Partida Rol por web

Dragonlance - Reconquistando Silvanesti

La Reconquista de Silvanesti

Cargando editor
28/02/2020, 12:39
Gwyndrahir

Gwyn se quedó mirando las puertas de Silvanost desde el momento en que se abrieron, el grito que se escuchó no era un buen augurio para ellos pero no lo tomó por sorpresa, sabía que allí dentro habría horrores inimaginables. Sus compañeros se debatían si entraban o no, pero él quedó hechizado por la belleza de esas puertas, los campamentos kirath no tenían nada parecido y esa entrada daba testimonio del desarrollo que su raza había alcanzado antes de ser expulsada de su bosque. Belleza y Horror se daban la mano delante suyo. El rechoncho kirath estaba conmovido, abrió su mochila y tomó el cetro de zafiro en sus manos - Falta muy poco para cumplir nuestro sueño - 

La asquerosa muerte de la madre de Elspeth había dejado algo positivo, podían quedarse con sus pertenencias. Tareth tomó la iniciativa de repartir los objetos tras el ofrecimiento de la Túnica Blanca y le entregó la daga, que a simple vista era un arma de exquisita confección y además estaba encantada - Codo a codo!- dijo empuñandola con la mano libre y alzando su brazo en señal de triunfo. Ante la sugerencia de darle la espada corta a la druida, el rechoncho kirath negó con la cabeza - No puedo hacer eso... es un recuerdo de mi amigo, lo único que me queda de él, jamás me desprenderé de esta espada - La daga era útil pero no significaba nada para él, era sólo un arma, pero esa espada era muy importante para Gwyn y no estaba dispuesto a soltarla. Entonces volteó hacia la druida - Era de tu esposo, tampoco tú entregarías tu capa así que espero me entiendas... pero puedo conseguirte dentro de la ciudad un buen arma de filo para ti - le propuso como alternativa, sin saber si aceptarían o no.

Lithiniel los informó acerca de lo que vio el ave que la acompañaba, Gwyn no compartía la interpretación que daba la druida a las cosas que Renan le había contado, puede que ella pudiese hablar con el animal, pero la inteligencia del kirath estaba más cerca de la del ave que la de un elfo y podía entenderla mejor - Dudo que haya ningún gas... esta acostumbrada al olor a podredumbre que hay en el bosque, pero no al hedor de los no muertos que pueblan la ciudad - dijo apuntando con el cetro a los restos de la difunta madre de Elspeth. - En la ciudad no hay comida, no hay vida, hay un olor diferente y repugnante, y el mal es tan fuerte que el horror invade al animal... por si cabía alguna duda, en la puerta había un no muerto... creo que está muy claro qué hay al otro lado, verdad? Ya hemos pasado por algo así - 

Entonces volteo hacia el líder, su tuerto amigo, y apuntó con el cetro hacia el interior de la ciudad - Ese es nuestro destino, llevamos el cetro que liberará esta ciudad, las puertas se acaban de abrir ante nosotros, los dioses nos protegen, las lunas se han alineado, qué más necesitamos para entrar con confianza hacia allí?... El miedo es para los cobardes, avancemos!- no era una orden, más bien era un modo de alentar al guerrero arcano a que diese la señal para entrar. Evitó cruzar su mirada con la de sus antiguos compañeros, temiendo que cualquiera de ellos o tal vez los tres al unísono, cuestionase su inusual valentía. 

Cargando editor
28/02/2020, 15:33
Tareth el Tuerto

- Está bien... si... - Dijo Tareth. - Entremos. - Asintió con la cabeza. - Pero debemos descansar. ¿Si? - Dijo mirando a Gwyn principalmente, pues parecía dispuesto a adentrase hasta el mismo corazón de aquel lugar en ese preciso instante. - Cuando hayamos recuperado fuerzas, seguiremos. ¿Bien?

Cargando editor
29/02/2020, 01:33
Director

Aunque todos teméis lo que os aguarde en Silvanost, parece existir cierto consenso en la necesidad de abandonar cuanto antes el bosque de Fallon por unos u otros motivos y entrar en la ciudad; cosa que hacéis tan pronto como el clérigo de Astarin consume sus energías en sanar a los peor parados.

Al otro lado de las puertas, las avenidas rectas de la capital élfica se han retorcido horriblemente y ahora serpentean sin rumbo aparente a través del interior de la ciudad. Las casas que antiguamente imitaban la grandeza de la Torre de las Estrellas ahora están desmoronadas o inclinadas sobre las calles en ángulos precarios, dando la sensación de encogerse sobre sí mismas por puro terror.

Una densa niebla verdosa y malsana flota lentamente por toda la ciudad, con el olor de la putrefacción y la carne quemada impregnando el aire. Al adentraros en tan desolador escenario, podéis sentir que las calles de la ciudad laten a un ritmo constante bajo vuestras botas, con el pavimento subiendo y bajando como si la propia Silvanost estuviera luchando por respirar.

Las fachadas de algunos edificios tienen la apariencia de rostros elfos retorcidos por el dolor, con las puertas abiertas como bocas en un grito silencioso; tal vez los de sus antiguos propietarios. Sin embargo, la capital no tiene nada de silenciosa. Por toda la ciudad puede oírse una cacofonía de sonidos, desde música suave y risas de niños, hasta sollozos y angustiosos quejidos.

La Torre de las Estrellas siempre parece estar al final de la siguiente calle pero éstas siempre se retuercen y entrecruzan con otras de modo que, a medida que avanzáis, tenéis inevitablemente la sensación de que vuestro destino se aleja de vosotros como si tratara de evitaros.

