Partida Rol por web

La puerta se cierra. Los tres intrépidos investigadores permanecen allí de pies. ¿Qué relación tenía el desaparecido Profesor Rupert Merriweather con todo aquello? No sabían pero el enlace era Leroy Turner y ahora había sido secuestrado por los hombres de Bonato. Parece que el profesor tenía tratos con el mafioso pero ¿dónde estaba? 

Después de la persecución con el taxista y de pagarle lo convenido por el viaje, salimos del coche y nos presentamos delante del garaje dónde habían introducido a Leroy.

- No se como se resolverá esto, pero hemos sido testigos de un secuestro y no se como vamos actuar al desconocer el número de personas que hay dentro. La tensión se mascaba en el ambiente y los pelos se encontraban de punta.

El viaje en taxi, había disparado su adrenalina, nunca había sentido esa clase de emociones, estos días era sumamente inspiradores, eso era lo único que podía pensar. Las palabras de su amigo lo sacaron de su ensimismamiento, Pues si tu amigo mío no sabes como tratar a unos gangsters, yo solo conozco estratagemas sacadas de libros.  No se que es lo que encontraremos alli pero sea lo que sea Leroy es lo que nos llevará a saber que es lo que ha pasado con el doctor.  Desde allí quedó mirando la puerta del garage, mirando alrededor para intentar ver si había algún ventanuco desde el cual pudieran entrar allí sin ser vistos. Quizá si pudiéramos entrar sin hacer demasiado ruido ... pensaba en alto.

Uhmm, dijo mirando una de las tomas de agua que usaban los bomberos, ¿y si hacemos que salgan ellos mientras nosotros entramos?, quizá haciendo mucho ruido fuera, los de dentro salgan a ver que pasa. ¿Policía, Ambulancias, Bomberos? 

Arthur intentaba proponer diversas estratagemas para hacer salir al personal del interior. - Las que propones son buenas ideas, pero lo malo que atraerán no solo a ellos, sino a toda la gente de alrededor, no? la curiosidad siempre a la gente le motiva mucho.

Por mi cabeza pasaban varias posibilidades, desde hacernos pasar por vendedores ambulantes, o buscar alguna ventana para tener una idea clara de lo que hay en el interior.

- Tienes razón, pero que mejor que un buen tumulto para pasar desapercibido. dijo recordando uno de los relatos que había escrito cuando aún tenía esas grandes ideas a la hora de escribir.

Los investigadores barajaban sus posibilidades. Jack estudia el garaje y advierte un detalle que pasó desapercibido en un principio. Hay un pequeño muro fácilmente accesible que probablemente lleve a una especie de patio y de esta manera buscar una ventana. Era una posibilidad.

Después de ojear el garaje por fuera y ver bien los alrededores del mismo, me doy cuenta de la existencia de un muro cercano. A primera vista parece accesible para subir por él y ver si por dentro obtenemos algo más de información.

- Mira ese muro, creo que podemos escalar por ahí. Me aproximo lentamente al muro y analizo las posibilidades de subirlo.

Su amigo había visto un posible lugar de entrada,sólo un pequeño muro los separaba. Apoyate en mi para subir. Dijo para ayudar al detective a escalar el muro, una vez lo consiguió era su turno y lo escaló con la ayuda del médico.

Thomas, uno debería quedarse a vigilar. Se volvió hacia White, veamos que es lo que ocurre con Leroy

Mientras que el médico se queda vigilando, los compañeros salvan el muro con su ayuda y algunas penurias. Al llegar al otro lado pueden ver como un cesped descuidado ladea el garaje. Tienen que rodear el edificio para encontrar una ventana. Ésta, sucia y mugrienta, deja ver a duras penas una especie de oficina donde pueden ver a un individuo enorme de aspecto leegantemente vestido con sombrero de ala grande, sentado en una svieja silla, no hay duda que es el Jefe Bonato: lo identificáis claramente por los recortes que guardaba el contable. Está fumando un puro habanero mientras que frente a él hay otro individuo sentado, mucha ménos fornido y más viejo, está amarrado y amordazado, parecía serles familiar. ¿Podía tratarse del desaparecido Profesor Rupert Merriweather? Era difícil de precisar pero parecía efectivamente. A un lado había dos hombres, uno de ellos podéis identificarlo como el que mató al contable, el primer muerto que bailaba en el Cielo Azul. Apuntan al músico secuestrado. Entonces antes vuestros ojos horrorizados el otro individuo, el que no conocéis dispara al supuesto profesor y luego apunta al negro, parece que le conmina a tocar la trompeta. Leroy agita la cabeza y el matón le golpea con su arma haciéndole caer. Luego le propina dos patadas. El segundo matón, el asesino de Manusco, el contable, lo levanta y señala al profesor supuestamente muerto.

