Partida Rol por web

Drácula

Cap I: El Horror de Transilvania

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08/01/2011, 05:43

La carroza era negra como la noche misma. En su interior, cinco pasajeros tenían solamente algo en común, su destino. Un pueblo en medio de Rumania, un sitio de leyenda, mitos, gentes de costumbres cerradas pero buenas intenciones y mucho flocklore; lo llamaban Transilvania.

Cada uno había partido de Londres hacía unos meses ya, y tomado distintos transportes, hasta llegar a estas tierras por asuntos privados.

En este momento, dentro del carruaje, y mientras los copos de nieve caían fríos y a la vez encantadores por las ventanas, los extraños compartían el silencio.

No se conocían, era la primera vez que se habían visto y la única razón por la que compartían el carruaje era que había pocos que partieran hacia el pueblo esa noche y cada uno necesitaba llegar.

Las dos damas viajaban de un mismo lados, acompañadas por Paul Steiner. Delante, los tres hombres que quedaban también compartían la tranquilidad y el movimiento del carruaje. Se oyó en un momento un lobo lejano, aullando, pero ese fue el único sonido.

Notas de juego

Turno introductorio, ninguno se conoce así que pueden conversar o simplemente esperar llegar a destino. El motivo del viaje es el que cada uno desee. Para que nos ubiquemos es un martes y son las 8 de la noche.

Lo puede poner en su hoja de pj sino lo ha hecho o explicarlo en los turnos. Lo dejo a discreción de los jugadores.

Bienvenidos a Transilvania =) y buena suerte...

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08/01/2011, 11:33
Susanna Chandler

El aullido, resonando en la lejanía hasta alcanzar nuestro carruaje, me hace dar un ligero respingo y apretar demasiado con los dedos el papel de carta de la última misiva de mi padre, la cual estaba releyendo a falta de nada mejor que hacer durante el viaje. La respondería cuando llegase a mi destino.

Transilvania...en realidad me era inevitable preguntarme qué clase de familia me requería en un lugar tan lejano, pero tampoco es como si estuviera en posición de ponerme especial con el trabajo ahora que la señorita Jane se iba a un internado a seguir estudiando. Lo único que sabía es que tenía que enseñar inglés, y las referencias por carta que había recibido para llegar. Un atajo de leyendas locales no iban a echarme atrás...no es por eso que mi otra mano lleva todo el trayecto jugando con la cruz de mi cuello, no.

Había mirado casi íntegramente al exterior cuando no estaba leyendo, curiosa, hasta cierta forma maravillada por lo que es tan desconocido para mí. Siempre había querido viajar, y siendo ésta la excusa perfecta, no me sentía intimidada por la novedad. Si bien es cierto que no saber a ciencia cierta dónde estoy, la oscuridad, el frío...crean un ambiente inquietante, a mí me está bien. En cierta forma, por el momento, me gusta.

Notas de juego

Hola holita a todos! ^_^ Empezamos!

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08/01/2011, 15:18
Raymond

"Este día va a ser distinto". Maldito momento momento en que dije éso al levantarme, por la mañana. Mi intención no era la de venir aquí, a Transilvania, a la retaguardia de toda civilización. Yo creí que, por fin, hoy encontraría un trabajo que valiese la pena desempeñar (ayudante de Alcaide -o el mismo Alcaide-, general del ejército, etc. Y no este... esta... ¡esta porquería! Basura, así es como considero yo éste trabajo.

Pero éso ahora mismo no importa. Ya no hay vuelta atrás. Así que, aquí estoy: rodeado de personas que no conozco, en un carruaje que me lleva por caminos intransitables y ésa sensación de que algo va mal. Normalmente hago caso a mi intuición, pero no hoy. ¿Qué puede haber de peligroso en una región donde el habitante más peligroso tiene 7 años? No, está claro que las leyendas consumen este lugar y tontos de nosotros si entramos en su juego.

Doy un rápido trago a la petaca que casi siempre -excepto en actos de servicio- llevo encima, con un whisky tan malo que haría revolver en su tumba a cualquier entendido en la materia. Echo después un rápido vistazo a todos los presentes y decido mirar a través de las ventanas del carruaje, intentando ver algo en la oscuridad.

