Partida Rol por web

El Bromista

ACTO II - Orgol y Bolog

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16/03/2023, 11:51
DIRECTOR

Tras hacer los preparativos para el viaje y decidir que el carro del viejo Cenizo molestaría mas que ayudaría, dejándolo en un almacén de grano del pueblo, os pusisteis en marcha.
Nada comentasteis de vuestra asociación, pero la atenta mirada de los guardianes de la puerta Ableheim y Ranelf, lo decía todo. Hans os tranquilizó argumentando que al alcalde que mas le daba quién le parara los pies al bromista mientras no tuviera que soltar mas dinero. Y así iba a ser. Vosotros os llevaríais la fama y el dinero... hasta que echarais cuentas luego. A cambio cobraríais una comisión mayor de lo que os tocaría solo repartiendo el beneficio del alcalde.

Hans, debido a su herida, iba montado en el flacucho Mohíno bajando solamente cuando os tomabais un descanso para comer, dormir o aliviaros tras un matorral. Gracias a los cuidados del joven soldado su herida mejoraba con el paso de los días, aunque Kurt también había jurado que salir de aquél cuartucho y respirar aire fresco es lo que más contribuía a la causa.

Tomásteis el camino que conducía hacia la granja de Borför sin llegar a deteneros allí, continuando hacia el norte. Gustav rastreaba en busca de huellas, y la primera que encontró, en un trigal, os sorprendió a todos.
Eran dos pares de huellas, de unos dos codos o dos codos y medio de largo por dos cuartas de ancho. Parece que Hans Gaubbert no mentía respecto al tamaño de vuestras presas, pues unos pies así de agrandes solo debían de pertenecer a un monstruo de unos cuatro o cinco metros de altura. Curiosamente un par de pies iban descalzos y los otros enfundados en botas pesadas y claveteadas, como las usadas en las unidades regulares de infantería.

Seguisteis la pista de los gigantes durante varios días, descubriendo varias trampas más (una roca enorme que te aplastaba, un árbol joven combado con estacas que te trinchaba y aplastaba...) y desactivándolas para que nadie más pasara por la experiencia de la vaca del pobre Borför.

Tras dos días sin rastro, Gustav llegó de cazar con noticias de un rastro nuevo que se dirigía hacia el oeste, hacia los montes de Kurst. Mohíno tuvo que ser ayudado varias veces por aquél entorno que cada vez estaba más lleno de rocas y árboles de hoja perenne. A pesar de no ser una montaña, las laderas eran cada vez más escarpadas, había más barrancos y paredes de piedras. Por las noches hacía más frío que en la llanura o el bosque pero también había cuevas naturales y salientes donde resguardarse.

Hans a esas alturas podía volver a caminar solo con ayuda de un cayado, pero Mohíno cada vez resbalaba más y ralentizaba la marcha teniendo que dar rodeos para buscar un mejor sitio por donde sus cuatro flamélicas patas pudieran subir.

El rastro cada vez era más cercano, las trampas casi siempre eran rocas que aplastaban (lo que más abundaba por el lugar), hasta que Gustav por fin dijo lo que estabais esperando oír desde hace semanas; 

Gustav -El rastro es fresco, apenas unas horas-.

  

Notas de juego

Comenzamos con la segunda y última escena de la partida.

Ha abreviado un poco tiradas de rastrear y alguna de percepción para encontrar trampas, pero tampoco iban a aportar nada para la trama principal. 

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16/03/2023, 12:28
Hans Gaubbert

El halfling puso los ojos desorbitados al escuchar la noticia del cazador. Se acercó casi sin cojera apoyado en su cayado hasta la altura de las huellas hundidas en el barro donde se hacían charquitos de agua entrecolándose por los surcos.

-Ya estamos cerca. Debemos ser precavidos ahora, no vayamos a ponerles sobre aviso de nuestra presencia-. Dijo mirando a su alrededor en un tono bajo, como buscando algún signo de la presencia de dos gigantes en la zona. -¿Qué hacemos ahora?¿Los sorprendemos por la noche, mientras duermen?-.

