Partida Rol por web

Segun los que estabais dentro de la posada vais saliendo, tras el anciano que, con su andar asimétrico parece aun así moverse con bastante diligencia, podeis ver que cochero gnomo os sujeta la puerta, con el sombrero de copa agarrado bajo el codo, luciendo su brillante calva. Una vez que el ultimo cruza el umbral, cierra de un portazo, con gesto adusto. Tras eso, acelerando, baja los escalones a saltos, llegando, justo, a abrir la portezuela del carruaje del alcalde, que espera, mirandoos, con una sonrisa cansada, apoyado en su vara.

Tarben y Desdemona están sobre la carreta, mirando hacia una muchedumbre que se está arremolinando un poco mas adelante en la calle, justo a la entrada de la plaza, donde algunos de los labriegos que salieron a la carrera de la taberna cuando parecia que habria mas que palabras, están comentando algo, señalando de vez en cuanto en vuestra direccion.

- Señores, si alguno desea acompañarme..., dice el alcalde, señalando hacia el cubiculo abierto de su carruaje. Si no, hagan el favor de seguirnos hasta mi Hacienda, donde, a buen seguro, estaremos mas tranquilos...

 - Yo iré con vos, si no os parece mal... - Le dije, aceptando su oferta. Estaba claro que este anciano tenía algo y quería averiguar lo que era. Miré a mis compañeros, por si alguno quería acompañarme.

Kartag prefirió mantenerse en un segundo plano, quedándose con el resto.

Zoak observó el pequeño carruaje y se dio cuenta de lo complicado que sería acoplar su corpachón a aquellos diminutos asientos.

Lev, acompaña tú al señor también, yo me encargo de tu montura.

- Perfecto, señores, estaré encantado de contar con su compañía!!, dice el anciano, cediendo el paso al aprendiz de mago y al enorme solámnico.

El camino hacia la Residencia del Alcalde, una vez abandona la Plaza, transcurre con tranquilidad, pese a que todas las cabezas se giran al paso de la comitiva, llevados, sin duda, por las voces del gnomo, que parece querer batir algun tipo de record para llegar a la Casa Solariega.

Esta vez sí, el mapa que teniais coincide con la realidad, casi 100 años despues, pues, cruzando la plaza, el carruaje gira hacia el oeste, alejandose de las casas de la Villa, girando despues hacia el norte, hasta cruzar una entrada, con planchas de metal con huecos entre medias, sin duda para evitar que el ganado de la finca se escape. Un salto de los caballos salva el escollo, y ya dentro del terreno del Alcalde, os dirigís hacia una hermosa mansión construida en piedra y madera, coronada por un hermoso rosetón en la fachada principal, hecho con un bello cristal de colores, mostrando el emblema que ya habeis visto en las casacas de los guardias, y en el carruaje: estrellas blancas alrededor de una medialuna con los bordes hacia abajo, sobre fondo tambien azul oscuro.

Bellos jardines, cuidados con devoción y empeño, flanquean el camino que seguis, tras dejar los caballos a un par de mozos que se acercan a recogerlos. Subis la escalinata de piedra, y unas dobles puertas lacadas en blanco protegidas por dos soldados con coraza y sobrevesta con el simbolo de su señor y guja como arma, dan paso a un recibidor de no pocas dimensiones, de donde sale una escalera hacia el piso de arriba, de marmol con un ligero brillo carmesí. A ambos lados de la estancia hay puertas de madera tratada, de tonos oscuros.

Tras cederle el sobretodo gris a una sirvienta que hace una reverencia a todos al entrar, el Alcalde os mira, diciendo:

- Si quieren dejar algo de su equipaje a Jenni, ella se encargará de guardarlo hasta su marcha... Andor!!, sube la voz, hacia una de las puertas, a lo que un mayordomo de exquisitas formas sale de una de las puertas, cuadrandose hacia el Alcalde: - Que preparen algo de refrigerio para mis invitados, y lo lleven a la Biblioteca. Allí nos reuniremos. Es importante que no nos molesten, pues tengo cosas que tratar con la Delegación invitada...

Despues, pasando la puerta de la pared occidental, seguís un pasillo hasta la Biblioteca, en una inmensa sala con estanterias repletas de libros, gruesas alformbras de ricos materiales, y tapices con motivos primariamente paisajisticos. El Alcalde Kenither se acerca cojeando hasta la mesa, dejando apoyada la vara a un lado, y se sienta en una silla mullida, tapizada en cuero, con un alto respaldo, haciendo una seña para que os senteis.

