Partida Rol por web

Cita:

- Evidentemente una tribu gnoll que se deja gobernar por un ser inferior es débil. Vosotros nos habéis atacado a traición en otro caso jamas habríais vencido - contesta con orgullo el gnoll

Además de realizar sus preguntas, Bethel traduce a sus compañeros.

Cita:

- Esto es territorio del Rey Carroña, cada tribu anda por donde quiere. - a medida que va contestando el humanoide se envalentona.

Cita:

- Una tribu venida a menos, bajo el mando de los tres hermanos fueron la más grande, su territorio abarcaba todas las montañas de Alpaca y todas las tribus gnolls, incluyendo a los poderosos AgujeroGusano le debían lealtad. Ahora son una tribu más bajo el poder del Rey Carroña. - el gnoll parece alegrarse de la caída de las Tres Mandibulas

Cita:

El gnoll se encoge de hombros:

- En el Mercado de Batalla del Kelmanare hay un ring donde Kardswan celebra combates de gladiadores, nunca he estado, es solo lo que cuentan los contrabandista de armas. - comenta.

Y en ese momento llega Diegen corriendo y soltando espuma por la boca.

Vosotros nos habéis atacado a traición en otro caso jamas habríais vencido

Interesante apunte de alguien que ha intentado emboscarnos, sin duda. -añade el mago sin darse cuenta de la vuelta de Diegen

Sinbad llega junto a Diegen sobre su dromedario, parece estar masticando algo que ennegrece su saliva y le da un aspecto bastante desagradable.

Suelta un escupitajo en el suelo y os sonríe con honestidad.

-¿Habéis sacado alguna cosa de interés de los gnolls?- Pregunta mientras desmonta y se acerca al grupo.

Diegen se mueve al medio de los dos gnoll y con un golpes rápidos de cimitarra a cada uno les hace una fea herida en el cuello que los manda a conocer a Rovagug.

Sinbad mira con marcado desagrado las acciones de Diegen y aunque no va a decir nada (no sea que le salte la cabeza a el), estará un buen rato murmurando cosas con Yessef y Diegen formará parte de las personas non gratas.

Jaali, dada su forma fisica, no consigue apartarse a tiempo en cuanto llega Diegen y es rociado con un chorro de sangre de uno de los gnolls en toda la cara. Medio cegado, intenta apartarse evitando las arcadas y se tropieza con la tunica (tambien manchada), cayendo al suelo de culo y tosiendo sangre.

Por todos los... - dice el mago levantandose e intentando limpiarse la cara con la manga - Tu! Si, Tu! El semielfo. Quien leches te crees que eres? - le increpa, demasiado cabreado para darse cuenta de la mirada asesina y la cimitarra goteando sangre de Diegen - Que eres, mitad elfo, mitad mongolo? No te ha enseñado tu maldita Iglesia a tener algo de contencion? Te explicaron mal lo de Guardia bueno/Guardia malo en los interrogatorios?! Que una cosa es que tengamos que llevar al perro faldero de Ateela con nosotros, pero otra que sea mas insufrible que ella! - Se atusa un poco la tunica, respira y termina, mas calmado - Niño, la proxima vez no lo cuentas.

Y esta tunica hay que tirarla, que el olor a gnoll no se quita con nada... Tendre que preguntar a Bethel si conoce algun conjuro para eso.

Diegen no oye los improperios de Jaali, lo cual seguramente es mejor para todos. Se aparta del resto del grupo a unos 50-100m, se guarda las cimitarras, y se queda mirando hacia el cielo donde el sol brilla con fuerza. Se esfuerza en respirar despacio, como le ha enseñado Ateela. Inspirar, espirar, inspirar, espirar... cuenta hasta diez, cuenta hacia atrás, se confunde, y vuelve a contar hasta diez. Inspirar, espirar.

