Partida Rol por web

Al sentir al dragon doy un paso adelante, golpeando con los ojos cerrados, buscando el punto debil que se que puedo sentir, y pasando la katana justo entre dos filas de escamas, haciendo una profunda herida, cortando como si fuera mantequilla

Recordando algo sabes que son inmunes a la electricidad y que posiblemente no le llegue todo el daño, eso si esa extraña gema que tiene en la frente no te suena de nada, es como si fuera otro tipo de dragon.

Las heridas hacen mella en el animal, parece que bastante pero algo pasa. Le brilla un punto en la frente y las heridas se cierran de nuevo, no sabeis exactamente que puede pasar alli. MIentras algo grita, una voz femenina que no sabeis muy bien de donde, vuelve a llover con mas fuerza y  el suelo a llenarse de barro rojo, sangre y tierra, unas manos salen del suelo intentnado cogeros las piernas.

Observo detenidamente a nuestro terrible rival y he aquí que descubro, que nuestros ataques no parecen hacer mella en el.
Y por si no fuera suficiente, el suelo comienza abrirse y brazos, quizas de muertos de otras épocas, pugnan por agarrarnos.
Salto entre las garras que intentan atraparme mientras, de nuevo, dos kunais aparecen en mis manos.
Y mientras prosigo mi danza en medio de la plaza, mantengo mi vista fija en un punto en particular.
La joya que parece brillar con luz propia en la frente del Dragón.
Al fin logro un buen ángulo de tiro. Y he aquí que las garras que van asomando, tratan ahora de agarrar a alguno de mis compañeros. No necesito mas para intentar el lanzamiento.
Mis dos últimos Kunais, vuelan hacia el objetivo. Uno parece perderse en medio de las sombras, pero, con un poco de suerte, quizá el otro logre impactar.
Apenas termino el lanzamiento, cuando ya mis manos empuñan de nuevo mi katana tras desenvainarla.
Y solo entonces me permito echar un breve vistazo a mi alrededor mientras digo con el tono de voz justo para que solo mis compañeros me oigan.
Seguid alertas, pues parece que también hemos logrado llamar la atención de algún nigromante. Si alguien logra divisarlo, que no dude en avisar.

Al ver la caja negra que el dragon tiene a bien sacar de la iglesia, detengo mis apresurados pasos y me vuelvo en dicha dirección, paseando mi nerviosa mirada de la negra sustancia que surge de la caja a la inmensa criatura, ahora embravecida a causa del enano.

Ya era un digno rival, pero ahora, enfurecido será mucho peor. - me digo a mi mismo antes de alzar mi espada y lanzarme sobre la criatura, dispuesto, como el que más, a acabar con su vida.

Rápidamente, y aprovechando que la criatura se centra en el enano, me sitúo en uno de sus flancos, y sin pensarlo más que lo necesario, golpeo con mi arma, buscando un resquicio entre sus escamas, el cual encuentro con facilidad, y por donde mi espada se adentra hasta su carne, perforándola. Satisfecho, y aún sintiendo una calidad sensación de triunfo al sentir mi arma en el interior del dragón, libero el poder que contiene mi filo, aumentando así el dolor y la herida infligida....

El pobre gnomo parecía sobrepasado por la situación, nigromantes atacando una ciudad, lluvia de sangre, un dragón... pero eso era un decir, pues pocos pueden predecir las reacciones de criaturas tan extrañas.

Desde el primer momento pensó que esa era una fantástica opción para una épica historia donde relatar las aventuras de grandes héroes defendiendo la ciudad, pero la aparición del dragón había sido estelar. Era un momento increíble. Los versos le venían en mente con fluidez, había encontrado la inspiración en ese momento. Justo en el momento más álgido de la batalla.

Pero todo esto cambió. La voz de una mujer se oía entre todo el barullo de la batalla ¡Una dama en apuros! Todos los bravos guerreros estaban dedicados a combatir al dragón, un adversario terrible. Pero no podían dejar aquella mujer sola. Necesitaba ayuda.

Así, el valiente gnomo, o necio según se mire, guardó presto su instrumento de composición y agarró con fuerza su martillo ganchudo gnomo corriendo raudo a salvar a esa dama en apuros.

Sangre , caos , dolor , pena , todo me rodea y me asalta como si fuera una enfermedad.Miasmas de sufrimiento. Mientras vuelo alrededor de la plaza hace aparición en dragón , y con el se desata el pandemónium.No puedo quedarme sin hacer nada pero ..... DE repente veo como uno de los hombres que estaban con la Elfa trata de golpear algún punto brillante en su frente, y entonces el suelo se abre bajo sus pies y oleadas de muertos vivientes parecen surgir de entre las grietas del suelo , tal vez heraldos de antiguas guerras , tal vez demonios del inframundo.
Inefablemente no puedo evitarlos mas ,es el momento de actuar , tal ves logre dar alguna ayuda a estos magníficos campeones. haciendo acopio de todo el valor que soy capazs de reunir me abalanzo directamente contra la frente del dragón, e intento golpear allí donde el ninja trato de clavar sus kunais, mientras taro que la justicia divina dote de poder a mi ataque,pero mi corazón no esta con mis acciones y veo como mi pulo rebota con poca fuerza contra un lateral de su cabeza. tal vez logre sobrevivir para arrepentirme.