Ojea la carta que os acredita como Embajadores de la Ciudad de Solace, y, con los ojos brillantes por la expectación, dice, casi para sí: - Así que es verdad: la maldición se ha roto!!! Después, centrando ya la mirada en vosotros, prosigue:

- Bien, señores, siento la "bienvenida" que han tenido al llegar a nuestra Villa, Delembert, pero deben entender que hace demasiado tiempo que nadie nos visitaba... Mi nombre es Loren Kenither, y soy el Alcalde electo de Delembert desde hace mas de 50 años, como los fue mi padre y mi abuelo antes que yo...

El "animal" con el que han tenido el "gusto" de tratar  es Lorg Goefrey Griwett, Alguacil de la Villa. Protege con ahinco la misma, pero sus métodos no son todo lo... ortodoxos que serían deseables.

Si tienen a bien presentarse, me ayudarían a reconocerlos, dice, moviendo el escrito, porque tengo muchas preguntas que hacerles, y me gustaría empezar cuanto antes, si no es problema...

Acompañé a Anubis al carruaje tras asentir a mi amigo el minotauro. El llevar una armadura tan ligera me deja sentarme, con la dignidad justa, para no parecer un Golem en un taburete. Me permito el lujo de cruzar las piernas incluso. Mis ropas todavía no han sido dañadas en combate, con lo que, en conjunto, estoy satisfecho.

 - Me llamo Anublis, buen señor... - Le respondí al alcalde con un tono de respeto. - ... ¿Puedo preguntar que sabéis de esa maldición?.

 Al parecer el hombre sabía bastante al respeto. Tal vez sabía también la razón por la cual se había roto, lo cual haría interesante escuchar lo que dijese.

Baigron había caminado con tranquilidad al lado del carro, bueno, mas que caminar, trotar con el paso con el que su raza era capaz de avanzar grandes distancias en relativamente poco tiempo, curiosamente, para una raza que descendían de dragones alados, la raza de Baigron era sorprendentemente veloz en tierra.

Una vez llegaron a la mansión del alcalde, Baigron pudo constatar que no era un mal sitio, de hecho estaba notablemente bien cuidado y el servicio parecía competente.

Tras ser invitados al interior con educación y cortesía, algo que el draconiano apreciaba tras años de ser tratado poco mas que como un perro, el grupo se reunió con el alcalde en una iluminada estancia de la habitación.

Baigron Skamaprofanada se presento el draconiano con una sencilla inclinación de cabeza, sin añadir nada mas, a fin de cuentas, el no había estado en Solace y desconocía que motivos podían tener los que entraron a la ciudad para venir aquí.

Mi nombre es Zoak.

El orgulloso minotauro alzó la cabeza y la voz ligeramente al pronunciar su nombre.

Se puso tras Tarben y le susurro -no me fío, no me fío, es humano y viejo, muy viejo, además los aldeanos nos miraban mal, si- se quedo tras él.

_{- No te preocupes...yo...yo ví esperanza en los del pueblo...es normal que estén agitados tras un aislamiento de 100 años....}

Tras dedicarle unas palabras a la Dama por las cuales me encontraba algo incómodo pues no era modo de conportarse, rapidamete doy un paso al frente.

- Mi nombre es Tarben UthCrownguard, señor alcalde y mi grupo y yo estamos deseosos de escuchar su historia, pero como invitados que somos estoy dispuesto a responder vuestras dudas, pues me imagino que no serán pocas.

- Sí, por supuesto, desentrañaremos todos los interrogantes sobre ese y otros menesteres, no hay duda!!, comenta el Alcalde, sentado en su mullido sillón, a la pregunta de Anubis, pero, una vez presentados, hemos de hacerlo por partes, y, en efecto, lo primero es ponerles en antecedentes sobre la "Maldición de Delembert", y que ustedes hagan lo propio sobre como se ha visto la misma desde hace casi un siglo de su origen!! El brillo exaltado de sus ojos, que casi se humedecen de la emoción os muestra que, probablemente, el anciano no contaba con ver el fin de dicha maldición.

- Bien, nos remontamos al año 342AC, cuando, de la noche a la mañana, un poderoso hechicero llamado Helion "El Grande" apareció junto a su hijo, Elzid Natholin, diciendo que la Villa habia tenido la suerte de que la eligiese como su morada. Con gran soberbia, asesinó aquella aciaga noche a aquel que se opuso a sus intenciones, entre ellos, mi abuelo Foster, que era el actual alcalde de la Villa. En las siguientes semanas, el Hechicero se paseaba por la Villa como su autoproclamado Alcalde... Fueron malos para Delembert..., dice el anciano, bajando la voz, con la mirada perdida en el horizonte. Las gentes de Delembert se levantaron contra él, pero poco podían hacer contra la enorme magia del Renegado... Hasta que un dia, de buenas a primeras, su hijo, Elzid, se presentó diciendo que Helion quería llevarse bien con las gentes de Delembert, porque habia elegido la Villa como lugar para su retiro. Y dejó que los lugareños eligieran a sus propios representantes, gestionaran sus bienes, etc..., aunque siempre mantenía controlado al Alguacil, en esas epocas, el abuelo del actual, Lord Crassell.

