Partida Rol por web

Me cierro por dentro y busco en las grabaciones, quiero respuestas a unas preguntas que rondan mi cabeza....

Como siempre, escucho las conversaciones de los demás sin mucho interés, aunque elevo una ceja cuando dice lo de las inyecciones de fertilidad y las pastillas antibabies...siempre he pensado que era estéril, pero si me dejaron entrar, es posible que no lo sea?.

Después de pensar un rato me muevo y camino hacia donde Sam se a apartado, aunque antes le comento algo a Jason.

Oye Jason...no todo han sido bombas. También desastre natural. Si tenemos suerte es posible que nos libremos de lo peor. Y si no, todo sera un truco de la cadena.

Me acerco a Sam y le toco en un hombro con suavidad. Ella no es como yo, y recuerdo lo que me contó sobre sus motivos para entrar en el concurso.

Sam...

Estoy en la sala de las literas, con uno de los colchones de espuma en la pared y golpeandolo con fuerza, tanto con pies como con manos, se nota que se pegar y no es una simple pataleta, pero si una descarga de rabia.

Cuando oigo la voz de Seth me quedo jadeando mirando el suelo y sin mas me dejo caer de rodillas en el - No hace falta que digas nada... - Lo ultimo que queria era dar pena...

Me acuclillo junto a ella y le tomo una de las manos ensangrentadas. Luego tomo mi camiseta y la rasgo en trozos para vendar las heridas. Asiento en silencio a su palabras en las que me dice que no diga nada. Tal vez sea mejor así, ya que aunque la veo sufrir, soy incapaz de entenderlo o comprender lo que le ocurre a nivel emocional.

Dejo que me vende las manos mirando como lo hace en total silenci, sin mirarlo en ningun momento a la cara y con mi respiracion aun agitada. Mi cabeza era un caos un bucle, un torbellino de emociones en mi interior. Sentia rabia, pena, dolor, odio, impotencia... Todo a distintos niveles.

Cuando termino lo mire por primera vez a los ojos y me acerque a el de rodillas, le di un suave beso en los labio, quizas el primero tan sentimental que le daba a Seth y a alguien en mucho tiempo.

- Gracias...

La miro tras el beso, y trato de encontrar algo que poder decir que sea adecuado. Esto se distancia demasiado a mis anteriores experiencias con mujeres.

No estas sola, sabes?...aun me tienes a mi, aunque no sea gran cosa. Le sonrío con algo de vacilación.

Luego acaricio su nuca en una caricia gentil y acerco mi frente a la suya para tocarla y entonces la abrazo.

Sonrio de medio lado de forma ironica - Tengo a un rubio que no se ni porque a entrado aqui ni nada de su vida al que solo le queda una tia de aqui dentro que pasarse por la piedra - Apoyo mi frente en la suya dejandome abrazar y suspiro - No hace falta que te esfuerces, se que no sientes nada por mi, simple atraccion y conexion porque soy tan perra como tu en algunas cosas... - No queria que sonara masl solo... hacerle entender que no tenia que intentar aparentar algo que ambos sabiamos que no era.

Le sonrío divertido ante sus palabras.

Ves?...pues eso ya es algo. Y en cuanto a que no me importes...creo que eres la única persona de aquí a la que me importaría que pasase algo. Eso ya es algo para mi, y te doy mi palabra de que es la primera vez. Ademas...tienes razón también en que estas demasiado buena como para dejar que te pase nada malo.

Le tomo la barbilla y la beso suavemente en los labios.

Si te pasara algo, me quedaría solo con ellos. Hago un gesto hacia fuera con la cabeza. Te imaginas el horror que seria eso?.

Sonrio de forma leve ante sus palaras y dejo caer mi cabeza en su hombro, finalmente lo abrazo tambien sin saber muy bien que hacer o decir, con mi interior aun en un caos absoluto.

- Seth... Evademe de todo... - Sabia que no era bueno, que era de las peores ideas pero... la que mas apartaria mi mente de todo.

No digo nada, tan solo la tomo entre mis brazos y voy hasta las literas del fondo, tirando los colchones de espuma de dos de ellas antes de dejar en ellas a Sam y comenzar a quitarle la ropa.

No se me da muy bien hablar...pero creo que en esto puedo ayudarla. Tiene razón en cuanto a que la deseo en todo momento. Cuando las prendas que la cubren dejan ver la pálida piel que hay debajo, comienzo a acariciarla con las manos, los labios y la lengua en movimientos suaves, buscando los puntos mas sensibles de la pelirroja.

