Partida Rol por web

A Lavanda, todo eso de cartas mágicas con instrucciones invisibles le sonaba a cuento para niños pero con más miedo, principalmente porque no estaba pensando en algunas cosas que hacía ella a veces. Así que se vio sin mucho para hacer a partir de que Garret dijo "aura mágica". El jefe disfrutando su espectáculo, supongo. Luego oyó que Shaonn decía conjuro dos veces en la misma frase, y le pareció que definitivamente lo que estaba viviendo era más como un cuento que como su vida normal. 

Y entonces también le pareció que la respuesta tenía que estar en alguno de los viejos cuentos. Se puso la mano en la barbilla como cuando la gente piensa, se sintió incómoda, sacó un pedazo de pan que tenía en el bolsillo, le dio un mordisquito que le pareció muy discreto, y guardó el pan.

Mientras masticaba, intentaba recordar algún cuento en el que dijeran algo de una carta mágica con letras invisibles. Cuando acabó de masticar, se susurró muy flojito: había una vez... y pensó que iba por buen camino.

Nube seguía con la vista las acciones de los demás - y bien?, para que es el truco de niño que nos dio? - termina diciendo clavando la vista en el jefe, la verdad que perder tiempo en aquellas tonterías no le agradaba, y realmente estaba esperando una misión y no un truco de niño pequeño - Shaonn tu puedes hacer ese conjuro? - le pregunta esperando una respuesta positiva para terminar el chiste del "jefe malhumorado" que les había tocado.

-Bien, como ya muchos lo habéis descubierto lo confirmaré. Efectivamente, hay un mensaje oculto con magia en el papel. Para poder verlo debéis disipar el hechizo primero. Felicitaciones, habéis pasado la prueba. Ya no sois novatos. Ahora solo tenéis que disipar el hechizo para conocer vuestra misión.

La joven rubia observó con curiosidad a Lavanda  que musitaba algo en voz baja mientras Garret preguntaba cómo se disipaba la magia. Era una buena pregunta que se respondería mejor con el libro adecuado pero Shaonn no había tenido jamás acceso a estudiar algo parecido.

-Si ser mago no estuviese más perseguido que un pecador en una iglesia puede que lo supiese, pero no, lo siento Nube, no puedo hacer eso-sacudió la cabeza. Negar su condición era más un acto reflejo de supervivencia que una mentira consciente que salía antes incluso de que pudiese asimilar lo que estuviesen diciendo que pudiese delatarla, pero el reconocer que ella no podía disipar un hechizo era completamente cierto.

El jefe confirmó sus palabras y Shaonn suspiró retrocediendo hasta tocar la pared y apoyar la espalda en ella. En ese asunto tenía las manos atadas, o algo parecido, así que no veía por qué tendría que apiñarse para mirar una hoja que no podía desencriptar.

Cuando el sobre volvió al clérigo, lo observó de nuevo y con todo el disimulo que pudo para que no destacara tanto y, así, evitar cualquier tipo de problemas con la inquisición, Elhonar lanzó el hechizo sobre la carta para así poder leer el contenido de ésta.

Löic se sintió un poco avergonzado tras ver la reacción de Shaonn, probablemente tenga razón, se dijo, la paciencia no es mi fuerte. Esa sensación se entremezclaba con la desilusión de no poder ser útil al equipo esta vez. No tenía el don o la capacidad para la magia, lo suyo siempre había sido la fuerza física, el combate cuerpo a cuerpo…

Suspiró y volvió a apoyar la cabeza en la pared. Se ajustó el sombrero para esconder su mirada. Ahora no era su turno, paciencia, repitió mentalmente y miró disimuladamente pero con sincera emoción como Elohnar disipaba la magia de la carta para leer su contenido.

Nube sonrió levemente y se acercó a Shaonn, apoyó una de sus manos en e hombro de ella - No te preocupes, yo soy aún más inútil en esto - le dice tratando de subirle el ánimo, a fin de cuenta ella tenía razón en el tiempo en el que vivían casi que hasta respirar era ilegal para esos ineptos asesinos. Se apartó de ella y miró a Elohnar el cual parecía si conocer aquel conjuro y realizarlo. Se quedó observando con atención esperando saber que contenía aquel papel y porque tanto misterio.

