has pensado en algún ser vivo que quizá no haya querido seguir viviendo pero se le obligue a hacerlo de todos modos?

Su voz casi fantasmal ya sea porque lo era o por la circunstancia en que recuerdas impacta cuando abres los ojos. Ya es hora, puedes sentir como la lanzadera está acoplándose a la Umbría I, uno de los proyectos más ambiciosos de, bueno, de toda la Era de la Expansión o del Resurgir como se le dice. Puedes escuchar los sonidos de ensamblaje y apertura mientras tus cosas son igualmente transportadas a excepción de las que llevas. Un viaje absurdo hecho en lo que se sintió muy, muy poco.

Pronto estarás ahí y ya no tienes nada más que temer, no realmente, será como siempre pero más largo, eso es todo.

A ver qué es lo que espera.

Una vez más en el campo de batalla.

Ambas pueden escuchar en paralelo las compuertas con el clásico sonido hidráulico, quizá un standard mantenido, muy como en la tecnología se avanzan cosas y se preservan otras por su utilidad, eficacia y quizá hasta costumbre, si bien esto no es nada obsoleto en absoluto, más bien bordeando lo absurdo, siendo seguramente la cosa más compleja hecha por el conjunto de los Ocho Imperios incluyendo el de Terra, vuestro planeta madre y lanzado desde dicha para haberse saltado la distancia del Sistema Solar inmensa y hasta otro punto enteramente. Podéis ver este lugar, el Departameno de Cargo, esencialmente un área llena de transportes y almacenamientos de suministros o todo lo demás, junto con el área de las naves pilotables y lo que parecen ser trajes terrestres o armaduras de combate depositadas y mantenidas.

El pasaje está perfectamente sellado y asociado a los primeros pasos hacia el Hangar de Suministros y Entrada Posterior desde las lanzaderas de las que vinieron respectivamente. Es bastante grande y parece poco ocupado, con oficiales y encargados yendo de aquí para allá, plataformas de transporte con cajas muy grandes y dispositivos de transporte portátiles, drones moviendo esto, lo otro, además de una decentemente bonita visión del espacio semejante a la que teníais hace... Minutos, horas, etc.

Ava, por su parte sale por su cuenta y sus variados implementos son transportados de manera independiente a medida que son extraídos de la lanzadera, a su vez que logra contemplar a quién es una doctora o médico joven de cabellos oscuros y piel clara junto a un hombre mayor a ella y a sí misma, alguien que de hecho parece reconocer. No es sino el mismísimo Nielsen, pionero y prodigio además de voluntario en cantidad de tratamientos humanos, xenológicos orientados a creaturas y condiciones salvajes así como tecnológicos, orientados a los implantes y otras condiciones.

Darya al salir junto a su mentor y maestro puede ver a otra persona entrando a la nave (Y saliendo de una lanzadera suponiblemente idéntica a la misma en que vino ella) de cierta edad mayor a la propia pero que se ve joven a pesar de todo, no debe ser mayor que Nielsen, si es que. Se nota que debe ser una... Oh, sí, es ella, la conocidísima cirujana Lindt, algo así como una heroína entre los médicos, militares y civiles, siendo dicha misma una civil que debió ser invitada lo cual poco sorprende a la enfermera dados sus logros en prácticamente todos los planetas del Sistema Solar y varios más. Vaya.

Ambas son recibidas apenas espabilan que ya están dentro y ya recogidos todos sus items, los de la doctora Lindt, el doctor Nielsen y la enfermera Kozhemyakina, extraídos esto por los distintos sistemas de transporte de la Umbría en donde las lanzaderas de por sí son asimiladas y reensambladas para con la nave y se sellan los espacios de acoplamiento de forma segura. Ni una molécula podría salir o entrar de esta nave sin permiso, eso notan a medida que quién parece ser el encargado aquí, un señor de contextura maciza y un rostro amistoso, casi como ese tío o profesor simpático universal que todos conocen en la vida, ese mismo, pero en un contexto distinto, con un uniforme no ostentoso ni nada y un buen rostro.