Estáis deambulando por una de estas calles serpenteantes cuando llega a vuestros oídos el melancólico sonido de un laúd, flotando a través de la niebla. Al doblar la esquina descubrís un patio rodeado de dentadas paredes rotas de piedra. Os sorprende descubrir que el patio está lleno de elfos y aunque sus ropas están rasgadas y deterioradas, parece que muchos de estos elfos se han esforzado por parecer presentables parcheándolas y remendándolas.

En el centro del patio descubrís el talado tocón de un árbol que debió ser muy viejo a juzgar por su tamaño. Todos podéis ver la figura atada de pies y manos que se encuentra arrodillada con la cabeza sobre el tocón con el rostro vuelto hacia el extremo opuesto del patio, lo que os impide distinguir sus facciones. Una segunda figura, encapuchada, se encuentra al lado del anterior, levantando una gran hacha que permanece suspendida sobre el cuello del indefenso prisionero.

Los niños elfos corren y juegan y su risa resuena contra las huecas paredes. Los adultos se ocupan de sus asuntos o conversan despreocupadamente entre ellos formando corrillos. Ninguno parece prestar atención a la inminente ejecución.

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Curar heridas moderadas

Tirada: 2d8

Resultado: 10(+3)=13 [7, 3]

Tirada oculta

Motivo: Curar heridas moderadas

Tirada: 2d8

Resultado: 12(+3)=15 [4, 8]

Tirada oculta

Motivo: Curar heridas leves

Tirada: 1d8

Resultado: 3(+3)=6 [3]

Notas de juego

Elspeth (22) → 13/16 [conjuros gastados: "disipar magia", "detectar magia"; -1 NL y CD para resistir sus conjuros]
Ghïlmeril (20) → 20/40
Zeverúth (17) → 26/26
Lormaen (16) → 20/30
Ashe (15) → 26/26
Lithiniel (10) → 26/26 [conjuros gastados: "flamear", "curar heridas moderadas", "buenas bayas", "hablar con los animales"]
Gwyn (9) → 12/24
Tareth (5) → 22/43 [cinturón curativo 0/3 cargas]
Nalvius (4) → 19/19 [conjuros gastados: "curar heridas leves" x3, "curar heridas moderadas" x2, "curar heridas menores" x4]

Cargando editor
29/02/2020, 08:33
Tareth el Tuerto

- Podemos encontrar cualquier cosa... - Comentó el tuerto. - Hacedme caso... - Entonces interrumpió lo que tenía que decir a mitad de frase. Quizás por si deficiente vista, se percató tarde de lo que tenían frente a ellos, o puede que sólo fuera debido a que andaba despistado buscando un lugar donde refugiarse. Fuera como fuera se sorprendió mucho ante la escena que acababa de descubrir.

Tareth se echó a un lado empujando hacia la misma zona a quien iba detrás de él, en un acto reflejo. No sabía si les habían visto o no, pero era evidente que el tuerto pretendía que no fuera así. Pasar desapercibido era su prioridad en aquel momento. Pues aunque no sabía si eran o no hostiles, que estuvieran a punto de ejecutar a alguien le ponía en aire aviso. 

A favor de esa gente estaba el hecho de que portaran remiendos en la ropa. Eso hacía indicar que no habían perdido del todo su alma. En contra estaba el hecho de que, ante una ejecución, nadie mostrara ningún tipo de asombro o angustia. Podía ser debido a muchas cosas, desde que aquellas prácticas se habían vuelto tan recurrentes que ya a nadie impactaban, como que aquella gente había sucumbido a la pesadilla y había perdido su alma.

Lo que era seguro es que fuera una cosa u otra, ellos la desconocían y heridos, con los conjuros agotados y ante un gran número de elfos que podían ser hostiles, más valía ser precavidos, pues un paso en falso podía suponer el fracaso en la misión y lo que era peor, su propia muerte.

Debemos ser precavidos, si... - Les dijo a sus compañeros. - Precavidos y sigilosos. No sabemos si podemos acabar en ese tocón... No, no lo sabemos...

Cargando editor
29/02/2020, 16:54
Lithiniel

La druida puso los ojos en blanco en cuanto Tareth puso en manos del explorador el reparto "justo" del botín, por lo que hastiada de sus sinsentidos dijo únicamente:

-Sí, porque está claro que negarle a la viuda algo de su esposo es mucho más moral que quedártelo tú como "supuesto" amigo -dijo con dureza a sabiendas de que Tërevan no había mostrado ninguna simpatía por el kirath obeso en ningún momento- haz lo que quieras Gwyndaear, si tu ofrecimiento es que cuando hallemos algo similar me lo darás lo único que significa para mi, es que antes de esto no pensabas permitir que lo cogiera de ninguna forma, en fin, seguiré como hasta ahora, no te preocupes... -expuso zanjando aquella disputa sin ánimos de dedicarle a aquel elfo ninguna palabra más.

Tras ello tuvo que escuchar además que el explorador decía conocer a su águila mucho mejor que ella, la druida en ese momento no dijo nada, sólo cruzó sus brazos y le dedicó una de sus gélidas miradas. Acto seguido avanzaron hacia las puertas, y una vez en el interior constataron que su deducción era la correcta:

Una densa niebla verdosa y malsana flota lentamente por toda la ciudad, con el olor de la putrefacción y la carne quemada impregnando el aire

-¿Qué habías dicho Gwyn? Ah, sí, qué tú podías entender a Renan mejor que yo, ¿no? que lo de los gases era invención mía... -dijo sonriendo maliciosamente disfrutando de aquel momento, pues su vida iba tan cuesta abajo, que eran los pequeños momentos como aquellos los que le producían cierta alegría.

