Partida Rol por web

Las sabanas, que en la infancia proporcionaban una total sensación de protección contra todo mal con solo esconderte bajo ellas, no conseguían paliar la sensación de peligro y fragilidad que me consumía. Las eche a un lado dispuesto a deambular por el bar entre cubículos y sombras, esperando descubrir a los asesinos que campaban a sus anchas por el local matando a voluntad. No tenía suficiente coraje para enfrentarme a ellos, pero si para intentar descubrirlos. Y a la luz del día (o de las bombillas) desvelaría su identidad frente a todas las victimas de aquel macabro plan para que se hiciera justicia. 

No se hicieron esperar, pero aunque mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad era incapaz de identificarlos. Al centrarme en sus caras tardé en darme cuenta de hacia donde se dirigían. Hacia mi cubículo. Temí por Tania, por Dean y por James. Pero sobretodo por Tania. - No. No, ellos no. - 

*Ñiaaaa...*

Me quede petrificado en cuanto el ruido escapó bajo mi zapato. Sentí como se giraban hacia mi posición y avanzaban. Espere paralizado, consciente de mi muerte cercana, haciendo memoria de todas aquellas cosas que me faltaban por hacer en la vida, imaginando unos posibles hijos con Tania. Entonces algo extraño sucedió. Uno de ellos se asomó frente a mi quedando a escasos centímetros, pero no parecía verme. Miro a uno y otro lado antes de darse la vuelta y tranquilizar a su compañero. Escuche sus pasos distanciándose y abriendo una puerta. Permanecí inmóvil, más allá de mi voluntad, consciente de hacia donde se encaminaban. Rece a quien había tenido oídos para mi hacía apenas diez segundos para que salvara a los míos, para que salvara a Tania. Entonces la puerta volvió a cerrarse y las pisadas se alejaron. Solté el aire que retuve por puro terror muy despacio y no regrese a mi cama hasta que mis parpados empezaron a ganarme la batalla. Era consciente de que no me había salvado únicamente por no haber estado en mi cubículo. 

Por la mañana tardé más que la mayoría en despertarme. La melodía de la pianola se convirtió en el fondo de mi sueño, tornándolo pesadilla. Vi aquellas figuras corriendo tras de mi, dándome caza. Me derribaron con sonrisas siniestras en sus rostros medio arrancados y sacaban sus cuchillos para robarme el mio. En cuanto la punta toco mi cara me desperté sobresaltado respirando de manera agitada y encharcado en sudor. La canción seguía sonando y sabía que, aunque yo no fuera la victima, la pesadilla no había terminado. Al no ver ningún cuerpo en mi habitación me atreví a suponer que ninguno de ellos había sufrido daño. Aunque la duda me acompañaría hasta comprobarlo.

Me asee un poco antes de dirigirme al lugar donde se reunía el resto y observe con gran pesar el cuerpo crucificado y mutilado. Aunque me tranquilizó ver que Dean, James y Tania estaban bien no podía alegrarme. Una joven había sido asesinada. -Cuando acabara la pesadilla....- Mis ojos rápidamente buscaron a uno de los presentes vigilando sus movimientos con mirada furiosa. 

Me acerque a Tania acariciando levemente uno de sus brazos para que supiera que estaba ahí. -S...- Iba a responder a Kana cuando las palabras de Krista captaron toda mi atención. Contaba como había sido capaz de proyectar su alma para protegerme. - ¿Entonces fue ella? -

- Gracias.- mi cara reflejaba una mezcla extraña de incredulidad y gratitud. No había conseguido entender que había sucedido y ahora incluso sonaba aun más sorprendente. - Gracias de veras. - 

Seguí escuchando sus palabras.

- No deberías haber dicho nada... - se había expuesto al peligro por mi. Ella parece poder protegernos a cualquiera de los dos. ¿Pero yo? ¿yo que puedo hacer por ella? 

