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El arte de la muerte - Espada Negra

Epílogo

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24/10/2019, 18:07
Director

El espadachín tuvo el mejor baño de su vida, y le dieron ropas nuevas. Buena manufactura y cómodas. Le ofrecieron comida y bebida. Nunca había sido tan bien atendido. Parecía que el oficial había mencionado alguna que otra cosa, y los pocos sirvientes que había lo miraban entre sorprendidos y alegrados de que estuviera allí.

Para Volgar, al que esos lujos materiales poco le interesaban realmente, luego de asearse y comer, se dirigió a donde había quedado una lectura inconclusa: la biblioteca, y el libro de Taharda. Hasta la noche estuvo leyendo, ahora que no tenía apuro por concluirlo, y con buena luz. Allí vio que sus hipótesis no estaban del todo erradas: se detallaba un ritual cuyo objetivo era recibir la bendición de Taharda y transformarse en un Noctámbulo. Al parecer, para lograrlo, había que realizar una serie de sacrificios, todos de cercanía sentimental, y sacrificados de una manera específica. En ningún lado estaba especificado que tuviera que haber ningún tipo de violación o acto sexual.

Hacia el atardecer, escucharon llegar jinetes y las voces de los soldados que regresaban. Poco tiempo después, fueron citados al comedor para cenar con Vinton Trilbanson. Allí éste les comentó que había solucionado todo con Karisfen, y que no habría represalias de ninguna parte. Habían muerto sólo 2 hombres del Corrector, y varios heridos, pero nada que unas donaciones no pudieran solucionar. Parecía que el haber encontrado al responsable de los asesinatos había atemperado los ánimos en todos lados.

A Derian le ofreció un puesto en su guardia, con la posibilidad de ascender si le ganaba en un duelo a primera sangre. Y a Volgar le ofreció financiación para averiguar más sobre Taharda, claramente de forma secreta, y de posibles cultos. Quería vengarse de la responsable de la muerte de toda su familia.

Al noble se lo veía muy avejentado, triste. Su linaje se terminaba con él, a menos que lograra engendrar un hijo antes de su muerte. No sería fácil, pero aún había posibilidades. Si lograba superar el horror que había vivido.

En el pueblo se corrió la voz de los forasteros que habían logrado matar a la bruja hereje, que por sus pecados y sus intenciones malignas, había recibido una justicia inmisericorde, digna del terror que había sembrado en la ciudad.

Karisfen se mantuvo en su puesto, y recibió las donaciones de la familia Trilbanson, con lo que no se volvió a hablar del tema. Aunque corría un rumor de que en cualquier momento lo llevarían a otra ciudad.

Derian tuvo sueños oscuros esa noche, y Volgar también. Ambos habían visto una piedra verde, un cementerio y muertos... muertos caminando.

El horror había pasado, pero estaba claro que Taharda no sólo era real, sino que además no parecía que se quedaría de brazos cruzados. Algo se avecinaba. La Muerte se avecinaba.