Partida Rol por web

La ronda de cervezas cayó sobre la mesa con un tintineo satisfactorio.

Se había pasado el día pateando los caminos en torno al pueblo y explorando las vías de entrada a la ciudad ¡Ahora le tocaba a otro! Lo cual quería decir...

- ¿Cuantas cervezas creen que serían capaces de meterse en el cuerpo antes de caer redondos? - Sonríe con un gesto osado a los ocupantes de la mesa.

Yo creo que a cuatro llego...

Dijo, bastante convencido. Se encontraba bien y cualquier excusa para celebrar era buena. Brindó y bebió la jarra de un sólo trago, se secó con el dorso de la mano.

Aahh... fresquita. Me gusssta. Me quedan tres jarras antes de estar en peligro, ejejejejee...

Se toma un merecido descanso depués de patearse la ciudad y recorriéndola, además de aguantar las miradas de curiosos. Es lo que tiene ser aventurero, uno se convierte en la comidilla de todos sin comerlo ni beberlo. Y hablando de bebida, le ofrecen tomarse unas cuantas jarras de cerveza, una buena forma de reponer energías.

¿Por aguantaros? Las que sean necesarias - Masculla antes de tomarase el primer sorbo, pero tan sediento está que se la termina de un solo trago, afectándola. 

"Diablos, ¿ya con la primera? Te estás ablandando, Samïr" - Se maldice así mismo

Como una campeona, Dunia se bebe su primera jarra dando palmaditas inquietas a la mesa con cada trago y acabando por reírse de la cara rara que acababa de poner Samïr - Hui hui hui... Amigo mío ¿Eso que he visto es una sonrisa de más? 

Jajaja. No intentes ocultarlo ¡En el fondo lo echabas de menos!

Recoge las jarras vacías y al pasar por su espalda, da un golpe en la espalda al semiorco para que no tardase en arrancar - ¡No dejes que se caliente!

Cuando regresa a la mesa con la segunda ronda nadie tendría por qué notar que en la suya solo había agua. Qué suerte que las jarras fueran de cerámica y no de cristal - ¡Que no se diga! - Levanta su copa con un gesto radiante.