Partida Rol por web

Que se haya tornado en algo que ahora puede ver todo el mundo, no me gusta demasiado, quería acabar con esto rápido y en silencio, pero parece que sabe pelear algo. Me golpea con el pomo de la espada y ahora soy yo el que da un par de pasos hacia detrás por el impacto.

Aprieto los dientes y prefiero ahora mismo no decir nada, los chascarrillos se los dejo a otro de momento. Va a necesitar mucho más que eso para tumbarme. Vuelvo al ataque con un par de pasos rápidos y quizás un poco apresurados, ante mi ágil contrincante.

- No, pero me temo lo peor, Leviathan parece haberse metido en un lío...

Y con fuertes empujones, me intento abrir paso entre la multidud.

Ahora, Leviathan, fintando con la mano izquierda, para medir la distancia, da un par de pasitos laterales, acercandose un poco al marinero que, gracias al alcance del alfanje, maneja una zona de influencia superior que enorme solamnico. Viendo un hueco en la derecha del moreno marino, Leviathan repite con un par de directos, primero con la izquierda, y luego con la derecha, uno al costado, y el otro a la cara, pero se ve obligado a no meterle mucha fuerza, pues el filo del alfanje, en una maniobra defensiva, pasa cerca de su cara. De repente, el ya mas confiado marino, lanza un tajo lateral que obliga a Leviathan a saltar a su derecha, cerca de las escaleras que suben a la cubierta superior de proa, y de repente, tira un voleon lateral con el puño izquierdo. Distraido por el filo, y pese al intento de absorber el golpe, moviendose hacia el lado contrario, este aun impacta con fuerza contra el costado del Caballero, que reprime un gruñido.

De pronto, de la Cubierta de Popa, una orden dificil de no seguir cruza la posición de Zoak, llegando hasta los dos contendientes, mientras el minotauro empieza a ver subir una una riada de gente por las escaleras que dan a la primera bodega:

- Alto!! Las peleas en Alta Mar tienen unas normas!! Las has olvidado, Kostar??

El marino frena un poco en su baile, y contesta, sin perder de vista a Leviathan: - Vamos, "Guapo", solo estoy jugando un poco con mi amigo, verdad, buey??, dice, mirando a Leviathan con una sonrisa de autosuficiencia. Si hubiera querido, sus tripas estarían alimentando a las gaviotas, a estas alturas!!, levantando el alfanje y dando dos cortes al aire.

- Nada de juegos, si quieres pelear, pelea de igual a igual, demuestra de que pasta estás hecho, responde el rubio Primer Oficial, que aprovechando una maroma suelta, se ha lanzado para caer cerca de Zoak, mirando ahora, sin asomo de sonrisa, al marinero del pañuelo. Este, lanza el alfanje, que se clava en las maderas humedas por la brisa nocturna, un par de pies por delante de Veritiel. - Vos, Sir Leviathan, soltareis la cabilla??, dice, de nuevo sonriendo.

Los marineros que salen a borbotones, junto a Tarben y Anubis, se van colocando alrededor de los contendientes, mientras "Araña", el ligero ergothiano, empieza a escalar por las jarcias, como si fuera un mono, y en breve se coloca bajo el puesto de vigia, en el palo mayor. Las apuestas empiezan a correr como la polvora, y ambos nombres: Kostar, y Giganton, suenan por igual. Se escucha un sollozo, y veis a Pitt, "El Lumbreras", sollozando, mientras uno de los hombres, con un golpe en la espalda le dice: - Tranquilo, niño, nadie va a morir hoy!!

De momento, no hay ni rastro del Capitan "Vinagre".

Zoak cruzó los brazos sobre su enorme pecho.

Por un momento estuvo tentado de intervenir y salvar el culo del caballero, pero pensó que sería mejor estarse quieto. Aquellos moratones no tardarían en curar, pero un orgullo herido tardaba más.

Además, aquel pirata le estaba dando de lo lindo al caballero, con lo que tendría material para mofarse de él durante mucho tiempo.

No tardaron en llegar todo el mundo y que aquello se convirtiera el centro de atención de todos. Todos los marineros, exceptuando el capitán estaban allí, un momento de lo más adecuado para....

Zoak abrió los ojos como platos. Una idea se le había pasado por la cabeza. La perfecta distracción, pensaba mientras comenzaba a recular.

