Partida Rol por web

Fue ya 10 días desde que se reunieron en aquella taberna en la popular ciudad de Melinir, donde se conocieron y decidieron unir fuerzas.

Un rumor llegó a los oidos de los aventureros, un rumor de una villa abandonada a su suerte, sobrevivendo como puede en una zona fronteriza, criaturas peligrosas rondan las adyacentes montañas boscosas plagadas de cuevas, cavernas y minas; todas ellas inexploradas y con promesas de grandes tesoros ocultos y olvidados.

Que mejor lugar para empezar una carrera de aventurero?.

El viaje había sido de todo menos agradable, el sendero que partía desde Melinir hasta Kleine no permitía el paso de carros pesados, y aparecía durante un leve trayecto y desaparecía durante un gran trayecto, evidenciando la falta de uso del mismo, los calambres y el cansancio era una constante en los cinco héroes, sobretodo los últimos tres días, donde el camino empezaba a ascender y descender sobre suaves colinas.

Finalmente, tras una ondulación vertical, el bosque empezaba a volverse mas denso, pero aún así se podía ver a lo lejos numerosos hilos de humo que provenían de una congregación de edificios rodeados por una muralla, varias millas a su alrededor, el bosque había sido talado para dar lugar a granjas con cultivos y cría de animales. Un enorme río bajaba desde la montaña y se asentaba en un lago donde nacía la villa, luego el río continuaba su curso hacía en sur.

Kleine, debería ser esa villa a la que se dirigían, la villa olvidada por el resto del reino, la villa desde donde todo iniciaría.........

Gáldar siempre había sido un chico popular. Era apuesto y divertido, y eso le había hecho popular entre los pillos. Siempre había llevado la voz cantante. Los sacerdotes de Pélor le permitían mucho, conscientes de que tras aquellos pequeños excesos de confianza había un buen corazón. Había llegado a clérigo muy joven, y en la noche de celebración había perdido la virginidad con la hija del herrero que era dos años mayor que él (lo que le valió una buena reprimenda a ambos por parte de los padres de ella y de los superiores de él cuando los pillaron, pero muchas risas por parte de esos mismos hombres cuando los chicos fueron enviados a sus casas castigados por lo ridículo de haber dado salida al calentón en un cuarto tras el altar donde creían que no entraría nadie a aquellas horas)

Sólo recordaba un bochorno como ése, cuando a los diez años había asistido al culto con un cachorro bajo la ropa (en su mente de niño creía que el perrito se moriría de frío si lo dejaba solo) y éste se había puesto a ladrar en medio de la celebración de una ofrenda a Pélor.

Pero aquello había quedado atrás, y tras dos años de sacerdocio activo los chicos jóvenes le miraban con respeto, y su mente había ido superando el infantilismo normal en alguien tan joven como para que el prior del templo hubiese decidido que ya era hora de mandarlo al exterior a curtirse un poco sin miedo a que hiciese tonterías constantes y tuviese que volver avergonzado.

Se sentía muy orgulloso de sí mismo por todo lo que había logrado a sus 17 años... hasta el momento en que habían partido.

No es que tuviese miedo al mundo, es que estaba aterrado. Cuando al segundo día empezaron los calambres y las yagas en los pies supo que aquello iba en serio, que no podía volver al templo a buscar consuelo, y que caminaba hacia unas montañas donde podía encontrar la muerte con suma facilidad. Toda su chulería adolescente y alta autoestima se habían venido completamente abajo. Fuera de lo muros del templo se sentía inseguro, y ahora que habían quedado muchas millas atrás se sentía completamente huérfano por primera vez en su vida. Ya no había nadie en quien apoyarse, nadie en quien descargar responsabilidades o pedir ayuda. Ahora no era más que un crío en medio de una panda de aventureros, buscando la respuesta a un sueño, y completamente consciente de su total inexperiencia.