Diegen siente los ojos del gnoll que ha escapado clavados en su nuca, riéndose de él. Mira hacia atrás y no hay nadie, sólo sus compañeros a lo lejos, alguno de ellos mirándole con mala cara. Tranquilízate, tienes que aprender a controlar ese genio decía Ateela. Y tenía razón. Hay que tranquilizarse. Inspirar, espirar...

- ¡Pero que coño! - Bethel no acierta a impedir que Diegen raje a los gnolls, le ha tomado totalmente por sorpresa. Algo aturdido no mide sus palabras con cautela, sino que se le escapa un... - ¡Hay que joderse con el mestizo! Pero es que en los templos esos no os enseñan a respetar a la vida, perdonar a los que se rinden y todas esas zarandajas que van gruñendo por ahí los paladines.

- Manda coj.., quiero decir, ¿seguro que te manda Ateela? Mira que ella siempre estaba con eso de la religión y hacer el bien y tal. Solo de escuchar sus aburridos sermones a uno se le acaba de quedar algo dentro - señala su cabeza con el indice.

- Además si querías matarlos, no podías haber esperado a que terminaran de hablar. Solo eran gnolls, pero aún así me parece mal matarlos a sangre fría si existe alguna otra alternativa.

- Jaali, deja de una maldita vez de mirarte la puñetera túnica y di algo - sacude la cabeza. Diablos, se me está pegando la forma de hablar de Dorwas y Morbo. - Y no te me desmayes ¿eh? Que la sangre no es tuya. - va agitando el indice en dirección al mago para enfatizar sus palabras.

Al ver a Bethel vociferar Sinbad se da cuenta que no es el único molesto por los actos del mestizo.

-Matar a alguien en un oasis es prohibido ... pero matar a alguien indefenso es llamar a la ira del desierto. Ese chico nos condenará a todos.- Profetiza aún malhumorado y al lado de su dromedario.

-Y tu Jaali, ni se te ocurra limpiar tu ropa en el oasis ... usa cubos si lo necesitas.-

- Prufffffffff - asiente Yussef

Y no te me desmayes ¿eh? Que la sangre no es tuya.

Jaali es verdad que se siente un poco mareado con el olor a gnoll. 

Por fuera huelen mal. Pero por dentro... Que peste. - piensa el mago mientras la cabeza le da vueltas.

Sin tiempo a responder a Bethel, Simbad replica

Matar a alguien en un oasis es prohibido ... pero matar a alguien indefenso es llamar a la ira del desierto. Ese chico nos condenará a todos... Y tu Jaali, ni se te ocurra limpiar tu ropa en el oasis ... usa cubos si lo necesitas.-

Eso explica porque no mataste a ninguno con el arco, supongo - responde el mago apoyandose en la vara, todavia sin quitarse la cara de asco. - De todas formas los gnolls llevan matando gente indefensa en este oasis toda la vida y no parece que les vaya tan mal, salvo por el olor. Pero, por si acaso, cambio mi propuesta. Vendamos a Diegen y no a Dorwas para la arena esa.

Limpiar esta ropa? Esta ropa la quemo en cuanto me cambie

Cita:

-Maté a uno.- Replica Sinbad sin inmutarse. -Aunque probablemente estabas cegado al ver que habías conseguido realizar un conjuro.-

-Del cual se deshicieron a los pocos segundos ...-

-Los gnolls deben llevar tiempo atacando en el oasis, por eso no me opuse a su lucha. Pero matar a sangre fría es otra cosa.-

¡Dejad de dar por culo! exclamó Dorwas al batiburrillo. ¡Parecéis verduleras de Kathaper! Sí, vale, el chaval se ha calentado y lo ha pagado con los dos bichos que parecían dispuestos a soltar información.

Miró a los cadaveres y añadió Aunque me extraña que estos caraperros supieran cosas que el gran Jaali desconociera con su aburriversidad de magia...

Bueno, ¿habéis conseguido la información necesario para que el colega de Yussef sepa guiarnos? preguntó a Bethel. Que si, con toda esa magia, seguís sin ser capaces de curar, prefiero ponernos en marcha para ir sanando en el viaje...