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19/03/2023, 14:04
Kurt Boehm

   Una idea no dejaba de rondar por la cabeza del nordlandes desde que, días atrás, habían encontrado la primera pareja de huellas. No podía dejar de pensar en donde diantres podía haber conseguido aquel gigante una botas de aquel tamaño. Alguien se las tenía que haber hecho o se las tenía que haber robado a otro gigante al que, a su vez, alguien se las tenía que haber hecho.

   No es que Kurt supiese mucho de gigantes, más bien nada, pues nunca había visto uno y solo los había oído mencionar en viejos cuentos e historias para asustar a los críos, pero la idea de que fueran capaces de manufacturar unas botas así o de saber escribir, como señaló Cenizo aquel dia en la posada, le producía escalofríos. Las trampas demostraban cierta habilidad e inteligencia salvaje y bestial que, ya de por sí, era bastante preocupante. 

   Luego recordó lo de las tropas armadas moviéndose por la región. ¿Y sí, por descabellado que pareciese, ese gigante formaba parte de alguna unidad? Eso podría explicar lo de las botas. De ser así, ¿con qué más podría ir pertrechado? Nuevos escalofríos le recorrieron la espalda. 

   ¿Y qué decir del otro par de huellas?, las descalzas. Quizás, por azares del destino, el camino de aquellos dos colosos se había cruzado y el Botas había decidido unirse a su primo y abandonar a los humanos; un desertor. ¿Podía ser ese el motivo por el que mató al barón? Quizás las trampas no eran para dañar a los lugareños si no para cubrir su huida hacia los montes. 

   Todos estos pensamientos y teorías al aire las fue comentando con el grupo a medida que avanzaron por el bosque y llegaron a las pedregosas colinas del Kurst. 

   Gustav encontró un nuevo rastro: fresco y reciente. Kurt se acercó con los demás para ver las enormes huellas impresas en el suelo embarrado. - Deberíamos de reconocer el lugar antes que nada. Si la razia nocturna falla vamos a necesitar usar el terreno a nuestro favor para combatirlos. En la medida de lo posible, quiero estar lo más alejado que pueda de ellos. - el soldado no se quería ni imaginar lo que debía de ser luchar cuerpo a cuerpo contra aquellas moles y recibir un castañazo de algo tan grande y, sin duda, de una fuerza desmesurada. - Si localizamos su guarida, quiero buscar una posición lo más elevada posible y desde allí abrir fuego. - dijo al tiempo que se descolgaba del hombro el fusil guardado en su funda.

   - Hans, cuando les vistes colocar las trampas, ¿les oistes hablar? Quizás podamos parlamentar con ellos y buscar una solución a todo esto. -

Notas de juego

Edit: para cambiar castaño por castañazo.

¡Un saludo!

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19/03/2023, 18:33
Cenizo

Cenizo frunció el ceño al oír las palabras de Gustav. No le gustaba la idea de que los gigantes estuvieran tan cerca, pero sabía que esa era la razón por la que habían emprendido esa búsqueda en primer lugar.

—Entonces, ¿qué esperamos? —dijo Cenizo, mientras ajustaba las riendas de Mohíno y lo guiaba hacia un lugar seguro—. Debemos seguir ese rastro y encontrar a los gigantes antes de que se nos escapen. No podemos permitir que se nos escapen, valen su peso en oro.

Cenizo asintió en silencio, sabiendo que la batalla que se avecinaba no sería fácil. Estaba dispuesto a batallar por un mejor estatus, incluso si eso significaba enfrentarse a la peligrosa muerte.

—Vamos, muchachos. Es hora de mostrarles a estos gigantes quién manda aquí. Usted, el mediano malherido, ¿qué sabe hacer? ¿Algún truco en la distancia?

Cenizo estaba interesado en que el enano fuese útil en el enfrentamiento, de modo que no muriera a la primera que el gigante decidiera darle un golpe robusto.

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20/03/2023, 09:36
Ándor

Esta claro que un enfrentamiento directo cara a cara sería como suicidarnos directamente. Deberíamos acabar con ellos mientras duermen. Una daga en el cuello y adiós gigantes.