Tras ello se decidieron a entrar y no tardaron en ser víctimas del extraño sortilegio que envolvía todo el lugar, nada allí tenía sentido, todo estaba corrompido y quebrado para provocar terror, sin embargo ya no podían hacer nada, habían hecho justo lo que aquella ciudad esperaba que hicieran, un craso error a todas dudas pero por el cual no valía la pena lamentarse ya. Así pues, cuando al fin contemplaron, la dantesca escena de la ejecución, algo se removió en el interior de la druida, sin duda todo aquello podía ser fruto de una alucinación grupal provocada por los gases, podía ser sólo una escena que por algún motivo se repetía de forma mágica; pero por lo que habían podido experimentar, también podían ser fantasmas, como lo era Drielae y que podían saltar sobre ellos en cualquier momento. No obstante, el ajusticiado podía ser su única opción de conseguir respuestas si conseguían salvarlo, por lo que le dijo rápidamente a Tareth:

-Estoy de acuerdo contigo Tareth, pero todo esto puede ser una visión provocada por los gases, o algún tipo de espejismo mágico, es todo tan inverosímil que de poco nos servirá seguir dando vueltas escondidos, ese ajusticiado puede ser nuestra única opción de conseguir información, no obstante no haré nada si todos estáis de acuerdo, pero mi instinto me dice que hay que intervenir -expuso quizás influenciada por su situación de elfa oscura, lo cual hacía que viese a cualquier prisionero como una víctima inocente de algún pérfido elfo corrupto- si queréis salgo únicamente yo, si la situación se tuerce puedo convertirme en algún animal y huir mientras vosotros seguís ocultos- concluyó acercándose a la posición pero sin ser vista de momento por si alguien la retenía.

Notas de juego

Cito la parte en la que el máster narra el gas para que no haya dudas jeje.

Cargando editor
29/02/2020, 23:12
Gwyndrahir

Gwyn sonrió alegremente a la druida cuando entendió la importancia de portar el recuerdo de su amigo. Interpretó que lo llamaba "supuesto amigo" porque Terevan no hablaría mucho a su esposa de la amistad que compartían, porque ella se la pasaba insultando al pequeño kirath y si se hubiese enterado, las consecuencias hubiesen sido terribles. - Sabía que lo entenderías! Haré como dices y no me preocuparé - le respondió, satisfecho, pero agregó - No me mal interpretes, sobre el arma filo no me refería a algo que encontremos, que el destino de esas cosas las define el Jefe Tareth, sino a buscar algo especialmente para ti- le guiño un ojo en complicidad, algo que contrastaba a todas luces con la postura de la druida. En Tirintaal, además del objeto Idra que cada uno había conseguido, lo más valioso que se había llevado la druida no había sido un objeto que hubiesen hallado todos, los cuales se habían robado el monje y la cazadora, sino uno que Gwyn había rescatado y le había entregado en uno de los tantos gestos no retribuidos que el kirath había tenido por la orgullosa elfa. 

El tuerto se dejó inspirar por su emotivo discurso y todos entraron en la ciudad. El ave no había mentido, la ciudad era oscura y tenebrosa, los edificios se retorcían entre poses grotescas y expresiones de dolor, los sonidos parecían venir de todos lados y las calles se arqueaban como si la misma tierra tratase de liberarse del punto más intenso de La Pesadilla. Allí había nacido el mal de Silvanesti, mal que había acabado con los elfos de ese bosque y que a la vez, impedía que los dragones avanzasen en la región, pues ni los reptiles de Takhisis podían enfrentarse su podredumbre. Había también una niebla verdosa que Lithiniel no tardó en destacar - A esta niebla inofensiva te referías? Y por esto querías dejar de respirar?... jaja - rió unos instantes y continuó su camino sin dar mayor importancia a los comentarios de la elfa.

El destino de ellos era la Torre de las Estrellas, o eso suponía Gwyn, porque el Orador de las Estrellas debía vivir allí dentro, y seguramente su hija Alhana también. El edificio se imponía sobre los demás, pero parecía alejarse en lugar de acercarse por más que caminaran. Entonces sonó un laúd y al mirar vieron a muchos elfos, con ropas remendadas y niños jugando, y en medio de ellos había una ejecución a punto de tener lugar, un espectáculo que Gwyn no quería perderse por más que Tareth insistiese en mantenerse oculto. Lithiniel era más osada y proponía ir ella, pero eso no la hacía valiente, porque dejó claro que huiría ante el menor peligro. Gwyn negó con la cabeza mirando a ambos kirath, ninguno de los dos entendía lo que ocurría - No están vivos Jefe, la mascota de la druida fue clara, no hay vida aquí. Y los niños están muy felices para ser fantasmas, y son demasiados para ser parte de una simple ilusión, no te parece ex Jefa? Ya hemos visto suficientes muertos en Tirintaal y ninguno era como ellos - les dijo en voz baja. Seguramente alguno objetaría que la hermosa Drielae había hecho una ilusión para engañarlos siendo una fantasma, pero aún si así hubiese sido, cosa que Gwyn no creía, la imagen no era más grande que la de una pequeña habitación. 

- No es nada de lo que dicen... estamos en La Pesadilla, verdad? Ésto ha de ser el sueño del Rey Lorac - se aventuró a decir, suponiendo que para un poderoso Rey elfo con poderes inimiaginables esa escena debía ser el horror más terrible. Su pueblo vestido con ropas remendadas en lugar de las finas vestiduras de la capital, un árbol antiguo y tal vez sagrado cortado por la mitad y usado como punto de ejecución, los niños jugando alegres cuando estaba por morir e ignorando su legado, y su propia ejecución como castigo de los suyos que no comprendieron la importancia de su sacrificio. Si, no hay duda, es su pesadilla. - Yo quiero ir, y prometo no huir, puedo? - preguntó a Tareth buscando su consentimiento.

