Partida Rol por web

Conseguís terminar vuestro descanso después de algunas interrupciones y os sentís con energías renovadas para enfrentaros a lo que venga...

Al acabar con todos vuestros enemigos y no encontrar ningún peligro inminente ni otra salida, al fin os decidís a volver a vuestro lugar de descanso para intentar terminar de recuperaros.

Durante el resto de las guardias no dejáis de mirar al pasillo del norte, de donde provinieron los claros sonidos de agua, pero nada vuelve a interrumpir vuestro descanso, y por fín conseguís recuperar todas vuestras fuerzas.

Aún más que eso, habéis estado meditando sobre vuestros últimos logros durante los ratos que no estabais durmiendo, y habéis ideado algunas técnicas nuevas que estáis deseando probar...

Akmenos toma su cetro y guarda sus cosas.

- Acabemos de una vez por todas con esto ¿haces el favor Balbo?, dice el tiflin indicando al mediano que vaya el primero.

- Yo abriría las dos puertas de la derecha antes de movernos hacia el fondo del pasillo, no me gustaría que nos atacaran por la espalda cuando estemos liados en una refriega - dice esto último frunciendo el ceño, claro que él es de los que van en la parte de atrás del grupo

Balbo se adelanta hacia el norte, revisando a cada paso lo que podría haber, al llegar al recodo, revisó las tres salas que quedaban a la derecha, para asegurarse de que ninguna rata se había introducido en ellas mientras dormían.

Al avanzar por el pasillo Balbo se va parando para volver a revisar las puertas cerradas en las que no habéis entrado aún. Nuevamente no encuentra nada, excepto porque están cerradas con llave. Erevan vuelve a intentar escuchar, pero el resultado sigue siendo el mismo, nada.

Por fin Balbo se decide a sacar sus herramientas y se pone a hurgar en la primera cerradura, y pasados unos segundos, se escucha un chasquido y el pestillo cede. Al abrir la puerta os encontrais con una sala idéntica a la de vuestro último descanso, solo que totalmente vacía. Os esmerais buscando puertas secretas como en la sala anterior, pero no encontrais nada.

Algo decepcionados os dirigís a la siguiente puerta y repetís el proceso, con idénticos resultados. Vuestra decepción va en aumento, y cuando por fin antes de seguir el camino del norte decidís comprobar que no haya nuevos habitantes en las salas revisadas del este, vuestro desasosiego crece aún más al comprobar que el espejo mágico que ocupaba la pared sur de la sala secreta ha desaparecido...

Balbo, como de costumbre, revisa si hay trampas en la primera de las puertas inexploradas.

- Creo que la respuesta es obvia.....sigamos ese pasillo dice Akmenos señalando la única salida sin explorar.

El sonido del agua corriendo llena vuestros oídos según os aventuráis por el pasaje. De repente llegáis a una caverna natural -- el corredor continúa, pero sólo después de un enorme abismo -- de 10 pies de ancho y 20 pies de profundidad. Un río subterráneo corre por debajo, fluyendo hacia el oeste, donde un extraño resplandor azul se puede ver reflejándose en los muros cuando el río toma un giro.

En el otro lado de la brecha, hay dos granaderos hombres-rata en pie, mirando hacia vosotros y desafiandoos a no avanzar más...