Al haber detectado aquel conjunto de trampas de camino, no podía dejar de pensar que podrían haber colocado más cerca de su lugar de descanso. Acercarse a ellos sería peligroso, pero podríamos sortear unas trampas, pero un cara a cara con alguno de ellos. ¡UF! No quería ni imaginármelo.

Atacar desde una altura podría ser otra solución, pero si uno de ellos llevaba botas claveteadas, podría llevar algún tipo de armadura corporal. Creo que un ataque furtivo nocturno es lo ideal.

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20/03/2023, 10:28
Hans Gaubbert

-Yo tengo muy buena puntería, señor,- dijo el halfling algo irritado frente al comentario del osamentero. -no soy un cenizo. Ja.

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20/03/2023, 21:15
Gustav

Seguir las huellas de unos gigantes no fue tan simple como uno habría esperado. A nuestro favor teníamos el tamaño de sus huellas pero el gran número de trampas letales que encontramos a cada tanto, la enorme cantidad de tiempo que nos está tomando y lo difícil de los terrenos lo compensa con creces.

Finalmente, el rastro comienza a calentarse y eso significa que en muy corto plazo nos enfrentaremos a nuestras presas. Las dudas que Kurt nos fue compartiendo a lo largo del viaje son algo que me preocupa un poco pero tengo una duda mucho más presente, que es si seremos capaces de vencer a tamañas criaturas con las armas que poseemos y el número que somos.

"Nada cuyo pie mida tanto puede ser simple de asesinar."

Por lo que temo que no solo serán criaturas cuya fuerza sea capaz de destartalar a cualquier hombre sino que quizás mis flechas no les hagan más daño de lo que unas espinas nos harían a nosotros. De todas formas, decido callar esos temores ante la posibilidad de que baje la moral del grupo, lo que probablemente será peor a la larga.

Ante el debate de como deberíamos hacerlo, asiento a lo que dicen mis compañeros y agrego:

 - "Supongo que lo mejor es lo que dice Ándor, de asesinarles mientras duermen, pero deberíamos tener un plan de contingencia, como dice Kurt: Terreno elevado, muchas armas a distancia. Incluso se me ocurre que, si pudiésemos ser capaces de lograrlo, hacerles caer en una de sus propias trampas probablemente sea una excelente manera de inclinar la balanza a nuestro favor. Para todo esto, lo primero, será examinar el terreno antes de que nos atrapen. ¿Quienes son capaces de moverse sin ser detectados?"

Supongo que Ándor es capaz de hacerlo, al considerar el asesinato sigiloso como una opción pero no sé si el resto sea capaz de ello. Dependiendo del número que seamos, podemos armar un equipo de avanzada o otros que mejor esperen a la distancia.

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22/03/2023, 01:39
Hans Gaubbert

-En mi estado actual lo veo difícil-. Agregó el mediano a la conversación. -Aunque soy mejor con esto-. Dijo palpando su pistola de fuego.

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22/03/2023, 16:34
Cenizo

Cenizo revisó sus pliegues de ropa verde y retiró los cacharros que pudieran chirriar en el silencio del bosque. Otro útiles los envolvió con más trapos para que no sonaran. Cuando terminó, parecía que había adelgazado un palmo.

—Aquí donde me ves, soy bastante ágil, jijijiji. Puedo esconderme fácilmente. ¡¡Las espinas de las plantas poco me harán que cosquillas!! Jijiji. Y si me encuentran los gigantes o una de sus trampas... ya viví suficiente, ¿no?

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23/03/2023, 04:10
Kurt Boehm

   - No soy muy ducho en eso de moverme de manera furtiva. Seré de más utilidad cubriendo a la avanzadilla. - comentó mientras comprobaba el estado del arma. Todo parecía correcto así que comenzó con el ritual de carga y preparación del mecanismo de disparo. Le llevó quince segundos tener el arcabuz listo. Si el primer golpe no resultaba mortal quizás pudiera realizar tres disparos, pero a juzgar por el tamaño de las pisadas seguro que esos dos tenían una buena zancada; con suerte le daría para dos. Más le valía al grupo tener a los Dioses de su parte esa noche. 