Por si fuese poco, era el único humano del grupo. En el templo había habido novicios de otras razas, pero casi todos eran humanos. Y con los otros no había tenido una gran relación. Ahora caminaba con dos recios enanos que parecían más anchos que altos, y que tenían unos antebrazos más gruesos que las piernas de Gáldar. Un elfo que musitaba palabras de poder y al que veía como un ser misterioso de extrañas y enigmáticas motivaciones, y un mediano que vestía de forma extraña y del que tenía la extraña sensación de que un día al despertar el mediano estaría sobre él con un cuchillo en la garganta y robándole todo lo que tenía ve valor. Sus compañeros le asustaban, aunque ninguno había hecho nada que justificase la reacción. Necesitaba preguntarle a alguno de los clérigos veteranos si podía fiarse de ellos y como debía tratarlos, pero ya no había nadie para aconsejarle. 

Estaba solo. Y estaba nervioso hasta el borde de la angustia.

-...jajajaja,si.!!.Exclamo el menudo mediano,mientras obserbava el humo.Con cara animada y con una sonrisa amplia y contajiante se dirijio hacia sus nuevos amigos.

-Ahora volveremos a tomar una buena cerveza para celebrarlo.

Sin esperar ningun tipo de respuesta,Hyde,se encamino hacia el poblado.Ni siquiera se paro a observar si sus amigos le seguia,no le importaba.De modo que siguio,apresuradamente,hacia el poblado,ya que se encontraba relativamente cerca.

Rimbarg compartió una mirada cómplice con Hoskur al notar la actitud del humano. Se notaba que no estaba hecho al camino. El robusto enano observó la armadura con el símbolo de Pelor y sonrió. Reorientó su montura hacia el muchacho y le habó con aquella voz suya, cavernosa, como salida de una caverna con eco.

-Muchacho, ya va siendo hora de que te sueltes un poco! -dijo palmeándole la espalda con energía.

-No te preocupes, liberaremos a la buena gente de esa aldea, nos beberemos su cerveza y nos comeremos sus ciervos! Todo por la gloria de Moradin, señor de la montaña! Qué demonios! Igual tu dios solar nos echa una mano y todo! El día promete! Hoy nos hartaremos de matar trasgos y orcos como que me llamo Rimbarg " puño de piedra"!

Rimbarg vió entonces como hyde se adelantaba y le gritó.

-Tú, mediano! Ve con cuidado a ver si un halcón te confunde con un ratoncillo y te echa sus zarpas encima!JAJAJAJA!

La risa de rimbarg era sincera. El pobre no era consciente del poco sentido del humor que tenía.

Lothar había sido escueto enpalabras, como mínimo, desde que se conocieron. Siempre era educado y calmado, incluso cuando alguno de los enanos trataba de que se soltase con alguna pulla a su raza. Pero el mago siempre mantenía el control.

El control lo era todo. No habría superado las pruebas, ni se habría convertidoe n mago si no fuese por su concentración y capacidad de mantenerse frio y en calma en cualquier situación. Sólamente se había alterado ligeramente cuando su maestro le "invitó" a salir al mundo exterior y probarse a sí mismo. En un principio pensó que había hecho algo mal y lo estaban castigando.
Pero enseguida se dio cuenta de que no podría aprender nada más en aquella isla. Y que si quería convertirse en el mago más poderoso de todos los tiempos, tendría que encontrar conociemiento y saberes en otro lugar.

Unirse a un grupo y vivir aventuras parecia ser la opción más lógica. Ese tipo de gente solía encontrar tesoros y objetos de poder, y ambas cosas le ayudarían a progresar como mago.

El único que no le caía del todo bien era el mediano. Parecia propenso a "encontrarse" cosas que no eran suyas, y estaba convencido de que eso acabaría acarreandoles problemas.
No obstane, cuando Hyde se encaminó a la ciudad sin esperar al resto lo siguió. Necesitaba una buena cama donde descansar, y no veía la hora de llegar.

Hoskur, el Hosco como muchas veces le llamaban sus compañeros a sus espaldas, avanzaba silencioso con el grupo, de vez en cuando dando una patada a una piedra o soltando un gruñido que escondía algún pensamiento no compartido.

Cuando vio la mirada del joven humano, resopló y le dijo.

- Tranquilo, Galdar, que no va a haber un ejerctio de dragones escondido esperandonos...

El camino continuaba por un par de horas mas con el entusiasmo de que una cómoda cama y un plato caliente los esperaría antes de que la noche cayera sobre las cabezas de los viajeros.

