Partida Rol por web

Dahlan, habíendo analizado rápidamente la situación sin descubrir nada extraño, se dirigió a su compañera.

Altaria, ¿deseas algo para comer o beber?¿Debería pedir habitaciones?

Pues supongo que si. Hemos caminado ya varios dias sin descansar bien. Nos hara bien.

Altaria se sentia incomoda en el lugar, pero su cuerpo necesitaba descanso.

El elfo se acerca a la barra, mirando al posadero para indicarle que se acercara.

Llego a donde se encuentra todo el grupo y en el piso observo el cuerpo chamuscado, cuando akhasia confirma que el cadaver es el del Mago me enfurezco Maldita sea!! este Mago se murio sin decirme lo que necesitaba....quede igual que al principio...

que perdida de tiempo!!

Comienzo a mirar alrededor buscando si hay alguien cerca o si hay alguna pista de lo que pudo haber sucedido...

Decidme buen señor que deseais? exclama mientras se acerca limpiando la jarra que lleva en las manos mirandoos hoy hay muchos visitantes inexperados en esta aldea

Desearíamos una habitación con dos camas, para un día como minimo, tal vez dos o tres. Tambien nos sería util si pudiera facilitarnos un plano del lugar y las zonas cercanas. Por ahora solo sería eso. Dijo Dahland en tono cortés al posadero.

Por supuesto, asi lo tendreis, no os preocupeis, en breve tendreis las habitaciones lista y un plano lo mas sencillo posible

Muchas gracias, amable posadero Dice Dahlan al hombre, volviendose para mirar a Altaria, quien había permanecido en silencio. Vamos a sentarnos mientras está todo listo, ¿te parece?

Dahlan comienza a encaminarse hacia una de las mesas de la posada, volviendose levemente por última vez hacia el hombre. Avisenos por favor cuando todo esté listo y debamos pagarle.

Altaria se sienta en la mesa, esperando a que el posadero le indique su lugar para pasar el dia.

Cuando Dahlan se sienta, Altaria no dejaba de mirar a la ventana que daba hacia fuera de la cuidad.

Dahlan, te has dado cuenta que hemos estado viajando largos dias sin descansar. Hemos llegado al pueblo y lo unico que hemos visto hasta ahora es... nada... -Altaria deja sus cosas sobre el piso, mientras se vuelve hacia el elfo-Por momentos me gustaria poder volver y arreglar las cosas mas encaradamente a los elfos, y no estar vagando sin rumbo fijo...Como una pobre vagabunda sin hogar... Al oirse hablar asi la elfa calla sus palabras, parpadea rapidamente - No hagas caso a mis palabras... Dime, quieres algo de beber?

Dahlan ya había imaginado que escucharía tales palabras por parte de la princesa tarde o temprano, aunque no creía que llegasen tan pronto.

Altaria, entiendo que añores tu antiguo hogar, pues tu vida ha estado siempre entre los linderos del Bosque del Norte con una situación personal más que cómoda. Dahlan hizo una pausa, pensativo de si tenía que hablar el guardián de palacio o el amigo de la fugada princesa. A los pocos instantes, continuó hablando, pues parecía haberse decidido por fin. De todos modos decidme, ¿De verdad deseais volver al lado de quienes no ven más que su propia verdad? ¿Deseais estar doblegada y manipulada por aquellos que jamás dudaron en incriminaros injustamente un crimen no cometido, sin apenas daros opción a la defensa?.

Los ojos de Dahlan eran más que tristes al escucharse hablar. Estaba viendo la verdad sobre la corrupción en los mandatarios de su amada tierra, mas sabía que la princesa no era culpable de nada. No obstante, el noble aguantaba la mirada de la elfa tratando de transmitirle sus sentimientos y su sinceridad.

Alguien allí os odia, mi princesa, y vuestra vuelta probablemente no sería más que una alegría para el traidor. Veros humillada, veros suplicando un perdón. Creo que en estos momentos, no sería cuerdo por vuestra parte el regresar.

No debeis aceptar el castigo de ningun diós, pues los dioses son justos y no existirá tal castigo, más bien diría que debeis aprobechar el exilio impuesto por los ancianos para forjaros tanto física como mentalmente para un día poder volver y solucionar el embrollo sin arrodillaros ante nadie. Debeis ser fuerte en estos días difíciles, Altaria.

Cegada por el orgullo de su sangre, aquel que le habia dado su apellido, la dinastia, y aun mas... Su vida... malentiende las palabras de Dahlan.

Calla, que has de saber sobre tal acontecimiento? Que hayas decidido ser mi guia no quiere decir que debas involucrarte en asuntos d...-la palabras se le atoraron en la garganta forzosamenteDejalo asi. Gracias.

Su sangre hervia con tan solo pensar que habia alguien que plagiaba contra ella.

Ahora que estamos aqui. Que sugieres que hagamos?-Recordando un poco Altaria hacia memoria-Aun no veo nada en este lugar que nos devele un camino seguro.

Maldiciéndose a si mismo en silencio por haber aceptado la petición de Altaria y haber elegido hablar con franqueza ante quien no dejaba de ser su princesa, el noble elfo trató de guardar la compostura.

Sin alzar la voz y manteniendo la calma, Dahlan contestó a las duras palabras.

Llevo casi toda mi vida sirviendo fiel y constantemente a la realeza, Altaria, ese es el motivo por el que estoy al corriente de muchas de las intrigas de la Corte. De todos modos dejaré de hablar de ello, lamento mi intromisión en estos asuntos.

Por otro lado, desgraciadamente no soy vuestro guía, tan solo vuestro compañero en este viaje sin otro rumbo que el que vos decidais tomar. Mi opinión al respecto, es que debemos descansar al menos un par de días aquí. Tal vez no sea seguro, pero no podemos permitirnos el lujo de seguir viajando otro día mas, no resistiríamos. Cuando el posadero nos preste el plano de la zona, buscaremos algúna ruta segura en la dirección que vos tomeis.

Rebuscais y nada encontrais, es extraño al menos si hubiera....aunque tras un rato os parece ver algo que se mueve en el lateral del bosque que se aleja una sombra.