- Mucho gusto, soy el Oficial de Cargo, Transporte, Almacenamiento y Suministros, Donny "Don" Beckett. -Se presenta entonces mirando a los tres presentes.- Les doy la bienvenida a la Umbría I o Umbría a secas. Ahora mismo el Capitán Talyn se encuentra gestionando asuntos, si bien ya le ha sido mencionada vuestra llegada. Por otra parte, me han informado que habrá una reunión en la Bahía Médica con los oficiales médicos presentes para un ensamblaje... Asamblea del nuevo personal médico a cargo, disculpen, términos del oficio.

Suelta una ligera broma, si bien la palabra aplica para ambos casos, al "ensamblar" al nuevo equipo con ustedes tres.

- Doctora Lindt, Doctor Nielsen, Enfermera Kozhemyakina, un gusto.

Al lado de él entonces se puede ver a una mujer joven, probablemente tan joven o un poco más que la enfermera presente del lado de los allegados, notablemente bonita con cabello castaño y largo hacia atrás con el mismo uniforme más bien cómodo pero funcional que utiliza esta área.

- Da-ae, justo a tiempo. Por favor ayúdame a transportar sus cosas a sus camarotes respectivos, las guiaré hacia la Medbay.

- Muy bien, señor Don-... Jefe.

El encargado de Cargo parece afectado y la chica sonríe de manera adorable y algo maliciosa de manera juguetona haciéndole un gesto a ustedes tres con una ligera inclinación de cabeza al estilo más oriental que nada. Pareciera que, a pesar de todo no tenéis apuro y podréis preguntar. Richard Nielsen por su parte, un hombre de cabello castaño, no largo pero tampoco demasiado corto y gafas, quién acompaña y/o es acompañado por la enfermera de cabellos morados responde.

- Señor Beckett, gustaría que nos contase un poco sobre esta nave, protocolos, lo que vea mejor.

- Oh, bueno, por lo general la tripulación mayor y las áreas como la nuestra nos dedicamos a lo nuestro sin más ni menos, están los oficiales de la tripulación principal en el Puente de Mando el Capitán que es un sujeto interesante y carismático probablemente hayan oído hablar de él o si no, le conocerán y el Área Médica que trabaja bajo su propio mando...

La joven hace un gesto y el encargado se detiene no abruptamente pero sí con pausa.

- No es mucho más, por lo que tengo entendido el Capitán explicará los cambios a nivel general, tanto considerando ámbitos militares como no militares.

Nota entonces que recibe una llamada en su comunicador, lo mira y se nota claramente interesado aunque no le distrae de atenderles.

- A sus órdenes.

Suficientemente simpático como para hacer ver incluso como si fuese vuestro subordinado en vez de superior. Al menos humildad de entrada es una buena señal. El resto de la gente os mira y saluda desde lejos aún estando en lo suyo en este lugar. Todo parece bien, diríais.

Me estaba despertando cuando me vino a la cabeza aquella frase y tras eso, en mi mente apareció la imagen de los tristes animales de un zoo. Los humanos siempre hemos hecho cosas parecidas a esas así que bueno, tampoco me extrañaba que pudiéramos haberlo hecho hasta con una persona. 

En cuando las puertas se abrieron pude ver muchísima actividad en aquella zona. No me extrañaba pues parecía que habíamos aparecido en el lugar donde se mueve la mercancía. No sabía qué decir a eso, pero cuando lo pensé así sonaba un poco mal, la verdad. 

No tardé en darme cuenta de que no había llegado yo sola, sino que allí había otra mujer, una con un cabello muy llamativo y otro hombre. 

- Hola. Soy Ava. Encantada. - Les dije presentándome. 

Claro que tampoco pudimos hablar mucho más pues enseguida vinieron a recibirnos. 

