Partida Rol por web

El ataque de Dorwas acaba con el ogro que se derrumba ante la mirada de miedo de los bugbears.

• Si Diegen dice "llamas a mí", Dorwas dice "es la hora de las tortas", y Garavel parece ser Mr. Fantástico, está claro que Almah es la Chica Invisible. O al menos, no se la ha visto en la batalla hasta ahora... sin embargo, ella sí que ha visto todo lo que ha sucedido (desde su punto de vista).

La princesa Almah entró en el mercado de batalla junto con el resto del grupo, siempre rodeada por sus leales guardias. Uno de ellos, Podam, había caído ya por una flecha gnoll, seguramente envenenada; y uno de los mercenarios, Utarchus, había recibido otro flechazo en un brazo, pero había partido la flecha con el otro y se mantenía en pie. Garavel estaba demostrando que la confianza de los Pactmasters era merecida: su forma de guiar al grupo había permitido entrar en el mercado con relativamente pocas bajas. Los gnolls del exterior habían sufrido muchas más.

Una vez dentro, todo había transcurrido muy deprisa y Almah no había sido capaz de verlo todo entre la marabunta. Para colmo, a su lado Jaali se había convertido en una multitud de imágenes que se superponían y le daban un poco de dolor de cabeza si miraba en su dirección. No era suficiente con que le diera dolor de cabeza con sus malas formas y su chulería de sabelotodo, no, también tenía que usar su magia de la forma más molesta e inútil posible. Almah empezó a pensar que tenía que haberlo mandado a paseo cuando tuvo la oportunidad.

Delante de ellos parecía haber unos pocos gnolls o... eran eso bugbears? En esta región de Katapesh? No se veía a nadie más, así que seguramente el plan de Garavel estaba saliendo como se esperaba: todo el mundo estaba esperando en los pisos superiores.

La mercenaria que había abierto la puerta, Kallien, lideraba la expedición llena de moral ("seguidme, chicos, conozco el camino"). El paladín de Solku (Diegen, se llamaba? Con esta gente que hablaba tan poco Almah siempre tenía dificultades para recordar sus nombres) había invocado el poder de su diosa y sus cimitarras brillaban con el fuego de la esperanza en la oscuridad del mercado. La suerte estaba de su parte...

...y entonces detrás de una esquina apareció un ogro! Un ser enorme y feísimo, vistiendo unas pieles sucias y un casco del tamaño de una bañera de las de palacio. Bajo el impacto de esta visión gargantuesca, Almah apenas percibió cómo Fixx se movía instintivamente delante de ella o cómo Jaali sacaba un uno de sus frascos, con un gas rojo y espeso en el interior, y decía unas palabras en una lengua extraña.

El gas en el frasco se volvió negro, pero Almah sólo podía ver como el ogro lanzaba su inmensa porra contra todos los luchadores de la primera fila a la vez. Sus ojos vieron aterrorizados cómo Diegen, Morbo, y Dorwas esquivaban el golpe hábilmente, pero Turnling ---el noble tan agradable que habían rescatado de los gnolls--- recibió un impacto directo en el pecho y la cabeza y cayó fulminado.

- ¡Turling! - gritó Jonova.

Detrás del ogro, los enemigos atacaban cobardemente a Kallien todos a la vez y le daban muerte. Además se oían pisadas en los pisos superiores. Dos gnolls con arcos aparecieron por las escaleras del sur disparando contra Dullen (el mercenario de piel más oscura) y contra la arpía inmunda (Almah no podía entender como alguien podía soportar a semejante abominación: Ojalá muera en el asalto y un problema menos) pero ambos fallaron por mucho. Simbad, el tipo extraño que hablaba a los camellos, y Utarchus respondieron con sendas flechas que tumbaron a dos de los gnolls de las escaleras. Garavel intentaba mantener el orden ("¡Vosotros dos, cubrid ese pasillo! ¡Princesa, atrás! ¡Guardias, idiotas, cubridla!") pero la situación era límite. El ogro levantó su porra de nuevo...