Me dejo llevar sin decir nada mas, quedandome en silencio, somo dejando salir mi respiracion agitada y jadeos. Notaba como su cuerpo se posaba en el mio, disfrutando se sus caricias, de sus labios... Mis manos se perdieron en los musculos de su espalda para apretarlos - No me trates con pena o cuidado, sabes que me gusta como a ti... mas que duro... - Con la ultima palabra lleve una d emis manos a su entrepierna buscando su duerza.

Asiento a sus palabras y sonrío cuando su mano se cierra en torno a mi miembro, mas que dispuesto a ser todo lo dura que haga falta. Entonces mis dedos dejan de acariciar y aprietan sus pechos, pellizcan sus pezones mientras muerdo sus hombros, dejando salir parte de la furia salvaje que siempre llevo en mi interior.

Con la mano libre, introduzco dos dedos en su sexo, de forma bastante brusca mientras asciendo para poder besar sus labios, morderlos hasta hacerla sangrar y lamo entonces dicha sangre.

Sonrio cuando noto cuando comienza con su brusquedad, mis jadeos cada vez son mas constantes comenzando a ser leves gemidos. Notar sus pellizcos, sus mordiscosas, me excitaba de sobremanera.

Finalmente comence a soltar lo que estaba guardando tapando pero ya no mas, Lo aparte de forma muy brisca de mi haciendo que mis udillos volvieran a sangran, me puse sobre el girada mordiendo su abdomen y comenzando a devorar su pene, metiendolo en mi boca y sacandolo con avidez, dejandole mi sexo delante de su rostro, Casi mordiendolo mientras mis manos tambien se dedicaban a sus puntos.

Gruño cuando me empuja y se pone encima y estoy a punto de apartarla cuando comienza a tragarse mi miembro...literalmente. Entonces me calmo lo justo como para no perder la cabeza aunque tardo unos segundos en ello.

Miro a su sexo, ahora tan cercano a mi, y le muerdo primero una nalga antes de comenzar a lamer con rabia su sexo empapado. Esta claro que le gusta hacerlo tan duro como a mi, si no mas. Mientras lamo e introduzco la lengua en su interior, juego con una mano en su pechos, tirando de ellos y uniendo los dos pezones entre los dedos mientras los retuerzo, como siempre maravillado por la forma y tacto de ambos.

Con la mano libre, comienzo a jugar en lso bordes de su ano, antes de introducir el indice en un golpe seco en el.

Su pene en mi boca amortigua mis gemidos, los amplios y sonoros gemidos que me provoca y mas aun cuando note su dedo invadiendo mi ano, en ese momento lo que acallo fue un grito, de medio dolor medio placer.

Aumentaba mas y ams el ritmo metiendola en mi boca al completo, mis manos se daban a sus testiculos y a su musculatura. Queria arrancarle mas d eun orgasmo, de un gemido, de una suplica por que no parara...

Casi sin darme cuenta, muevo mi cintura hacia arriba acompañando sus movimientos, penetrando yo su boca tanto como ella me traga el miembro. Ambos damos, ambos participamos.

Sonrío al escuchar el sonido que emite desde el fondo de su garganta al entrar mi dedo. Poco después, son dos los que hacen fuerza para entrar, jugando con ella de forma que se dilate lo suficiente como para lo que viene a continuación.

Entonces la aparto de mi y la tomo de la cintura, para colocarla a cuatro patas antes de inclinarme y jugar un instante con su ano con mi boca, dándole después una palmada en las nalgas.

Acalle un nuevo grito  peor cuadno me separo ya no podia mas, la posicion en la que me ponia era mas que apetecible, que sujerente y sabia lo que....Dios... notar su lengua fue el punto clave para comenzar a gemir de nuevo, su azote saco un pequeño gritito de dolor, delicioso grito de dolor.

Mi cadera se movia ansiosa, buscando que me diera con fuerza, que me mordiera, que me azotara, que me hiciera completamente suya.

La azoto unas cuantas veces mas, sin ser golpes suaves pero sin querer dejar marcas. Sigo hasta que sus nalgas tienen un vivido tono carmesí, y entonces lo dejo, sabiendo que en ese momento estarán extremadamente sensibles.

Entonces muerdo una, y luego la otra, antes de apartarme y penetrarla por detrás de forma seca y violenta. Sin apenas transición y de golpe hasta el fondo.

No dejo de gemir en ningun momento,  mi excitacion esta al borde y sus mordiscos me hacer retorcerme. Cuando me penetra tengo que morder con fuerza mi hombro por no gritar, un grito de dolor que para otros seria horrible pero a mi no me desagradaba, todo lo contrario, cuando finalmente tengo todo su pene dentro me muevo, buscando su disfrute, el mio el orgasmo que tenia apunto.