Partida Rol por web

Te quedas parado, viendo como el látigo se deshace rápidamente en el infierno de la fragua, mientras el enano te mira con cara de estatua de granito. La piel te empieza a picar, debido a las corrientes de calor abrasador que salen del horno, aunque Tork parece estar más que acostumbrado, y llega un momento en que el picor pasa a ser escozor, y amenaza con acabar en ampolla, así que que, no aguantando más, das cuatro pasos hacia atrás, hasta la antesala, con los pulmones a punto de estallar, tosiendo.

El enano, da esos cuatro pasos, pero teniendo que dar doce, con sus cortas piernas, y mirándote gravemente, dice: - Si has esclavizado alguna vez, espero que eso se haya purificado con el fuego de ahi dentro... Y ahora, Kartag de Majere, enseñame esa espada...

Observa la espada, con cara calculadora, evaluando bordes, presos, y finalmente ve el símbolo de la Garra Negra, tras lo que te vuelve a mirar con intensidad durante un momento, y después, echa una risotada que parece un crujir de rocas, y dice:

- Que Reorx me lo explique!! Si no eres esclavista, has debido acabar con alguno, me equivoco??  Dice señalando el símbolo esclavista...

Kartag sonríe, y le cuenta a él enano el relato de lo que acontecio con pelos y señales hasta su llegada a encrucijada.

Aunque la cara no cambia un apice, ves que el enano va asintiendo muy despacio, segun vas contando...

- Así que escupes ácido, eh??, dice, entrecerrando un poco los ojos, con los brazos aun cruzados sobre el pecho. Eso es algo que habia oido, pero con los que me enfrenté de tu raza durante la Guerra de la Lanza, ninguno podia hacerlo. Es algo nuevo?? Debido a que, por fin teneis hembras??, pregunta, rascandose la barba...

- Que demonios??!! Da igual, aquellos tiempos pasaron... Esta espada, sin tratamiento alguno, es un peligro llevarla, pues te marca como perteneciente a esa escoria esclavista, y así sus enemigos se te enfrentarán, y sus afines tambien, pues a estas alturas sabrán que acabaste con el desgraciado, y te quedaste con su espada... Podria ocultarse esa marca, sí señor!! La espada no es mala, tiene buena aleación de acero, pero el que la templó tampoco era un maestro... dice, colocandose una lente sobre el ojo derecho, y cerrando el otro, mientras casi pega con la nariz en la hoja.

- Por alegrarme la mañana sabiendo que queda un esclavista menos en el mundo, te lo podria hacer gratis. Que me dices, Kartag de Majere??, te pregunta mientras vuelve a cruzar los brazos sobre el amplio pecho.

Kartag aprovecho el ofrecimiento y dirigiéndose a Tork, exclamo:

Estaría agradecido de que hicieras ese trabajo, Tork! Aunque mis habilidades están más enfocadas a la lucha con armas ligeras, donde destaco, no puedo menospreciar, tener un arma, digamos de calidad.

Claro que pensándolo bien, tu reputación es muy grande en estos parajes y un arma ligera como las que posees, me podría venir mejor.

Te propongo un cambio, siempre claro que aceptaras!

Por cierto, y en respuesta a tus preguntas. Es cierto que es raro entre los de mi especie poseer arma de aliento, digamos que es una habilidad mágica que pocos poseen. Si necesitas fundir algo llámame y lo haré con gusto.

En lo que respecta a las hembras, es cierto que existen! Y al igual que tu, tengo curiosidad por ver como son, la verdad, sonriendo el kapak.

Entonces Tork, me ayudarás en mi camino?

Que tipo de armas buscas, Kapak?? Creo que de esta espada podría sacar algo bueno. Tiene buen germen..., dice, mirando la espada como si pudiera desnudarla, y ver en su interior...
- Eso sí, si quieres calidad excepcional, habrás de pagar un extra, a parte de la espada, pues se usan materiales caros, a parte de invertir mucho tiempo..., acaba, mesandose la barba, llena de tizne.

Habia pensado en un arma que pueda aprovechar mi destreza, algo como una cadena armada de calidad me vendría bien. Que piensas. Acepto sugerencias, Tork.

Cuanto me costaría esa mejora?