Cruzó la vista con Tarben y Anubis. 

Cuida del caballero. Anubis ven conmigo.

Les susurró cuando se cruzaron. Esperaba que el tumulto suscitado por aquellos piratas amortiguara el sonido de su voz.

Y después se dirigió a la zona de los camarotes del capitán.

 Miré al minotauro, mientras le seguíamos de camino a lo que parecía ser el camarote del capitán, a la vez que le preguntaba, bastante preocupado:

 - ¿Crees que es buena idea?. Esto podría acabar empeorando...

No me quedaré cruzado de brazos, sin hacer nada. Quédate con los caballeros si quieres ver el espectáculo que han preparado para nosotros.

 - Te seguiré... - Me limité a responder, preocupado.

Tarben se preocupó por su hermano. Cuando vio a Zoak salirse con Anubis prefirió no hablar y esperar a ver que pasaba, no tenía datos para opinar aún. Tenía cosas más importantes que hacer como acercarse lo más posible a Leviathan por si acaso, así que entre empujones avanzó intentando estar en primera linea.  Y atendió. Quería que su hermano viese que lo apoyaba.

Ese segundo impacto me hace sonreír, ahora tengo demasiado público y mi primera intención de lanzarlo por la borda va a tener que pasar a segundo plano, incluso tendré que pasarle los insultos y las mofas. Por el momento. Si quiere jugar a ese juego tendré que jugar, tiene bastante fuerza, no es un cualquiera. Todavía aguantaré dos o tres golpes más, pero tengo que cazarlo, está acostumbrado a pelear en un barco y mis pies no se afianzan tan bien como los suyos.

Todavía con la cabilla en la mano la levanto con dos dedos entre el índice y el pulgar, y se la enseño al público.

-Parece que le da miedo este palito, ya pensaba que ibas a coger otra espada antes que llegara el resto de la tripulación- lo suelto y cae sobre la cubierta- más te vale seguir saltando para que no te coja, si pegas con esa fuerza podemos estar aquí toda la noche, Kostras- vuelvo al combate, haciendo crujir los nudillos.

El tumulto generado por la pelea, con las hienas revoloteando alrededor, mientras las monedas pasan de mano en mano con las apuestas, es suficiente cobertura para que el minotauro y el mago humano puedan escurrirse hacia la popa sin que nadie repare en ellos, dejando el palo mayor detras, y ambas chalupas a babor y estribor, hasta llegar a las dobles puertas que dan a las dependencias de los Oficiales, que permanecen cerradas. Ninguna ventana da a la cubierta.

Vitores se mezclan con abucheos, mientras la pelea sigue su curso.

- Parece ser que el "Señorito" tiene huevos!!!, dice el marinero, sintiendose algo mas comodo, arengando a sus compañeros, cuando Leviathan da la replica, haciendole quedar como un cobarde. Entonces rechina los dientes y salta a golpear al hombreton con inusitada furia: - Buey apestooossooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!

Obviamente el movimiento no es medido, si no fruto del odio, así que, al no fijarse donde planta el pie, lo hace sobre la cabilla que dejo caer segundos antes el Caballero, por lo que resbala, cayendo de espaldas con un sonido sordo sobre las tablas de la cubierta. A aquel que sabe leer en los gestos de los demas, no le resulta dificil ver un atisbo de pánico en el marinero, que queda a dos escasos pasos de Leviathan.

 Decidí ser yo el primero en llamar,y dí varios golpes leves a la puerta:

 - Disculpe, ¿capitán?. Sentimos molestarle, pero hay un asunto que requiere su atención... - Dije, con voz lo suficientemente alta para que pudiera oírme.

Nada perturba el estruendo que ocurre a vuestras espaldas, donde, sin duda, el devenir de la pelea parecia empezar a decantarse hacia uno de sus lados: - Será a favor del Caballero de Sharkenar?? Si el Capitan Bornegar se encontraba tras esas puertas, no parecia dar muestras de escucharos...

Me pongo los brazos en jarras cuando el marinero cae al suelo.

-¿En serio?- pregunto incrédulo y le doy tiempo para que se levante- arriba Kostras.

