Partida Rol por web

El enano aspiró el aroma de la taberna cuando entró por la puerta y, por unos instantes, su rostro pareció volverse menos hosco, con un rastro de añoranza en sus ojos.

Después, volvió a ser el mismo de siempre, cosa que demostró con un:

- Cerveza enana para empezar. Y dormiré en la común, no necesito tanta pijotería como el resto.

Añadió un bufido para dar énfasis a sus palabras.

Bebia la cerveza con gusto y alegria.

-A mi no me importa compartir la habitacion...Comento Hyde con una picarona sonrisa.

-No ronco,con lo que no seria un incordio.Dijo,y acto seguido apuro el ultimo sorbo de la cerveza.

-Ademas,despues de una copiosa comida,duermo como un tortolo.Sea como sea,simple o doble,lo que tengas disponible.Menciono al pobre tabernero,que no veia la hora de que los nuevos personajes se decidan y paguen.

El tabernero tomaba atenta nota mental de los pedidos de los aventureros, al poco tiempo volvía con los pedidos tal y como los habían ordenado.

Luego de beber y curar la sequía de la garganta, los recién llegados pedian platos de comida para rellenar el estómago y mas bebidas para poder dormir con comodidad.

El jolgorio fue interrumpido por la intempestuosa entrada de dos hombres a la posada: El primero era un hombre delgado de cabello castaño y dientes pronunciados, poseía un espeso bigote del mismo color y su rostro era algo jocoso. Al contrario de este, el otro hombre traía una mirada fuerte y un gesto serio, las canas brotaban de su cabello gris que en sus dias gloriosos seguramente eran negros como el onyx, vestía una armadura de bandas y junto a la espada que colgaba en su cintura y las incontables cicatrices sobre su rostro, denotaban a un veterano de guerra.

-Mis señores -Decía en un tono alegre mientras abría sus brazos sobre los héroes -Mi nombre es valum, y soy el alcalde de Kleine, sean bienvenidos a este intrincada villa, alejada de toda civilización humana, él -dice señalando al veterano guerrero -Es Viento de Halcón, y es el capitán de la guardia; sus hombres nos han informado de la llegada de unos aventureros a esta ciudad que cada dia pierde habitantes, cuando debería ser todo lo contrario!!.

-Cuéntenme señores, que los trae por estos remotos lugares??... BEDIAH!! -Llamaba con un grito fervoroso al posadero, este respondía con un trote a su llamado -Mas bebidas para esta buena gente, lo que coman y beban durante esta noche, lo pago yo!!.

Con una sonrisa marcada por sus enormes dientes, esperaba respuesta de los forasteros.

Rimbarg se ofreció a contestar al alcalde con una leve inclinacion de cabeza. Un gesto que concedia un tono de respeto a su interlocutor.

-Un placer concerlo, alcalde Valum. Mi nombre es Rimbarg y estos son: Gáldar, Hoskur, Lothar y el pequeño es Hyde. Como habrá sospechado, somos gente de armas y buscamos ofrecer nuestros servicios allá donde son necesarios. Escuchamos rumores sobre que en las cercanías de su aldea se estaba registrando una alta actividad de orcos, trasgos y demás ralea...

-¿Que hay de verdad en esos rumores?

Lothar no quiso interrumpir a Rimbarg, ya que este se había declarado portavoz del resto. Y además lo hacía bien. Lo que sí hizo fue levantar su copa de vino a modo de saludo y de agradecimiento cuando el alcande les invitó a la comida.
Mientras el enano hablaba, el elfo asentia dando su conformidad a las palabras del mismo. Simplemente añadió una cosa.

-Como usted sabrá. Los rumores tienden a exagerarlo todo. Pero nunca está de más comprobar estas cosas, sobretodo cuando puede haber gente en peligro.-

-Y los rumores que han llegado a vuestros oidos son bien fundados - Responde el capitán antes de que el alcalde pudiera hacerlo -últimamente se ha visto un incremento de las huestes goblinoides en los alrededores, antes eran los Kobolds los que nos acechaban, lagartijas fáciles de controlar y exterminar, pero estos al parecer han sido relegados y expulsados por varias tribus humanoides. Algunos reportes indican presencia de Orcos, Goblins, Gnolls, Osgos y un Ogro que viene raptando el ganado de las granjas mas lejanas.

Viento de halcón realiza una pausa observando la reacción de los extranjeros y continúa -Aún no se han atrevido a hacer presencia cerca de la ciudad, pero tememos por la seguridad de la gente de las granjas, por ahora las tribus están en guerra entre ellas, pero hay indicios de algunos intentos de alianzas para invadir a Kleine, y tememos no ser los suficientes para poder detenerlos - Su rostro se torna sombrío al igual que el del alcalde -Temo enviar guardias novatos a investigar, hace una semana enviamos media decena de ellos y no hemos vuelto a tener noticias, tememos lo peor, y es que aparte de mi y del buen Harod al cual creo que ya conocieron en la entrada, la pericia en las armas no es muy reconfortante a la hora de combatir orcos, nunca hemos tenido que enfrentar criaturas aparte de las lagartijas, por lo que los veinticinco guardias con los que contamos no serán garantía al enfrentarse con algo mas grande y fuerte.