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23/03/2023, 08:42
Ándor

Si localizamos su lugar de descanso, dejádmelo a mí. No será difícil rastrear dos gigantes. El problema será eliminar a los dos mientras duermen. Son grandes, sus cuellos son grandes. Deberé ser preciso o solo podré matar a uno. El otro se despertará por el ruido que haga el otro.

Saqué una de las dagas y jugueteé con ella sopesándola. Debía ser rápido y preciso si se decidía por el sigilo en vez de un ataque directo.

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26/03/2023, 04:44
Gustav

La exposición de todo el grupo acerca de sus capacidades para esta situación me deja claro los recursos con los que contamos, por lo que asiento y respondo:

 - "Entonces iremos con Ándor y Cenizo a explorar donde se esconden las presas. Volveremos con la información pero, preliminarmente, nuestra estrategia será Ándor asesinando a uno mientras duerme y huyendo a nuestro punto de emboscada con el otro siguiéndole. Nosotros cuatro..." -Digo mientras señalo a todos menos al primer aludido- "...esperaremos con nuestras armas y distancia y le acribillaremos. Se me ocurre como mejor estrategia."

De esta forma, podremos aprovechar bien las habilidades de todos y podremos acabar con el gigante sin tanto problema. Pienso todavía que sería una buena idea llevarlo a una de sus propias trampas para que le cause un daño mucho mayor al que nuestros disparos pueden hacer. Sería una forma poética de acabar con él.

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31/03/2023, 17:53
DIRECTOR

El plan era simple y directo. Nada de ñoñerías y aprovechar toda la información posible.

Enseguida tanto Kurt como Hans se instalaron en lo alto de una roca, ayudado el segundo por el primero, apostándose con sendas armas de fuego, orgullo del imperio, gracias a las cuales su independencia y soberanía seguía intacta. O eso decían los armeros de Nuln que las forjaban.

Gustav, Ándor y Cenizo se internaron en el bosque cuando ya era de noche, siguiendo el rastro fresco sin encontrar ninguna de esas trampas cerca. El resplandor de una hoguera sobre unas rocas llamó vuestra atención. Nadie es tan tonto como para hacer semejante fuego si quiere ocultarse, pero claro, estábamos hablando de gigantes, los cuales no precisaban de un intelecto muy desarrollado. 

Tras acercaros lo suficiente, ocultos en un arbusto, podéis ver a los dos gigantes.

Bolog Orgol

Charlaban entre ellos acerca de la cena, las trampas que pondrían al día siguiente y de encontrar un gran árrbol donde colgar a alguien y despellejarlo. Vivo si hiciera falta.
El primero de los gigantes tenía cara de tonto, iba descalzo pero vestido con pantalones a rayas y un jubón de pieles. El segundo llevaba los mismos pantalones a rayas azules y rojas, pero la parte superior la vestía con una camisola de malla. Ambos llevaban hachas de batalla en el cinturón y se habían fabricado largas lanzas a las que habían sacado punta. Dos sacos enormes contenían sus escasas posesiones y comida.

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Ándor, Sabiduría popular imperio

Tirada: 1d100

Dificultad: 38-

Resultado: 27 (Exito) [27]

Tirada oculta

Motivo: Cenizo, Sabiduría popular imperio

Tirada: 1d100

Dificultad: 38-

Resultado: 40 (Fracaso) [40]

Tirada oculta

Motivo: Gustav, Sabiduría popular imperio

Tirada: 1d100

Dificultad: 36-

Resultado: 26 (Exito) [26]

Notas de juego

Hacerme unas tiradas de movimiento silencioso

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31/03/2023, 18:09
DIRECTOR

Al ver la escena y a los "gigantes" enseguida comprendisteis que para un halfling de apenas un metro de altura eso que vió Hans fueran para él gigantes. A pesar de haber unos cuantos regimientos de ogros en el imperio, era raro ver alguno en las ciudades o aldeas, ya que siempre eran requeridos para los diferentes campos de batalla.

