Partida Rol por web

El Brazal de Oro

- Capítulo IV: Roca viva -

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19/11/2019, 00:29
Runi

La situación empezaba a ser desesperada. Aunque esperado, no por ello el ataque a la atalaya era algo bueno. Las fuerzas unidas de Lognar y Murgin podían ser demasiado para los enanos. Pero no había más opciones.

Gunnar, como no podía ser de otra manera, se quedó a pelear para darles tiempo al resto. Y Runi estaba seguro de que cumpliría lo prometido. Mientras estuviese vivo no pasarían. Mientras estuviese vivo.
Asintió al guerrero y le posó una mano en el hombro. Se conocían de tiempo ya, no hacía falta decir mucho.

-Encontraremos a la princesa. No lo dudes.-

Después de aquello se giró en dirección a Strumni para que les guiara de nuevo al lugar donde esperaban poder seguir a la princesa.

-Bien. Está claro que el tiempo vuela, hemos de ser rápidos también nosotros.-

Aunque lo cierto es que al viejo skaldi le preocupaba un poco poder seguir el ritmo a los jovenzuelos con los que iba.

Notas de juego

Let's go

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19/11/2019, 11:38
Glyrhel

Parecía que habían tomado la decisión por él y no le quedaba más remedio que seguir a Runi e Ylva  en su búsqueda de la princesa. Tampoco, viendo el cariz que estaba tomando la cosa, hubiera tomado él una decisión diferente.

La batalla llamaba a la puerta de la atalaya enana y por mucho que hubiera aprendido algo con Uwa, no servía absolutamente de nada para enfrentarse a la lucha que se avecinaba. Eso, sin olvidar, que tampoco es que tuviera muchas ganas de batirse a vida o muerte contra nadie, menos aún contra avezados soldados poseedores de una experiencia de la que él carecía y no deseaba.

Se dispuso a echar a correr, y con gusto hubiera sido el primero en hacerlo si supiera el camino a seguir.

- Eh.. Ah... ¿Por dónde?

Él, al contrario que los enanos, no conocía los túneles y no tenía ni idea de dónde estaba esa puerta que no se abría y que había franqueado la princesa.

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19/11/2019, 22:54
Ylva

Ylva abrazó a su padre con fuerza. Aquellas palabras, cargadas de confianza, encendieron su corazón. Si su padre así lo pedía, no había reto que no pudiese superar ¡Se metería en la boca entreabierta de un dragón dormido antes que fallarle! La muchacha se separó y, orgullosa de la actitud de su padre se dio la vuelta para marchar, pero una idea le hizo detenerse.

—¡Ah! Si entran cadáveres... ellos son muy torpes. Tiradles encima redes, o incluso mantas y podréis inmovilizarlos. Luego será cuestión de machacarlos. ¡También debería buscar alguien a la hermana de Merial! Ella puede hacer magia que los pare... momentáneamente —dijo imitando con las manos el movimiento de una porra—  ¡O podéis atraparlos en esas piedras movedizas enanas si les ponéis una trampa! Si hay tiempo de hacerlo, no tendrán nada que hacer contra nosotros.

La niña parecía estar lista para enfrentarse a lo que fuera, y deseosa de mostrar su valía. Nerviosa, miró a Uwa. 

—¿Podrían prestarme un arco? El mío está a un par de flechazos de romperse... Y si Glyrhel y yo logramos atravesar la puerta, necesitaremos cuerda. Y Mawi... —la niña miró a la arbórea, preocupada— ¿Vendrás con nosotros o prefieres quedarte aquí? ¡Si te quedas deberían encontrar un sitio donde estés a salvo!

Nada dijo de que si la acompañaba la protegería. Se lo había asegurado, igual que la había prometido que, en cuanto fuese humanamente posible, le ayudaría a encontrar a sus compañeros.

Notas de juego

si no existe algo parecido a los morteros de arena que tenían los egipcios o el cemento y hormigón romanos dimelo y lo quito xD

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19/11/2019, 23:37
Strumni

El ataque había comenzado mucho antes de lo que Strumni esperaba. Acababa de prometer que volvería antes del ataque y ya estaba faltando a su promesa. Los puños del enano se apretaron ante la impotencia reinante. ¿Qué debía hacer? Luchar con su pueblo o acompañar a los skaldi. Dudó en silencio y finalmente claudicó.

—Volveré y os ayudaré Uwa lo... prometo, pero ellos me necesitan más ahora —dijo mirando al grupo de humanos. Los túneles enanos eran complicados, seguramente él podría ser útil allí abajo y en la batalla únicamente sería una ballesta más, no marcaría la diferencia.