Mucha gente intentó huir del pueblo, en la noche, pero siempre, el camino, acaba trayéndoles de vuelta a la Villa. Cuando consultaron a Elzid sobre el caso, dijo que no necesitaban nada de fuera, que ellos se encargarían de proveer, así Helion acabó creyéndose casi un Dios, proveyendo de todo lo necesario al pueblo...

... y así apareció la Maldicion de Delembert, junto a un impás de casi 70 años en los que apenas hubo problemas en el pueblo, mas que algunas desapariciones misteriosas de tanto en cuanto. Aparecieron algunas mujeres y hombres, que no recordaban nada de su vida anterior, mas que deseaban establecerse aquí. Mi padre acabó elegido como Alcalde, sabiendo tratar el ego de Elzid, y aun mayor de Helion, aunque este, poco a poco, fue dejandose de ver, siendo Elzid, que no envejecía, el que controlaba la Villa, desde su Torre, al norte de la misma.

Como estudioso, toda mi vida la he dedicado a indagar sobre los acertijos de este mundo, entre ellos, qué pudo pasar con la llegada de estos dos magos, padre e hijo, y siempre he supuesto que, de alguna manera, habian cerrado el espacio/tiempo, aunque, sin duda, ellos entraban y salian de la Villa, pues nos proveian de todo lo necesario para hacer nuestras rutinas.

Desde hace unos 50 años, tras la repentina muerte de mi padre, salí elegido Alcalde, y al poco tiempo Lord Grewitt se hizo con el cargo de Alguacil, accediendo a ser los ojos del mezquino Elzid el pueblo, así como su perro de presa. Hace ya mas de 30 años que no hemos vuelto a ver a Helion, aunque Elzid siempre hablaba de él como que descansaba en la Torre, pero desde hace unos 10 años, su ego creció incluso mas que el de su padre!! Un dia dijo que Helion había muerto, y que él era, a partir de entonces, el Señor de Delembert!!! Volvió a haber momentos turbulentos, pues muchos mostraron su descontento, pensando que con la muerte de Helion la normalidad volviese a la Villa, y pudiesemos salir del pueblo, viajar, conocer otras gentes... pero Lord Grewitt, siguiendo las ordenes del Renegado las aplacó con puño de hierro.

Tras ese incidente, la "normalidad" volvió a la Villa, aunque Elzid, aun joven, luciendo unos 30 años, aunque tenía mas de 100, empezó a frecuentar las tabernas, y a las jovenes de Delembert. Era joven, y carismatico, y sus habilidades alquímicas le permitieron seducir a hijas de ricos comerciantes con "Filtros de Amor", pero luego se cansaba de ellas, y las abandonaba sin contemplaciones..., sus rasgos endureciendose por la historia. Ademas, simplemente para divertirse, tambien dispersó por el pueblo pociones de locura, enfermedad y muerte, causando el grado de caos que le permitía que ninguno nos quejásemos demasiado...

Pero, finalmente, hace una par de semanas, una gran explosión despertó a todos en el pueblo. Venía del Norte, de la zona de la Torre, y, personalmente, recé a Paladine y Gilean desee con todo mi corazón que fuera la Torre lo que explotó, llevándose con ella al infame Elzid Natholin!!!, eleva la voz, junto al puño derecho, crispado, al igual que su cara. Desde entonces, nadie ha vuelto a ver al Mago, aunque Griwett, oyendo los rumores sobre la muerte del Mago, mantiene una especie de toque de queda, para "mantener el orden, hasta que el Señor se pronuncie...". No me parece mal, pues los ánimos empezaban a levantarse de nuevo, y coincido con él en que, hasta que se sepa algo, hay que tratar de evitar que se puedan producir disturbios.

Ha sido su infame magia, sus invocaciones o sus experimentos alquímicos los que han provocado la explosion, y la mas que probable (espero) destrucción de su torre?? Personalmente, creo que da igual, siempre y cuando nos hayamos librado de la garra del tirano!!! Griwett mandó una partida de sus guardias a investigar hace ya cinco dias, pero aun no han vuelto...

