Partida Rol por web

El castillo de asedio en ruinas, más conocido como "la Fortaleza Caída" por los aventureros y saqueadores que pretenden visitarla, se erige imponente sobre la tierra revuelta de Tierras Túmulo. Sin ninguna puerta o ventana que estropee la perfectamente pulida pared de piedra, la torre tiene una planta en forma de trébol; pero el ala este se ha derrumbado, dejando los pisos accesibles al interior. Sólo el nivel más alto permanece intacto. 

Al nivel del suelo, los escombros enmarcan un enorme agujero en el lado del edificio os da acceso al oscuro interior de la torre.

No sabemos si dentro habrá luz, y no quiero quedarnos totalmente a oscuras. Alain lo mejor es que vayas delante y echaré un conjuro que hará que tu espada ilumine igual que una antorcha. ¿Te parece bien?

Mientras decía esto, miraba al cielo.

Ya es medio día, un poco mas tarde posiblemente. Mejor paremos a tomar algo de almuerzo y así tendremos fuerzas. Despues entraremos tranquilamente ¿o preferís entrar ya?

Asintiendo ante las palabras de Xanorin, Saeko piensa que así no tendrán que usar los cetros solares de que disponen para ver algo en la oscuridad.

- Como decida el resto. Si queréis comer algo, lo haremos. Si no, entremos de una vez.

La joven ninja se impacientaba, una vez que estaba cerca de, posiblemente, encontrar algunas riquezas. El dinero no le vendría nada mal, pues lo había pasado francamente mal no hacía mucho.

Había dejado escondido al tengu y se reunió con el resto del grupo.

- Entremos ya, si os parece bien. Cuanto menos tardemos, menos opciones de que escape el prisionero.

Dijo para explicar los motivos de su prisa.

- Lanzaré luz sobre nuestras armas. Vayamos Alain y yo delante, con Damiel entre los dos, un paso atrás. O, bueno, quizá Saeko quiera echar un vistazo antes, cerca pero desde fuera, sigilosamente. En ese caso, la dejamos ir delante.

Damiel simplemente se queda por la zona, observando la torre con la mirada, contando los pisos e intentando ver si hay movimiento en las zonas derrumbadas o en las ventanas.

Te fijas en que, utilizando los escombros que han caído desde la torre, es posible entrar a los pisos superiores escalando.

- Vamos muchachos, mientras antes entremos antes saldremos.- Dijo Alain ofreciendo su espada Xanorin para que utilizara su magia. No sabía porque, pero había algo que no le gustaba de aquel lugar.

-De acuerdo entonces, entremos pues.

Con un pequeño gesto toco con el dedo índice toque la espada de Alain y digo. -Que la luz guíe tus pasos en la mas profunda oscuridad. - Tras esto, la espada comienza a iluminar como si de una antorcha se tratase.

-El efecto dura diez minutos desde este momento; no perdamos tiempo.

Tras estas palabras, espero a que entren un par de compañeros delante para después ir yo en el centro junto con Damiel.

Esperad - Damiel hace un gesto con la mano para que sus compañeros se detuviesen.- No es necesario que entremos por ahí, si escalamos entre los escombros podríamos entrar directamente a uno de los pisos superiores. El elfo señala la zona mientras lo comenta. Con ello nos saltaríamos las primeras plantas, tanto sus trampas como sus posibles tesoros.

- Por mi perfecto, lo bueno siempre está en el último piso.- Dijo Alain, y le guiñó un ojo a Saeko.
Antes de empezar a subir la torre, le susurró a Saphira en la oreja que avisara si viera algo raro.

Cuando escuchó la idea del elfo le pareció bastante buena, pero después, al escuchar al caballero, se puso a dudar.

- Vas a tener que dejar tu caballo fuera y si hay algún animal peligroso o monstruo en la planta baja, podría atacarle.

La verdad es que no estaba muy claro lo que había que hacer con el caballo.

- Sería genial poder saltar una planta y luego volver si tenemos fuerzas, pero si tu caballo va a estar a salvo. ¿Si lo dejas suelto estará bien?

Preguntó.

- Tranquilo, Saphira es un caballo de combate, y como tal sabe defenderse bastante bien de cualquier situación. Ni te imaginas la de veces que me ha salvado la vida.

El clérigo, que era bastante precavido por naturaleza, asintió. - En ese caso intentemos trepar.

-Antes de que hagáis alguna tontería, recordad que en la planta baja podría haber criaturas guardianas, y no me gustaría que nos sorprendieran estando arriba contra otro tipo de enemigo.

La incomodidad que sentía ante tal idea era bastante obvia, pero también quería retrasar el hacer ese esfuerzo físico, pues nunca había sido mi fuerte.

- tiene razón el mago. No perdemos nada por echar un vistazo a la planta baja. Lo mismo hay unas escaleras...

Pronunció sonriente la ninja a sus compañeros.

-Hechicero. Corrigió rápidamente Xanorin ante Saeko.

-Entonces, ¿Queréis escalar o preferís explorar desde abajo? Si los tres aún queréis subir, sois mayoría.

Ante las palabras de Xanorim, Damiel levanta las manos en gesto defensivo de manera despreocupada

Oh, no te confundas - dice con una leve risilla - Yo doy la opción, pero no comparto la idea. Si subimos por ahí ignorando las plantas bajas correríamos un gran riesgo; En caso de huida tendríamos que arriesgarnos a bajar entre los escombros, o a enfrentarnos a lo que haya en las plantas inferiores. 

- Entonces vayamos por abajo. Entremos primero la vanguardia, o dejemos que Saeko se aproxime para echar un vistazo dentro en sigilo, ¿qué preferís?

-La fortaleza se abrió hace poco y a primera vista somos los primeros en llegar, por lo que es mas que probable que haya trampas activas. Yo diría que alguien que tenga experiencia en ese campo vaya primero para poder detectar y evadir o desactivar estos mecanismos.
 

- Está bien, echaré un vistazo yo primera. Aunque, os advierto que no tengo mucha experiencia con eso de las trampas...

Y, a continuación, Saeko se aproximó a la entrada a la planta baja, intentando encontrar rastro de algo parecido a una trampa, algún peligro, algo que le llamese la atención. Puso todos sus sentidos de la mejor forma que pudo. Quizás, se concentró tanto en sus sentidos y en no dar con alguna trampa, que no prestó tanta atención a moverse sigilosamente, como le habían enseñado.