Grrrrrr este tio no me cae nada bien...
Comenta Otin en voz baja a sus compañeros
Pero son muchos guardias, veremos que es lo que pasa.
Por lo menos no nos han desarmado, lo cual es bueno, supongo...
Ya he vuelto de vacaciones, no se os puede dejar solos, me voy un par de dias y ya estais haciendo "amigos" jeje
Ya ha oscurecido y queda poca gente en la calle. Caminan un largo rato siguiendo al grupo de guardias que van muy entretenidos charlando sin apuro. A medida que avanzan las casas se vuelven mucho mas impresionantes, con bellos jardines y varios pisos, asi como se cruzan con mas patrullas de seguridad.
Al final de la calle encuentran una muralla con una gran puerta doble de madera que dá a los jardines del palacio. Los guardias los llevan por un camino muy bien cuidado, a través de arcos y escalinatas de mármol hasta la gran mansión central. La residencia de los duques es un palacete de tres pisos muy amplio en el cual se han derrochado fortunas en mármol y escultores. Hay estatuas, columnas y frisos por toda la fachada y es obvio que el lugar no está pensado como fortaleza militar.
Al llegar a la puerta principal los guardias se hacen a un lado y les muestran el camino hacia el salón donde un grupo de damas y caballeros muy distinguidos los esperan. Al verlos llegar los hombres murmuran entre ellos y algunas señoritas los saludan con guiños.
Una joven y bella mujer se enuentra en el centro del grupo con el niño pequeño a su costado. Ells se adelanta unos pasos para darles la bienvenida.
perdón por la demora, voy a tratar de volver a la dinámica de antes.
Oh, mis valientes caballeros, no hay palabras que puedan expresar la gratitud que esta humilde madre siente hacia ustedes. Que oscuras horas de angustia hemos pasado sin saber el paradero de nuestro querido Edmund, en manos de esos sucios elfos.
¿Quien sabe que planes tenían esas bestias para mi pequeño?, tiemblo de solo pensarlo.
Pero no quiero entretenerlos más, mi pobre marido también ansía conocerlos. Seguro que él sabrá recompensarlos por su valiente acción.
Adelante, subid a los aposentos, un criado los llevará.
Ante las palabras de la mujer hago una reverencia con la cabeza
Es un honor para nosotros haber podido ayudar. Espero que su hijo no haya sufrido ningún daño. Lamento la muerte de la persona que estaba en la plaza y que portaba el niño en sus brazos en el momento del ataque. No conozco a dicha persona pero imagino que dispondría de vuestra confianza si portaba a vuestro hijo
Muy bien, sé cortés y quizá obtengamos una mayor reconpensa
Sigo a Edain con la reverencia, mas no pronuncio palabras algunas, me pongo a mirar el lugar donde estamos en busca de algo raro
Otin calla y mira, sabe perfectamente que sus toscas palabras desentonarian ante tanta finura... prefiere no meter la pata.
No ha sido nada, cualquiera en nuestro lugar hubiese hecho lo mismo mientras hago una reverencia y le beso la mano.
¿Así que Edmund era el nombre del pequeño que se querían llevar los drows?.
¿Para que querían los drows al pequeño Edmund?, si no es mucha curiosidad por mi parte.
Nosotros no sabemos cual era su propósito. Tampoco sabemos si actuaron por cuenta propia o si fueron enviados por alguien. Hay muchos motivos posibles, considerando que nuestro Edmund es el único heredero a un ducado tan próspero.
Un criado les indica que lo sigan escaleras arriba.
Ummmmmm con tanta escalera, Otin comienza a tener hambre...
Bueno pues vamos, con su permiso señora.
Dicho esto empiez aa subir las escaleras
Ha sido un placer le digo a la señora como despedida con una reverencia.
Me dirijo escaleras arriba.
Un criado los lleva a través de salones de mármol y maderas finísimas, llenos de frescos y esculturas, hasta una puerta en la cual esperan dos soldados y les indica que esperen sentados en grandes asientos mullidos.
Al cabo de varios minutos la puerta se abre y sale de ella el oficial de rango superior que habian conocido en la plaza del mercado. Su cara se encuentra colorada y sudorosa y no les dirige palabra alguna. Sale caminando rapidamente y los guardias se apresuran a seguirlo.
Luego de que el oficial saliera del vestíbulo el criado los invita a pasar a la habitación y cierra la puerta tras ustedes.