El cielo era ya púrpura y el sol empezaba a desvanecerse cuando los cinco llegaban a las puertas de la villa de Kleine; sus murallas de roca y piedra se elevaban unos cuatro metros de altura, suficientemente ancha para permitir a los guardias caminar encima de ella y patrullar el lindero del asentamiento.

Un porticulo abierto se encontraba en la entrada, a uno de sus lados un puesto de guardia se alzaba para mirar a los extranjeros que llegaban.

Un hombre que se encontraba jugando a los dados con otros dos guardias se levanta de su silla y corria al encuentro de los aventureros...

-Saludos forasteros, quienes son y cuales son sus intereses en Kleine?

El hombre llevaba una armadura tachonada y una espada enfundada sobre sus caderas, su mirada era severa y el tono no era nada cordial, sus anchos hombros y su espesa baraba color marrón hacían por momentos confundirlo con un Enano.... un Enano de alta estatura.

Rimbarg se adelantó, siempre dispuesto a practicar sus dotes para la diplomacia. Enseñó el emblema de moradin y ejecutó una cortés reverencia, como si aún estuviera en la corte.

-Saludos, amigo. Hemos oido que teneis problemas en la aldea y hemos venido a prestaros nuestros servicios como aventureros profesionales. Nuestras magia y nuestras armas estan a vuestra disposicion por un módico precio. -dijo Rimbarg sonriendo.

La severa mirada del hombre no parecía cambiar ante las palabras del Enano -La villa no está en riesgo.... aún, pero en sus alrededores hay tribus de criaturas que empiezan a aglutinarse, han habido un par de reportes de las granjas mas lejanas que han sido asaltadas, sin victimas hasta el momento. -Hace una pausa mientras observa a todos los presentes de pies hasta la cabeza.

-Mi nombre es Harod, Harod Barkersville, sigan y sean bienvenidos, desde que no causen conflictos, sus espadas y magia serán mas que bienvenidas en este lugar, pero dinero  no tenemos mucho, aunque esos temas es mejor que los hablen con el alcalde directamente, él los atenderá con gusto, o pueden hablar con mi capitán Vientodehalcón él podrá exponerles mejor la situación a la que nos enfrentamos, aunque... -El hombre levanta sus cejas en un gesto arrogante -...A juzgar por su apariencia, mejor deberían pasarse primero por la posada la cabra sarcástica, es siguiendo la calle y antes de llegar al mercado, un enorme edificio de tres plantas.

Harod realiza una tosca reverencia para señalarles a los aventureros que son libres de seguir a la villa -Disculpen las molestias, pero tengo ordenes de interrogar a todo el que pase después del crepúsculo, la situación no está nada bien en los alrededores. -Sin decir mas, el hombre vuelve a su puesto, donde toma una pluma y empieza a escribir sobre un libro.

El elfo agradeció las indicaciones del soldado.

-No tiene que disculparse buen hombre. Nunca está de más ser precavido. Espero que podamos serles de ayuda.
Y gracias por indicarnos la posada. La verdad es que ha sido una dura travesia para llegar hasta aquí.-

Despues se volvió a sus compañeros.

-Bueno. ¿Qué preferís? ¿Nos informamos ahora o descansamos primero?-

- Dejemos de perde el tiempo y echemos un jarra fresca para el gaznate antes de ir a informarnos de cómo ganarnos unos cuartos en esta zona. bufó, más que habló, el enano mientras comenzaba a andar en la dirección indicada por el hombretón, al cual dedicó un cabeceo a modo de saludo al pasar a su lado.

- Vayamos a la posada -acertó a decir el muchacho.

Aunque después no le gustó la idea... ¿Compartiría dormitorio con aquellos hombres o en las posadas se alquilaban cuartos privados? No es que a él le gustase compartir dormitorio -la idea le produjo una sensación de vulnerabilidad- pero tampoco es que tuviese mucho dinero tampoco.

-¡La verdad es que la idea de una jarra de cerveza se me antoja apetecible! Tras el largo camino supongo que podemos permitirnos un breve descanso para descansar y escuchar lo que se cuece por el pueblo.- Todo el mundo sabe que las tabernas son las fuentes de información por antonomasia!