...y entonces, como una máquina bien engrasada, los tres aventureros que Garavel había contratado atacaron al ogro al unísono. Aprovechando el hueco en las defensas del ogro, el paladín semielfo le atacó con sus dos cimitarras mientras giraba sobre sí mismo en una danza mortal, produciéndole un corte cauterizado en una pierna y clavándole una cimitarra flamígera entre las costillas. Por el lado contrario, Dorwas, el enano que había sido bendecido con la cimitarra de Varsishal hizo un tremendo corte en una pierna del ogro, que perdió el equilibrio y quedó de rodillas. Antes de que pudiera levantar la porra para golpear, el tipo de la cara deforme (Morbo?) le asestó un durísimo golpe en el brazo ("Ya basta de mover la cosa esa de un lado para otro, redios, que vas a herir a alguien!"), oyéndose un crujir de huesos. El ogro soltó un tremendo grito de dolor y su porra cayó al suelo con un sonoro TOC!

Garavel, perfectamente sereno entre toda esta marabunta como sólo él era capaz de estar, sacó tranquilamente una flecha del carcaj y apuntó. Cuando el ogro levantó la cabeza por el dolor de sus heridas, le disparó. La flecha cruzó el aire limpiamente clavándose en su cuello, brotando de la herida grandes chorros de sangre oscura.

- Everything is proceeding as the Pactmasters had foreseen - dijo Garavel en una lengua extraña, sin un atisbo de emocion.

Con el ogro abatido y sangrando profusamente por todas sus heridas, Dorwas el enano se subió a su espalda en tres ágiles saltos y dijo con su voz socarrona:

- ¡El puesto de feo ya lo tenemos cogido por este!

...y, aprovechando la fuerza de su propio salto, le clavó la cimitarra en el rosto partiéndolo en dos. El ogro se desplomó sin vida, una masa enorme de carne dura como la piedra recubierta de su propia sangre.

Mientras el grupo se reorganizaba para enfrentarse a los gnolls del piso de arriba y los bugbears los miraban con miedo, Jonova aplicaba su magia curativa sobre Turnling, cerrando sus heridas. El noble no moriría aún, y tal vez pudiera contribuir a la batalla a pesar de tener un ojo hinchado hasta el punto de no poder usarlo.

Tal vez había esperanza después de todo?

Los gnolls continuaron avanzando, esta vez a velocidad normal... ¡Y volvieron a disparar contra las hienas! Ragut el gnoll, tuerto, feo y con un olor aún peor que el de sus compañeros no fallaba un tiro y después de matar al jabalí y a una hiena, volvió a disparar con tanta fortuna que atravesó a otra.

- Bravo Ragut, para tí irán las entrañas de los muertos, ¡la parte más sabrosa!- dijo su jefe contento con la puntería de su gnoll.

Zastoran se adelanta a intentar curar al noble, pero en el calor de la batalla un guardia le empuja y el viejo halfling cae al suelo. Sin embargo, se vuelve a levantar y poniendo una mano sobre el ojo de Turnling, lo cura. Nadie le hace mucho caso porque en ese momento se oye la voz de Almah, con la cara tapada por la capucha, y apuntando a los enemigos enfrente suya

Rendiros! -dice con un grito, usando el acento gnoll que seguro entienden mejor - Somos los enviados de los Pactmasters. Preparense para ser eliminados. La resistencia es inutil.

Los bugbears se enfrentan a un ejercito, su lider ha muerto... Cierran los ojos esperando su destino final. Los arqueros apuntan...

Almah, que pasa, crees que eres un mago, moviendo asi la mano? - dice Jaali, molesto con tanta orden

Incluso Garavel pierde un segundo su concentracion y las flechas pasan alrededor de los bugbears que se miran unos a otros pensando que esto debe ser una señal divina (*).

El mago mira a su alrededor, se rasca la cabeza mientras se oyen las pisadas de los gnolls del primer piso y comenta en tono casual

Pues... Ha quedado buena tarde, no?

Zastoran estaba a lo suyo, había visto curar a Jonova las heridas de Turling pero no había quedado satisfecho.