El enano se caló la capucha y apretó el ceño, estaba listo. Aunque se sentía cansado por todo el viaje decidió apartar su fatiga para otro momento. Ya tendría tiempo de descansar y lamentarse si volvía a fracasar. Algún dios piadoso le estaba dando la oportunidad de resarcirse de sus fallos, no iba a desperdiciarlo.

—Hay que salir ya, cada segundo cuenta. No podemos perder el tiempo, hay muchas vidas en juego.

Movió la cabeza hacia su destino indicando al grupo el lugar por el que debían ir. Sacó su ballesta y se preparó para enfrentarse a lo que tuviera que venir.

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21/11/2019, 01:00
Tressa

Tressa se sorprendió por el anuncio de un ataque repentino, realmente no se esperaba que fueran a atacarlos tan rápido pero ella tenía claro a donde debía ir, iba a encontrar a la princesa costara lo que costara.

Lo que no esperaba era la respuesta de Gunnar, se había preocupado mucho por encontrar y proteger a la princesa durante el viaje, creía que el sería uno de los primeros en lanzarse a su busqueda. Pero el era un gran guerrero, muy probablemente debido a su experiencia en combate sería lo suficientemente fuerte como para poder mantener a raya a los atacantes mientras el resto del grupo se encargaba de la busqueda.

- Suerte en la batalla. - Se dirigió a Gunnar, esperaba que tuviera éxito en el combate. Tras hablar dio la vuelta y comenzó a seguir al grupo.

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22/11/2019, 01:13
Astrid

Todos sabían que Gunnar se moría de ganas por acompañarles y cumplir su misión de encontrar y proteger a la princesa Ingelyn a cualquier precio... pero también sabían que era el guerrero más diestro con el que contaban, y por tanto, el más indicado para cubrir sus espaldas mientras se internaban en los túneles en busca de la princesa. Si la atalaya caía, daría igual que la encontrasen, puesto que les darían caza sin piedad y seguramente acabarían con ellos.

Astrid asintió, orgullosa de su capitán. Y dio un paso al frente para colocarse a su lado.

—No lucharás solo —dijo—. No mientras Astrid conserve una gota de sangre en su cuerpo. Yo también me quedaré.

Se volvió hacia el resto con gesto decidido.

—No temáis, resistiremos. Pero encontrad a la princesa cuanto antes, no sabemos en qué lío puede estar metida...

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22/11/2019, 01:19
Uwa

Uwa, viendo la resolución del grupo, asintió y se permitió una sonrisa de optimismo.

—Bien, espero que tengáis buena suerte —les animó—. Kaz-Umzur no caerá mientras quede en ella un sólo enano... o skaldi, visto lo visto. ¡Capitán Snorri, capitán Urri! ¡A las defensas! ¡Edrin, sube a la torre conmigo!

Y la sobrina del rey Grummdar se alejó para dirigir la defensa de la atalaya, no sin antes volverse una última vez.

—¡No dudéis en informarnos si pasa cualquier cosa! ¡Haremos lo que podamos para asistiros!

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22/11/2019, 01:23
Narrador

Una vez formado el grupo, al que Merial y Mawi se unieron sin dudarlo un instante, emprendieron sin más demora el camino. Desandando sus pasos, se internaron una vez más en los Caminos Subterráneos y los recorrieron a la carrera, siguiendo la guía de Strumni. El montaraz enano podía recordar a la perfección cada piedra de aquella ruta, y no pasó mucho tiempo hasta que estuvieron de nuevo en la abertura que daba paso a aquella vieja y abandonada fortaleza mítica.

Corrieron, hasta llegar de nuevo al mercado enano abandonado, atravesando la puerta donde descansaba toda aquella miríada de objetos maravillosos. Glyrhel, Ylva, Merial y Mawi, que no habían estado allí antes, se quedaron con la boca abierta al contemplar todos aquellos artefactos enanos y aquellas armas legendarias. Pero no había tiempo para detenerse a admirarlos, y continuaron su camino a la carrera.

Unos corredores más allá, se encontraron de nuevo frente a la puerta mágica que Runi y Rurik habían inspeccionado antes... solo que esta vez, estaba abierta. ¡La puerta mágica estaba abierta ante ellos de par en par! Al otro lado del umbral, les aguardaba la negrura más absoluta...

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22/11/2019, 01:28
Director

Notas de juego

Ok, los enanos no son muy de arcos... pero malo sería que en un puesto avanzando militar no hubiera alguno. Considera que puedes disparar normalmente.

También te han dado cuerda, ya que la quieres. xD

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22/11/2019, 01:31
Merial

Merial se colocó entre Glyrhel e Ylva y susurró de forma que sólo ellos pudieran oírla.