- ¿A dónde nos dirigimos exactamente? - Pregunto al fin, volviendo a sentarme. No había leído mucho de la propuesta de trabajo, más allá de que me pagarían un buen sueldo que me permitiría beber el mejor whisky del pueblo durante bastante tiempo.

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11/01/2011, 10:27
George Knightley

Mi mirada se mantiene fija en un horizonte imaginario mientras permanezco sumido en mis pensamientos. Las últimas nevadas me habían obligado a cambiar la ruta de mi viaje hacia Budapest. Las vías que conducían el convoy hacia la capital Húngara habían sido completamente sepultadas obligando a todos los viajeros a buscar alternativas. Así es como había acabado en este carruaje acompañado de otros viajeros.

En mi regazo sostengo un maletín médico de cuero negro con las iniciales "GK" bordadas con sumo cuidado. Nunca me ha gustado guardarlo con el resto del equipaje, prefiero llevarlo siempre conmigo ya que nunca se sabe cuando lo voy a necesitar. Mientras mi mano reposa sobre el mismo acariciando suavemente el relieve que forman las iniciales, mi mirada sigue perdida..

-Así que esto es Transilvania, una de las cunas del folklore y fanatismo religioso de Europa del Este...- Lo cierto es que esa es toda la información que había podido obtener del lugar mientras charlaba con un médico de Brasov en el simposio de Praga un par de años atrás en Praga.

Los copos de nieve cayendo sobre la noche, los angostos parajes que se suceden con cada metro que recorremos y el aullido de los lobos me hacen sonreír, después de todo nunca he creído en la superstición -Parece un extracto del mejor relato de terror- pienso.

Me alegra escuchar la voz de uno de los viajeros, al fin y al cabo un viaje tan largo y con tantos viajeros en un espacio reducido y todos en silencio me hacía sentir incómodo. -Creo que a Transilvania, aunque nunca he estado allí...- Contesto con tono vivaz y sonriente al viajero que había preguntado. Con el fin de romper el hielo decido presentarme mientras estrecho mi mano al desconocido -Soy el doctor Knightley-

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11/01/2011, 22:44
Darma Shorempet

 

Al comienzo parecía una idea genial, escapar de la finca de mi padre, tomar un barco al otro extremo de mundo y ganar dos cosas, libertad, y evitar el matrimonio arreglado por mi padre.
Claro que viendo el paisaje y escuchando el recibimiento de los lobos, deja de parecer tan buena idea…-Debo tener valor, una simple bestia no puede asustarme.- me digo mientras arreglo mi falta que se a ha arrugado.
Todo parece un accidente fortuito del destino, el joven que me encontró en el mercado, y que me dijo que podía conseguir un futuro muy prospero en un país alejado, y que aseguro me ayudaría ya que, se notaba en mi rostro que quería dejar Inglaterra con urgencia, nunca supe quien fue ni porque quiso ayudarme…pero agradecí al destino que el estuviera cerca para poder sacarme de mi país y así evitar la funesta boda. Cogí mis cosas y Salí a toda prisa sin medir las consecuencias de mis actos, ya que si lo hubiera echo seguro que estaría frente al altar, solo ahora mi mente repasa los echo y ve lo infantil de todo s ellos, y las consecuencias que podrían tener.
-En fin….- vuelvo a acomodar mi falda y pierdo mi mirada en el inhóspito lugar que nos rodea, con el coro de lobos a nuestro alrededor, y con una pregunta que resuena en mi mente..-¿y ahora que?
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12/01/2011, 03:36
Paul Steiner

Mi viaje por la Taiga Rusa durante estos últimos meses me había hecho acostumbrarme al frio y aunque gracias a Dios en Rumanía el clima no era tan extremo, no podía uno nunca confiarse. Me hacía ilusión la visita a Rumanía, durante mis viajes siempre había bordeado Rumanía ya fuera por Hungria o Yugoslavia, pero nunca me había adentrado. Quizá esta fuera la primera y la última, así que escribía, apuntaba en mis notas y me fijaba en aquel paisaje con mayor interés si cabe. Había contemplado ya el Danubio surgiendo majestuoso de la garganta de los Carpatos, muchos lagos montañosos, así como lagunas en la costa del mar Negro. No tendría palabras para describir cuanto veía y lo afortunado que me sentía por ello. 