El tipo que nos recogió hizo una broma, aunque de primeras no resultó muy graciosa, pero luego acabé sonriendo una vez lo pensé mejor, pues tenía su puntillo. Igual me pasaba lo mismo si me pusiera a hacer algún chiste de médicos. 

El hombre preguntó por cómo funcionaba un poco aquello, pero Beckett tampoco nos explicó demasiado, aunque claro, si era verdad que cada uno iba a lo suyo, no tenía por qué saber cómo funcionaban las otras áreas de la nave. De todas formas, seguro que alguien nos pondría al día. No creía que nos fueran a soltar por ahí sin más. 

No pasaba inadvertido cómo la gente nos miraba con curiosidad, aunque me parecía de lo más normal. Si cuando estaba en una misión llegaba alguien, incluso yo hacía lo mismo. Eso sí, yo iba sonriendo a la gente que nos saludaba. Acostumbraba a ser una persona seria, pero al menos para saludar, solía sonreír. 

             - ¡Buenos días Don!    ¡Hola Ava!    El es el doctor Richard Nielsen y yo soy su ... la enfermera DaKozhemyakina!     ¡Mucho gusto! -     Responde Darya a ambos dando les la mano para saludarles con un sonrisa jovial, intrgada por la curiosidad de ver, saber y conocer a todo y todos en esa incrieble nave

La presentación de aquella mujer me dejó un poco con curiosidad, sobre todo, por ese "su" que no tenía muy claro si quería decir que era su hija, su compañera de cama o algo más serio. De todas formas, aquello no se le preguntaba a ninguna mujer que se acababa de conocer, ni siquiera a una que conoces, así que asentí cuando dijo que era enfermera. 

- ¡Ah! ¡Una enfermera! ¡Qué bien! - Respondí. - Aunque no sé si me voy a poder aprender ese apellido - porque realmente esperaba que se la pudiera llamar de otra forma o iba a enfadarse porque la llamase todo el rato enfermera. Es que cualquiera se aprendía aquello que acababa de decir... 

De todas formas, lo estaba diciendo de buen humor, a fin de cuentas, me parecía que íbamos a pasar tiempo juntos siendo del gremio. 

           - Las enfermeras siempre podemos ser muy útiles doctora, pero lo de mi apellido siempre ha sido algo difícil para aprender por las personas a las que he conocido en mi vida, no se preocupe es común dar una clase al respecto para que terminen por llamarme simplemente Darya!     ¿No lo cree así doctor Nielsen? -    Responde la enfermera con una sonrisa carismática y franca ante la linda y simpática doctora Lindt, antes de mirar de reojo al doctor Richard Nielsen, a quien le presentaba a la doctora

Algo hizo chispa en tí entonces, justo entonces, segundos nada más terminase Donnie Beckett de desearles un buen haber y que la joven, Da-ae, recordabas, empezase a guiarlas a las dos más el profesor que estaba con la enfermera. Fueron las exactas mismas palabras de esta última las que te devolvieron.

Tiempo atrás cuando estabas recién en tus primeros momentos legítimos como doctora, todavía teniendo que servir a ricachones infumables y buscando hacerte paso hacia las ligas propias, hacia la práctica de verdad y tu ideal de proteger y salvar a quienes fuese bajo tu propia ley es que conociste a esta mujer, alguien que podrías llamar mentora, incluso. Una mujer de lo más "hippie" como ella misma, relajada, feliz, expresiva y brillante, en un modo completamente contrastaste a Nielsen en ámbitos, en donde dicha doctora mayor a tí era de las que iban a todas las misiones, ayudaban en todos los frentes, trabajaban con la Nueva Cruz Roja, heredera de la Cruz Roja de las Eras Antiguas hace siglos, todo eso, siempre.

Aeryn Kozhemyakina.

- No te preocupes, hija, solo dime Aeryn, ni yo misma me acuerdo de escribir mi propio apellido, jajaja.