- Si, James...-

Deje que Tania cogiera mi mano para llevarla a su vientre sin saber muy bien que decir, pues el recuerdo de aquel rostro portador de muerte tan próximo a mi me había vuelto a dejar congelado. Y cuando las lagrimas estaban a punto de asaltar su precioso rostro la atraje hacia mi para abrazarla 

- Tranquila, sigo aquí. - No podía hacerle ninguna promesa, no podía asegurarle un futuro para los dos, no podía... - Sigo aquí. - susurre. - Sigo aquí.- repetí aun más bajo. Casi para recordarmelo a mi mismo, pues aun no creía mi suerte. Aun no creía lo que Krista había conseguido por mi. 

Sin soltar a Tania alcé la cabeza por encima de su hombro.

- Pude ver a uno de los que me atacaron. - Guíe mi mirada hacia él y vi como todos se giraban en la misma dirección. - Fue William Cox. - mis ojos crepitaban de furia y una de mis manos soltaron a la mujer que amo para señalarlo. - Es uno de los asesinos y ha intentado matarme. -

Dejo de lado el asunto de Chloe, lamentaba su muerte, y lo lamentaba más por Dylan. Pero su atención fue obviamente desviada por las palabras de su hija, y su relato, la explicación de lo que había hecho, todo aquello le lleno de una nostalgia tal que una lagrima rodó por su mejilla.

Abrazó a Krista nuevamente, de forma cálida, protectora, y lloró sobre su hombro mientras murmuraba despacio.- Oh, Elaine... has dado a tu hija un regalo maravilloso.- Y tras decir aquello, se separó de ella no sin antes dejar un suave beso en su frente, para luego reprenderla, no de forma agresiva.- Princesa... no tuviste que exponerte de esa forma... dios mio... ¿Qué se supone que haga si te pierdo a ti también ahora? -

El "Gracias" mencionado por Nicholas confirmaba su historia, lo que le tranquilizó, ahora sabíamos bien quienes eran inocentes, no podíamos asegurar la inocencia de muchos, pero si la de algunos, algunos que no se llevarían el voto del empresario. Pero las palabras de Nicholas continuaron, y señalaron a aquel hombre del que había sospechado desde el principio. 

Dio un paso hacia Dylan y hacia Jane, colocando las manos en sus hombros de forma familiar, amistosa, confianzuda, como si les conociera bien. Habló al primero con el volumen suficiente para que todos escucharan - Vamos a vengar a tu prometida, Dylan. Lo haremos.- Y luego sus palabras se dirigieron a Jane.- Lo siento Jane... pero tengo que votar por tu marido, nunca confíe en él, y ahora mis sospechas han sido confirmadas.- Y luego, se dirigió a paso lento hasta el ministro Cox, sacando un nuevo habano de su chaqueta, lo encendió, y miró lleno de ira al hombre acusado.- Mi voto va para ti, sucio mal nacido. Espero que te retuerces en el infierno.-

Sabía que Nicholas tendría respuestas, o al menos la esperanza de terminar todo le hacía ser optimista. Pero el como dijo aquello, la persona a quien señaló... Kana no dudó en que seguían por buen camino.

-Así que crees que el ministro puede estar detrás de todo. Bien, porque yo también lo creo. Y me alegro de que finalmente no te haya pasado nada.

La actriz, que hasta ahora había intentado ser amable con todos, se permitió un segundo para mirar fríamente a William Cox. Sus padres le habían enseñado a no odiar a nadie, pero si alguien asesinaba de esa forma a gente inocente, bien se merecía al menos un trato desagradable. Solo faltaba que realmente acertaran con el sospechoso, aunque Kana confiaba en no equivocarse.

- Es imposible... el señor ministro no es uno de ellos puedo asegurarlo, se que el jamás hubiera matado a mi hermana- aún seguía pegada a mi hermano sin embargo la mensión del ministro me alteró lo suficiente como para que volviera a prestar atención al resto.- Además yo... 

Mordí mi labio inferior iba a decir algo que no debía y que además podía poner los ojos sobre mi persona lo que claramente me pondría en peligro.

- Yo se que mi hermana estaba asustada, no votó al señor Wood porque pensara que era inocente y que nadie lo votaría, votó por el ya que no confiaba en su persona. Es muy fácil para todos desconfiar del Ministro y el señor Wood ha dirigido las sospechas hacia el, por lo que supongo que no hubiera sido algo muy listo asesinarlo. Pero en cambio a mi hermana a quien aparentemente no prestó atención... ella si era alguien a quien se debía hacer desaparecer ¿no es cierto?