Además del paisaje, me llamaba mucho la atención el comportamiento de la gente. No es que sea gente inhóspita, es más diría que es gente amable, pero hay algo común en ellos, como si siempre estuvieran nerviosos o intraquilos. Sobre todo este comportamiento lo he podido experimentar en mayor medida esta última semana. El Domingo tuve que pagar al cochero casi el doble de lo acordado para que se esperase, porque estaba empezando a anochecer y no había terminado de cotejar. Sin ir más lejos, hoy al medio día me encontraba almorzando en uno de esos pequeños mesones y la señora era muy amable. Cuando le dije hacía donde me dirigía, entró en la cocina se oyeron varias voces y cuando volvió a salir, me invito muy apesadumbrada a marcharme. La convencí para dejarme terminar la sopa, aunque no aceptó que le pagara. En cambio yo tuve que aceptar de ella una pequeña cadena con una cruz, que llevo ahora en el bolsillo de mi chaqueta.

En el carruaje hacia Transilvania me acompañaban dos apuestas señoritas y dos jovenes caballeros. Los largos viajes en compañía siempre eran de agradecer. Efectivamente -dije mirando a los caballeros con una sonrisa- sino me equivoco, por esos montes de ahí, creo que estamos entrando en la provincia de Transilvania. Perdón que no me haya presentado, mi nombre es Paul, Paul Steiner -dije mirando a las señoritas y caballeros- 

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13/01/2011, 00:16

El carruaje freno delante de una posada de madera oscura, en cuyas ventanas se atisbaba el fulgor de las velas. El cochero detuvo a los cuatro caballos con un tirón de las riendas y luego gritó en un inglés un poco burdo pero entendible.

-¡Posada el Viejo Hundido! ¡Parada! Ingleses bajar.

Eso fue lo que dijo y no bajó a abrir las puertas sin embargo alguien sí lo hizo. Era un mozo de la posada que venía por el equipaje. Con buenos modales y un inglés superior se explicó.

-Perdonen, soy Michells, es un placer. Señoritas, señores, os pido que me acompañéis adentro. Esta noche no es... no es una buena noche y eso explica los motivos del cochero. Disculpadlo.

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13/01/2011, 13:25
Susanna Chandler

No quiero sonar ruda, pero agradezco fervientemente el haber llegado al fin, aunque haya sido con el anuncio tosco del cochero con su inglés un tanto precario. Meto la carta de mi padre en mi bolsa de viaje y la llevo cargada en el brazo por su peso para poder bajar del carruaje la primera. Creo que, como mínimo, necesito estirar las piernas cinco minutos.

-¿Por qué no es una buena noche?-me atrevo a preguntar con curiosidad. Ya puede ser algo malo o importante para la voz que nos ha soltado el cochero para que bajemos.

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15/01/2011, 04:54
Darma Shorempet

Si es por la oscuridad que nos rodea, por los sonidos que parecen provenir de todos los lados, bueno en ese caso si no es un buena noche-Todos podemos tener una mala noche o creer que va a serlo, pero eso no nos escusa a personas con falta total de educacion, y ni nada le da derecho a tratarnos como si nos tubiera arreando.- no se si mi enojo es con el cochero o con migo misma por estar en una situacion que cada ves me parece menos asertada y disparatada.

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17/01/2011, 00:03
George Knightley

Enarco las cejas y sonrío divertido cuando escucho las réplicas de la señorita -Dé gracias a que se ha expresado en inglés...- Murmullo para mis adentros. Desdoblo el abrigo con suavidad y lo coloco por encima de mis hombros. Reajusto el sombrero en mi cabeza confirmando que lo llevo bien puesto y finalmente me coloco los guantes de piel negros antes de coger el maletín y disponerme a bandonar el vehículo.

Una vez en el exterior cierro ligeramente los ojos para explorar los alrededores con la mirada mientras un enorme chorro de vaho emana de mi nariz y boca. Me encanta esa sensación pero tampoco me convendría resfriarme a estas alturas del viaje.