Hyde comia,como si nunca antes lo hubiera hecho.Sin embargo,ademas de hincar el diente como un lobo hambriento,tambien escuchaba.Seguramente no se haya enterado de todo lo dicho,ya que siempre esta ensimismado en sus propios pensamientos,sin embargo si que capto lo mas importante de lo dicho,que al fin y al cabo es lo suficiente.

Una vez apuro la pinta de cerbeza,solto un sonoro,aunque bajo,erupto.COn una sonrisa,le dijo al tabernero:

-Me pones otra?.

A duras penas consiguió Gáldar no dejar que su miedo trasluciese a su rostro, enemigos poderosos, quizás planteando aliarse. Sin embargo, por encima de ese miedo estaba la piedad por los granjeros, gentes indefensas trabajando de sol a sol para crear alimento y cuyo destino podía ser la muerte -o algo peor- a manos de aquellas criaturas. Él combatiría, por aquellas gentes, aunque el miedo le atenazase. El buen Pelor sabía acogerle si moría en el intento... o eso esperaba.

La mirada animada de Rimbarg fue mudando su expresión a medida que Viento de Halcón enumeraba razas y contaba la historia de aquel batallon desaparecido.

-Osgos y Ogros ¿Eh? Eso ya son palabras mayores. Me entristecen vuestras palabras, Viento de Halcón. Podeis contar con la ayuda de Moradin para buscar a esos muchachos, si es lo que quereis de nosotros.

Hoskur estaba sentando, con los codos apoyados sobre la mesa, las dos manos rodeando la jarra de cerveza enana y su mirada perdida en el líquido amarillento.

Cuando Valum se acercó, no hizo mayor gesto que alzar levemente la vista para quién era el que se presentaba, pero, en cambio, sí dedicó un asentimiento de cabeza a Viento de Halcón, sabiéndolo un veterano de guerra nada más verlo.

Seguía bebiendo, escuchando pero sin intervenir, hasta que escuchó la retahíla de criaturas.

Orcos, Goblins, Gnolls, Osgos y un Ogro

Momento en el que dejó la jarra de cervez en la mesa con tanta fuerza que el ruido hizo que el murmullo de la taberna descendiese durante unos segundos.

- ¡Tabernero, otra jarra! - gritó levantando la suya- Hay que reponer fuerzas, mañana tenemos enemigos que matar.

Tras ello, se limpió la barba de posibles restos de cerveza con el dorso de la mano y, haciendo caso omiso al alcalde, miró al veterano.

- Entiendo que no hace falta ni preguntar si la paga está acorde al riesgo, ¿no, camarada?

La lista de criaturas era más grande y peligrosa de lo que había esperado. Normalmente los rumores suelen ser exageraciones, pero esta vez no ha sido el caso.
Aun así, esta era una oportunidad de probarse a uno mismo, y saber si podría conseguir su futuro objetivo. Ya que si no era capaz de sobrevivir a esto mucho menos sería capaz de convertirse en el mago más poderoso de todos los tiempos.

-Pues vaya. Si hasta hay un ogro y todo. Eso son palabras mayores. Va a ser más dificil de lo que había creído en un principio.-

La sonrisa y su tono optimista no se desdibujaban de su rostro a medida que los aventureros hablaban, con las ganas de ayudar a Kleine fuese cual fuese el motivo.

-Me alegra saber que el mundo aún cuenta con héroes dispuestos a ayudar una villa en problemas, entiendo que algunos buscan oro y riquezas, pero deben entender que esta ciudad no cuenta con grandes sumas de monedas; pueden quedarse con todo lo que les saqueen a esas tribus para ustedes mismos, aparte tendrán todo mi apoyo financiero para los objetos que necesiten en esta expedición, así como el hospedaje, la comida y toda la bebida; Intentaré hablar con Connor para que saquemos algo de las arcas de la ciudad para dársela a ustedes como agradecimiento por los servicios prestados, pero no puedo decirles una suma en estos momentos.

El alcalde da un par de pasos atrás para darle paso al capitán de la guardia.

-Muy bien señores, empecemos! -Decia en un tono severo y serio; saca un pedazo de pergamino de su bolsillo y lo extiende sobre la mesa, en él había un pequeño mapa dibujado, con Kleine en el centro de ella.

-Tenemos un par de exploradores que constantemente nos brindan información de las zonas cercanas, hace una semana no tenemos noticias de ninguno de ellos, pero así son los exploradores, desaparecen por largo tiempo y vuelven a aparecer con noticias, no sería la primera vez que su ausencia es tan prolongada. Pero vamos al grano señores...

En ese momento El Enano tabernero interrumpe trayendo mas jarras de bebida, vino y cervezas.