En cuanto se pone en pie, vuelvo al combate ahora más confiado me lanzo contra él con una rápida combinación de golpes muy brutos y largos, aprovechando mi estatura para que no se espere que llegue tan lejos. En una de esas, me estiro completamente y lanzo un directo echando mi peso hacia delante.

En el tumulto que ocurre al caer el marinero, se escuchan frases que vienen de ningun sitio, como: - Aplastalo como a una cucaracha...!! A dormir, "Costras"!! Jajaja!!! Mierda, mi plata...!!, pero todo se torna en un silencio de sorpresa cuando Sir Leviathan le deja levantarse. La incredulidad flota en el ambiente, pero en un momento, una gran carjada cruza la cubierta, de un lado al otro del circulo, al contagiarse como una mala enfermedad, lo cual, una vez se ha levantado, hace que la colera del marino le haga acercarse demasiado al hombreton, que, aprovechando su mayor alcance le mantiene a raya, y acaba con un potente directo a la nariz de Kostar, que no es capaz de evitar el impacto, y acaba dando con sus huesos en la cubierta, esta vez como un fardo, inconsciente.

Un furor atronador por parte de unos, les delata como ganadores de las apuestas, mientras otros maldicen al marino por perder. Verithiel se acerca, y palmea a Leviathan en la espalda ofreciendole un gran boton de metal frio al tacto, mientras le dice: - Buena pelea, Sir!! Ponte eso en el chichon. Hará que no crezca..., tras lo que se gira, y dice: - Pitt, lleva a Kostar abajo, que le atienda Gosper. Cuando despierte, ya sabeis, nada de alcohol, que se duerma sobrio...

Despues se gira hacia el circulo de gente diciendo, con voz atronadora: - Bueno, qué, vais a estar toda la noche mirando como pasmarotes??!! Vamos, cada uno a su puesto!! Y el que no esté de servicio, abajo, aquí no hay nada ya que ver!!! Cuando la muchedurmbre se dispersa, llevandose al inconsciente Kostar, Verithiel se gira de nuevo hacia Leviathan y Tarben, que se ha acercado a preocuparse por su compañero, y les dice en bajo: - Venid conmigo, tenemos que hablar, dirigiendose despues hacia la escalera de la Cubierta Superior de Popa, hacia la zona en la que descansa la Balista.

Zoak abrió la puerta de un empellón. 

El minotauro estaba convencido de que algo no iba bien y ninguna puerta se interpondría entre él y su objetivo. Se aseguraría que el capitán estuviera bien.

Cuando el tumulto se va dispersando, me abro camino hacia el gigante.

- Estas bien? Que te ha pasado?

luego nos interrumpio el segundo de abordo. Nos reclamaba para hablar, así que, mirando a Leviathan, le acompaño.

Tras el silencio que sigue a la pregunta de Anubis, Zoak le hace señas para que se retire a un lado y, cogiendo un poco de carrerilla, arremete contra la puerta con el hombro. La vieja madera cruje, y el cierre salta, y con un gemido de sus goznes, afectados por el salitre del mar, se abre hasta la mitad, dejando ver un pasillo con dos puertas laterales, a las habitaciones de los oficiales, y acabando en una salita rectangular, con una gran mesa, y varias sillas, y una decoracion cuidada, con objetos de origen marino. El aire huele a algun tipo de hierba que se quema lentamente en un quemador que cuelga del techo, sobre la mesa. En la mesa, sentado frente a vosotros, está el Capitan Bornegar, con su camisa blanca arrugada, y remangada a la altura de los hombros, y su levita tirada de cualquier manera sobre otra de las sillas. Una barrica de roble pequeña, con una espita, descansa en la mesa, junto a él, que agarra un vaso de cristal de base gruesa, del que bebe a sorbitos algun licor fuerte. A juzgar por su mirada, hace tiempo que sobrepasó la linea...

Os mira, y dice: - No teneis nada mejor que hacer, que dar el coñazo?? Pagareis un plus por la puerta, no tengas duda, toro!! Ya que estais aquí, cerrad la puerta, y acabemos pronto: que tripa se os ha roto??, tras lo que os mira con un ligero bamboleo de la cabeza.

 Miré sorprendido al capitán, pero luego recuperé la compostura y le respondí:

 - Verá, uno de sus marineros está golpeando a nuestro compañero y los demás no hacen nada para remediarlo, de hecho lo vitorean... Parece que se a armado una especie de motín o algo así...