Levanta la cabeza de la hoja de la espada, y aparta la lente, mirandote de forma analitica, y diciendo:

- Tenia pensado que los de tu orden luchabais con los puños... Que tal unos buenos guanteletes de combate??, mientras observa desde la distancia tus garras. Que me dices?? Te saldrian mas economicos, y se adaptarían bien a tu modo de combate... O una buena vara, con terminaciones de metal... Es tu decision, Kapak, así que, asumela!!, te dice, con cara petrea, mientras vuelve a examinar la espada, como buscando cosas que una persona normal no puede ver.

Kartag sopeso el ofrecimiento de Tork.

Unos guanteletes armados de calidad, estarían bien! Me parecen un buen complemento.

Buscando su mano la bolsa a continuación, calcula los aceros que posee.

El enano era un gran maestro con toda seguridad, y debía aprovechar esta oportunidad.

De una bolsa saco 255 monedas de acero y se las ofreció al enano.

Aquí tienes buen Tork, lo pactado. Mañana parto con los Solamnicos al mediodía.

Ahora dejo que tu martillo golpee el metal en la fragua, maestro forjador.

Tras decirle cuando espera tener su trabajo listo, Kartag se despide y parte hacia los acantilados en busca de la ogresa.

Hasta entonces pues, Tork!

Una vez en la plaza, salio en direccion a la puerta de la ciudad oeste, dirigiendose a el promontorio que se encontraba cerca de los acantilados. Divisando la entrada, profirió el nombre de la ogresa, pidiendo permiso para entrar.

Una vez cerrado el acuerdo con Tork, este te toma un molde de las garras, y te emplaza al dia siguiente para recogerlos, antes de que partas con los Solamnicos.

Sales de la Villa por el Camino del Oeste, avisando que volveras antes del anochecer, y enfilas por el camino que te dijo la mujerona de la plaza, encontrando el camino que va peligrosamente pegado al acantilado, con el Mar Nuevo, con sus embates, oradando la pared. Encuentras una oquedad bastante ancha, tapada por una piel de animal grande, quiza un buey gigante, o algo similar.

- Agataaaaaaaaa!!! Me llamo Kartag, y vengo de Encrucijada!! Me han dicho que eres sabia en ungüentos y brebajes!! Puedo pasar??, dices, forzando la voz, para hacerte notar, por encima del fuerte viento que hay entre las rocas.

- Pase, pase, señor!! Los viejos huesos de esta Ogresa no le permiten moverse demasiado, y la luz... Ayy, la luz, molesta mucho a sus sensibles ojos!!!, te llega de vuelta al momento, amortiguado por la piel de bovido que cubre la entrada.

Pasas, y entras a una, sorprendentemente limpia estancia central de unos 6 metros de diametro y un techo muy alto, con una formacion de rocas central, que hace las veces de chimenea, con una enorme marmita al fuego, con un liquido muy denso, de color morado, chapoteando al fuego lento, con un cucharon de madera colgado en un saliente de la marmita.  Sobre ella, en el techo, hay un tirador, aunque ahora está casi tapado, y el poco humo que sale del fuego se escapa por el hueco, que debe dar a algun punto arriba de la pared. De esa estancia, salen 3 anchos tuneles tambien con altos techos, hacia otras tantas estancias, todas a a oscuras. De una de ellas, te llega el brillo de unos ojos, que se levantan, y te dejan ver, cuando se acostumbra la vista, a una ogresa de unos 3m de alto, fornida, con apenas unas hebras de pelo por la parte de atras, y la piel coriacea y entre verde y gris, con ojos redondos, con gran pupila, y venas rojas rodeandolos. Haciendo un gran esfuerzo, apoyandose en un gran cachiporra de madera oscura, sale a la sala central, mueve un poco el potingue al fuego, y se deja caer pesadamente en una montaña de pieles, señalando otra que hay al lado. Te mira con intensidad... No, espera, te das cuenta, debe ver fatal!!:

- Dime, Kartag el Kapak, en que puede ayudarte esta vieja loca???

El olor que flota en el aire es una mezcla dulzona de lilas con... algo que huele fuerte, pero bien.

Kartag acepto el ofrecimiento de la Ogresa y se sentó en la montaña de pieles.

Se presentó formalmente, exclamando:

Soy Kartag, siervo de Majere! mirándola a sus grandes ojos, prosigue.

Ágata poseo este redoma con un líquido verde, que obtuve cuando derrote a un vil esclavista.  Sacando la redoma y enseñandosela.

Dicen en la Villa que la clerigo de Shinare y tu poséis el mismo don con los ungüentos y pócimas curativas, y me preguntaba si podría averiguar el fin de este líquido y la posibilidad de adquirir algun ungüento curativo de tu elaboracion.  Que dices, me ayudarías?