De no ser por las habladurías y descripciones de aquellos que sí los habían visto, tampoco habríais podido identificarles como ogros, y no como gigantes. Aunque el hecho de que no sean gigantes no cambia que sean los culpables de poner aquellas trampas mortales.

Notas de juego

Cenizo no sacó la tirada de sabiduría popular imperio

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03/04/2023, 09:22
Ándor

No tenía que suponer mucha dificultad infiltrarse en el pequeño campamento una vez se hubieran quedado dormidos. Si acertaba el lugar exacto donde clavar la daga, morirían al instante sin emitir ni un quejido. El terreno no acompañaba demasiado y corría el riesgo de pisar alguna rama o desplazar algún guijarro

Con un poco de suerte, podría encargarme yo mismo de los dos si era preciso y silencioso. Lo peor de todo era esperar a que se durmieran y empezaran a roncar.

Gustav. Atento a cubrirme si la cosa sale mal. Cuando escuchemos el primer ronquido, me acercaré.

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03/04/2023, 11:32
Cenizo

Cenizo se quedó observando a los gigantes con atención, intentando analizar cualquier oportunidad que pudiera tener para detenerlos. Desde su experiencia, sabía que estos seres eran brutales y no mostraban ningún tipo de piedad hacia sus víctimas.

Mientras los gigantes seguían hablando, Cenizo se acercó a Gustav y Ándor en silencio y les habló en voz baja.

—Estos dos son más tontos de lo que pensábamos. Será sencillo herir sus piesotes si van descalzos. JiJi.

Crac...

- Tiradas (1)

Motivo: Movimiento silencioso

Tirada: 1d100

Dificultad: 44-

Resultado: 99 (Fracaso) [99]

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03/04/2023, 14:25
Director

Notas de juego

Tirada de movimiento silencioso por favor.

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03/04/2023, 16:23
Ándor
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Movimiento silencioso

Tirada: 1d100

Dificultad: 17-

Resultado: 27 (Fracaso) [27]

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03/04/2023, 23:32
Gustav

Aquellas dos criaturas estaban ahí, conversando animadamente alrededor de una fogata, acerca de sus trampas y sus porquerías, lo que nos deja claro que son los objetivos que buscamos a pesar de no ser gigantes:

"Son unos putos ogros, nada más. Bueno, igual parecen unos hijos de puta duros, pero no monstruos invencibles."

Asiento a las palabras que Ándor pues no parece un mal plan: Cortar, disparar, huir, seguir disparando. Mantengo el arco listo para disparar cuando llegue el momento, intentando desplazarme lo más silencioso que pueda hasta ajustarnos bien a una posición definitiva para nuestra emboscada al momento que se duerman.

- Tiradas (1)

Motivo: Movimiento Silencioso

Tirada: 1d100

Dificultad: 37-

Resultado: 64 (Fracaso) [64]

Notas de juego

Tampoco tuve una buena tirada :(

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04/04/2023, 10:10
DIRECTOR

El plan había sido trazado y comprendido. Gustav tenía su arco preparado, Ándor sacó su afilado cuchillo capaz de rebanar el gaznate a cualquiera de los dos por mucho cuello que tuvieran, ya fueran ogros o gigantes. 

Cenizo fue en busca de un lugar mejor... ¡CRAAK!

Una de las calaveritas y abalorios que llevaba el viejo entre los ropajes cayó al suelo y fue pisado por el mismo. El impacto sonoro hizo sobresaltar a Gustav que soltó su flecha hacia algún lado por encima de Ándor, pero por instinto el sicario se agachó sobre el arbusto, rompiendo ramas y armando mas ruido.

Los dos ogros se levantaron de inmediato, adoptando una postura defensiva, con sus largas lanzas hacia adelante y la enorme hoguera cubriendo su espalda.

Bolog -¡Asesinos!-. Dijo con voz arrastrada el que parecía mas tonto. -¡Asesinos o algo peor!-.

Orgol -Ya lo veo Bolog-. Contestó el otro con extraña calma. -Vienen a degollarnos y quitarnos el oro. Deben saber que todavía no lo hemos cobrado, por lo que no podréis quitarnos nada-.