- Tiradas (1)

Motivo: Saber Silvanesti

Tirada: 1d20

Resultado: 1 [1]

Notas de juego

Hice una tirada de saber (silvanesti) para ver si deducía algo... pero el 1 ha sido contundente XD.

Cargando editor
01/03/2020, 11:18
Zeverúth

Ante los comentarios de sus compañeros, el monje se sorprendía de estar más de acuerdo con Gwyn que con los demás. Abrió la boca para objetar algo, como estaba acostumbrado cada vez que el rechoncho kirath hablaba, pero la cerró y asintió.

- Puede que lleves razón y sea todo una ilusión. Aquí no debería vivir nadie ¿no?, y el pájaro de Lithiniel no ha hablado de que haya nadie, llevas razón - increíblemente, los razonamientos de Gwyn estaban siendo profundos y analizaban con precisión la situación. Puede que tal vez el elfo solo necesitase una oportunidad y no ser rechazado de manera sistemática por todos, tal vez con buen comportamiento tuviese alguna oportunidad de redención. 

- Tanto Lithiniel como tú podéis ir, pero quizás la druida tenga más oportunidades de escapar que tú. Aparte, si esto es una ilusión, quien la esté creando para nosotros sabrá que estamos aquí, debemos tener mucho cuidado. Lithiniel, ¿te puedes convertir en algún animal que olfatear a esos elfos? Algo que te dé la oportunidad de huir, pero que podamos saber si son reales o no a una distancia prudencial - en el momento en que la druida los acompañó, tuvo que decidir tratarla como a una más, sin demasiada cercanía, pero lo suficiente como para no despreciar la públicamente. Sabía lo que sufría Ashe con ese comportamiento hacia ella, y no quería ser como aquellos que trataban mal a tan preciosa criatura como era la exploradora.

Cargando editor
01/03/2020, 12:54
Tareth el Tuerto

Es buena idea si... - Dijo ante la propuesta de Zeveruth. - ¿Podrías hacerlo? ¿Eh? -Le preguntó a la druida. - ¿Convertirte en lobo o en otra cosa y oliquearles? ¿Podrías?

Aquella era una muy buena manera de asegurarse de que lo que estaban viendo era real o no sin tener que exponerse demasiado. Podía ser que se tratase de fantasmas o de una simple visión del pasado anclada en aquel lugar por alguna razón. Pero fuera lo que fuera, Tareth estaba convencido de que era peligroso y no quería poner en peligro a ningún integrante del grupo. Se sentía de alguna manera, responsable de ellos.

Gywn, aprecio tu valor, pero no es conveniente mostrarse, no. - Posó sus manos sobre los hombros del elfo rechoncho. - Ni quisiera ponerte en peligro si se puede evitar. No... no lo haré. ¿Lo entiendes, eh? ¿Lo entiendes? - Le preguntó muy seriamente. - Os dije que cada uno jugaba un papel. Cada uno era importante. Lo dije, si... si que lo dije. - Miró a Lithiniel. - Ahora es el momento de ella... - Le señaló con la mirada. - Es su momento, si...

Cargando editor
01/03/2020, 13:11
Gwyndrahir

Zeveruth parecía estar de acuerdo con el pequeño elfo, no sólo eso, también le daba permiso para presenciar de cerca la ejecución. Claro que el monje no era el jefe allí, pero estaba tan poco acostumbrado a que el kirath del E'li lo apoyase, que sus palabras le dieron el impulso que necesitaba para actuar. Estaba por dar un paso adelante cuando el amante de la cazadora sugirió que la druida se convirtiese en un animal, al escucharlo los ojos de Gwyn se encendieron - Podría ser mi mascota - dijo en voz baja pero disfrutando de la imagen que se formaba en su pequeña mente - Una perra? Una rata? Una serpiente? - mostró sus dientes mientras sonreía. Monje, te debo una, esto no tiene precio! - En el bolso tengo una soga, podemos improvisar un collar bonito...- 

Gwyn hubiese preferido que ese instante durase un siglo, pero estaba por caer el hacha sobre el cuello del condenado y no quería perderse ese espectáculo, así que dio otro paso hacia el grupo de elfos - Coincido con el monje en que es mejor que Lithiniel vaya como animal, que si va así disfrazada los niños comenzarán a burlarse y los grandes le ofrecerán sus propias ropas arapientas para que se vista decentemente - dijo mirando de reojo al monje. Si muero después de esto, moriré feliz. 

Luego el Jefe Tareth le pidió que se quedase, por qué lo hace? Gwyn lo miró decepcionado, quería ir, quería estar cerca, no quería perderse la ejecución y además tenía una idea. Pero su amigo tuerto no llegaba a ver lo mismo que él. Su pedido podía explicarse sólo de una manera, no confiaba en él. Si pensara que eso era un sueño como Gwyn había sugerido, no se opondría a que fuera, y si lo creía capaz de lidiar con esa situación, tampoco se opondría, pero al hacerlo le mostraba al rechoncho kirath que las cosas no habían cambiado tanto, este jefe era más amable que la anterior pero ninguno de los dos confiaba en sus capacidades. Al menos el monje sí lo hace

* Entonces sacó de su mochila una hoja de pergamino y un cálamo para escribir en él - Al condenado van a matarlo si no actuamos rápido, de qué servirá que se acerque un lobo? Si actuamos desde el miedo no lograremos nada, Tareth, hay que actuar con determinación y valentía para salvar Silvanesti, eso hemos hecho para llegar hasta acá, por qué quieres cambiarlo ahora? Propones esconderte y que Lithiniel, que pobre no tiene más que unas ramas encima, se adentre al peligro sólo para olfatear y huir lo más rápido posible... ese es el plan de un kirath?- negó con firmeza - Amigo, disculpame por desobedecerte, pero estás equivocado, nada bueno puede salir si actuamos desde el temor - entonces avanzó con determinación hacia el centro del patio. 