-Al ejecutar el sortilegio, el papel comenzó a despedir unas chispas multicolor. Poco a poco las chispas fueron desapareciendo y sobre el papel apareció un mensaje que decía o siguiente:

Detalles de la misión:

Dirigirse a Aubis. Una vez allí, dirigirse a la taberna “La Rata Muerta” y preguntar por el gerente: Jean Damasque. Él será vuestro contacto y os dará más detalles. Vuestra contraseña es “patas de cangrejo” a lo que él debe responder “se sirven con papas noisette”.

-Y como era Aubis en esa época?

-Ah, pues era muy diferente a ahora.

Saqué de entre mis cosas un antiguo folleto que describía la ciudad en aquellos tiempos y se lo mostré:

Aubis, la ciudad de las estrellas

La ciudad de Aubis es una gran urbe, antaño centro del mundo, actualmente en decadencia, con mucha miseria en sus calles, aunque con un barrio de nobles realmente esplendoroso. Muchos jardines, callejuelas estrechas, bastantes iglesias y una impresionante catedral en el centro, Damefoncée.

 

Cuando Nube quiso prestarle consuelo Shaonn tocó su mano en forma de agradecimiento y contuvo la respiración de forma inconsciente al presenciar el chisporroteo de luz al entrar en conflicto ambos hechizos.

Qué maravilla.

Sin duda era ése uno de los aspectos que más le gustaban de la magia, no había nada sórdido en sus manifestaciones y si lo había ella no lo había presenciado jamás.

-Aubis-musitó casi pensativa, les quedaba un buen  viaje por delante pero su viejo carro (y el mulo que tiraba de él) no podría con ella a las riendas y el resto con el culo compartiendo espacio con sus enseres de viaje. Bueno, podemos ir a paso de a pie, al menos sus cosas sí entrarán en el carro. Sonrió con aquel pensamiento en mente y se despegó de la pared dando una palmada.

-Será mejor que nos preparemos-estiró la mano hacia Loïc y con el índice subió la parte del ala del sombrero que ensombrecía su rostro al habérselo calado-en marcha-dijo con un tono cantarín cuando se hubo asegurado de que veía los ojos del impaciente guerrero. -¿No tenemos que mandarle una prueba de que vamos, jefe?-preguntó mientras se acercaba a la puerta apoyándose sólo en la punta de los pies al caminar como si, de la alegría de disponer de un destino fijo al que ir, estuviese a punto de echarse a bailar. Sujetó el arco y la cinta del laúd para que no rozasen con la puerta y miró a los demás.

-¿Alguien tiene un medio de transporte?-se interesó haciendo un barrido visual para apreciar si alguien respondía afirmativamente con algo más que no fuesen las palabras-¿Y un plano? Eso nos ahorraría más tiempo-pensó en voz alta mientras salía finalmente de la sala, agitando una mano en el aire como con una floritura para despedirse del gruñón superior.

Garret se asustó un poco al ver las chispas salir, no se lo esperaba, pero pronto su miedo se volvió fascinación. Le parecieron geniales!

-Wooow!!! hazlo de nuevo!!- Le decía al clérigo, aunque este estaba concentrado en su lectura.

Escuchó a dónde se dirigían, y por lo que dijo Shaon, era lejos.

-Yo no tengo un medio de transporte, pero tengo algo de dinero...-Hizo una pausa para pensar cuanto dinero tenía, luego alzó la vista y vio la cara del jefe -Y-y-yo... Yo no lo robé! lo juro!- Decía nervioso.

Agachó la cabeza y mirando al suelo prosiguió -En cualquier caso, podríamos usarlo para alquilar o comprar un carruaje..- Decía llevando sus manos a sus bolsillos.

El jefe no deseaba irse por las ramas. Así que prefirió no profundizar en el asunto del dinero. Era mas importante responder a las inquietudes de la maga.

-No te preocupes Shaonn, el sabe que irán. Solo que no os conoce. Por eso debéis usar la contraseña.

