Partida Rol por web

Con suma paciencia ofrezco mis manos al policía para ser detenido, mientras me pone las esposas señalo a un despacho a unas puertas de distancia.

Le repito agente que no quiero fastidiar,alli esta mi jefa, la Doctora Sheppard, Emily Sheppard, ella es la que le puede dar los informes,yo solo soy enfermero y no tengo esos derechos en el hospital.

Nora siguió casi a rastras a su madre hacia aquella segunda puerta custodiada mientras que no dejaba de mirar al local, a la gente que había allí dentro. Y no pudo evitar mirar su vestido y ver su imagen reflejada en el espejo de su casa minutos antes de salir.

-¿Has vito que parecen sacados todos de una revista de modelos? Hay vestidos carisimos, creo que uno o dos de ellos me suenan de haberlos visto en alguna revisata de famosos. Todos van de punta en blanco, ¿sabes si tenemos invitación a alguna bebida? Esto tiene pinta de ser carísimo, no quiero ni saber lo que cuesta una copa en este sitio..

Levantó la mano, enseñando su pulsera, cuando llegaron a la altura de los dos gorilas. Si la chica de antes había entrado allí dentro enseñando la pulsera, con ellas también debería funcionar. Aunque, tenía que reconocer que aquel método no le hacía ninguna gracia, la hacia sentir como si se estuviera colando de mala manera. Y, además, ¿por qué tanto gorila? ¿de donde sacaban a aquellos armarios empotrados? Se descubrió buscando el bulto característico de una pistola bajo la ropa, estaba segura de que ambos llevarían alguna en algún sitio no visible por si aparecía algún tipo de "problema" o con la escusa de "tener la fiesta en paz". Y no le gustaban las pistolas.

- Vaya!!! Me siento doblemente halagado - Mikael responde a la sonrisa de la joven sonriendo a su vez - Por un lado, por la atención de Kraine, sea quién sea, y por el otro, por enviar una compañía tan atractiva, si no te ofende el que te lo digan.

Resultaba llamativo que la joven no parecía demasiado preocupada por tener que acompañar a alguien ''marcado'' como él; tenía un aire de autosuficiencia ante la situación. ''Tiene, o cree tener, todo bajo control. Espero que esa creencia esté respaldada por los hechos''.

Bebió un sorbo del capuchino, terminándolo casi. 

- Listo, ya podemos irnos... estoy en tus manos. - mientras le dedicaba una amplia sonrisa

Sin embargo, la referencia al amanecer no pasó desapercibida al informático. Era muy ambigua, pero en su mente seguía estando presente lo que había visto en esos archivos y una palabra le encendía su alarma interior: vampiros.

Las conexiones neuronales son algo curioso. De pronto, solo pudo pensar en cómo se diría 'Hay más cosas en el cielo y la tierra de lo que sueña tu filosofía, Horacio' en el original klingon.

Antes de terminar de perderse entre la multitud mira a Alexis y a la vez que le sube un pulgar afirma con la cabeza en señal de agradecimiento.

Por lo visto Alexis vivía la vida de vampiro como si se tratase de un show televisivo y eligiendo sus favoritos entre los recien llegados. Observando lo que ocurre a su alrededor y evitando intervenir a no ser que fuese necesario o en su propio beneficio. - Todo se verá a su debido tiempo - pensó mientras hacía memoria de a que personas le había dicho Brain que no se acercase.

Entonces vió al señor Du Pui y decidió acercarse, pero recordó una frase de Brain:

… mi obligación es presentarte al príncipe…

Eso significaba que no pasaba nada por no darse a conocer al resto de personas. Ya había elegido a quien se quería dar a conocer, una de forma intencionada y a la otra de forma casual.

Tenía curiosidad por saber que estaría ocurriendo entre Rachel y Kraine, así que optó por irse en dirección por donde los dos habían salido, así que con discreción y sin levantar sospechas se asomó y miró fuera de la sala.