A medida que se acercaba comenzó a hablar en voz alta y con tono autoritario - Qué hacen holgazanes! Vayan a la escuela, ya han jugado suficiente por hoy!- gritó al grupo de niños y continuó a paso firme - Y ustedes, cómo es que están así de impresentables? Sería mejor que se vistiesen con hojas del bosque que con esos trapos horrendos. Son elfos no orcos! Siento vergüenza por ustedes - increpó a los adultos mientras avanzaba hacia el tronco del árbol - Y usted tiene que hacer más ejercicio, no tiene fuerza ni para alzar el hacha! Qué clase de verdugo es? Un kender lo haría mejor - le dijo de modo despectivo mientras rodeaba al condenado para verle el rostro.

- Detengan la ejecución, soy Gwyndrahir, pertenezco a la Casa Mediadora y he venido a tomar registro del condenado - tomó la hoja y se dispuso a escribir - Dígame su nombre y por qué ha sido sentenciado a muerte, hable fuerte y claro así puedo tomar nota de todo, señor - habló con autoridad y firmeza, confiado en que el mejor modo de lidiar con la situación era entrar al sueño. Es una pesadilla, dónde me estoy metiendo?

- Tiradas (1)

Motivo: engañar

Tirada: 1d20

Resultado: 17(+5)=22 [17]

Notas de juego

* Editado: para hacerlo compatible con el post de Tareth, que nos hemos pisado.

Primera parte (turno 0, para hablar, sacar las cosas y avanzar), tomo la iniciativa y vemos  si la druida me sigue en forma de animal o no.

Segunda parte (turno 1, para hablar, avanzar y anotar) sujeto a opinión del máster, que tal vez Gwyn quede paralizado, o pise una trampa, o muera comido por un monstruo, o tantas cosas terribles que podrían ocurrirsele a Tormenta XD.

Si Gwyn está en lo cierto y es un sueño, creo que ha logrado entrar en él, pero si se equivocó, está en el peor lugar en que podría estar !! XD.

Dejo tirada de engañar para apoyar la interpretación (no si si hace falta, y tampoco es que está mintiendo, que casi todas son verdades, pero quería reflejar de algún modo la actuación y no me parece que sea adecuado tirar "interpretación" porque todo es improvisado y no artístico)

Cargando editor
02/03/2020, 11:17
Tareth el Tuerto

Gwyn demostraba una y otra vez que era impredecible. Impredecible y estúpido. No sabía lo que era trabajar en equipo, y no lo sabría nunca. Por primera vez desde que le conociera, entendía ahora que con él, nada había que hacer. Sabía que siempre buscaba la figura de un líder, pero que le duraba poco y que difícilmente respetaba sus decisiones. Era al fin y al cabo un espíritu libre, que si no estaba muerto, era únicamente porque tenía la suerte de un kender. 

Haz lo que quieras... - Dijo Tareth antes de parapetarse tras el muro de aquella vivienda. 

Esperaba que no pusiera en compromiso a Lithiniel, pues ella no tenía la culpa de su temeridad, pero si algo le sucedía a Gwyndrahir, casi sería un alivio. Prefería que no, pues por alguna razón, seguía creyendo que aquel rechoncho kiriath podía resultar de ayuda en algún momento, aunque cada vez era un pensamiento más vago, pero si caía ahí, al menos la concordia entre todos sería más duradera y eso también podía resultar clave para el éxito.

Cargando editor
02/03/2020, 12:17
Lithiniel

La elfa oscura miraba asqueada al rechoncho elfo cuando parecía deleitarse con tenerla como mascota, la sóla imagen ya le producía una repulsa que de haber tenido algo más que bayas mágicas en su estómago, podría haber vomitado incluso. No obstante, antes de que pudiera poner al explorador en su sitio este decidió actuar por su cuenta, dejando bien claro la clase de persona que era. Lithiniel no pudo más que negar con la cabeza, por lo que sin ningún interés en ayudar a Gwyndaear, se cruzó de brazos y se quedó en su posición oculta junto al resto, gustosa se habría convertido en algún ave con buen olfato y podría haber sido de ayuda, pero no pensaba desperdiciar su capacidad mágica ayudando a aquel ser despreciable...

Notas de juego

A Gwyn se le va demasiado creo yo XD, para que después digáis que la oveja negra soy yo jeje.

Cargando editor
02/03/2020, 16:40
Director

En respuesta a los gritos y provocaciones de Gwyndrahir, todo se desvanece en la niebla: el prisionero y su verdugo, el tocón del árbol, los indiferentes observadores élficos... hasta el patio mismo. En su lugar encontráis una amplia avenida pavimentada con adoquines rotos y flanqueada por árboles muertos.

—Gwyn estaba en lo cierto, no era más que una ilusión. Como Túnica Blanca he renunciado a ellas pero todavía soy capaz de reconocerlas —determina Elspeth con un disgustado bufido—. Ya no podemos fiarnos ni de nuestros propios sentidos. Permanezcamos juntos y atentos, esto no me gusta nada.

Avanzáis por la ancha avenida con los nervios a flor de piel y las armas a mano. Miréis donde miréis poder ver edificios en ruinas, hogares, comercios, las grandes Casas gremiales de la ciudad...