Lo que tenía ante mis ojos era un escena increible, parecía que se habían juntado todas las personas que estábamos buscando. Por un lado el jefe del hampa, y a su lado se encontraba el asesino que vimos entrar en el Cielo azul (recordar esos momentos hace que una escalofrío me recorra la espalda, hasta mi cabeza llegaron trozos de cerebro) y el trompetista que estábamos buscando, aquel que la trompa se la había dado el mismísimo Louis Armstrong.

- ¿Que hacemos? Dije, mientras al terminar la frase se escucha un disparo y luego un golpe. Hemos llegado tarde, joder, creo que lo que quieran hacer es ver si esa trompeta de verdad levanta a los muertos. 

Ante vuestros aterrados ojos veis como al fin Leroy empieza a tocar la trompeta. Al instante el muerto comienza a moverse con el ritmo de la música. Las ataduras le impide moverse del todo. El jefe Bonato comienza a reir como un condenado mientras sus dos hombres perplejos comienzan a mirar boquiabierto al muerto que se mueve. El más bajo dispara varias veces al muerto, éste sigue agitándose al compás de la música mientras el mafioso ríe y ríe como loco hasta reventar la silla y caer al suelo retorciéndose parece que le está dando un ataque de corazón mientras sus dos hombres salen corriendo de el lugar. Leroy deja de reír y se dispone a salir de ese lugar.

Estaba claro que esa trompeta tenía algo que hacía que los muertos se levantarán. Me tapo los oídos mientras los secuaces del jefe vacían el cargador en el cuerpo atado. La sangre salpica la estancia, y cuando parece que han acabado con el show, Leroy se disponía a salir. 

Arthur, dudó cuando le hablaba su amigo sober la escena que estaban presenciando. Sin saber que hacer observó como espectador a lo que ocurrió después. Sin palabras quedó cuando vió al músico que estaban buscando hacer sonar la melodía de la trompeta, y acto seguido el cuerpo sin vida empezó a moverse, pero todo empezaba a cobrar sentido, la trompeta, el  cielo azul, el funeral. Se sorprendió de si mismo al reaccionar de manera tan lúcida. De pronto la escena se volvió, aún más extraña, el sonido era desagradable pero aún lo fue más para los que retenían a Leroy, Bonato estaba en el suelo retorciéndose como si esa música le hiceira algo mientras sus secuaces ponían pies en polvorosa.

- Tenemos que hacer algo, tenemos que hacer que Leroy nos diga lo que sabe del profesor. Dijo antes de intentar avisar al músico sin alarmarle, sin tenerlas todas con él, quizá no fuera tan buena idea pero habían ido allí a conocer y estaban descubriendo mucho más de lo que esperaban.

Sonriendo como un demente deja de tocar y abandona el despacho en dirección del exterior aprovechándo el caos que se ha formado.

Veo a Leroy abandonar la sala, presuponiendo que saldrá al exterior, me mantengo en silencio y le espero agazapado a que salga mientras miro a Arthur y le pregunto.

- Le paramos o le seguimos. No se que hacer. 

Leroy se alejaba dejando tras de su una desconcertante risa, ARthur se quedo un instante pensando y las palabras de su amigo le espolearon, quiza sea mejor seguirle, con tanta gente aquí será más complicado.

Vamos. dijo y se dispuso a seguir al músico lejos de la muchedumbre.

Los dos investigadores corren como almas que sigue el Diablo. Al llegar al muro deben ayudarse unos a otros. No es muy alto, pero la tensión les hace ser torpes. Arthur coloca las manos para que el investigador pueda colocar el pie y ayudarse de su compañero para tomar impulso.

La tensión de momento se hace notar, y lo que antes parecía un pequeño obstáculo ahora trepar el muro es un reto mayor. Con decisión comenzó a trepar el muro para poder continuar y no perder al músico.

Teníamos que ser rápidos si queríamos tener una ventaja sobre Leroy y ver dónde se dirijía. Arthur y yo nos enfrentábamos al muro, bajarlo era fácil, pero ahora tocaba subirlo. Espero que pudíeramos echarnos una mano juntos. Ayudo a Arthur a que coja altura y trepe y luego lo intento yo.