Por supuesto te pagaría o realizaría algún servicio para ti, ya sea recoger alguna hierba misteriosa, o cualquier tarea legal, mi camino me lleva a la cordillera de Solace, por sí te interesa.

Sobra decirte que soy una persona de honor y que cumpliré con mi palabra.

Tras soltar el discurso, Kartag adopta una postura más relajada y distendida, y llevado por la curiosidad le pregunta a la ogresa, como es su vida en encrucijada. Si le costó mucho ser aceptada en este lugar.

Mientras vas desgranando tu presentación, un "mmmamamammmmammm" (un murmullo que sale de los labios de la ogresa) te acompaña todo el rato, acompañado, a su vez, como de un masticar de su boca desdentada. Mientras hablas, se vuelve a levantar, no sin esfuerzo, y revuelve el puchero, probándolo, y haciendo una mueca de asentimiento, tras lo que lo quita del fuego, y lo echa en un tarro de cristal, y le pone un corcho, que sella con cera... Vamos, que no tienes claro que se esté enterando de nada!!

Pero enseguida ves que sí, pues girándose, coge la redoma, la abre, la huele, la prueba, y tras otro concierto de sonidos ininteligibles, te dice: - Mmmmmmamammmmmmammmmmaamm... Curación, sin duda, sí... Y el que la hizo no era poco diestro, no... Mmmmmmammmmammmmmmammamma..., tras lo que te la vuelve a dar.

- Y dices que quieres adquirir algun ungüento de esta pobre ogresa, ya en sus dias finales?? Mmmmaammmmaamm, ella está de acuerdo, pues has sido amable en hacerle una visita, si... No te cobrará por identificar esa poción, y te hará buen precio en lo que lleves, sí... Solace...?? Ummmammmmaammmmaammma... Bosque antiguo tiene, sí. De alli, la vieja Agata podria necesitar cosas, sí... Se fia de la palabra del Draconiano, sí...

- Clarissa?? Sí, buena chica, sí... Mmmmmammmmammmmm, buen corazón. Ella provee a esta vieja con lo que ella necesita de la ciudad, y ella le enseña cocciones antiguas, mezclas olvidadas, sí...

- Esta vieja ogresa vive feliz en Encrucijada, sí... Los Mercaderes, pese a que al principio la quisieron echar, no la tratan mal, aunque no la dejan vagar por sus calles. Ellos piden ayuda cuando necesitan de los servicios de Agata, pero no la quieren cerca, no... Pero sí mantienen lejos a los enemigos de Agata, sí... No es mal trato, no... Sin duda..., te acaba diciendo con una sonrisa desdentada, que muestra 1 solo colmillo enorme y amarillento, de los 4 que deberia tener.

- Kartag, te quedarás a cenar con esta vieja??, vuelve a sonreir. Agata presume de un buen guiso de gaviota en pepitoria, sí... 

Acepto el ofrecimiento de la ogresa y me quedo a cenar.

Que pociones posees, Ágata?

Aparte de curativos, puedes hacer esas que te dan fuerza o destreza?

En principio, me interesa saber precios, por si me lo puedo permitir. 

Probando un bocado del delicioso plato preparado por Ágata. Se sentía cómodo en presencia de un ser, en cierto modo, especial.

Ñam ñam, sabe delicioso este plato, sirviendose un poco más.

- Ummmmammmamma... Permite que esta vieja pueda ver, muchacho..., dice, mientras abriendo una vieja puerta de madera que ha engarzado de alguna manera a la pared, urga entre varios botes de ungüentos.

- Una lástima, muchacho, ahora esta vieja y torpe solo posee una redoma de pocion curadora, aunque tambien tiene este ungüento que, aplicado a una herida, ayuda a que cure mucho mas rápido, por si te interesa... Mira, mmmmmmaammmmamamamammmm, has tenido suerte, tambien tiene una de Escudo de la Fe, cortesía de Lady Clarissa!! Los precios?? Bueno, si le trajeses a la Ogresa unos cuantos pies de unos hongos que crecen en lo profundo del Bosque Oscuro, solo te cobraria el coste que le supone hacer las pociones. Si prefieres pagar, ella lo entendería, y el coste seria este..., te dice, dibujando, con el baston de madera, unos numeros en la arena...