Un poco más adelante reconocéis lo que debió ser un templo antes de la Pesadilla, ahora ennegrecido y medio derruido. Un santuario erigido en honor a alguno de los dioses de la Luz aunque sin inspeccionarlo en detalle os resulta imposible determinar a cuál de todos ellos.

Saliendo del edificio podéis ver a un individuo que sostiene en alto un desgarrado pendón rojo con un bordado símbolo dorado que algunos reconocéis como el emblema de la Casa Mediadora.

—¡Paso, abrid paso a Lord Erithalas, Senescal de Chemosh, Señor de Silvanost! —repite incansablemente el banderizo una y otra vez a nadie en particular.

Le siguen cuatro figuras con ropas harapientas que se mueven con pasos lentos, cargando sobre sus hombros un palanquín de aspecto pesado. Ajeno a los esfuerzos de sus porteadores, podéis distinguir a un quinto individuo lujosamente vestido y repantingado en el trono enjoyado que descansa sobre las varas que sostienen sus sirvientes.

Si la comitiva ha reparado en vuestra presencia, no da señales de ello y avanzan por la misma avenida y en el mismo sentido que vosotros.

—¿Otra maldita ilusión? —pregunta Ghïlmeril, pero lo único que obtiene como respuesta es a Elspeth encogiéndose de hombros.

—Espero que lo sea —comenta Nalvius, bajando la voz y sacudido por un involuntario escalofrío a pesar del tiempo bochornoso que impera—. El portaestandartes ha mencionado el nombre del perverso dios de la nigromancia. Un nombre que no pronunciarán mis labios. ¿Qué hacemos, nos ocultamos hasta que se alejen?

Cargando editor
02/03/2020, 20:09
Tareth el Tuerto

Al final aquello era una ilusión. Gwyn había tenido razón en aquella ocasión, pero podría haberla no tenido. Eso hubiera puesto en graves problemas a todo el grupo, por lo que si actitud no era admisible. No entendía como alguien como él, con un concepto de grupo y de jerarquía tan difuso, había logrado acceder a una organización militar como eran los kiriath. Por un momento creyó en que fingía ser quien no era, aunque también podía ser que realmente hubiera enloquecido y que los horrores de la pesadilla hubieran mermado sus capacidades mentales y de raciocinio.

- Si Gwyn nos ha enseñado algo es que lo que aquí parece fuera de lugar, probablemente sea una ilusión... - Respondió Tareth. - Si, eso debe ser... - Comentó. - Debemos ahuyentar la pesadilla. ¿Si? Pero no todos, no. Yo iré esta vez... 

Tareth se adelantó al grupo y salió donde aquella procesión de elfos pudiera verle. Todavía dudaba de lo que estaba haciendo, pero lo más probable es que aquello no fuera más que otra ilusión. No podía quedar en Silvanost elfo vivo.

 ¡Fuera de aquí pesadilla! - Gritó el tuerto. - ¡No creo en ti! No, no creo... - Argumentó aquel elfo.

No obstante, y aunque había seguido el ejemplo del kiriath rechoncho, tenía que tener una charla con él a solas sobre lo que había hecho. Esperaba que lo entendiera y le hiciera caso, algo que dudaba que pudiera pasar...

Cargando editor
02/03/2020, 23:41
Lord Erithalas

Tareth se adelanta al resto de vosotros para plantarse frente a la siniestra comitiva, sin esperar vuestras reacciones y haciendo exactamente lo mismo que había afeado a Gwyndrahir poco antes. Es entonces cuando los porteadores se giran hacia él con movimientos mecánicos y antinaturales, orientando el lujoso palanquín hacia el tuerto.

Los cuatro harapientos sirvientes contemplan a Tareth con miradas vacías, pero no ocurre lo mismo con el portaestandartes y el noble sentado en el trono. El primero contempla al kirath con una mezcla de sorpresa y cólera y hacia girar el astil de la bandera apuntando su puntiagudo extremo en su dirección como si fuera una lanza. Su pálido señor, en cambio, dedica una despectiva sonrisa a su confiado interlocutor.

—La única pesadilla para los sentidos que hay aquí eres tú, jorobado —no necesita alzar la voz para que todos podáis escucharla con claridad desde vuestros escondrijos—. Yo tampoco creo en ti, ni en tu capacidad para expulsarme de mis dominios. Todo cuanto alcanza mi vista me pertenece y, dado que tú también estás al alcance de mis sentidos, debes postrarte ante mí.

Llegados a este punto, a Tareth no le cabe la menor duda de que lo que tiene delante no es ninguna ilusión, sino un grupo de elfos no-muertos. Tampoco lo tenéis el resto de vosotros, después de que Elspeth os confirme en un susurro que lo son.

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Saber (religión)

Tirada: 1d20

Resultado: 14(+7)=21 [14]

Tirada oculta

Motivo: Saber (religión)

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+14)=19 [5]

Tirada oculta

Motivo: Saber (religión)

Tirada: 1d20

Resultado: 7(+6)=13 [7]

Notas de juego

TS de Vol. (CD 18) de Tareth para no quedar subyugado a su interlocutor.

