Partida Rol por web

-Maté a uno.- Replica Sinbad sin inmutarse. -Aunque probablemente estabas cegado al ver que habías conseguido realizar un conjuro... Del cual se deshicieron a los pocos segundos ...

Mataste a uno? - dice Jaali distraidamente mientras sigue escurriendo sangre de la tunica - Eres mi nuevo heroe, Simbad. Bien hecho. Mama Simbad estaria orgullosa. Y ademas neutralizasteis al que escapo - dice acordandose - Por que... le cazasteis, verdad?

Aunque me extraña que estos caraperros supieran cosas que el gran Jaali desconociera con su aburriversidad de magia...

Vaya, eso es lo mas parecido a un cumplido que me ha dicho en 3 años.

Bueno, sabian el nombre del lider de los Kulldis. Quizas sea util en un futuro.

Mientras discuten las acciones de Diegen, podéis ver como Garavel se va acercando al oasis, llevando los camellos y el resto del equipo.

Cuando llega a junto vuestro mira para los cadáveres, y asiente satisfecho.

- Buen trabajo - no esta muy claro si lo dice por vosotros o por el - Sin duda seréis de mucha ayuda. La princesa estará contenta. - dice en un tono neutro, sin que el espectáculo de sangre y vísceras o vuestro estado parezca afectar lo más mínimo a su calma.

- Deberíamos aprovechar el oasis para limpiarnos, cargar los toneles con agua, descansar un poco y continuar el viaje, me gustaría llegar a la Garra del Sultán al anochecer.

Cita:

-Si, maté a uno. Soy guía, no guerrero ... aún tienes suerte de que mi flecha no terminara en tu espalda.- Dice sonriente.

-Pero cuando trabajaba para mi padre, tuve que cortar muchas lenguas de magos insolentes como tu.- Su tono ahora es carente de simpatía o alegría y su expresión se torna turbia y oscura, aumentando el aspecto malicioso que ya tiene de por si.

-Y no, Diegen no lo cazó, por eso pagó sus frustraciones con esos ... yo solo fui para asegurarme que no quedaba solo.-

Toma las riendas de Yessef y lo acompaña al oasis.

-Cosa que no haría por ti, si te sirve de consuelo.-

Pero cuando trabajaba para mi padre, tuve que cortar muchas lenguas de magos insolentes como tu

No me extraña. Seguro que era mas rapido que intentar alcanzarles con una flecha. - le responde Jaali con una sonrisa burlona

Cosa que no haría por ti, si te sirve de consuelo.

No, un caballero como tu me dispararia por la espalda o me cortaria la lengua. Pero no en el oasis, eh? Que con una maldicion del desierto tenemos bastante - termina Jaali dirigiendose a su equipaje en el camello, en direccion opuesta a Simbad

Sinbad deja que Jaali se marche entrecerrando los ojos y mirándolo con frustración.

Luego mira a los demás.

-¿Realmente podéis viajar con el sin matarlo?-

 Jonova se mantiene silenciosa con la mirada fija en el mestizo que terminó con los gnolls. Tarde temprano lo hubiera hecho ella, pero no de esa forma.

 Sin añadir nada a las palabras de unos y otros, dirigió sus pasos hacia el oasis para llenar su odre.

 Mientras el gupo interrogaba al gnoll, mediante la interpretación de Bethel, Jonova repitió el pequeño milagro que hiciera sobre el semielfo, poro esta vez sobre las tremendas heridas de Dorwas. Con más arena dorada de su zurrón. De nuevo, tras las palabras y un soplo prolongado, el aire se apartó la arena dorada, ahor amanchada de sangre, a la par que quitaba el dolor de la herida, dejando en su lugar una cicatriz rosada y nueva allí donde apenas instantes antes la sangre manaba.

Inspirar, espirar, inspirar, espirar... sentado en una roca al borde del oasis, mirando hacia el cielo con los ojos cerrados, Diegen sigue intentando controlarse. Inspirar, espirar, inspirar, espirar, contar hasta 10... la frustración de haber dejado escapar al gnoll hace que Diegen tarde mucho en recuperar la calma. Inspirar, espirar...

Cuando por fin se tranquiliza, vuelve con sus compañeros. No ha oído nada de lo que han hablado, pero tampoco tiene ganas de hablar. El grupo está cargando agua en los toneles, y Diegen les ayuda en la tarea sin decir palabra. 