El cuarto es claramente un dormitorio. una gran cama adoselada yace en el centro de la habitación y en ella reposa un anciano bastante maltrecho. Al lado de la cama, en un taburete, está sentado un clérigo y junto a él hay un atrio con pergaminos, tinta y plumas.
El anciano se dirige a ustedes.
Bienvenidos, caballeros. Lamento no poder pararme a recibirlos, que es cuanto menos debería hacer por ustedes, pero lamentablemente mi condición no me lo permite.
Mi nombre es Lord Máximus Haldreid y soy soberano de las tierras que rodean Barranco Blanco.
Según me han comentado, ustedes se arrojaron a salvar a mi pequeño hijo sin conocer siquiera su identidad. Francamente, me siento muy impresionado.
Tras deliberarlo con mi fiel consejero y leal sirviente de Waukin, hemos llegado a una idea que nos parece tanto recompensa a su valor como castigo a la negligencia del jefe de la guardia.
Hace ya varios meses ofrecí al Mariscal Jogar unos terrenos en el norte de mis tierras junto con un pequeño fuerte como incentivo a su lealtad y diligencia. Desgraciadamente mi generosidad cayó en saco roto. Ahora creo que es momento de revisar el trato y otorgarles definitivamente la propiedad a ustedes.
Si lo aceptan, me gustaría que se quedaran un par de semanas como mis huéspedes, antes de partir, mientras preparamos las escrituras.
Otín al oir la palabra huespedes le segiere comida y enseguida interviene...
Su amabilidad es infinita. Gustoso me quedaré un par de semanas descansando por aqí después de haber viajado y luchado tanto.
Pero... si no es indiscrepción, ¿sabe quienes fueron los que secuestraron al niño y sus motivos?
¿Que nos va a dar tierras?, no se yo, esto me huele a chamusquina .
Bien, aceptare su ofrecimiento pero...
¿Por que habéis dicho que esto era un castigo para el capitán de la guardia? .
Es un castigo para Jorgar puesto que él iva a reclamar esas tierras en un par de semanas. Él ya está al tanto de mi descisión de no otorgarle la propiedad. Aunque ustedes no tienen por que aceptarla si no quieren.
En cuanto a los secuestradores, no tengo información suficiente para afirmar nada , pero comenzaremos inmediatamente las investigaciones pertinentes.
Esto es mucho más de lo que podía imaginar, ¿recibiremos tierras por eliminar a unos simples drows?
-Es usted sumamente generoso señor digo mientras hago una leve reverencia con la cabeza.
Con voz amable continua hablando
-Espero no parece desconfiado pero...¿podría decirnos qué es exactamente lo que encontraremos allí?. Si no me equivoco la tierra es un bien muy codiciado y quizá necesitemos defenderla ante posibles invasores, lo que nos lleva a la necesidad de personas que nos ayuden a desempeñar dicha labor. Lo que en realidad me gustaría saber es de qué estructuras dispondremos en tales y tierras y de si habrá personas allí que nos puedan ayudar a mantenerlas.
A decir verdad no conozco demasiado sobre la zona. Aparentemente se encuentra en el lindero norte de mis dominios, en una región bastante apartada sobre las montañas.
Por alguna razón hay allí una fortificación, creo que un tunel los comunicaba con una ruta comercial alternativa. Pero desde que yo me encuentro a cargo del ducado no he recibido noticias de movimientos en esa región. De hecho, solo la conozco por vagos comentarios en los archivos militares, dada la lejanía y la poca población de esas tierras ya ni siquiera vale la pena mandar recaudadores de impuestos.
Por otro lado ya tengo demasiados problemas con las rutas actuales como para pensar en reabrir las que ya no funcionan.
Lord Haldreid duda un momento antes de continuar hablando
aunque si ustedes se encargaran de hacerlo y de mantenerlas, estoy seguro que sería un buen negocio para ambos.
Creo que ya hablamos suficiente, y seguramente deben estar cansados y hambrientos. Mi buen consejero les conseguirá algo de comida y habitaciones para dormir.
Continuamos Gente :).
El clérigo se levanta en silencio y les indica que lo sigan fuera de la habitación. Los lleva de regreso al hall central y llama a un par de criados para que sean atendidos.
Si por la mañana siguen interesados en saber acerca del lugar, puedo arreglar que les consigan algunos informes de los archivos del duque.
Les dice antes de despedirse por esta noche.