Tras la gestion con las pociones, sirve, del perol que estuvo en el fuego, un par de escudillas de guiso de gaviota con patatas pequeñas y especiadas, y como te dijo, sabe delicioso!! Pasas un par de horas disfrutando de una conversación simple, pero franca, y tras dos horas, empieza a oscurecer, y sabes que en breve cerraran las puertas.

Sonriendo a Ágata, exclamo:

Acepto el trato, te traeré los hongos del bosque oscuro y te comprare los tres mejunges, mi camino es peligroso y siempre es bueno tener cierta ayuda en estos tiempos.

Sacando una bolsita, deposita los 75 aceros sobre la mesa ante la atenta mirada de la ogresa, escuchandose el tintineo  de estas  al tocarse.

Tienes mi palabra de que así será, y te los haré llegar como sea, ya sea personalmente o a través de los Solamnicos.

Levantándose a continuación , recogiendo su compra, se despide de la ogresa. 

Hasta pronto Ágata, gracias por la cena!

Saliendo al exterior, enfila en dirección a la Villa, acelerando el paso, antes de que cierren las puertas.

Mañana será un día especial, compartirá camino con los caballeros y quizás aprenda algo de ellos.

Mirando hacia los cielos, intenta vislumbrar la constelación de Majere. Que gran obra era la suya, pensando en la creación que había llevado a cabo ayudando a Paladine en la creación de krynn.

El viaje de vuelta a la Villa, aunque la fuerza del viento cerca de los acantilados te obliga a compensar con las alas en mas de una ocasión, lo haces con otro espiritu: la verdad es que nunca hubieras pensado que un ogro, bueno, una ogra, en este caso, te podia hacer sentir tan... a gusto. El caso es que muchos podrian decir lo mismo de ti. A lo mejor por eso, tu satisfaccion es mayor. De hecho, miras al cielo, y agradeces a tu Dios la labor que hizo en la Creacion junto a su padre, Paladine.

La entrada a la Villa transcurre sin incidentes, pues, pese a que el guardia que estaba a mediodia ya no está, ha debido dejar anotado algo, así que el pelirrojo de las pecas que te da el alto, al verte, te franquea el paso sin mas ceremonia.

Cuando llegas al "Orgullo de Ergoth", la sala comun hierve de actividad, con Uther y su hijo multiplicandose aquí y allá, pues un gran grupo, de casi 20 personas, distinguidas, al parecer, con unos extraños sombreros tipo bombin, discuten de esto y aquello, mientras degustan un pez espada de... calculas unos 150kg, asado al espetón. No eres un experto en la cocina, pero asar eso, ha debido ser, cuanto menos, un reto para el ergothiano, que, haciendo gala de la labia que ya conoces, les adula cuando debe, mientras saca otro barrilete de un bebida que, por la sonrisa de platino del ex-marino, no debe ser barata. Apenas tiene tiempo de saldudarte cuando llegas, y cuando le dices que ya has cenado, casi suspira de alivio diciendote que tu habitacion está preparada, con una infusion relajante por si quieres, calentandose en los rescoldos de la chimenea.

Tras el ajetreo del dia, y teniendo que ir a ver al forjador, Tork, antes de tu reunión, la verdad es que agradeces el entrar en tu habitación, y pese a que puedes escuchar la juerga del piso de abajo, tanto el gusto, como la calidad de lo que te encuentras en la habitación, invita a descansar. Dejas tu equipo, te sirves una infusion , y relajado, sobre la cama, haces memoria de lo acontecido desde que dejaste el monasterio. Aun queda la parte final, aunque la compañia de los Solamnicos, probablemente haga mas ameno y seguro el viaje hasta casi las montañas. No puedes evitar un escalofrio, al recordar la ultima vision: "... Y mas allá, una hoguera de la que salía un humo mas negro que el corazón de la Muerte misma...". Con ese pensamiento, te quedas dormido, en parte, por el agotamiento del viaje, y del dia, y en parte, por la comodidad que supone descansar en una cama con un colchon de plumas...

La mañana, te sorprende ya con claridad que se aleja del amanecer, y, pese a una urgencia inicial por los quehaceres que has de solucionar antes de partir, enseguida te das cuenta de que aun tienes tienes tiempo, y, si no te lias, te dará tiempo a desayunar, ir a ver al enano, y estar, a la hora prevista, en la puerta del Sureste a mediodia, para partir con el grupo de Caballeros de Lord Laymish Uth Gonder.