De pronto, recuerda algo, que le hace arquear las cejas, y dice: - Ahh, algo importante, y que esta mente anciana ya olvidaba: dias despues de la explosion, una joven llamada Erilyn Windfellow desapareció, según su madre, entre lloros: "Fue a ver que le habia pasado a Elzid...".  La pobre señora Clara está desolada. La noche anterior a la explosión, Elzid apareció en la casa, con un ramo de flores para Erilyn... El mago había seducido ya a muchas damas, pero siempre de familias adineradas, y lo curioso es que los Windfellow son todo menos pudientes. Trabajan en los campos de cultivos, como jornaleros, así que tienen poco que ofrecerle... Todo esto es muy intrigante...

Y al poco, empezaron a llegar gentes de fuera, diciendo que creian haberse perdido, pero que venian de villas que solo habiamos estudiado en los libros y mapas de antiguo!!! Y ahora venís vosotros, enviados de Solace, la ciudad  de la que somos pedanía!!!, dice, exaltado, casi levantandose del asiento.

Despues, se calma, y sentandose de nuevo, pega ambas manos, sujetandose la barbilla, mientras dice:

- La curiosidad es el cimiento del conocimiento, y es esa misma curiosidad la que me incita a seguir estudiando todo esto, así que, a parte de que me conteis como se ha vivido fuera de aquí durante casi 100 años, que eventos han marcado la vida fuera de la "maldicion", y que se sabe de ella, también os pediré que, ya que muy viejo para explorar nada, exploreis por mí el norte de la Villa, a ver que ha pasado. Ya saben que eventos de esta naturaleza tiende a atemorizar a la gente, y ya hay rumores circulando sobre malos presagios, y una nueva maldicion, incluso algunos aseguran que el propio Elzid a liberado a varios demonios que ahora campan a sus anchas por la espesura!!! El hecho de que ni la patrulla del Alguacil, ni la joven Windfellow hayan vuelto ayuda a alimentar esas divagaciones...

Centra una mirada a la par esperanzada y determinada sobre vosotros, y os pregunta, casi sudando, del delirio en el que parece haber entrado: - Resolvereis por mi este misterio?? Me encargaré de que seais recompensados por ello, por supuesto!! Y, si los Dioses hados os son propicios, podreis haceros con los tesoros que los malditos hechiceros pudieran guardar en la torre!!

Despues, dandose cuenta de que os ha bombardeado con su historia sin dejaros intervenir en ningun momento, pone una cara de ligero bochorno, y dice, ya mas calmado:

- Ahora, por favor, contadme vosotros!! Despues haremos un receso para comer, que supongo que vendran con hambre... Aunque no puedo evitar preguntarle algo mas: Solo reconozco a los seguidores de la Orden del Martin Pescador, al caballero minotauro, y a la joven tímida!!, continúa, esbozando una ligera sonrisa, pero ignoro, pese a las horas de estudio sobre razas y especies... que sois vos??, acaba, señalando a los dos Draconianos. Me viene a la mente el nombre de Bakali, pero no cumplís sus canones, ademas de que son practicamente salvajes, que viven en pantanos...

Tras eso, se apoya en el respaldo para recuperar el resuello, mientras os mira con esos ojos que, aunque ancianos, aun están avidos de conocimiento.

 Escuché con interés el relato del anciano, que no era poca cosa. Sin duda era bastante lo que esta pobre gente había tenido que soportar por culpa de esos dos malvados hechiceros, pero al parece, algo había salido mal en un experimento del tal Elzid y que eso había causado todo esto.

 Sobre las desapariciones y la aparente eterna juventud del mago, estaba casi convencido de que estaban relacionadas, no creía que fuera una coincidencia, y la chica podría ser la siguiente victima, si el hechicero había resultado herido en la explosión y necesitaba su vida para salvar la suya propia.

 Dejé que los demás respondieran, de momento, a las preguntas del alcalde, mientras pensaba en todo lo que había dicho, con gran profundidad.

 Una vez más, noto una extraña sensación, cuando pienso en la idea de sacrificios y alargar la vida, como si hubiera vivido algo relacionado con ello, aunque no puedo situarlo o recordar donde lo he leído o oído. Por un momento me viene a la mente un colgante con un rubí jaspe con motas escarlata en su interior, con forma de lágrima, pero la imagen se desvanece y la desecho, así como el pensamiento como fantasías de mi subconsciente.

Escucho la historia con gran interés, como un niño un cuento, realmente estaba fascinada, magia,maldición... todo eso atraía su atención y por supuesto sabia que Anubis tendría sus propias teorías y quería escucharlas, aunque más adelante.