—Noto algo ahí delante... —dijo—. Algo mágico... muy... muy poderoso. Pero no sé qué puede ser... ¡ojalá Ilwen estuviera aquí!

Y Glyrhel se sorprendió al comprobar que, fuera lo que fuera, él también podía sentirlo. Tenía la misma sensación que cuando se colocaba frente a algo imponente, como el mar o las grandes hogueras de las fiestas de Frondby. Pero esta vez, no sabía de qué podía tratarse. Si querían averiguarlo, tendrían que franquear aquél arco de piedra.

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22/11/2019, 01:34
Narrador

Runi no tenía ni idea de por qué aquella misteriosa puerta estaba de pronto abierta. ¿La habría abierto la princesa? Pero de ser así... ¿por qué antes estaba cerrada?

No tenía respuestas. Lo único que sabía era que más allá de aquél arco de piedra había algo. Algo muy poderoso, cuya fuerza mágica podía notar desde donde se encontraban. Aunque no tenía la menor idea de qué podía ser.

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23/11/2019, 22:32
Strumni

Les había llevado a la carrera, toda la carrera que podían ir siguiendo sus cortas piernas. No se detuvo en la sala de los objetos mágicos pues temía que la codicia, las dudas o algo similar le hiciera flaquear en su propósito. No había tiempo que perder, tenían que llegar a buscar a Ingelyn y el resto era totalmente prescindible.

Al plantarse ante el lugar en el que anteriormente había estado la puerta cerrada Strumni se sorprendió. Sus ojos se abrieron de par en par y miró a los lados como si aquello fuera alguna clase de broma de mal gusto. Esperando a que alguien apareciera por su espalda y le explicara que había pasado con la infranqueable puerta que les había detenido la última vez. Obviamente, nadie apareció para dar una explicación así que deberían ir a buscarla ellos.

Se encajó bien la capucha de la capa y sacó su ballesta con cuidado, estando preparado para los eventuales peligros que seguro que se encontrarían.

—Supongo que debemos entrar —dijo dando por hecho que aquella era la única solución posible—. Pisad con cuidado, primero puntera y si no es necesario no carguéis el talón. Intentemos ser sigilosos, aunque posiblemente no valga de nada.

Dicho eso se preparó para adentrarse en lo que hubiera tras la puerta, al fin y al cabo era para lo que habían ido hasta allí.

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24/11/2019, 14:32
Ylva

—¿Vosotros podéis sentirlo? Si es Sonrisitas yo ahora no puedo... O no me deja. —Ylva se llevó la mano al carcaj y una macabra idea vino a su cabeza. Quizás por el hecho de ser un ser de magia y oscuridad, aquel ser atacase con más violencia a los seres mágicos ¡Y ella no estaba dispuesta a dejar que nadie hiciese daño a su amigo!— Será mejor que os quedéis un par de pasos atrás. Si ese ser se entera de que podéis sentirlo irá a por vosotros antes, porque sois los que podéis pararlo.

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24/11/2019, 14:36
Ylva

Con la mano en el carcaj, y muy cerca de Merial y Glyrhel, Ylva lanzó una breve advertencia al enano y avanzó hasta ponerse a su lado. Recordaba muy bien lo que había pasado cuando vio por primera vez a Sonrisitas. El muy maldito había hecho desaparecer la flecha cuando tenía la cuerda tensa. Si la hubiese soltado, Merial, Glyrhel y ella podían haber resultado heridos.

—Señor Strumni... Tenga cuidado con la ballesta— susurró— Cuando vi por primera vez a Sonrisitas, me quitó la flecha de mi arco sin tocarla; estuve a punto de tirar en vacío.

La niña miró al frente y, dando un pequeño paso hacia delante intentó vislumbrar más allá de la oscuridad. Entonces se giró y dio un vistazo al resto del grupo. 

—¿Y si avanzamos nosotros dos unos metros por delante del resto? —no quería ofender al resto del grupo, pero tanto el enano como ella tenían más experiencia a la hora de moverse en silencio. Además, seguía teniendo la sensación de que irían a por Glyrhel, Merial, Mawi y Runi.— Nosotros dos de avanzadilla y Tressa cerrando filas, protegiendo la retaguardia.

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24/11/2019, 19:19
Tressa

Tressa siguió a los demás hasta llegar a la puerta que sorprendentemente en estos momentos se encontraba abierta.

¿Cómo...? Suspirando suavemente y negó con la cabeza, ni siquiera intentaría darle una explicación, aunque la buscara no la encontraría. Muchas cosas habían pasado, cosas que no entendía y no iba a entender, estaba aprendiendo a aceptar los echos y seguir adelante en situaciones como estas.