La pareja mira extrañada a Rose, especialmente la chica con cara como de “de que va esta tía”, pero no dicen nada. Al ver que Rose se queda parada allí parece que al principio no le prestan atención, pero después tras casi 10 minutos empiezan a cuchichear entre ellos, es la chica la que grita:

Hey tú, vete ya de ahí que molestas

La chica lanza una piedra contra Rose la cual no se da cuenta de que se la tira y le da en la espalda, los dos chicos se ríen mientras es el chico ahora el que dice:

Venga tia, vete a dar por culo a otro sitio anda, loca

Tras unos segundos de silencio en los que se podía escuchar la calle dice:

Si… lo recuerdo, recuerdo que me lo dijo… ahora el Señor Du Pui está realmente ocupado, pero podemos quedar… ¿conoce la cafetería que está en la quinta con la sexta? Es un lugar tranquilo donde podremos hablar de negocios

Decía el hombre, el lugar era un lugar tranquilo, una de esas cafeterías que tiene horario hasta tarde que es visitada por hípster que quieren leer en sus móviles, portátiles y tablets ultimo modelo.

La mujer mira a las dos mujeres, tras unos segundos dice:

Supongo que, aunque habéis aguantado bastante bien os habréis dado cuenta de que es lo que me refiero… esta pequeña llama

Dice mientras con un simple movimiento de su mano desaparece:

Es poco más que lo que emite una vela y os ha asustado… pero no a vosotras, sino a vuestra bestia interior… vuestra bestia interior teme el fuego, es una de las cosas que más teme… tened mucho cuidado.

Alexandra decide sentarse en una silla que hay no muy lejos de allí y tras mirarlas unos momentos dice:

Como iba diciendo… ahora ambas sois mis aprendices… pero es un privilegio que tenéis que ser capaces de mantener y también me refiero a que tenéis que aprender a manteneros con vida vosotras mismas… bueno, más que vivas… no-vivas, porque si, estáis muertas.

La mujer mira las posibles reacciones y añade:

Como he dicho podéis preguntarme lo que queráis, vuestras lecciones empezaran mañana, no hay prisa, tenemos toda la eternidad… hoy os resolveré las primeras cuestiones que tendréis y os dejare asumir vuestra nueva condición.

El policía se queda unos momentos mirando y dice:

Muy bien… márchese… pero mañana acuda a comisaria a declarar… allí se le tomara declaración

Los policías se marchan en dirección a donde le habías indicado, mientras la enfermera que estaba al lado se acerca:

¿Estás bien?... que está pasando con la policía últimamente… pero no ven que hemos sido aquí las victimas… te tratan como si tu fueras un delincuente…

La sala era bastante más íntima, aunque del mismo tamaño que la anterior, había un escenario en la parte central y varias mesas y reservados alrededor de este. La decoración era algo anticuada, con cuadros y con toda clase de cosas que recordaban a Francia, lo cual contrastaba un poco con lo que un americano podría imaginar del país galo.

Allí había una barra atendida por un chico y una chica que llevaban bebidas a las personas que había en el lugar prácticamente sin que estos les dijeran nada. En uno de los reservados estaba la chica que habían visto entrar, esta estaba aparentemente leyendo distraídamente un libro mientras tenía una bebida de color rojizo en su mesa, parecía un Bloody Mary.

No muy lejos estaba el señor Thomsom, junto al escenario hablando con un par de chicos que por sus ropas debían ser los técnicos de sonido o iluminación del lugar puesto que parecía que estaban ultimando algunos detalles.

La chica mira a Mikael y asiente mientras dice:

No negare lo evidente…

Cuando este término y dijo que podían marcharse la chica se pone de pie, a Mikael no se le escapo que no toco en ningún momento su bebida. La chica toma su abrigo, uno bastante grande y dice:

Pues vamos… caminemos un rato

Decía mientras salía de allí. Apenas anduvieron un par de calles la chica se detiene y saca algo de su bolsillo, es una pistola, una Beretta M92, mientras te la tiende dice:

Por si acaso… de todas formas no te separes de mí y no te pasara nada

Decía mientras ofrecía el arma, la mujer mira de reojo hacia atrás, parecía algo más seria mientras te daba el arma.

Justo cuando se disponía a salir aquella mujer que entro y que todos la miraron se acerca a Jeremy y le habla:

Que descortés por vuestra parte no presentaros como es debido… debéis ser sin duda el nuevo vástago de… el señor Gambit

Se queda unos momentos observando, la mujer transmitía una sensación algo extraña, era como si estuvieras viendo a alguien impresionante, su sola presencia helaría la sangre de más de uno y sus movimientos elegantes y estudiados eran en cierta forma hipnóticos, casi tanto como los de la serpiente que llevaba al cuello como adorno, como perfecto complemento a la corona que llevaba puesta sobre su cabeza y al carísimo vestido.