Recordando las palabras de la otra señorita, reafirmo su pregunta dirigiéndome al nuevo allegado. -Encantado señor Michells- acompaño con un gesto de cortesía -¿Qué hace esta noche peor que las demás?- Pregunto intrigado mientras me apresuro a localizar mi equipaje sobre la diligencia, a pesar de que el mozo se ofrece amablemente a ayudarnos, prefiero llevarlo yo mismo dentro; en su interior tengo instrumentos de mucho valor. Aún así consigo liberar una mano por si hiciera falta echar una mano con el equipaje de las damas en un gesto caballeroso y gentil.

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17/01/2011, 00:14
Paul Steiner

Baje de la carroza. Empezaba a tener las piernas entumecidas del largo viaje. Saludé a aquel amable mozo y le alargé alguna maleta. Al escuchar su comentario.

- No se preocupe joven, bastante que el cochero aunque sea se defiende con el ingles. -Salía de aquella posada un agradable aroma y nada más pensar en el acogedor fuego que habría dentro me hacía estar de muy buen humor-

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17/01/2011, 01:03
Michells

-Acompáñenme adentro por favor señores... señoritas.

Dice el mozo y cuando todos salen de la carroza el cochero dá unos tirones a sus riendas y los caballos se ponen a andar. Pronto entran a la taberna. Aunque es un sitio pequeño se lo nota acogedor. Delante de un mostrador de madera hay una señora comiendo algo. Tiene el libro de huéspedes abierto y evidentemente está esperando a estas personas. Sin embargo, antes de que se registren, Michells contesta la pregunta fundamental.

-Es una noche maldita. Se dice que en la noche de Walpurgis los muertos salen de sus tumbas y rondan la tierra. Lo hacen de noche, cuando todo el pueblo está dormido. Los muertos van a visitar a sus familiares pero ya no son ellos mismos... ¡oh no! En la noche de las noches los vemos como realmente son.

-¿Señores? Por favor, pasad a registraros -dice la posadera. -Michells deja de asustarlos con tus historias.

-Pero es verdad- asegura Michells -esta es la noche de los malditos.

Y mientras los acerca a la mujer, el chico les advierte.

-No salgan esta noche, y cierren bien las ventanas...

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18/01/2011, 01:01
Raymond

Bajo del carruaje observando el cielo, con la incómoda sensación de que prefería volver a casa. Y que yo quiera volver allí... tiene delito. ¡Seguro que no hay mujeres bellas de buenos senos por estos parajes! ¡Cáspitas!

- Un poco más de calma, ni que nos fuera a tragar la oscuridad -Protesto, agarrando mis pertenencias y observando al cochero irse. Suspiro y entro en la Taberna como quien entra en su casa. Escucho al chico, aunque no le hago ni puto caso. "¡Minucias! En el ejército también se contaban historias acerca de soldados que bebían sangre de perro y luego resistían tiros como si fueran el mismísimo demonio. Claro que no fue su caso, ya que una bala le voló los sesos"-. Oh, ¿y qué pasan cuando regresan? ¿Te asustan con su espectral alarido? -Río entre dientes-. ¿No eres muy mayor como para creer en cuentos de fantasmas?

Sin dejar de sonreír entre dientes, me dirijo al registro y firmo como Subteniente Raymond.

- Pero sí, cerraré las ventanas que odio la brisa mañanera -Comento en susurros, más para mí-.

Notas de juego

Retruécanos, ¡aprisa!

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18/01/2011, 19:04
Susanna Chandler

Admito que las palabras del mozo me dejan ligeramente intranquila, pero cuando lo pienso detenidamente (y admito que las palabras de uno de los hombres, que al acercarme al registro de huéspedes para inscribirme veo que ha firmado como subteniente Raymond, han ayudado un poco) me percato de la tontería que estaba pensando. Esbozo una leve sonrisa ladeada y me echo un mechón de pelo suelto de mi recogido tras la oreja antes de escribir mi nombre.

-Se requiere una gran cantidad de fuerza y resistencia para poder salir de la propia tumba; no creo que un cuerpo en vías de descomposición pudiera hacer tal cosa.-comento, aunque admito que sí he tenido pesadillas sobre muertos levantándose de las tumbas y lo he pasado mal. Aunque racionalmente no tenga sentido; eso es lo que me hace temer a esa imagen. Me aparto del libro tras firmar y vuelvo a coger mi bolsa.-A mi me preocuparían más los lobos...