Observo la oscuridad que se hallaba al otro lado de la puerta, no tenía ni idea de que clase de seres podrían encontrarse entre esas sombras, pero debían ser muy cautelosos, un paso en falso y podrían acabar muertos o algo peor.

Tressa escuchó el plan de Ylva, le parecía buena idea, alguien debería cubrir al grupo por detrás.

- Me parece un buen plan, yo me encargo de la retaguardia. - Respondió a la niña. A Tressa no le importaba posicionarse en la retaguardia, de hecho lo prefería, no quería que un ataque sorpresa por la espalda les pillara desprevenidos.

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24/11/2019, 23:35
Narrador

Mientras decidían el orden y el modo en que debían internarse en aquella oscuridad, un temblor sacudió la estancia. Se escuchó un crujido a sus espaldas, y el pasadizo por el que acababan de llegar se derrumbó con un enorme estrépito de rocas y cascotes gigantescos.

La estancia se llenó de polvo y algunos incluso tosieron un par de veces. Cuando volvieron a alzar las lámparas, descubrieron que ninguno de ellos había sufrido daño, pero el camino por el que habían llegado hasta allí estaba completamente bloqueado ahora.

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24/11/2019, 23:37
Merial

Merial tosió y observó con horror lo que había ocurrido.

—Oh, no...

Miró alrededor, y señaló los dos marcos de piedra que había en la sala, además del camino por el que habían llegado y la puerta mágica.

—No me gusta nada —dijo—. Ahora no podemos hacer otra cosa que seguir adelante, y si necesitamos retroceder, sólo podremos hacerlo por caminos que no conocemos. Esto tiene toda la pinta de ser una trampa...

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25/11/2019, 14:45
Glyrhel

Glyrhel alzó el brazo y lo miró con interés. Su piel, el escaso vello que había en ella, se había erizado producto de una sensación que no había experimentado nunca. No obstante no sentía miedo alguno, tan solo la inquietud propia ante los desconocidos peligros que podían aguardarles delante.

- No es como sonrisitas. Es...

El muchacho cerró los ojos con fuerza, intentando ahondar en el detalle, intentando encontrar las palabras para describirlo, pero no consiguió nada.

-  No sé cómo explicarlo- se encogió de hombros.- Es... ¿Sobrecogedor? ¿Diferente? O eso creo. Sonrisitas daba miedo. Pero no soy un experto- añadió con resignación recordándole que no tenía por qué tomar su opinión demasiado en serio.

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25/11/2019, 14:55
Glyrhel

Prácticamente ni siquiera había acabado de compartir algo con Ylva cuando el estruendo que escuchó a su espalda le hizo girarse.

A punto estuvo de echar a correr hacia delante intentando escapar del derrumbamiento, pero para su sorpresa este no avanzó, se quedó perfectamente contenido para no permitirles el retroceso y no obstaculizarles el avance. Aquello no era buena señal, no podía serlo. Es más, no podía ser producto de la casualidad. Era extraño, demasiado extraño.

Glyrhel tragó saliva imaginándose lo peor y se giró hacia Merial e Ylva. Con gusto se hubiera retractado de todo lo que las había dicho, pero por cómo las miró, no hacía falta ni siquiera decirlo.

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25/11/2019, 15:33
Runi

A Runi no se le desencajó la mandibula cuando vio la puerta abierta por poco. Aunque logró aguantar estoicamente le costó mucho. Pero debía dar algo de seguridad y tranquilidad al grupo. Que buena falta les iba a hacer.
Iba a responder a Ylva que no tenían tiempo de ser cuidadosos cuando la sala detrás suyo se derrumbó. El viejo skaldi no se movió, no habría tiempo para nada. Aunque para su sorpresa, otra vez, no les había sucedido nada a ellos. Estaban intactos. Sin poder retroceder, pero intactos. Eso les facilitaba mucho la situación.

-Bien. Han decidido por nosotros. Ahora no queda otra que seguir adelante. Venga, movamonos que tenemos prisa. No hay tiempo para sutilezas Ylva, rapidez contra precaución. La princesa nos necesita, y tú padre y los enanos no resistiran para siempre.-

No le gustaba ponerse autoritario, pues en realidad no tenía autoridad real como la princesa o Gunnar, pero alguien necesitaba tomar decisiones rápidas. Ya viviría después con las responsabilidades de lo que sucediese. Si es que sobrevivía claro está. Miró a Glyrhel.

-Glyrhel estate cerca mío por favor. Seguramente necesite tu ayuda.-

Sabía lo que había sentido hacía unos instantes. Pero no podían hacer nada al respecto sólo avanzar.