La mujer se queda unos momentos observando a los ojos a Jaremy como esperando algunas palabras por parte de este. Jeremy puede darse cuenta que de pronto se ha ganado el interés de más de uno de los presentes en ese lugar y que Du Pui le mira con cierto desagrado

soy una gran amante del arte, de forma muy diferente a la del … ¿señor? Du Pui… que no es capaz de ver el auténtico arte… quedándose únicamente en el exterior

No puedo más que sonreír al ver como Du Pui agasaja a Madame La Comtese, al parecer ignorante sobre el respeto, mas bien escaso, que esta profesa por su manera de entender el Arte e imagino que, por extensión, hacia su empalagosa persona.

Un Clan de les gitans? - regreso a la vera de Monsieur Stevenson -. Realmente todavía no alcanzo a comprender qué relación pueda tener Mademoiselle Kim con esos individuos - algo en mi fuero interno, La Bête, me impele a desconfiar de los mismos: Mentirosos! Ruge dentro de mi -. Me ha parecido incluso curioso que Kim refiriera algo acerca de su... olor corporal, como algo que desaprobara en los de dicha estirpe - refiero... Tal vez usted pudiera aclararme qué oscuros pactos mantienen unos con otros, algo mas alla de lo superfluo y evidente. 

-Sí la conozco- aunque descendiente de franceses soy un neoyorkino a muerte- por mi perfecto ahí estaré ¿a que hora estaría bien?- Le digo tranquilamente mientras miro mi cartera y mis bolsillos buscando billetes después de la juerga de ayer y alguna "cosa" más

Aunque la piedra no me habia hecho mucho daño como para desangrarme, seguro que mañana tendria un moraton un moraton, me habia molesto bastante que me la lanzaran, me gire enfadada hacia los chicos- Sabeis? este es un pais libre y si me quiero tirar toda la noche plantada aqui puedo, no es que este en una propiedad privada precisamente para que me podais echar, esto es una via publica - miraba a ambos chicos ya que no sabia cual de los dos me habia tirado la piedra Pero si quereis que me vaya,  entonces tendreis que llamar a la policia y que me echen ellos... yo podria explicarle sin problema que habia quedado con una persona y que he sido molestada con insultos, faltas de respeto y que he recibido una agresion por vuestra parte - me cruce de brazos mirandolos fijamente, si ellos se iban a quedar plantados toda la noche alli, por que yo no? Ni que el edificio fuera de esos gilipollas. - Que son, los porteros? - pensaba.
Habia intentado ser amable pero la paciencia tenia un limite y bueno, si tenia que ir a juicio con esos pardillos, no tenia problema, tenia pruebas: Ademas del moraton que tenia en la espalda, las camaras de trafico fijo que lo habian grabado todo, desde que llegue a esta hora. La policia podia tomarlas para comprobar que decia la verdad, ademas de que tomarian todos nuestros datos cuando llegaran, todo estaba en contra de esos chicos.No es que fueran a acabar en la carcel 5 años, pero una compensacion economica tendrian que darme e intentaria quitarles todo el dinero que pudiera, solo por joder. 

-Mira... allí está Bran Thompson, el hombre del que te hablé. -Dio un vistazo al local, que era distinto a como lo había imaginado. No le extrañó el ambiente francés, ya que Du Pui debía ser de ése país. Pero sí la clasicidad que rezumaba por cada rincón.- No veo a nuestro anfitrión, quizá está en algún reservado poco iluminado, o quizá no ha llegado todavía.

Lo más lógico era dirigirse al hombre que la había invitado a actuar, aunque fuera para un tercero, así que se acercó a él, esperando no interrumpir su conversación con los técnicos.

-Mr.Thompson... aquí me tiene. Como me indicó, he venido acompañada. Esta es mi hija, Nora. Hija, Bran Thompson, mano derecha del Sr. DuPui. -Esperó a que se saludaran, y prosiguió.- He venido con mi Stradivarius, y estoy preparada. No sé si se requiere alguna pieza en concreto para el programa de esta noche, yo por si acaso puedo sugerirles varios, depende del estilo de música que deseen escuchar.

El clíma está frío... Mikael apenas si puede soportarlo con la ropa que tenía al momento de salir huyendo de su propia casa, solo espera llegar pronto a algún refugio ''En todo caso, será antes del amanecer'', recordó.

