Partida Rol por web

Las diferentes demostraciones de talento de mis improvisados compañeros,parecen hacer mella en nuestros oponentes.
Es preciso darse prisa en acabar pues, la situación puede volverse insostenible en cualquier momento.
Con la vista fija en el individuo al que he atacado anteriormente, desenvaino mi katana y no dudo en atacar.
Conforme desenvaino lanzo un rápido tajo sobre el cuello del enemigo que tengo delante.
Y aprovechando el movimiento, giro mis muñecas para lanzar un segundo golpe sobre el mismo objetivo.
Aunque la trayectoria es buena, mi enemigo logra amortiguar el golpe dando un paso atrás.
Quedo por tanto en posición de guardia listo para repeler su contra mientras presto atención a mi entorno.
Y sin levantar la voz, digo.
No perdamos demasiado tiempo aquí. Pues tengo la sensacion de que estos son, tan solo, esbirros sacrificables.

Aparezco delante de la criatura que se acaba de quitar la capa, solo un instante, dando un fuerte golpetazo empuñando la espada a dos manos y golpeando de abajo arriba, afianzandome tanto en el suelo que algunas de las piedrecillas debajo de mis botas se rompen.

Despues vuelvo a desaparecer de la vista

El combate es dificil, parece qeu ellos son fuertes, incluso esta comenzando a llover fuego ahora del cielo. Frizt lanza un golpe y acaba con su enemigo con rapidez convirtiendole en un amasijo de hierros o algo asi si se puede considerar.

Blahu levanta las manos como creando algo en el cielo, el fuego es repelido por una especie de escudo tnato a el como a los que se encuentran a su lado. El extraño vuelve a golpear y a dañar al ser que tiene a su lado. El dragon que hay sobre la catedral comienza a hacer una agujero en su techo como si buscara algo.

- ¡¿Eso es todo lo qué podéis hacer escoria?!, ¡Os falta mucho más para hacer frente a hombres libres! -

Bufando como un animal Erik descargó el mismo golpe una y otra vez incesantemente sobre el enemigo más cercano. Ajeno a todo lo que le rodeaba no se detuvo hasta que su arma rompió la guardia de su adversario, el frío invernal se abrió paso por la piel de aquel desdichado, marcando dolorosamente su cuerpo con una herida que pocos podrían olvidar.

Pero incluso tras un golpe tras violento la furia de aquel loco no cesaba, gruñendo como un jabalí salvaje embadurnado en la sangre de sus victimas sus espadazos se sucedían una o otra vez, el hombre que había tras esa armadura se había ido, dejando a una bestia ávida de venganza.

Uno mas cae, al suelo destrozado en pedazos por la furia de Erick mientras los caballeros han dado un paso atrs para buscar algo con lo que acabar con el dragon y con el estropico que esta causando.

Frey recibe una de las gotas en su cuerpo y le produce una quemadura.

Ante la ferocidad del dragón sobre el templo, alzo mi mirada hacia él, mientras pienso con celeridad, buscando en mi mente cualquier idea con la que frenar el estropicio que este está causando en el edificio.

Maldita sea, está buscando algo, y lo que sea, está dentro! - me digo a mi mismo, antes de volverme hacia el templo y echar a correr a su interior.

Los rugidos del dragón retumban por toda la plaza sobreponiendose, incluso, al entrechocar del acero que se produce en nuestro combate.
Cerca de mi, una de esas gotas ígneas cae sobre la túnica de uno de mis compañeros y ahora, a la algarabía general, se suman los alaridos del afectado pues las llamas empiezan a devorar sus ropajes.
Pero no permito que eso desvíe mi atención de mis oponentes.
Uno de estos demonios, cae ante la acometida de otro de mis compañeros.
Y al ver el resultado del ataque, asiento imperceptiblemente.
De pronto, me agacho y salto hacia delante pues he visto una nueva oportunidad.
La hoja de mi katana se desliza por debajo de la guardia de otro de nuestros enemigos perforando su coraza.
Mi oponente trastabilla y yo libero mi katana de sus entrañas con un seco tirón.
Me hago un paso a la derecha y, demasiado rápido para ser vista, mi hoja describe un arco vertical para acabar impactando en el cuello de mi rival.
Y yo, sin apenas alzar la voz, tan solo digo.
Dos.

Algo pasa, no sabeis, bine que es pero el dragon saca algo de la iglesia, una caja de color negro del tamaño para albergar a alguien dentro, la tira contra el suelo y se rompe.

De su interior surge una maraña negra que se comienza a aremolinar  en el recien llegado tomando su cuerpo y sonriendo mientras la lluvia se hace mas fuerte y Frey sufre mas daño.

Vamos lagartija!

Grito adoptando una postura marcial, posiblemente solo apreciable para el dragon por mi invisibilidad, aunque le seguire pareciendo un tanto borroso

Tus compañeros no son rival para mi, pero es normal que sea un ejercito tan flojo si tienen en sus filas al unico dragon del mundo que es tan cobarde de no bajar a pelear contra criaturas que cualquier dragon digno de ese nombre consideraria inferior. ¿o es que solo eres un drako crecidito y teñido de rojo?

El dragon os mira, clava su mirada en el enano mientras sus ollares se inflaman y una llamarada surge de su garganta quemadno el cielo y hirviendo el agua que cae de las nubes.

Se ha cabreado de eso podeis estar seguros, salta al suelo tan cerca que podeis notar su aliento y su pestidez putrida en cada poro de su piel. PArece decidido a comer hoy carne de enano cruda

Doclan se giró cuando la llamarada pasó muy cerca, hirviendo el aire cercano a medida que el vapor de la lluvia se extendía por el lugar. Pisó sin miramientos el cadáver del último asaltante mientras sus músculos se preparaban para lanzarse a la carrera.

Justo cuando el Dragón apoyó sus cuartos sobre el suelo Erik se lanzó a la carrera contra el, no había ningún resto de razón en su mirada, aquella criatura solo era otro enemigo y uno de los dos tenía que morir en aquel lugar destrozado.

Su arma descendió con violencia contra esas escamas acorazadas, provocando un fuerte ruido cuando el metal se estrelló contra esa armadura natural.

Tras las palabras del enano, me giro con rapidez prestando toda mi atención al dragón.
Y como era de preever, a este no es que le haya sentado muy bien la provocacion.
No me cuesta nada hacerme a un lado y envainar mi katana al ver como el dragón inhala antes de soltar su llamarada.
Y tampoco me cuesta mantener el equilibrio cuando tiembla el suelo al posarse el dragón ante nosotros.
De pronto, otros dos kunais aparecen en mis manos y apuntando a uno de los ojos del dragón, hago mi lanzamiento.
Uno de mis proyectiles, se pierde en la oscuridad, pero el otro, parece que logra llegar al objetivo.
Por tanto, no pierdo ni un apice de tiempo en desenvainar de nuevo mientras digo.
Atentos a su reaccion. Espero al menos, haberle terminado de enfurecer. De ese modo, no podra pensar demasiado en alguna estrategia.

El dragon, azul como podeis ver tiene:

Ca: 23

Inmunidades: Tiradme un saber dragones o un saber naturaleza para saberlas ^^

Eric das asi que tirame el daño y el enano que haga algo que ya que lo ha cabreado que lo arregle xd

Intento visualizar la situación, y lanzar de nuevo mis energia para congelar a los extraños golems.