El capitán bebe un gran sorbo de su cerveza y continúa -Alrededor de Kleine podemos encontrar tres grandes zonas; Hacia el suroeste se encuentra el bosque de Gauntlin, hacia el sureste las Colinas Ardientes y hacia el Este las montañas de las farolas. Según los informes, se han visto gran número de orcos rodeando las montañas al igual que temibles Osgos; Los Gnolls y los Kobolds abundan en el bosque y los Goblins y Hobgoblins en las colinas..... aún desconocemos la guarida de las tribus, no hemos podido dar con sus bases de operaciones, deben entender que nuestros exploradores no son experimentados guerreros sino mas bien cazadores con algo de pericia en un arma y en combate.

-En cuanto al Ogro.... No sabemos en que zona se moviliza, pero ataca el ganado de las granjas del sureste y este, por lo que creemos que su guarida está entre las colinas y las montañas.

-Según mi experiencia, tanto orcos como osgos y ogros no se alejan demasiado de las montañas, asi que veo probable que sea allí donde se ocultan. De todas maneras, yo no recomendaría dirigirnos allí directamente, sino intentar capturar algun hobgoblin u orco y sonsacarle la informacion que necesitamos.

-Yo voto por empezar por las colinas. Despacito y con buena letra.

-¿Tu que opinas, Hoskur? -dijo como si la opinion del otro enano fuera la unica que de verdad le interesara.

- Hobgoblins y kobolds son presas más fáciles y seguramente así el muchacho_ le da una palmada en el hombro a Gáldar_ pueda practicar un poco con sus armas.

- Lo mejor será comer, descansar y salir al alba.

Entonces levantó la jarra para indicar que iba a necesitar más y miró al Viento de Halcón, haciendo caso omiso del alcalde en todo momento.

- Necesitaremos pertrechos para acampar, en caso de que estemos fuera más tiempo del pensado. Y trataremos de buscar a sus exploradores.

Gáldar no dijo nada, sonrió tímidamente al palmetazo en la espalda y se abstuvo de participar en los planes que los veteranos trazaban. Él no sabía nada de emboscar enemigos, y tenía muchas dudas de que sus armas sirviesen para algo más que para ornamento. Aún así los acompañaría, y esperaba servir de algo, aunque sólo fuese como cebo. Ahora mismo veía su muerte como algo muy probable, y aunque la muerte misma no le asustaba -al menos no demasiado- sí le asustaba el deshonor, el no saber estar a la altura, el que por su inexperiencia e ineficacia alguien más pudiese caer.

Si al menos tuviese dinero para comprar materiales, podría crear algunas pociones y repartirlas, así al menos podría servir de algo. La idea lo animó un poquito.

- Alcalde, soy bueno haciendo pociones. Desgraciadamente requieren elementos caros y no dispongo de ellos ni de dinero para pagarlos. Pero si su gente tiene reservas de hierbas y pudiese disponer de ellas podría crear algunas pociones curativas para mis compañeros, para que pudiesen curarse si son heridos.

A medida que formulaba la idea en voz alta, le parecía una petición más idiota. Naturalmente que en aquella aldea no tendrían nada parecido, sin duda un aventurero veterano lo sabría. Trató de controlar su azoramiento por la petición y se obligó a no decir nada más. Sin duda añadir cualquier cosa empeoraría la situación.

A Lothar le gustó la propuesta de Gáldar.

-Eso es una muy buena idea. Siempre viene bien tener alguna ayuda de ese estilo para emergencias.
En cuanto a lo demás. Estoy con Hoskur. Mejor salir por la mañana, ya que estaremos descansados del viaje. Y así podremos estar más frescos y despejados. No es bueno entrar en liza agotado. A menos que no se tenga opción.-

-Jmmmmm -Murmuraba el alcalde con un pecliar gesto pensativo -quizá Pickman tenga algo que pueda servir, podemos ir allá luego de que terminen de...... -Observaba las jarras de cerveza vacías y veía claramente que esto no iba a ser una simple cena, los Enanos, cuando se disponían a beber, hacían que los taberneros se preocuparan por no quedar sin licor de reserva en sus despensas.

-Mejor iré personalmente, volveré enseguida, mientras tanto sigan disfrutando de su cena en compañia de Vientodehalcón, él sabrá responder mejor a sus preguntas que yo.

El alcalde se levantó de su silla y se retiró no sin antes hacer un ademán de cortesía a los aventureros.

El tiempo transcurría en medio de comida, celebraciones y jolgorio, la bebida fluía entre los seis de la mesa, con las risotadas de los Enanos y la timidez del muchacho, hablaban de los típics temas de un aventurero: Encuentros, batallas y putas que escandalizaban los oídos de Galdar.

Por un instánte, las risas pasaban y el capitán tomaba palabra.

- Hay una cosa mas, pero no es cnfirmada, parecen que son cuentos que han empezado a esparcirse en el pueblo; se dice que en las noches, en las montañas, se ven seres de ultratumba, muertos vivientes saliendo de sus tumbas y adentrándose en las montañas, siguen a unos humanoides vestidos de negro y púrpura, brujos!. Pero como digo, son solo cuentos de un par de granjeros, quizá para llamar la atencón no mas.