Si bien las palabras no eran tan exactas, si el rostro que ha puesto y la esencia de las mismas. Debe ser... ¿Será algo como su sobrina? Por edad no puede ser su nieta, supones, o incluso será... ¿Podría ser? Sería una gran coincidencia, esa mujer que ahora por lo que se sabe fue a sistemas externos en expediciones de colonias semejantes a esta pero más variadas, es lo más cercano a una inspiración directa para tí.

Ava Lindt, claro que has escuchado de la mismísma Ava Lindt, que es hoy en día lo que fue tu propia madre en su día, si bien la doctora Lindt no parecía una super-hippie como tu madre, pero ciertamente tenía ese espíritu. ¿Podría ser que hasta haya tenido a Aeryn como mentora? Tu mamá solía decirle lo mismo a la gente en su espíritu libre y a veces hasta la señora misma se olvidaba de su apellido, en contraste con tu padre o tú misma, lo cual solo le hacía gracia (Muchas veces entre un porro u otro, más que menos, algunas cosas no cambian en siglos ni cambios tecnológicos incontables e inmensos). Si lo es, sería interesante como mínimo, y cómo te afectaría esto personalmente, pues solo tú podrías decirlo.

A términos de viabilidad de objetivo, la doctora es un excelente punto para Asimilar, porque no necesitas seducirla para lograrlo y hasta, con ovarios, podrías hacerlo ahora ya... ¡Pero! Esta mujer es una prodigio inmensa que teniendo unos 3 o 4 años menos que Nielsen está a su nivel directamente, él mismo lo podría admitir sin pesar ni orgullo, neutralmente. Sabes o supones que ella podría, a punta de pura inteligencia y saber medicinal descubrir algo en su cuerpo tarde o temprano, si aplicas Ley de Murphy, más temprano que tarde. Es un peligro que podrías tomar, si deseas hacerlo ahora mismo que está distraída hablando contigo, con Nielsen, caminando ya hacia la Medbay mientras Don Beckett, el Jefe de Cargo (Otro objetivo muy útil pero difícil, y no es que no fuese apreciable por su edad o apariencia regular sino porque quizá sería sospechoso seducirlo de cara para una Asimilación exitosa) las despedía.

Otra opción es justamente esa, Da-ae, la jovencita seguramente japonesa o koreana o quién sabe qué que las acompañaba, una preciosidad increíble con un uniforme de este tipo y esta posición en particular, claramente parecía algo más como una supermodelo o algo, pero no tenías bases. Podías intentar algo que no iba en tus aptitudes pero que sí era viable como un intento, según Nielsen te había contado en sus constantes análisis de tus poderes: Asimilar por asociación, metérselo (Uy...) a Da-ae y mediante ella (¿Haciéndola... Seducir a su propio jefe? ¡Cielos! ¡Tus poderes son tan hippies como tu propia madre pareciera aún considerando sus orígees!) entrarle el Asimilador a Beckett sin que sospeche ni nada.

Como sea, ya estáis en camino. Nielsen responde mientras van llegando.

- Concuerdo, aunque te requiero que mantengas respeto hacia la doctora Lindt, en general pero sobretodo en el horario de ejercicio. Fuera de ello puede llamarme Rick o Richard si gusta, doctora.

Se veía serio pero llevable, notaría Ava, y bueno, Darya que ya lo conocía. Así, la otra joven mantuvo palabra silenciosa y una sonrisa parcial pero constante a medida que salíais del todo del área de T.A.S.C. (Transporte, Area, Suministros y Cargas) o simplemente "Cargo", de ser "Kargo" habría quedado como "Taréa" o "Trabajo" en inglés, pero bueno, hasta cierto punto llegan las coincidencias interesantes, como sabrían ambas.