Cargando editor
03/03/2020, 00:12
Gwyndrahir

El Jefe le había dado permiso para hacer lo que él quisiese después de haberle dicho que no estaba de acuerdo con él, lo cuál no esperaba que sucediese, es un jefe muy comprensivo, pensó atenuando la decepción que sentía por la desconfianza que había mostrado. Lamentablemente no pudo presenciar la ejecución ni obtener el nombre del condenado, todo desapareció demasiado rápido para poder hacer nada. Tenia en sus manos el papiro y el cálamo, así que tomó nota de lo que ocurrió:

- edificios retorcidos y sufriendo

- calles latiendo desde sus entrañas

- torre esquiva y huidiza

- niños holgazanes e irresponsables

- elfos desalineados con ropas de mendigos

- árboles sagrados y antiguos cortados al medio

- verdugos débiles

Elspeth reconoció la valía de sus actos y él asintió sonriente como si le hubiesen hecho un piropo. La Túnica Blanca era tan orgullosa como Lithiniel y tenía un carácter tan terrible como el de Ashe, pero aún así sabía reconocer cuando él hacía algo bueno, cosa que ninguna de sus dos compañeras había aprendido en mucho tiempo. 

Más adelante, en lo que parecía ser un templo, volvieron a ver elfos arapientos, acompañados de un elfo que anunciaba la presencia de un seguidor de Chemosh. A Gwyn le sonaba ese nombre y Nalvius ratificó sus sospechas. Entonces tomó nota de eso también. - Ésto sí es una verdadera pesadilla para cualquier elfo, no sólo para el Rey -

- templo sagrado profanado por culto maligno de nigromantes

- ciudad gobernada por un muerto viviente

Estaba escribiendo cuando Tareth reconoció ante todos que sus acciones le habían dejado una enseñanza. Dejó de escribir y asintió hacia él, es un jefe muy humilde. No tenía sentido abrazarlo en esa situación, pero le constó contener el impulso de hacerlo. No hubo tiempo de debates, su tuerto amigo parecía haber aprendido que la valentía y la determinación eran las mejores aliadas, así que sin titubeos se adelantó al resto. Pidió de ir solo, así que Gwyn se quedó en su lugar, observando cómo le ordenaba a la pesadilla que desapareciese, qué jefe valiente es!.

Los elfos le hicieron menos caso del que él mismo le hacía y no se fueron, al contrario, parecían bastante molestos. El dueño de Silvanost habló, su voz era fuerte y clara, y aseguraba ser dueño de todo lo que percibiera. Si no me ve, no será mi dueño! dedujo el kirath. La Túnica Blanca le dejó claro que aquello no era una ilusión, sino que se trataba de no muertos. Eso no era algo extraño, era lo que esperaban encontrar, más considerando que estaban frente a un nigromante. Gwyn se había acostumbrado a ellos, una compañera había sido momia, dos compañeros fueron zombis más de una vez, su novia había sido un fantasma y su amigo un nigromante, así que no sentía el menor temor hacia ellos, al contrario, casi que se sentía como en casa. - Es el dueño de Silvanost! Hay que ir a saludarlo! - le dijo a sus compañeros en el improvisado escondite - Pero sin que nos vea, que sino nos hará sus esclavos como el Gran Ärlithel - les advirtió con complicidad. Luego susurró una palabra y desapareció de su vista.

Notas de juego

Gwyn opta por desaparecer valientemente ;) 

Cargando editor
03/03/2020, 07:44
Tareth el Tuerto

Que aquellos seres que tenía frente a él fueran reales era una posibilidad. Una posibilidad que Tareth había valorado en su cabeza, pero que había catalogado como improbable. Por ello, no se sorprendió demasiado cuando su interlocutor le respondió. Le llamó jorobado y era feo y tuerto, pero no jorobado. No al menos hasta donde Tareth recordaba. Caminaba encorvado y tenía el cuerpo un tanto contrahecho, pero no tenía joroba, aunque quizás eso pudiera aparentar a simple vista.

Fuera como fuera, las palabras de aquel ser, quien sin duda alguna era un no muerto, calaron hondo en su ser. Sin duda tenía una presencia embargadora y por alguna manera, por su forma de hablar o quizás por algún tipo se sortilegio, Tareth se vio obligado a obedecer sus órdenes. El tuerto, sin replicar nada, simplemente se postró ante Lord Erithalas, senescal de aquel lugar y esperó sus órdenes o su consentimiento para seguir vagabundeando por aquel lugar.

- Tiradas (1)

Motivo: VOL

Tirada: 1d20

Dificultad: 18+

Resultado: 11(+4)=15 (Fracaso) [11]

Notas de juego

Pues nada! Tareth está jodido!

Cargando editor
03/03/2020, 23:51
Lord Erithalas

Ante vuestra atónita mirada, agazapados como estáis tras los ruinosos edificios de la zona, podéis ver a Tareth arrodillándose sumiso ante el ocupante del trono. Éste no le quita los ojos de encima a vuestro compañero, pero sus siguientes palabras os indican que sabe que estáis ahí.

—No estás solo, mi insignificante vasallo —afirma el pálido noble desde lo alto de su lujoso palanquín, sin dar indicaciones a Tareth de que puede incorporarse—. No, no podrías. Ninguno podría llegar hasta mí, abriéndose camino en solitario por estos bosques. Escucho el tintineo de armaduras y el sonido de bolsas repletas de valiosos presentes para mí, así que dime, ¿qué es lo que tú y tus secuaces habéis venido a hacer aquí y qué es lo que me habéis traído a cambio como tributo?

Cargando editor
04/03/2020, 00:40
Lithiniel

La druida no pudo evitar oír el petulante discurso de aquel nigromante, al cual sólo por ese "simple" hecho ya le deseaba la peor de las muertes; no obstante, para acompañar lo que venía siendo su suerte habitual, esta vez sí era real "Bien podría haber sido al revés y sería Gwyn quien lo estuviera pagando..." pensó con desánimo pues poco iba a cambiar ya.