- ¡Mujer, que te dejas el ojo! Afortunadamente yo soy un experto, tantos años estudiando el Ojo de Nethys, el que todo lo ve...

El noble se sintió como si nunca hubiese sido herido... pero no logró acertar con su disparo, sin duda el ástil de su flecha se había torcido en la caída.

Por su parte Garavel no perdió ni por un momento la compostura. - ¡Vosotros, cubrid los pasillos! ¡Que no puedan flanquearnos, colocad los Paveses y apostaros detrás! - se colocó para proteger asimismo a Almah. Garavel no dejaba nada al azar.

Un mercenario en cada lado hizo eso mismo, mientras que otro se preparó con el arco a disparar a lo que viniera.

Morbo se rascó la ceja... - ¡Pues si ellos se cubren de las flechas yo también, que luego no veas lo que pican! - Y tras decir esto volcó la mesa más cercana colocando la enorme plancha de madera delante de él de forma de improvisada barricada. Ante la mirada de Diegen no dudó en sonreir con todos los dientes. Los que le quedaban. - Es que soy tímido, orejas, y no me gusta que me miren. - Luego miró a los Bugbears. - ¡Y vosotros, id a beber cerveza a otra parte, o os daré la resaca final!

El resto de atacantes se prepararon para la inevitable embestida de los Bugbears.

Por su parte Garavel no perdió ni por un momento la compostura. - ¡Vosotros, cubrid los pasillos! ¡Que no puedan flanquearnos, colocad los Paveses y apostaros detrás! - se colocó para proteger asimismo a Almah. Garavel no dejaba nada al azar.

Siguiendo las órdenes de Garavel, los mercenarios bloquearon tanto el pasillo como la escalera por parejas. Mientras uno estaba atento con el arco a posibles enemigos, el otro giraba uno de los palés que se habían quedado medio abandonados a los lados de la puerta principal y lo usaba para bloquear el camino y proporcionar cobertura al grupo. 

Desde el lado contrario del mercado la joven gladiadora aparece en la vista, se mueve hacia vosotros agachada, de forma que los bancos y el ring le sirvan de cobertura. Lleva las armas en la mano.

En el exterior los gnolls de la torre se meten dentro del edificio, excepto uno que aún esta tirado contra la pared con una flecha en el hombro.

Mientras abajo Kerzukian, el último gnoll y las hienas corren hacia arriba.

Mientras en el interior los bugbears se mueven fuera de vuestra vista, los dos de arriba hacia arriba, el otro hacia abajo.

En las escaleras los gnolls asoman el brazo para disparar contra vuestros mercenario (*). El mercenario que estaba esperando reacciona rápidamente disparando al gnoll antes de que pueda hacer nada, pero su flecha alcanza la pared. Los gnolls se van asomando y disparando uno a uno, pero no logran más que clavar tres flechas en el parapeto.

En el exterior la primera de las hienas alcanza al primer gnoll lanzándose sin piedad contra el, pero el humanoide la lanza para atrás con un golpe de su arma, sin embargo su compañera que viene a toda velocidad alcanza con sus dientes el brazo de su compañero.

Kerzukian carga contra el gnoll de abajo empalándole con sus cuernos y lanzándolo por el aire en un gesto que recuerda más a un toro que a una cabra.

El gnoll admirado por el valor de sus compañeros decide quedarse un poco más atrás para admirarlo bien.

Mientras tanto, dentro del mercado Haleen continua avanzado de cobertura en cobertura.

Detrás de ella avanzan varios gnolls usando la misma táctica.

Los gnolls de la escalera continúan asomándose y disparando contra la barricada. Sin lugar a dudas tienen buena puntería, los cuatro clavan sus flechas en la barricada mientras los mercenarios se agachan detrás.

Detrás de ella avanzan varios gnolls usando la misma táctica.

Ves como sí que vienen! ;-)

Al ver que los bugbear se retiran, Diegen da un golpe con el codo a Vodrave y sale corriendo para ayudar a Morbo a cubrir al grupo con la otra mesa del bar:

- Vamos, tío, antes de que vengan los demás!

Vodrave está algo confuso y tarda en reaccionar, pero después sigue al semielfo.