Sequé las lagrimas que se habían llevado parte de mi maquillaje para poder enfrentarlo de la mejor manera posible.

- Era mi hermana si realmente creyera que el señor ministro es uno de los asesinos creanme que sería la primera en sostener un puñal y clavarlo en su cuello. Pero se que el no es a quien buscan.

La tristeza en la voz de Sharon la conmovió... no obstante la actriz no cambió de opinión. 

-Creo que te dejas llevar por la emoción del momento... pero ya sospechaba del ministro, lo de Nicholas ha sido solo la confirmación de mis sospechas.

Pero no pudo evitar sentir pena por la joven, parecía muy unida al ministro. Así que lo siguiente que hizo le dolió bastante.

-Sé sincera, Sharon, ¿siente usted un interés romántico por el señor Cox? ¿lo defiende por que le quiere?

El amor estaba bien, pero si amaba a un asesino la cosa ya no era tan buena para el resto... podría haber un conflicto de intereses.

Escucho a Sharon, y no pudo evitar sentir algo de lastima por la chica. Dio un paso hacía luego de arrojar el humo del habano sobre el ministro.

- Señorita Monroe, la verdad no sé que interés tenga usted en querer fijar la atención en mi ahora. No sé que vínculo hay entre usted y el acusado... Pero déjeme decirle algo: Pensar que el señor Cox no es un asesino, es inferir que tanto Nicholas como mi hija mienten, y que soy yo el verdadero asesino, y junto conmigo otras dos personas aquí a quienes conozco bien, pero cuyos nombres no revelare a no ser que ellos decidan mostrar el vínculo que nos une.- Lo siguiente que diría sería peligroso y arriesgado, pero sobre todo polémico.- Si no es un interés romántico como dice la señorita Kana, solo puedo pensar que usted es otra de los asesinos, y que intenta proteger a su compañero.- Sentenció, con una mirada dura en su rostro.

La revelación de Krista reveló algo muy preocupante: que habían habido 2 ataques esa misma noche. Afortunadamente salvó uno, y parecía que Nicholas realmente podía "ver" a esos malnacidos, y que tristemente Antonella habría sido uno de ellos... cuando acusó al señor Cox. Eso a Colette no le cuadraba en absoluto, había algo que se le escapaba a la joven modelo.

No se si su hija y Nicholas mienten... pero una cosa está clara señor Woods. Chloe ha sido sin duda víctima de los sin-rostro, así que de haber un ¿imitador? o alguien que haya decidido tomarse la justicia por su parte... yo apostaría más por el ministro. Siempre que las palabras de Nicholas fueran ciertas, claro está.

Luego miró a Krista, puesto que consideraba que no sólo ella, si no todos necesitaban cuanta más información mejor para llegar a la verdad.

Dime Krista, la noche que no murió nadie, ¿a quien protegiste? Sería interesante saber si salvaste también a la persona adecuada, o realmente no atacaron a nadie esa noche e hicieron algo más oscuro...

Al ver como empiezan las acusaciones los miro uno a uno lentamente.

-Me dan lástima... Me acusan de asesinato para acallar a uno de los que trabajan para desenmascarar a los asesinos. Son sin lugar a duda gente vil. Y usted, Gordon no es mas que un canalla que se aprovecha de la situación en su beneficio. No tiene los arrestos de decirlo a la cara, pero me acusa para ocultar su propia falta.- Luego me giro a Reynolds.- No se que vio esa noche joven, pero está usted imaginando cosas, o tergiversándolas en su propio veneficio. Sin lugar a dudas usted no a tenido ningun escrúpulo y a sabido manejar a los aquí presentes a su antojo. Sin duda debo felicitarle por su trabajo, no a debido de ser facil, matar a sus propios compañeros, todo ese teatrillo de que era quien les veia por la noche, usted solo. Arriesgando su vida para la seguridad del resto, sin duda un auténtico valiente. Aunque es muy facil ser valiente cuando no se corren riesgos.

Cuando me echa el humo a la cara le miro fijamente sin parpadear. 