Rimbarg parecía animado por la perspectiva de descolgarse la mochila de la espalda.

Los recién llegados entraban a la villa amurallada, cargando su ostentoso equipo encima y armados hasta los dientes; la gente local los miraba con cierta curiosidad a medida que pasaban y se escuchaban murmullos que claramente se trataban del variopinto grupo.

La gente local era en su mayoría humana, pero se podían ver mucoes Enanos en particular, así como algunos medianos, los Elfos eran bastante escasos.

"La cabra sarcástica" se leía en un corroido cartel de madera con la imágen burdamente pintada de una cabra mostrando los dientes y levntando las pobladas cejas. De su interior emanaba ruido de gritos, risas, mofas y música instrumental, una melodía para lo oidos de los cansados viajeros, que sin dudar un instánte abrian las puertas y se internaban en el gran edificio de tres plantas.

El salón principal parecía una taberna, con varias mesas y butacos, comprendía la primera planta del edificio y un pequeño balcón ubicado en el segndo, solo para personas importantes o reuniones importantes; por el momento estaba vacío. Al igual que en las calles, la posada permaneció durante unos segundos que parecieron horas en silencio mietras los aventureros ingresaban y se acomodaban bajo la inspecciosa mirada de los lugareños, luego el ruido volvió a la normalidad y los gritos y mofas también.

Un Enano con marcas de cicatrices marcadas en el rostro y cabello y barba enmarañadas, se acercaba a los recién llegados -Señores extranjeros, sean bienvenidos a la cabra sarcástica, mi nombre es Bediah Bulon, que les puedo ofrecer?, si lo que buscan es una habitación, no encontrarán unas mas cómodas camas de colchón de pluma y con mantas tejidas por el propio Stefan des Herbsts, por un módico precio de 7 platas la noche y 15 a pensión completa con las tres comidas del día; o si lo desean, pueden dormir en la habitación común por 2 platas la noche o 10 la pensión completa. También puedo ofrecerles buena cerveza Enana de Hogar profundo, o un buen vino de los Elfos de Gauntlin.... quizá algo mas exótico como brebaje orco?.....

Parecía un tipo agradable, muy raro entre los miembros de la tosca Raza.

Rimbarg avanzó unos pasos y estrechó el antebrazo de Bediah al modo enano.

Sois muy amable, maese Bulon. Yo tomaré una habitación individual, por supuesto - dijo intentando que se notara su origen noble. ¿Sería posible disfrutar de un baño? Desde Minas Zhozmad que no apestaba tanto tras un viaje.

El elfo no pudo evitar levantar una ceja al ver el cartel de la posada.

-Pintoresco- pensó para sí mismo, y entró con los demás. El ambiente parecia el típico de una posada en los limites de la civilización. Llena de campechanos pueblerinos que se callaron en cuanto el grupo entró.
Pero el mago no les hizo caso. Prefirió centrarse en el posadero que para su sorpresa era un enano.

-Buenas tardes, maese Bulon.
Ese vino elfico que comentais me parece de los más apetecible. En cuanto a la habitación, yo también quiero una individual.-

-Ohjojojo...!Reia el mediano una vez entro en la taberna.No se lo penso dos veces,en seguioda tomo asiento y se acomodo.POr supuesto frente a la barra,para que le sirvan rapido.

-Creo que tomare una pinta de cerveza.Necesito reponer fuerzas.Le dijo al tabernero.

-Despues de tomarme la pinta de cerveza,pensare si me interesa alquilar una habitacion.

Galdar pareció hacerse pequeño cuando entró, le costó bastante decidirse a pedir una pinta de cerveza, consciente de que lo que le apetecía de verdad que era un montón de agua (la mayoría para asearse, pero mucha para solucionar el problema de la sed) no sería bien visto. También tenía hambre, pero no pidió nada, al no tener nada claro si en aquellos lugares se comía y si sería demasiado caro para él. Al menos tenía todavía las raciones de viaje. No sabía cuando ganaría dinero como aventurero, tenía que tratar de gastar lo mínimo si no quería tener que pedir por la calle.

- Privada, por favor -acertó a decir. A pesar de todo, si todos pedían privada, no sería él quien diese la nota.