Me coloco delante del dragon, haciendo una extraña floritura que no le acierta ni de lejos, pero parece que mi postura al hacerla toma una posicion mucho mas determinada, y una sonrisa aparece en mis labios

Normalmente cualquier guerrero se daría cuenta de que las heridas del Dragón se habían cerrado. Pero en la mente fragmentada de Doclan solo aparecía la figura de un adversario aun en pie, manteniendo el desafío de cada pelea en donde forzosamente un bando debe partir hacia el más allá.

Erik levantó su arma esperando el momento adecuado, hasta que con un grito seguido de un salto totalmente suicida descargó un golpe totalmente brutal contra el cuello de la criatura. Las escamas duras como el mejor acero se apartarón impotentes ante la furia irracional de aquel hombre, que a pesar de bañarse en la sangre del Dragón continuó atacando su enorme cuerpo como si el combate presente fuera el único propósito de su alocada existencia.

A darme cuenta del extraño cristal de la frente del dragon grito a los demás :- Atacad a la gema¡¡¡¡- Mientrás lanzo un conjuro de misil magico a la misma. Mientrás intento retirarme para dejar paso a los guerreros, pues una de sus zarpas podría hacerme trizas. Y busco a mi salvadora la sacerdotisa drow, no quisiera que recibiera daño, por estar por las cercanias...

El ataque de Eric es letal, con un arco certero y perfecto decapita al dragon, pero la gema de su cuerpo aun brilla un segundo calcinando la cabeza antes de que llegue a tocar el suelo y que  el rayo llegue a impactarle. Aun os queda descubrir ese grito y que es eso que esta cubriendo a ese extraño.

El gnomo consigue hacer algo de esfuerzo y ha localizado a la dama en un lateral, en una casa, se oyen tambien ruidos de pelea y ademas hay algo mas como si... no puede precisarlo. Pero tanto los constructos que quedan como el cuerpo del dragon se estan pudriendo a velocidades gigantescas.

Consigues mas o menos hacerte una idea de donde esta la dama en apuros, te acercas hacia la ventana que esta abierta y miras dentro, hay tres encapuchados, dos cadaveres en el suelo, una muchacha de unos dieciseis cubierta de sangre gritando mientras intenta protegerse del posbile ataque que la vayan a realizar.

Observo rápidamente la situación, fijándome especialmente en los encapuchados. Luego, me dirijo hacia la puerta de la casa, no sin antes lanzar un maravilloso conjuro de disfrazarse, para parecerse a uno de ellos, así como un hechizo de ventrilocuismo para semejar la voz de esos hombres... les sería fácil habiendo escuchado la cadencia de su voz.

Esperaba que esto fuera suficiente, debía rescatar a esa dama en apuros!!!

Al fin cae el Dragón bajo el ataque de uno de los guerreros. Y casi inmediatamente, tanto su enorme masa como los entes contra los que habíamos combatido anteriormente, comienzan a desaparecer.
No es algo que me sorprenda, pues es evidente que alguna voluntad rige los hechos acaecidos.
Miro por tanto a mi alrededor hasta que localizo el edificio desde el que ha resonado un aullido.
Sin envainar mi arma, pues ya no me quedan cuchillos arrojadizos, opto por acercarme con cierta cautela.
Y asi, de sombra en sombra, voy aproximandome hacia el lugar con todos mis sentidos alertas.

Este Erik sin ninguna duda tiene mano con los dragones... Pero parece que no ha acabado todo, asi que me dirijo hacia la zona del grito a toda velocidad, volviendo a desaparecer por el camino, y atento a lo que pueda estar oculto

Consigues mas o menos hacerte una idea de donde esta la dama en apuros, te acercas hacia la ventana que esta abierta y miras dentro, hay tres encapuchados, dos cadaveres en el suelo, una muchacha de unos dieciseis cubierta de sangre gritando mientras intenta protegerse del posbile ataque que la vayan a realizar.

Con sumo cuidado, atisbo por una ventana en el interior de la casa. Y apenas tardo unos segundos en descubrir a la artífice de los gritos.
Su situación, parece desesperada.
Miro por los alrededores pues no quiero llevarme ninguna sorpresa desagradable tras no ver nada que pueda suponer una amenaza, me preparo para entrar en acción.
Tenso los músculos de mis piernas y salto a través del marco de la ventana.
Aterrizo sobre el piso de la habitación flexionando las rodillas y, sin dudarlo, descargo mi hoja sobre uno de los agresores.
El filo de mi acero parece hacer mella en mi sorprendido oponente al tiempo que los otros dos se giran sorprendidos por mi aparición.

Cargando rapidamente aparezco delante del otro encapuchado, descargando un rapido golpe aprovechando que no me ha podido ver, mientras mi espada se cubre de una ligera luz verde, antes de volver a desaparecer, mientras la pixie sentada en mi hombro le señala amenazadoramente y grita con su vocecita aguda

Devolvedme mi espadin ya, o lo volvera a hacer!!

Flinch consigue mientras sus amigos atacan, convertirse en uno mas o menos para hacerse pasar por ellos.  Frizt golpea a uno y lo hiere callendo al suelo en dos, mientras el otro golpe hace que otro pierda un brazo y caiga al suelo muerto mientras se termina de desangrar.

El que queda mira al "gnomo" y hace un gesto para que se rindan o para que escapen es cosa de ellos...