-Se están cavando su propia tumba. Votenme, condenenme, maten a un inocente y duerman tranquilos esta noche. Pronto veran el error que han cometido.- Digo finalmente.

- Señor Woods ahora intenta fijar la atención en mi y paf pronto habrán caído todos aquellos que en algún momento desconfiaron de usted. Que puedo decir no creo que Tania mienta, pero no se si Nicholas dice la verdad, porque su palabra es más importante que la de cualquiera aquí? Ni siquiera tenemos pruebas de que Antonella fuera una asesina y tampoco sabemos si realmente fue el señor Nicholas atacado, si no, no me explico que mi hermana esté muerta.

Mi mirada pronto se fijó en la actriz, mi rostro ya estaba un poco enrojecido por la rabia que sentía al pensar que el asesino de mi hermana se estaba librando de la muerte, sacrificando en el proceso a un hombre inocente.

- Es muy ofensivo que diga que pondría un interés romantico por encima de la vida de mi hermana. Solo soy una persona respetuosa de la ley y más aún no tolero la idea de que el asesino de mi hermana ande suelto mientras todos ponen sus ojos en la persona equivocada. En que nos basamos? en que la palabra de Nicholas pesa más que la de cualquiera de nosotros? si es así poco importa la razón o la justicia, morirá aquel que ese hombre señale.

- Señorita Monroe, no es que quiera desconfiar de usted, pero es su extraño actuar lo que me hace sospechar. Si no es un interés romántico, ¿por qué defiende al señor Cox? ¿Por qué esta tan segura de su inocencia? - No quiso añadir nada más al asunto del ministro, era obvio que un hombre acorralado en su situación diría cualquier cosa para salvar su pellejo.

- Porque un hombre capaz de asesinar será lo suficientemente listo como para no ofrecerse a llevar a cabo los asesinatos y por supuesto para no poner las sospechas sobre si mismo.  Y se ve que no quiere desconfiar de mi pero no ha tardado nada en señalarme como asesina. Realmente lo lamento por su hija que no sabe que clase de padre tiene y por todos aquí quienes se dejen influenciar dejando libre al verdadero asesino.

Tomé asiento en una de las butacas haciendome con la copa de algún trago que desconocía desalentada. William quizás moriría por la votación de todos que consideraban al señor Wood y a Nicholas más confiables.  Miré a mi hermano con un poco de tristeza, durante la noche perdió a una hermana y probablemente si no era asesinada esta noche, el señor Wood se encargaría de centrar las dudas en mi.

- Solo quiero decir que si algo llega a sucederme el señor Wood será el culpable. No me esforzaré más por hacerlos entrar en razón, si quieren mancharse las manos de sangre inocente es vuestro problema, mi único deseo es vengar la muerte de mi hermana como corresponde.

Aquello se estaba yendo de madre. Tres días encerrados y aquello ya era una guerra peor que la I Guerra Mundial... Acusaciones, más acusaciones y ni una sola prueba... bueno sí, una... quizá...

Edward no tuvo más remedio que volver a alzar la voz...

Creo que todos deberíamos calmarnos de una vez. La muerte nos ronda y, o mantenemos la cabeza fria o ninguno saldremos de aquí caminando, ¿esta claro?

Señor Woods, Señor Cox, me parece muy bien que se digan las cosas a la cara, creo que, en este caso, de hecho es lo correcto. Todos miramos al resto de la gente y pensamos ¿será él? ¿será ella? pero lo realmente cierto es que, de momento, no tenemos una sola pista sólida que nos señale a los sin rostro.

Por contra, la muerte del periodista nos ha servido para obtener algo, que no sé si es o no relevante en el caso que nos ocupa pero, que me gustaría aclarar de una vez por todas, antes de que esto se transforme en un baile de acusaciones sin sentido.

Me refiero a la foto que dejó caer y que creo todos hemos visto... Si alguien sabe quien es la señorita de la foto, por favor, que lo diga ahora mismo. Quizá nos sirva para descubrir a los sin rostro o quizá no pero, considero que es necesario que sepamos quien es y qué tiene que ver con todo esto...

Edward se quedó de pie mirando y observando a todos y cada uno de los presentes, esperando una respuesta a su pregunta.