No obstante, cuando vio que el Tuerto parecía obedecer al tal Erithalas sabía que tenía que actuar de inmediato y con la mayor eficacia posible; sabía lo que era ser presa del control de un nigromante y no se lo deseaba a nadie. Así pues, dispuesta a darle "el tributo" al senescal del lugar conjuró una tormenta de relámpagos esperando que estos fundieran a la extraña comitiva...

Por su parte, no pensaba dañar a Tareth, pero el explorador había desaparecido, por lo que si se metía en el ojo del huracán, era cosa suya; sin embargo, conociéndolo, seguramente estaba escondido detrás de algún insensato al que usaría como escudo.

- Tiradas (1)

Motivo: Daño relámpago

Tirada: 3d6

Resultado: 13 [6, 2, 5]

Notas de juego

Pues eso, voy a probar el hechizo más poderoso que tengo. No sé si este asalto ya puedo convocarlo o lo debo usar íntegro en convocarlo, pero sea como fuere lo lanzo. Mi intención es que el área de efecto pille al máximo número de enemigos posible, pero sin que afecte a Tareth, así que si por no darle se me escapa alguno, prefiero dicha opción. En cuanto a Gwyn, como está invisible no se puede decir que le haya dado queriendo... jajajaja.

Pd: Miss me ha dicho que lo más seguro es que use el arco, pero de todas formas quiere postear ella, por lo que si es posible dale un día más, máster, sino pues ya la pnjotizas como mejor veas.

Cargando editor
04/03/2020, 02:45
Gwyndrahir

Gwyn avanzó cauteloso, caminaba lentamente evitando pisar sobre ramas o piedras sueltas, buscando las partes más duras, sólidas y secas. Mientras lo hacía vio como Tareth se puso de rodillas, ya se imaginaba a Lithiniel llamándolo cobarde por haber tenido tan poca dignidad y valentía, pero a él le parecía una jugada sensata y había visto ya muchos jefes caer en desgracia, mejor un jefe doblegado pero vivo, que uno integro pero muerto. Además, su tuerto amigo había sido el perrito faldero del malvado comandante kirath, bien podía serlo ahora del líder de Silvanost, por más malo que fuese no podía ser mucho peor que el anterior.

El Senescal se mostró complacido por la sumisión del elfo, pero de algún modo dedujo que no estaría solo, y no se equivocaba. También preguntó el motivo de su estadía, y Gwyn prefirió no ser él quien le explicase eso, que tampoco tenía claro del todo qué venían a buscar, más allá de que pertenecía a Alhana. Pero, las últimas palabras fueron música para los oídos del rechoncho kirath, el nigromante quería tributo, buscaba un intercambio, y ese lenguaje Gwyn lo manejaba a la perfección.

- Honorable Lord Erithalas, gran Senescal de Silvanost, es un honor estar en presencia de quien ha transformado esta ciudad en algo tan horroroso y macabro, su talento y genialidad está a la vista de todos - dijo desde dónde estaba sin dejarse ver - Cierto es que el jefe de la expedición no ha venido solo, yo lo acompaño a todo lugar, caminamos codo a codo... mi nombre es Gwyndrahir, de la Casa Mediadora.- se inclinó levemente, y instantes después se dio cuenta que nadie lo estaba viendo, así que volvió a su posición. Pensó entonces en un obsequio adecuado y al llevar su mano a la mochila lo esperaba una cajita de madera ornamentada. Luego, invocando el poder de la mano putrefacta que portaba en el cuello, guío con el dedo el obsequio, que se elevaba en el aire y se materializó al alejarse de él, quedando a la vista de todos. - Acepte por favor este presente como muestra de buena voluntad y gratitud por darnos la bienvenida a mi jefe y a mi - dijo mientras hacía llegar la caja al elfo que portaba la bandera.

- Disculpe que no me manifieste completamente ante usted, no lo tome a mal, pero yo ya tengo a quien servir y no le gustará que lo cambie por Chemosh y sus representantes, así que prefiero que no me vea para no tener problemas ni con él ni con usted, espero me entienda - dijo a modo de disculpa. 

- Tiradas (2)

Motivo: Esconderse (invisible)

Tirada: 1d20

Resultado: 1(+33)=34 [1]

Motivo: Moverse sigilosamente

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+5)=13 [8]

Notas de juego

Invisible: 5 minutos, +20 esconderse moviéndose/+40 quieto

Movimiento silencioso: velocidad 15'

Máster, espero que sacar la cajita de la mochila cuente como acción gratuita, que sino no me dan las acciones XD... por otro lado, la caja llegaría en el turno siguiente al banderizo, porque moverlo es otra acción... y estimo que ya habrá caído el rayo de la druida para entonces XD.

Gwyn le va a entregar este valioso obsequio: 

Botín kender:
Gwyn → una caja de madera ornamentada en cuyo interior hay una estatuilla de marfil

Cargando editor
04/03/2020, 14:40
Zeverúth

Si la invisibilidad de Gwyn la había considerado una genialidad, el que empezase a hablar lo consideró un desatino. Si caían presos, cabía la posibilidad de que Gwyn los salvase de alguna forma, pero esa posibilidad se desvanecía. No obstante, aunque pareciese imposible, algún plan enrevesado estaba en la cabeza del elfillo, algo que el monje no alcanzaba a entender. ¿Que podía hacer? ¿que debía hacer?, ¿les daba una oportunidad para escapar o para atacar? 

Desde su posición, no dudó. Tenía que repetir lo que había hecho en la entrada, era la única forma de avanzar. Apuntó a Lord Erithalas y tiró...

- Tiradas (2)

Motivo: Ataque arco

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+8)=27 [19]

Motivo: Daño

Tirada: 1d8

Resultado: 3(+4)=7 [3]