Mientras Jaali y Sinbad protagonizaban un nuevo capítulo del famoso romance Amores imposibles en arenas ardientes, Dorwas se acercó a Yussef y le dio una palmadita en el lomo.

Ya te dijo yo, amigo, que tu compinche iba a encajar bien en este grupo.

Justo entonces, el guía preguntó:

-¿Realmente podéis viajar con el sin matarlo?-

Tras soltar una carcajada, respondió. No será por falta de ganas, no, pero es igual que las sanguijuelas, feas, asquerosas y molestas pero tienen una función aunque lo de cortar la lengua a un mago... se frotó la barbilla mientras miraba a Jaali.

Justo entonces, Jonova se acercó y aplicó su curación sobre él, dejándole una nueva marca de guerra. Gracias. asintió ante el poder de la mujer.

- Sería mucho mejor que guardaríais toda esa hostilidad para los gnolls - comenta Garavel mientras llena un gran odre de agua - Estáis desperdiciando energía, y nos hará falta.

Cuando acaba de cargar uno de los camellos se acerca a Dorwas y a Jonova y lanza una mirada lenta a la herida del enano.

-Las he visto más bonitas. - comenta con tono experto - En cuanto lleguemos a la Garra del Sultán le pediré a Zastoran que le eche un vistazo. Es nuestro sanador, un pequeño clérigo de Nethys.

Les ayuda a mantenerse calientes. responde el enano al primer comentario sobre la hostilidad pero añade tras el de la herida. Ciertamente lo agradecería, no quisiera que me pasara como aquella vez que a Jaali le entró algún bicho por un rasguño y se tiró dos semanas con fiebres y cagándose encima...

Mientras se palpaba la herida, gritó al resto. ¡Venga, dejad de ligotear y en marcha!

-Es difícil mantener la calma con lengua de serpiente- Responde Sinbad a Garavel mientras ayuda a los demás y finalmente atiende mejor a su dromedario.

Suspiró.

Su dromedario le soltó algunos bramidos de los suyos.

-Si, tienes razón Yessef. Como siempre.- Responde el dandole unas palmadas amistosas a su compañero de fatigas.

Jaali,ya cambiado y de mejor humor, vuelve hacia el oasis habiendose perdido las primeras palabras de Dorwas (1). Llega a las segundas

no quisiera que me pasara como aquella vez que a Jaali le entró algún bicho por un rasguño y se tiró dos semanas con fiebres y cagándose encima...

Jaali se estremece recordando aquello, y sin darse cuenta que Dorwas lo dice para meterse con el.

Cierto, no desearia eso ni a mi peor enemigo. Y ciertamente no a Dorwas - aclara dirigiendose a Garavel señalandole la tripa del enano - Teniendo en cuenta todo lo que guarda ahi sepultariamos Kelramane con una capa de detritus. Sin duda los gnolls se irian, pero el paramo quedaria yermo y desolado durante cientos de años. 

Es difícil mantener la calma con lengua de serpiente- Responde Sinbad a Garavel

Jaali se encoge de hombros

Teniendo en cuenta lo que hacias con tu padre, esa falta de paciencia parece ser una caracteristica hereditaria. Medita con Diegen. Quizas te sirva. - añade, realmente tratando de ayudar

Lengua de serpiente? Esta gente del desierto come cosas muy raras.

Garavel se gira hacia Jaali y dice despacio.

- Ni yo ni la princesa aguantamos tonterías. O te estas callado o te dejaré aquí y sin camellos. - habla totalmente calmado, da la sensación de que es capaz de hacer lo que dice sin ni siquiera inmutarse. - En tu tiempo libre puedes dedicarte a la lucha libre verbal, mientras estés de servicio no te dirigirás a ninguno de tus compañeros sin el debido respeto. ¿Claro?.

Y sin dar tiempo a Jaali a responderle (al menos a la cara) se monta en su camello.

- ¿Ese tipo habla con su camello(*)? - pregunta en voz baja al primero que pasa cerca mirando a Sinbad.

Jaali se queda a cuadros sin comprender a que se refiere Garavel

Pero yo cuando les he faltado al respeto a mis compañeros? 

Pero teniendo en cuenta que quedarse en el desierto no es lo que mas le apetece, y que quien paga es el tal Garavel, se monta en el camello sin decir nada, una vez mas malhumorado. Con una palabra seca lanza una bola de fuego a la tunica llena de sangre de gnoll, que se quema encima de la arena (lejos del oasis) rapidamente, mientras el grupo se aleja.