-Colette, Chloe ha sido asesinada o por un imitador de los sin rostro, o por alguien con idénticas intenciones que intenta ocultarse en sus crímenes. - respiro hondo - Sobre a quién defendí ayer... al principio yo misma creí que quizás hubiese surtido efecto y hubiese protegido a esa persona del ataque de los asesinos, que quizás no me hubiese percatado, pero cuando hoy ha funcionado, lo he tenido claro, ayer no atacaron a esa persona.

Dicho eso me vuelvo hacia Sharon.

- Tu hermana dijo que lo había votado porque no creía que fuese a salir votado ¿y nos pides que te creamos a ti antes que a ella? - Suspiro - Tu hermana es inocente, que haya sido asesinada lo demuestra, y ahora sí creo que cuando votó a mi padre lo hizo sin mala intención. Sin embargo, no puedo decir lo mismo que tú. Te has posicionado al lado del señor Cox para atacar a mi padre, y ahora que Nicholas y Kana lo han acusado, lo defiendes, incluso diciendo que tu hermana mentía. Los dos intentáis calumniar a mi padre y que la gente vote por él.

Tomo aire.

-Sinceramente, quería que Nicholas no fuese atacado, porque eso quería decir que Antonella, mi amiga, sería una de los sin rostro. Y creí que el momento de comprobar su inocencia o culpabilidad, sería esta noche, así que obré acorde a esa idea. Di con que ha sido atacado, lo que implica que los asesinos lo quieren muerto, y eso no tendría sentido si estuviese acusando a gente que no son los asesinos, así que eso lo convierte al instante en inocente, y sus palabras en ciertas. Podría ocurrir que los sin rostro intentasen engañarnos para que creyésemos en él y siguiésemos haciendo caso a sus palabras, pero no podían saber que lo protegería hoy, y por tanto sería un movimiento bastante estúpido por su culpa.

-Por el contrario, tu razonamiento de que si algo te pasa, mi padre es culpable, es absurdo. Si tus palabras fuesen ciertas, y en el supuesto de que yo fuese una asesina, ahora mismo te mataría para que mi padre muriese después de ti. Pero como es un razonamiento absurdo, llegamos a otra conclusión, si nadie te ataca, puede ser o bien porque tú eres la sin rostro o porque lo es mi padre, y teniendo en cuenta que mi padre y un sin rostro, el ministro, se han votado mutuamente en varias ocasiones, estaría claro en quién creería.

-Igualmente, ese razonamiento ya no tiene sentido, porque como lo he dicho, los asesinos podrían utilizarlo para intentar jugar con nuestras opiniones, por ello es mejor hacer como he hecho yo con Nicholas, no decir a nadie mi plan, y una vez que he demostrado algo, darlo a conocer.

-Por último, no entiendo por qué el hecho de que alguien te haga algo fuese a implicar a mi padre, siendo lógicos, si nos estuviese manipulando a todos, le convendría no matarte para que cayeses en las votaciones y siguiésemos confiando en él.

Tomo aire otra vez y miro al resto.

-Mi opinión es que Antonella era una asesina, que Richards lo era, que William lo es, que Sharon lo es y que en vista de que se va a quedar ella sola o con un solo aliado en la banda, intenta defenderlo a toda costa.

-También, argumentando con lógica, sé de mi propia inocencia basada en lo que he contado, de la de Nicholas por haber sido atacado después de acusar a una persona, de mi padre por recibir los ataques de Cox y Sharon, de Chloe por haber acabado muerta y de Dean por lo mismo.

-Por último, quiero decir, que tengo el temor, que no la sospecha, de que en la noche de ayer, los sin rostro hayan conseguido que el señor Olson se pasase a su bando, podría haber pasado con cualquiera, pero de yo ser una sin rostro, ese día hubiese ido a convencerlo a él.

Natasha había despertado, tras una noche de intranquilidad, para encontrarse con un panorama desgraciado, una vez más. Los asesinos de su marido seguían sueltos, o alguien estaba intentando hacer justicia a su manera, al igual que había hecho ella públicamente.

