Partida Rol por web

La nieve no para de caer durante todo el día y parte de la noche. Poco es lo que podéis hacer en estas condiciones salvo aguardar a que todo pase.

Las guardias transcurren tranquilas, salvo el sonido del cuerno que se repite varias veces, acompañado esta vez de aullidos de lobos Narog.

En cuanto a la comida, no es que os quede mucha, pero si la suficiente para ese nuevo día, al menos si la racionais un poco.

A la mañana siguiente, la nieve lo cubre todo con un espesor de alrededor de un pie. Esto os dificultara algo la marcha, pero ya estáis acostumbrados de moveros con ella. Lo peor tal vez sera las huellas que quedaran marcadas en la nieve.

La noche había sido tranquila. Podía decirse de aquella manera para hacer referencia a que el sueño había resultado relativamente plácido debajo de la protección que formaban las ramas. Pero escuchar el sonido de aquel maldito cuerno una y otra vez cada cierto tiempo era algo a lo que uno no acababa de acostumbrarse. Por si fuera poco a este se habían unido los aullidos de lobos Narog. Eso solo significaba una cosa. Que aquella marea verde que había arrasado nuestro poblado y que nos seguía con la intención de ahogarnos a nosotros también, estaba cada vez más cerca. Todos nuestros esfuerzos por alejarnos resultaban inútiles. Nos encontrábamos en medio de ninguna parte, sin un rumbo fijo, sin casi descansar durante las horas de luz y todo para hallarnos como al principio prácticamente. En aquellos momentos a uno le daban ganas de empuñar su hacha fuertemente con las dos manos y plantarse en mitad de una llanura a esperar a que llegaran, al menos moriría combatiendo y no de cansancio o hambre.

Si al menos mi pierna estuviera del todo bien...

Despierto a Keloa con las primeras luces del alba moviéndola suavemente hasta que comienza a reaccionar. Después con una voz que casi no consigo ni oír yo me dirijo a ella.

-Pongámonos en marcha. Cada vez están más cerca.

Mientras se despereza desato las ramas para recuperar nuestra cuerda. Con la nieve de la noche la espesura ha aumentado bastante y todo a nuestro alrededor es un manto blanco. Así será más difícil de avanzar, pero no es nada a lo que no estemos acostumbrados. La nieve es un elemento común en nuestras vidas. Lo malo es el rastro que dejarán nuestras huellas al pasar. Difícilmente se ocultará a no ser que nieve en abundancia. Cuando estamos listos emprendemos rumbo al sur nuevamente. Miro con nerviosismo a mi alrededor, pero sobre todo hacia atrás esperando en cualquier momento ver aparecer a los lobos.

Os ponéis una mañana mas camino hacia el Sur, sin saber muy bien que os encontraréis allí, y con la sensación de que los pieles verdes cada vez están mas cerca de vosotros.

El cielo, con oscuras nubes incluso después de todo lo que ha nevado no invita al optimismo. Además necesitáis encontrar comida de nuevo, pues hoy se os acabará toda la que tenéis y eso siendo comedidos con ella. Claro que seguir rastros de animales para cazar aun os puede retrasar mas y con los Pieles Verdes tan cerca puede que no sea una buena idea.

Unas horas antes del mediodía, un espantoso aullido retumba por los alrededores... sin duda un Lobo Narog. Por la potencia del aullido o esta a menos de 4 horas de vosotros o es un Lobo Narog realmente gigantesco.

Seguimos nuestro camino hacia el sur al mayor ritmo que podemos intentado dejar tierra de por medio con los pieles verdes. Hoy todavía podemos disfrutar de los restos de carne que cazamos el otro día, pero mañana volveremos a no tener nada que llevarnos a la boca. Pensar en cazar con el peligro acechándonos de nuevo sería algo descabellado.

Al menos hemos tenido buenas raciones de carne estos días.

Cuando todavía no ha llegado el mediodía un potente aullido hace que me detenga de golpe y gire mi cabeza a mi alrededor intentando averiguar de donde ha salido el tremendo sonido. Tal como se había escuchado o se trataba de un lobo narog enorme o es que se encontraban realmente cerca de nuestra posición. Busco la mirada de Keloa también atenta al sonido, al igual que yo parece preocupada.

-Deberíamos seguir, pero tendremos que estar atentos si se acercan mucho.

No veía muchas más alternativas. Esconderse parecía inútil. Quizá pudiéramos engañar al olfato de algún lobo, cosa que dudaba, pero enseguida se nos echaría encima la horda de pieles verdes. Así que lo mejor sería seguir con la esperanza de aumentar la distancia con ellos. Si no nos quedaba otra alternativa y veíamos que se acercaban demasiado deberíamos elegir un terreno adecuado para plantarles cara. Al final si no nos distanciábamos nos encontrarían por el rastro de nuestras huellas.

A mediodía veis una gran loma idónea desde donde poder ver mejor los alrededores. El esfuerzo de subirla no es demasiado para unos O´shar entrenados como vosotros. Esta se alza unos 300 metros por encima de las tierras de alrededor. Después de observar durante un rato descubrís a vuestro grupo perseguidor, una decena de Orcos acompañados por dos Lobos Narog, están muy cerca, esta claro que subir la loma os ha retrasado algo.

Luego mirando hacia el sur divisais un río, bastante ancho, pero poco caudaloso, lo normal en esta época del año. Atravesarlo resultará fácil...

Desde lo alto de la loma vemos al fin a la decena de orcos que nos persiguen junto a dos lobos Narog. Nos han recortado cada vez más terreno y parece que nada los detiene. Miro con preocupación a Keloa durante un instante, no hace falta decirle el peligro que se nos viene encima. Mirando hacia el otro lado de la colina se puede observar un río, no parece muy caudaloso y es la oportunidad de al menos hacer desaparecer nuestras huellas al cruzarlo. Señalo hacia el y le hago un gesto a Keloa para que me siga. Mientras nos acercamos contemplo nuestras posibilidades.

-La manera más rápida de desaparecer y alejarnos sería dejarnos llevar por la corriente. Sugiero. ¿Que opinas? ¿Te apetece un baño?

Keloa observa a su alrededor desde la loma, escrutando entre los árboles para divisar a sus perseguidores. Al divisar al grupo, decide que aplazará sus ganas de pelea por el momento. Siendo sólo 2 O'Shar, sería prácticamente un suicidio. Y eso, sin un buen motivo, no era propio de una lancera.

Analizando sus posibilidades, con tan sólo cruzar el río no sería suficiente para ocultar sus huellas, puesto que sus perseguidores podrían seguir el rastro por la otra orilla. Sin embargo, si se dejaban arrastrar por la corriente una distancia prudencial, les sería más difícil encontrarlos.

No tarda demasiado en tomar la decisión, aunque Udokal se adelanta expresando sus pensamientos en palabras.

- Adelante.

Sin perder más tiempo, Keloa retoma la marcha hacia el sur, buscando el río.