Luego miro ladeando la cabeza al anciano ¿que reconocía a la joven tímida? esperaba que esos ojos no viesen bajo el disfraz, con todo lo que había pasado en esos tiempos, un demonio o semi-demonio, no seria bien recibido, pero temía más por lo que pudiese hacer ella si la enfadaban, que lo que pudiesen hacerle los aldeanos.

Asintiendo ante la petición del anciano y observando el silencio de su camarada draconiano, Kartag se presentó humildemente:

Kartag es mi nombre, noble señor! Soy un fiel servidor de Majere y como bien observáis, no soy un Bakali.

Digamos a groso modo que pertenezco a una raza que fue creada tiempo a, a partir de los huevos de los dragones del bien, los cuales fueron robados por los seguidores de la Reina de la oscuridad. 

Con artes maliciosas y magia negra corrompieron esos maravillosos huevos y crearon la raza draconiana: haciendo un suspiro, continuó relatando, seres reptilianos con poderosos dones, abocados a la oscuridad y a la esclavitud, corrompidos durante su infancia fueron adiestrados para formar parte de las huestes de la reina de la oscuridad que asolaron Ansalon.

La verdad, es que me avergüenzo de lo que hizo mi raza.

Tras numerosas guerras y demás sucesos que ocurrieron, Takhisis fue destruida y la raza draconiana comenzó a comprender que habían sido utilizados. Abandonados a su suerte, algunos se sintieron engañados, siendo liberados de sus ataduras, buscaron formar una nación y mantenerse neutrales, buscando un lugar en el mundo.

Actualmente somos una especie de reflejo de la sociedad humana, en cuanto a caracteres me referio. Algunos se mantienen en el camino del mal y otros como mi compañero aquí presente y yo, buscamos hacer lo correcto en este mundo.

Si deseáis os puedo decir las variedades y habilidades de cada clase?

Comenzando a relatarle a continuacion con todo lujo de detalles las habilidades de cada un o de ellos.

Escuché el relato del anciano. Me resultó duro, el hecho de imaginarme la situación y cómo habían vivido las personas de este pueblo...el punto algido fué cuando el pobre hombre dijo que rezó a Paladine....

- La verdad señor alcalde, han pasado cosas increibles en éste siglo.  La era decadente en la que desapareció este pueblo de los mapas aumentó hasta límites alarmantes. Takhisis había engañado a Paladine y permitió que sus dragones hasta entonces desaparecidos volvieran a Krynn mientras los metálicos no se les permitía regresar, robaron los huevos metálicos para....corromperlos y obtener un ejercito temible que por suerte pudo ser aplacado por un grupo de grandes héroes que partieron desde Solace..... luego......

Hice una pausa y miré a todos, podía llegar a enrollarme. Conocía la historia de Krynn a grandes rasgos, maxime los de mis Ordenes y para bien o para mal mi linaje....

- Alcalde Kenither, usted ha sido tremendamente amable con sus palabras, y no me gustaría deshonrarlas sin ofrecerle nuestra información,....Dicha información es sorpresivamente extensa y tediosa, pues varias guerras que han azotado Krynn, Dragones jamás vistos antes se aparecieron y hasta...hasta... hasta nuestro amado Paladine sacrificó su divinidad en pos de los habitantes del bien de este mundo....Alcalde tenemos varios asuntos muy apremiantes, asuntos que nos obligan a movernos con presteza pues estamos en una carrera con fuerzas impulsadas por los dioses malignos.... ese es nuestro principal cometido debido a lo que hay en juego....por favor le pido humildemente que nos permitas posponer nuestros extensos relatos. Creo que puedo hablar en nombre de mis compañeros que podremos realizar la labor que nos solicita. Nosotros necesitamos tener los mínimos impedimentos posibles para conseguir el objeto que buscamos, una reliquia tan antigua o más como los elfos o quizás los Dragones para ponerla a buen recaudo. Si podemos llegar antes que las fuerzas que también la persiguen podrá obtener todo cuanto podamos ofrecerle.

Dije terminando mientras me cuadraba y colocaba mi brazo izquierdo en el pecho con un golpe y dejaba ver mi medallón de fé de plata con el cuerno del bisonte bien marcado.

Aunque había algo que no me cuadraba en su historia......Algo que no cuadraba.

Zoak aguardó en silencio. La única historia que conocía era la que vivía. Desde luego que conocía el panteón, Sargonnas y el resto de los dioses, pero no les prestaba atención. El único dios que le ayudaría sería la fuerza de su brazo y venía de él mismo.

Tenían que recobrar el objeto que buscaban, era su priorida y cuanto antes lo hicieran, más cerca estarían de salvar a su querida hermana.