Cuando se habían alejado unos pasos del bar, Mara saca algo de su bolsillo y se lo ofrece. El rostro de la joven reflejaba una seriedad que no había mostrado en toda la conversasión anteriormente y Mikael pronto comprendió el motivo: no era cualquier objeto lo que le estaba ofreciendo, era un arma.

El muchacho dudo un instante. Nunca había usado una, ni siquiera en una práctica de adolescente.

- Mara ¿realmente crees que es necesario? No voy a mentirte ... hacerlo sería sumamente estúpido de mi parte dada las circunstancia ... yo jamás utilicé un arma de fuego; podría apretar un gatillo con el cañon apuntando para un lado, pero eso no significa que pueda hacerlo bien, ¿verdad?

Se queda mirando un instante la mano extendida con el obsequio. ''Aunque sea un placebo, tal vez sea mejor que nada'', decide, y extiende su mano para tomarla. Antes de hacerlo, simplemente pregunta, pese a estar seguro de la respuesta.

- ¿Vos tenés otra, cierto? Digo ... no creo que fuera conveniente que te quedes desarmada... - Es quizás una cortesía: resulta evidente que Mara no es el tipo de mujer que anda sin defensas por la noche, así que la toma.

- ¿Tiene el seguro puesto? ¿Cómo se quita? - Es la hora de ser práctico ''No creo que pueda ponerse en modo aturdir, Capitán Kirk''

Me despido de los policias ofreciendoles la mano,que no digan que no soy educado y en cuando oigo a la enfermera me giro hacia ella con la mejor de mis sonrisas.

Hola...,pues si como delincuentes y mira.... me levanto la camisola del pijama, lleno de hematomas, por cierto como en una hora,quizas un poco mas salgo y la verdad  que pensaba desayunar en Pietro´s, si quieres ven,te invito y hablamos mas tranquilos olvidando este turno tan subrealista,te apetece?

- Pues, me alegro que anduviera, y por favor, no te preocupes. ¡No podrías haber sido más puntual! Bueno, ¿te parece si vamos? No sé que hora es, ¡pero no me gustaría perderme la reserva! -

Las cosas parecían marchar sobre ruedas, ahora quedaba dar la última hilada a mi plan.

- He elegido un lugar bastante bueno, y le he caído bien al dueño. Ha preparado una cena especial, se podría decir que una sorpresa, aunque no me ha contado mucho sobre de que se trata... Ha sido un gesto muy amable de su parte. -

Mientras la rubia trataba de tranquilizarse por el pánico que sintió al ver esa simple llama, se percató que no sentía el latir de su corazón y que no necesitaba respirar. Tal shock la superó y se quedó en un profundo silencio añadiendo a que no inhalaba, casi como si fuera una imagen en pausa que reflexionaba acerca de todo lo que estaba pasando.

¿Esa bestia? Neylan lo relacionó como a una especie de instinto más desarrollado, con vida propia incluso porque la dominó por breves segundos. ¿Ese era el precio a pagar para sobrevivir? Si era así, entonces simplemente continuaba con su idea de seguir a pesar de todo.

Alexandra confirmó sus sospechas de que estaban muertas... y si eso no fuera suficiente, sintió un gran nervio que la invadía y debía sobreponerse de esas emociones que querían nublar su mente. Ya no quiso mandar mensajes a su amiga, no ahora... no podía, no tenía la fuerza para ello, solo se limitó a acercarse a donde estaba originalmente para guardar su teléfono. Tal vez cuando estuviera mejor la contactaría, pues en estos instantes intentaba calmarse del miedo al fuego y saber que era un cadáver andante.

¿Puedo ir luego a mi departamento? 

Su gata, Sofy, estaría sola. Tenía comida suficiente, pero no aguantaría mucho tiempo.

El hombre mira a Liberty y estira las manos haciéndole entrega de una nota mientras dice:

He venido a entregarle esta carta… su excelencia La Condesa se la envía

El hombre se gira tras un escueto saludo y se marcha sin decir nada, incluso si Liberty le trata de detener o dice algo no se detiene. La mujer puede ver como en la calle hay algunos curiosos mirando a aquel llamativo hombre y algunos de sus vecinos incluso la miran a ella sorprendida. Si decide leer la nota puede ver que, con una delicada y elaborada caligrafía, como la que había en los libros antiguos está escrito

Permítame citarla esta noche en mi morada, ha llegado a mis oídos la situación en la que se encuentra de desempleo y creo que tengo cierta información que podría ser de su interés.

Atentamente La Condesa de York