Lavanda estaba todavía pensando en encontrar un buen cuento cuando el papel se puso a sacar chispas. Instintivamente, cerró los ojos, apartó la cara y se protegió con las manos delante del cuerpo. Así que cuando se decidió a mirar, ya había pasado casi todo el espectáculo. Oh, que pena... las siguientes chispas las voy a mirar desde el  principio. 

Después siguió el ejemplo de Shaonn y se puso manos a la obra.
Igual sería mejor ir a pie. Alguien con un caballo y un carruaje siempre es más apetecible para los de nuestro  oficio - miró a Garret de reojo. Y caminar es más barato... Entonces, con la cara que se pone cuando gritas "¡Sorpresa!", enseñó el interior vacío de dos de sus bolsillos. Todavía con en interior de los bolsillos colgando, añadió: yo puedo cargar provisiones, por si no encontramos de comer por el camino.

Se guardó los bolsillos, se acomodó la mochila en la espalda, y mientras salía, saludó al jefe moviendo una mano y dedicándole su mejor sonrisa.
¡Adiós! ¡Páselo bien mientras no estamos!

Y se marchó aguantándose una risita mientras empezaba a preparar su pipa. Qué ganas de fumar...

Nube miraba el espectáculo mágico, era fascinante, vio que lavanda cerraba los ojos unos momentos - la primera vez te hace aquello - pensaba sonriendo un poco.

No comentó nada, Shaonn y Lavanda ya se habían encargado de todos los detalles y no hacía falta agregarle nada, siguió a las muchachas que salían alegremente - Creo que Lavanda tiene razón mejor ir a pie, estamos cerca y no llamaremos a tanto la atención, esperemos para viajes mas largos el medio de transporte - concluye diciendo avanzando a la salida despidiendo al jefe con su mano sin mirarlo ni frenarse o voltearse, quería llegar pronto y terminar aquello pronto, o al menos descubrir si la misión era interesante ahora mismo.

-La magia no es un juego. Por menos han acabado inocentes en la hoguera -contestó el clérigo al mediano que se había asombrado demasiado.

El clérigo llevaba sus escasas pertenencias consigo de forma casi perpetua, pues todo eran enseres de viaje y sus ropas y armas- Yo caminaré -contestó a la joven músico que había invitado al humano del sombrero a subir con ella- me gusta caminar.

Las palabras de Lavanda atrajeron la atención de Elohnar y no pudo evitar sonreír.

-Entonces sabrás en qué momentos podríamos estar en mayor peligro y avisarnos, es decir, los de vuestro oficio sabréis mejor en qué momento es más vulnerable y como evitar esos problemas, ¿no?

Estaba contento, al fin sabían algo de su misión. Tenían un destino, y lo único que se interponía entre salir o quedarse era decidir cuál sería el medio del transporte.

-Me parece que voy a dar mi apoyo a la idea de ir caminando. No todos tenemos un medio de transporte.- 

Realmente lo único que deseaba era poder avanzar cuanto antes en su misión para poder dar caza a algunos inquisidores.

Sorprendido por la reacción de Shaonn, Loïc se ajustó el sombrero con ambas manos, dejando ver una sonrisa sincera.  -Ya tenemos una misión, ¡pongámonos en marcha de inmediato!- dijo al fin con ánimo renovado.

Al escuchar a Elhonar el mediano infló los cachetes y refunfuñaba mirando a un costado mientras agachaba la vista.

Luego escuchó hablar sobre prevenir los peligros, robó sus bolsillos sutilmente y negó con la cabeza -En realidad no podríamos. Hay una gran diferencia entre ellos y nosotros- Decía refiriéndose a él y a Lavanda -La diferencia es que nosotros somos sutiles- Decía alargando esa palabra y haciendo unos gestos con la mano -Mientras que ellos...- Abrió las piernas como si montara a caballo y alzó sus brazos bien altos -Son violentos!- Dijo de forma sorpresiva dando un salto y agitando sus manos como un mono -En fin, ellos no dudarán en matarnos a todos en cuanto nos vean, mientras que yo solo robaría tus bolsillos sin que te dieras cuenta- Dijo mostrando el monedero que le acababa de robar para luego devolvérselo con una enorme sonrisa de satisfacción.

-Bueno, veo que todos quieren caminar... Por mi parte prefiero un medio de transporte, mis piernas son cortitas, saben??-