De cualquier manera, todos seguían estando en peligro. Ella, su familia, sus empleados y sus clientes. Y ahora... Ahora su hijo había perdido a su prometida, al igual que Nathan había perdido a su hermana. La desdicha había atacado de pleno a aquellos a los que ella más apreciaba en el mundo, y eso no se podía quedar así.

Aún recordaba cada uno de los rostros de aquellos a los que había disparado. El momento en el que habían caido sobre el suelo, sin vida, se repetía en su mente, una vez tras otra. Pero tenía que ser fuerte. Tenía que proteger a los suyos.

Fue por eso que, con fuerzas renovadas, subió al escenario, sosteniendo la pistola de su difunto marido entre las manos. Aclarándose la garganta, intentó llamar la atención de todos los presentes y entonces habló- Es evidente que aún los Sin Rostro se ceban con nosotros. Y creo que comprendéis lo que debemos hacer al respecto. No estoy dispuesta a quedarme de brazos cruzados y de nuevo, propongo hacer una votación, propongo juzgar públicamente a alguien. 

Observó cada uno de los rostros que poblaban el bar- Ya sé que muchos debéis pensar que soy una asesina. O que tengo la sangre fría. Pero yo sé que esto es lo correcto, y vosotros sabéis que quedan asesinos reales y peligrosos entre nosotros. Así que, os pido que obréis en consecuencia.-tras aquel ruego, suspiró, y miró alrededor una última vez, preocupada y compungida, antes de bajar del escenario y mirar a Nathan. Quería prestarle su apoyo, consolarle, pero sentía que debía respetar aquel momento de intimidad entre hermanos.

Se acercó entonces a su hijo, y le abrazó- Lo siento, cariño. Te prometo que me vengaré. Esto no va a quedarse así. 

Krista, sinceramente me cuesta un poco creer esa fe que tienes en que el imitador que dices acabase con la vida de Chloe y no fuera quien intentase acabar con la vida de Nicholas -  respondió Colette - Quizás es algo que sólo tu pudiste percibir, no lo sé... - entonces su mirada se dirigió hacia el ministro - pero el hecho que el señor Cox niegue todas las acusaciones, en vez de intentar justificarse como Antonella, ciertamente apoya más tu teoría Krista.

Colette respiró hondo intentando recapitular todo lo dicho desde que se habían despertado.

Salvo que alguien pueda demostrar que Krista miente, nada me hace pensar que no intentó proteger a Nicholas ayer por la noche. Y que fue atacado, ya fuera por los sin-rostro u otra persona. Así pues, las posibilidades de que Nicholas miente son bastante remotas, tantas como los sin-rostro notasen que Nicholas iba a ser protegido y lo atacasen para darle credibilidad a cualquier futura acusación.

Eso nos dejaría pues que muy probablemente Antonella fuera una sin-rostro... - Colette no puede evitar que se le tuerca el rostro al decir tales palabras - y posiblemente que el señor Cox sea uno de ellos. Lo que si tengo claro, parafraseando al señor Woods, es que yo no se quienes son los culpables. Pero si algunos inocentes. Y Sharon es sin duda una de ellos. Desconozco si hay más interés de defender al ministro del que yo defendiendo a mi amiga Antonella, puesto que no puedo asegurar la inocencia o culpabilidad del señor Cox. Tomen estas palabras en consideración en el futuro, por favor.

- No lo entiendo, señorita Monroe. - Intervino la cantante mirando a Sharon y negando con la cabeza acto seguido. - ¿Por qué lo defiende con tanto celo? Acaba de morir su hermana y creo que el ministro es bastante sospechoso después de oír estas revelaciones. No puede estar tan segura de su inocencia... ¿Por qué lo está? ¿Y si finalmente sí fue él quien mató a su hermana? - Suspiró. No creía que pudiera haber tanta maldad en un mismo lugar, y estaba nerviosa de sentirse amenazada constantemente. - No sé si yo estoy tan segura como Krista de que eso la incrimine automáticamente, pero debe admitir que es muy sospechoso, y que es normal que estando como están las cosas contra el ministro Cox, que lo defienda con tanta fiereza y entereza cuando no hace ni dos horas de la muerte de su hermana... pues resulte curioso.

Cuando Sharon dijo que no estaba enamorada del ministro Kana se retractó.