Así, ya en llegada, ocurre algo en particular. Apenas llegan ambas imaginan que os toque algo como una bienvenida cordial, una introducción al grupo general de la Bahía Médica, el "Gremio" como le dijo Ava, que en el fondo es cierto, el equipo formado por múltiples profesionales, físicos y expertos, asistentes y apoyos que permitirían asistir a esta nave en su transcurso, pero lo que os esperaba era.

No era sino el mismísimo Capitán Talyn, directo y encargado absoluto de esta embarcación y misión. Y no era solo eso, venía con alguien más, un joven alto y de aspecto macizo aunque delgado, cabello desordenado y que cargaba en una especie de camilla aerostática o flotante a nada menos que una oficial en particular, herida. Sus heridas habían sido aisladas con un campo de stasis temporal (No solo de "que detiene la temporalidad física en un lugar" sino que también de "de duración limitada", en ambos sentidos) en todo su hombro y brazo derecho así como algo de su cuello y otras partes. Había recibido un ataque multi-forme, biológico con otros rasgos.

- Doctora Lindt, Doctor Nielsen, Enfermera Kozhemyakina, es un gusto tenerlos en la Umbría I, o "Umbría" a secas. Mi intención era tenerlos hacer un pequeño briefing entre vosotros aquí mismo y luego algo posterior con el resto de la nave seguido de cierta informalidad seguida, pero nuestra incursión ha tenido problemas. -Mencionó casualmente, si bien los tres tenían idea de que algo así estaba sucediendo aquí no tenían los detalles de qué, y claramente la paciente daba a entender lo "bien" que estaba saliendo todo allá abajo, seguido de un comentario más para sí mismo del Capitán pero igualmente audible.- Más de los que se me han reportado, puedo deducir. Temo que requiero vuestra ayuda de inmedato.

Hizo un gesto de petición sincera y deferencia ante ustedes aún con su autoridad, a su vez que el oficial que traía a la Oficial herida se les dirigió.

- ¡Doctoras! Takao Oigami aquí, Oficial de Seguridad, ella es mi jefa, la Sargento Leona Andersen, ha sido herida por una creatura nativa del planeta sobre el que estamos orbitanto, la transposicioné apenas me fue posible una vez recibí el comunicado. Se los confío, gracias.

Parecía nervioso si bien tenía el espíritu. La camilla lleva hacia dentro del Medbay, vuestro "Gremio" en forma física, vuestro H.Q. personal y a la vez Campo de Batalla local, todo en una sola cosa. Oigami y Talyn aguardan afuera. Talyn parece sinceramente avergonzado o al menos desagradado ante sí mismo de que esta sea la forma de que llegáis, demasiado incidencial. Sabe que no puede (Aunque de poder, podría, pero no elige hacerlo por la fuerza de su misma autoridad) entrar a este terreno sagrado.

Y ahora, las presentaciones reales, mientras comienza vuestra primera operación y trabajo, a minutos literales de la mismísima hora cero.

La respuesta del doctor me dejó un poco fuera de lugar. De primeras, no me gustó para nada la forma en la que le había hablado a la enfermera y luego, seguido, creo que me habló a mí, pero apenas se le había podido entender de no ser porque dijo eso de "doctora". 

- Creo que Doctor Nielsen será suficiente. - Respondí dejándole claro que no me había caído bien. Una cosa era que tuviéramos que trabajar juntos y otra que nos fuéramos a hacer amigos, cosa que estaba claro que no iba a suceder. 

Claro que de seguido miré a la enfermera y la regalé una sonrisa. 

- A mí puedes llamarme Ava. 

No era del tipo de persona que necesitaba que la trataran como si estuviera en un pedestal con una de esas plaquitas en las que ponía como llamar a lo que había dentro de la urna. 

No pudimos seguir cayéndonos mal o bien, porque se nos presentaron de la nave pero al mismo tiempo nos dijeron que había habido problemas y bueno, no tenían que decir nada más. 

- Entonces no hay tiempo que perder...