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19/01/2011, 03:02
Darma Shorempet

 

Creo que siempre se debe escuchar las “leyendas” de un pueblo, ya que en ellas siempre se esconden alguna verdad, y se la cubre de engaños para que no se les preste atención.-Mientras contesto recorro el lugar con la mirada, y un sentimiento de culpa y nostalgia me invaden, es mucho lo que uno deja atrás. Mientras suspiro continuo.-En los campos donde crecí los obreros (siempre evito usar la palabra esclavo, por mas que mi padre siempre me regañara por ello) contaban historias que siempre parecían ilógicas e irreales, que eran casi un cuento de horror para niños, claro que cuando vas creciendo entiendes que esos cuentos existen tanta verdad como en cualquier historia.- me dirijo al libro a firmar , y al tomar la pluma una duda me invade debo firmar con mi nombre, hasta donde mi padre puede buscarme…suspiro nuevamente y firmo Alexia Thornem.
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19/01/2011, 14:41
Raymond

Bufo, exasperado por tanta estupidez.

- Las leyendas no son más que cuentos de borrachos y bardos para asustar o entretener a la gente. No existen los fantasmas, ni los muertos vivientes ni Gran Hermano. No son más que invenciones -Musito, pidiéndole una buena copa de whisky. Hmm... un buen whisky...-. Y tú, chico -Le grito al mozo-, no deberías asustar a la clientela. ¿No crees?

Me dirijo hacia un asiento y me dejo caer, cerrando los ojos y dejándome llevar por el cansancio. El día había comenzado bien: una bella mujer -a la que no pagué- en mi lecho, una pequeña trifulca en una taberna ganada y un buen sobre con dinero por hacer un trabajo sencillo en el extranjero. Sí, no era mal plan. Pero todo se torció cuando llegué a destino, Transilvania. No puede ser más diferente de Inglaterra, no...

- ¿Qué os trae por éstas tierras, señorita...? -Pregunto a una de las mujeres, Susanna.

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19/01/2011, 14:49
Susanna Chandler

La voz del subteniente me sobresalta al darme cuenta de que se dirige a mí. Me había quedado algo pensativa con las palabras de la otra señorita, aunque para mí seguían sin sonar lógicas.

-Eh...señorita Chandler.-me presento inclinando un poco la cabeza.-Estoy aquí por trabajo.-no me molesta decírselo; no tiene importancia.

Notas de juego

Dei, cariño; te has colado de fechas con el Gran Hermano (finales de los 40) ;)

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19/01/2011, 23:19
George Knightley

Durante unos segundos me quedo absorto observando el interior de la taberna. Respiro profundamente una bocanada de aire con el fin de calentar un poco los pulmones. No es que se trate del lugar más acogedor en el que he estado, pero se agradece el buen resguardo que cobija.

Escucho atentamente las palabras del mozo mientras me quito de nuevo los guantes y busco en el interior de mi chaqueta mi propia estilográfica para firmar el libro de registros. A pesar de que la historia que explica me parece fantasiosa e incluso divertida, mantengo el porte serio. -Tal vez se traten de casos de porfiria perniciosa o incluso entierros prematuros, no quiero imaginar la repercusión folklórica y el origen de leyendas que podrían llegar a ocasionar en un lugar como este- pienso mientras una sonrisa es mi única respuesta al chico.

-Buenas noches- Exclamo amablemente a la mujar tras el mostrador. Me acerco al libro y tras dejar mi maletín unos instantes en el suelo firmo como "Doctor Knightley". Acto seguido busco un lugar en el que sentarme y reposar un tiempo mientras entro en calor.

 

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19/01/2011, 23:42
Paul Steiner

 Entré en la taberna agradeciendo enormemente el cambio de clima. Allí el mozo seguía contando historias y dando advertencias sobre lo peligrosa que era la noche, y a mi me divertía sobremanera escucharlo. Aún así se encontraba embargado por una angustia tan evidente que traté de consolarlo en lo posible.

- La noche de los malditos? Que curioso, quizá por eso vengo experimentando esta última semana un comportamiento tan extraño en la gente. En Norte America tienen la costumbre, el día de los difuntos de celebrar una fiesta parecida. La noche de Hallowen, lo llaman allí. También la gente se suele reunir para contar historias. No se deben de perder las tradiciones, si señor -dije al mozo con una sonrisa, y me acerqué al mostrador-