-Lo siento, es solo que me había dado esa impresión. Le ruego me disculpe.

Sin embargo, la actriz comenzó a sentir tanta duda como incredulidad. O bien mentía sus sentimientos para que no creyeran que estaba ciega emocinalmente o lo defendía sin ninguna causa aparente. Al menos, si era inocente.

Después de escuchar a todos me encogí de hombros, todavía sentado en un taburete junto a la barra. Si Nicholas y Krista estaban seguros de lo que decían, para mí no había nada más que preguntar. Confiaba en ambos y las palabras de uno confirmaban la del otro.

Mientras sacaba un cigarro y me lo ponía en la boca miré al ministro con duda en los ojos. ¿Realmente ese hombre había sido capaz de hacerle algo tan horrible a Dean y Chloe? - Lo siento, señor Cox, pero mi voto será para usted. Nicholas y Krista son buenos amigos míos y confío en ellos.

Mi mirada se dirigió entonces hacia Sharon, que tan empeñada parecía en defender al ministro. - Sharon, dejando de lado el tema del señor Woods. ¿Por qué defiendes así al señor Cox? Como dice Tania resulta... Extraño.

Sin más le hice un gesto al camarero para que me prestase un mechero, encendí mi pitillo y aspiré lentamente, dejando que el humo invadiese mis pulmones.

La discusión se encontraba acalorada y en el momento más cúlmine, cuando el servicio comienza a repartir unos cuantos cocteles de color azul claro con una superficie verde, simulando el color del océano.

Todos toman uno para pasar los arduos momentos y todo se hace silencio cuando el ministro Cox comienza a toser con fuerza. Cae de rodillas al suelo y tose con cada vez más fuerza, como si algo se hubiera quedado atascado en su garganta. Jane corre a ayudar a su esposo y Sharon va detrás de ella. La piel del ministro se vuelve de un color gris y sus ojos comienzan a quedar blancos.

Segundos después, el ministro comienza a convulsionar con fuerza y baba sale de su boca. Una escena poco agradable para los ojos de todos y todos van alejándose mientras los movimientos bruscos del ministro se detienen. El ministro William Cox ha muerto en frente de todos.

Sharon cae al suelo y comienza a toser de la misma manera que el ministro, pero apenas cae inconsciente al suelo y después de un rato despierta.

Permanezco varios minutos abrazado a mi hermana, tratando de darle consuelo. Sin embargo, en cuanto Nicholas habla y el debate comienza la dejo alejarse de mí. No comprendo sus razonamientos, pero no seré yo quien la detenga ahora mismo. Ni tengo las fuerzas, ni las ganas.

Aún así, cuando comienzan a atacarla, aprieto los puños, y me encuentro a punto de lanzarme a defenderla cuando algo sucede. Al verla toser de esa manera todo mi enfado se desvanece, siendo sustituido por preocupación. La ayudo a sostenerse al principio, y la sujeto cuando parece perder el conocimiento. No es la primera vez que le pasa, pero esta parece diferente. Más seria.

Trato de llevarla hacia uno de los sillones, mientras hago una señal al servicio para que me traigan agua. Demasiadas emociones.

No me separo de ella en ningún momento, y no puedo sino extrañarme al advertir que el ministro se encuentra en un estado parecido.

Cuando comienza a volver en sí la miro con el ceño fruncido pero el alivio en el rostro. Por unos instantes me había imaginado perdiéndola también a ella, y la sensación era tan desoladora que sólo puedo sentirme agradecido. Tomándola de la mano, le hago un gesto severo.

- No. - digo de manera directa - Ni se te ocurra levantarte. Vas a quedarte ahí tumbada hasta que te encuentres mejor.

Entonces echo un vistazo por encima del hombro. El ministro parece haber muerto. Maldigo la situación para mis adentros. Quería hacerlo yo. Pedirle la pistola a Nathasha y dispararle en las rodillas primero, y en el estómago después. Y dejarle sobre el escenario, desangrándose, pisándole las heridas hasta hacerle suplicar perdón por lo que le había hecho a Chloe. Aprieto la mandíbula. La justicia tendrá que esperar hasta que haya otro culpable claro.